En cuanto a la intervención en el Espacio Ariadna, servicio de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, ​​el trabajo socioeducativo y terapéutico que se realiza con las mujeres atendidas, a la vez que con sus criaturas, es principalmente apoyado por la teoría transfeminista y con mirada interseccional.

Valoramos como herramienta distintiva dentro de la intervención como SAR (Servicio de atención y recuperación), que la intervención sea, tanto a nivel grupal como individual. En este sentido, que las mujeres acogidas puedan sentir apoyo de grupo, les hace compartir experiencias, a la vez de desestigmatizarse, tener una mejor autoimagen, y por tanto, realizar un abordaje del estigma internalizado.

Asimismo, entendemos como eje vertebrante en la intervención dos aspectos básicos. Por un lado, la autonomía personal y, por otro, tener una intervención con perspectiva de género. En este sentido, es imprescindible, en lo que se refiere al desarrollo de la autonomía personal. Muchas de las mujeres que atendemos, se basan en la visión estigmatizada de las personas consumidoras, y muchas veces, como dependientes. Si se da la vuelta al prisma, y ​​se fomenta la toma de decisiones propia como eje central de su vida, la persona se valora como epicentro y su autoimagen y estigma internalizado disminuye.

Por último, en torno a la intervención en perspectiva de género, es importante tener un enfoque integrado para combatir la discriminación por cuestión de género. Hacer un trabajo terapéutico, entendiendo la violencia machista, no sólo como situación que les ha afectado a sí mismas, sino como a una problemática estructural, hace que las personas a las que atendemos se desculpabilicen, y aumente, en la mayoría de los casos , su empoderamiento y autogestión. Mejorando así, el estigma consigo mismas, y por tanto, su calidad de vida.

Dentro de los estigmas externos, queremos destacar que la estigmatización a las mujeres que atendemos, viene derivada, en gran medida, por el sistema patriarcal. Desde el servicio, tenemos como objetivo la intervención, y tomar dentro de los idearios individuales, conciencia del estigma del sistema patriarcal. También que, combatirlo, implica el desafío y estructuras de poder desiguales.

También, el estigma del concepto de mala madre, que hace referencia a los juicios negativos a los que se enfrentan las mujeres por no cumplir las expectativas impuestas, e idealizadas de las madres que deberíamos ser. Es habitual, que las mujeres a las que atendemos, se sientan juzgadas por sus marentabilidades, y los maternantes, y modos de crianza. Más que otras mujeres.

Este estigma opresor genera culpa, angustia y baja autoestima. Además, poder dificultar el acceso a los recursos de recuperación. Por este motivo, el equipo profesional trabaja en conciencia con este estigma, que se manifiesta de forma externa, y también internalizada.

En cuanto al estigma de acceso al tratamiento de adicciones, esta tipología de estigma puede dificultar que las mujeres con consumos problemáticos, busquen y valoren un tratamiento como no adecuado. Además, de no tener la misma accesibilidad de forma objetiva respecto a tratamientos masculinizados.

Es importante que como mujeres – cis y trans- se pueda garantizar un acceso a tratamiento enfocado en la abstinencia, pero para abordar el consumo problemático de sustancias. Es este hecho uno de los principales por los que nació Espacio Ariadna. Además, es importante la no separación, y que las mujeres pudieran acceder a tratamiento terapéutico por la recuperación, tanto de violencias machistas de las que son supervivientes, y la interseccionalidad con el consumo problemático, así como otras variables.

De forma general, y en consecuencia con las bases de intervención en el Espacio Ariadna, abordar la estigmatización asociada con mujeres adictas, requiere un enfoque integral y holístico.

Por último, un estigma importante que se tiene en cuenta, es el miedo al rechazo, el cual es un estigma asociado principalmente al consumo de sustancias; también otras afectaciones personales, como la emocionalidad, cuyas violencias machistas son supervivientes, etc.

Los principales objetivos para trabajar desde el equipo socioeducativo y terapéutico del Espacio Ariadna, con los estigmas de las mujeres en consumo de sustancias, es promover la conciencia sobre las violencias, de las que son supervivientes, a la vez que hacerlas también conscientes de adición, y de los mecanismos, tanto internos como externos de ésta.

Por último, para reducir los estigmas, tanto internos como externos, el Espacio Ariadna promueve un entorno de cuidados, apoyo y comprensión con perspectiva de género y desde el acompañamiento integrado.

Por otro lado, en lo que se refiere a los estigmas internalizados en las mujeres atendidas, en el Espacio Ariadna, destacamos como importante el estigma interno o internalizado. Es lo que se autoetiqueta, como derivante de la percepción que se tiene de una misma, a consecuencia de los roles y atributos de género que nos ha proporcionado el sistema.

Las mujeres atendidas en el Espacio Ariadna, pueden internalizar el estigma asociado a ser mujeres consumidoras de sustancias, lo que puede afectar a algunos aspectos propios como la autoestima, el autoconcepto y la percepción de sí mismas, como personas merecedoras de recibir ayuda y apoyo. Este etiquetado viene derivado de las creencias de lo que debemos ser, como mujeres normativas.

En el Espacio Ariadna de la Fundación Salud y Comunidad, trabajamos en la línea de derribar estos estigmas. Algunos de estos externos y otros, altamente internalizados.


Alba Sedano,
trabajadora social en el Espacio Ariadna de FSC, con perspectiva de género transfeminista y mirada interseccional.