El pasado 6 de mayo tuvo lugar esta jornada que contó con la presencia y participación de profesionales y coordinadores del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA y del Área de Adicciones, Género y Familia de FSC, así como de la Dirección Técnica. La jornada se celebró en las instalaciones del Palau Macaya de Barcelona.
El primer debate, donde se abordaron de forma genérica los retos de futuro en la atención a drogodependientes, fue el punto de partida para arrancar una jornada en la que tuvimos la oportunidad de reflexionar y trabajar, de manera conjunta con compañeros/as de FSC, acerca de nuestra intervención en el ámbito de las adicciones y, de manera más intensa, en relación a las drogodependencias.
Los directivos participantes en la mesa de debate, Xavier Ferrer, Maite Tudela, Toni Garín y Sonia Fuertes, nos brindaron la posibilidad de pensar y ser críticos, favoreciendo la reflexión más allá del trabajo con las personas o con las instituciones, haciéndolo extensivo al conjunto de la sociedad. Al respecto, consideramos que es indispensable disponer de espacios de debate para facilitar la producción y formalización del discurso, espacios compartidos de trabajo en equipo en los que cada profesional pueda interrogar y cuestionar, sin miedo a la equivocación, y en los que recoger la diferencia, para favorecer que el profesional encuentre y desarrolle su propio estilo, desde la particularidad.
En este sentido, es importante disponer de una estrategia que nos ayude a dibujar nuestro recorrido, por el que transitar con valentía, desde los valores que nos definen en nuestra intervención como entidad y sin dimitir en el encargo, porque nos queda mucho trabajo por delante. Y para conseguirlo, deberemos seguir aprendiendo desde una posición humilde, para ser permeables y poder enfrentarnos al cambio.
Aprender del pasado para prever el futuro; intervenir desde la intersección de conocimiento, para atender al sujeto desde su integralidad; responsabilizarnos y evaluar para saber cuál es el impacto social que generamos; y la importancia de nuestra participación para incidir en las políticas sociales de futuro, fueron solo algunas de las sugerentes ideas que lanzaron desde la mesa de debate. Estas ideas nos empujan a pensar, a innovar, a implicarnos, a ser críticos sin miedo a equivocarnos, para ser agentes de transformación profesional y social.
A continuación, bajo el título “Innovación y avances en el tratamiento en adicciones” daba comienzo la primera de las dos mesas temáticas de la jornada.
Esta mesa contó con la participación de los siguientes profesionales: Miriam Vázquez (directora del Espai Ariadna), Tere Batanás (coordinadora del CAS Brians 1), Marta García (coordinadora del CAS Brians 2), Jordi Morillo (director de la Comunidad Terapéutica “Can Coll”) y Patricia Bosch (coordinadora del Circuito de Inserción de Cataluña).
Uno de los primeros elementos clave que se pudo observar a lo largo del desarrollo de en esta primera mesa, fue constatar cómo cada uno de los proyectos desde su particularidad, desde su recorrido histórico más o menos dilatado, colocaba el punto de innovación en un lugar distinto, aportando todos en su conjunto un valor añadido en el ámbito de los tratamientos en adicciones.
A lo largo de las exposiciones, pudimos observar desde el recién estrenado «Espai Ariadna» como un espacio único en el sector que ofrece tratamiento a mujeres drogodependientes (y sus hijos e hijas) y víctimas de violencia de género, así como un renovado e innovador tratamiento urbano de las adicciones (Centro de Día y Piso Terapéutico) donde la diversidad en la oferta del tratamiento es tan diferente como diferentes son la personas que atendemos desde dicho programa.
También tuvo un lugar importante y reseñado en la mesa de innovación la Comisión de Patología Dual de la Comunidad Terapéutica “Can Coll” como un espacio construido por los profesionales de dicho recurso, para abordar un fenómeno tan actual como la salud mental y las adiciones. Por último, señalar que en esta mesa también tuvo cabida, en el marco del ámbito de la ejecución penal, el CAS de Brians (Centro Penitenciario Brians 1 y 2) que demostró cómo en un marco tan complejo es perfectamente posible y compatible combinar creatividad, innovación y buenos resultados en materia de tratamientos en un centro penitenciario y en el trabajo con mujeres y hombres privadas de libertad.
En definitiva y como conclusión de esta mesa, quedó evidente la posición de deseo de mejora de los profesionales que trabajan en Fundación Salud y Comunidad y cómo dicha posición tiene un efecto claro y directo en las personas que atendemos, ofreciendo servicios no solo novedosos y creativos sino dotados de calidad.
La tercera mesa de la jornada tenía como título: “Ciudadanía y adición: reflexiones desde la reducción del daño”.
La mesa estuvo moderada por Andrea Valls, directora de Servicios de Salud Mental, y contó con las intervenciones de profesionales del Área de Inserción Social y VIH-SIDA de la Fundación Salud y Comunidad: Francesca Spanó coordinadora del Programa PID del Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona; Belén Sánchez, directora del Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Castellón, y Pepe San Martín, director del Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia y director de los PIJ de Valencia y los que se encuentran en centros penitenciarios: Picasent (Valencia) y Albocácer (Castellón).
Los ejes de las intervenciones de la mesa se centraron en aportar una mirada global hacia el tratamiento y abordaje de los aspectos relativos a la drogodependencia, enfatizar en los derechos humanos y promocionar la dimensión de ciudadanía de los usuarios de los programas.
Francesca Spanó explicó con carácter general la intervención en el Programa de Intervención en Drogodependencias (PID), el efecto de la institucionalización en el sujeto y cómo se trabaja este aspecto en los espacios grupales. Y, por último, concretó qué elementos de dinamización comunitaria se realizan en el centro penitenciario y en el programa, como herramienta para promocionar la inserción.
Los directores de los Centros de Baja Exigencia de la Comunidad Valenciana (CIBE) transmitieron la importancia de dotar de protagonismo a las personas atendidas, favoreciendo la aparición del vínculo y promocionando su condición de ciudadanos. En este sentido, Belén Sánchez (directora del CIBE de Castellón) explicó cómo la experiencia de atención en Castellón les ha facilitado un aprendizaje bidireccional, a usuarios y profesionales, y cómo, gracias a la organización espontánea e implicación de las personas atendidas, el servicio pudo ser transformado manteniendo niveles óptimos de actividad en un momento en el que se produjeron recortes presupuestarios.
Por su parte, Pepe Sanmartín (director del CIBE de Valencia) realizó un abordaje de los aspectos más relevantes del perfil de las personas atendidas en este servicio destacando cómo con frecuencia son sujetos que quedan relegados a su condición de “drogodependientes” quedando excluidos de la posibilidad de participar de los circuitos de atención y circulación social normalizada. Concretó, por otra parte, la intervención en el denominado Programa de accesibilidad, encargado de facilitar a los usuarios del servicio la documentación necesaria (tarjeta sanitaria, empadronamiento, DNI, etc.) para facilitar su vinculación y atención a los recursos de la red asistencial.
Las principales ideas y conclusiones de la mesa fueron la importancia de facilitar a las personas atendidas un lugar de aproximación y vínculo con lo social, potenciar y definir iniciativas en los servicios que promocionen el ejercicio de derechos y deberes y, por último, lo imprescindible de escuchar a las personas atendidas potenciando su conexión a los servicios y redes normalizadas. Destacar el elevado grado de implicación y compromiso que se desprendió de cada una de las intervenciones.