En las Comunidades Terapéuticas (CCTT) de FSC hemos atendido, tradicionalmente, un porcentaje de mujeres más alto que en el resto de centros de tipología similar. Así, frente al 15% que es la cifra aproximada de mujeres que tienen los dispositivos de atención a drogodependencias en general en nuestras CCTT hemos tenido medias anuales en torno al 30%.
Una posible explicación de este hecho es la existencia de dificultades o limitaciones de acceso para las mujeres que los dispositivos de drogodependencias habitualmente han tenido (ej. Tener un número limitado y muy reducido de camas para mujeres, etc.). Y que, en nuestro caso nunca han existido por entender que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres a la hora de acceder a tratamiento.
A pesar de esta sensibilidad, el peso de la perspectiva androcéntrica que ha estado presente en el diseño de la red de tratamiento de drogodependencias seguía haciendo que los resultados con las mujeres fueran peores que con los hombres.
Desde hace unos años, a raíz de incorporar la perspectiva de género en nuestras CCTT hemos notado una mejora en indicadores de buen resultado sobre todo en las altas terapéuticas. Así, por ejemplo, en la CT Riera Major hemos pasado de un 40% en 2011 a un 60% en el 2012.
Otro indicador que ha mejorado es el porcentaje de salidas por «Cambio de proceso», es decir, aquellos casos que no se adaptan a la estructura del centro. Así, en la CT Can Coll se ha bajado de una cifra bastante alta en el 2011 (31’8%) a un 13,63% en 2012. Esto, sin duda, es el resultado de la introducción de herramientas y medidas (entre otros los grupos de género) que faciliten que las mujeres puedan sentir que reciben la atención que ellas necesitan.
Hoy, con motivo del 8 de marzo queremos ofrecer una muestra de lo que para ellas significa uno de estos grupos.
Experiencia de las participantes en el Grupo de género de la Comunidad Terapéutica «Riera Major»
51 son las mujeres que han asistido y participado en las Dinámicas Grupales de Género en la Comunidad Terapéutica Riera Major. Veintidós dos durante el 2011 y 31 durante el 2012 han vivido semanalmente esta experiencia. Les damos voz a ellas para que nos expliquen cuál es su vivencia y la importancia de estas dinámicas.
«Si no tuviera la oportunidad de participar en el grupo de género dentro de comunidad, presiento que hubiera sufrido verdaderos dificultades para verbalizar determinados temas «
Tal y como ellas lo sienten, el grupo de género es un espacio especial y único, íntimo y exclusivo, acogedor y cercano donde se sienten comprendidas plenamente. Donde se refuerzan los lazos entre ellas y aprenden a relacionarse entre mujeres, aspecto que durante el consumo ha ido deteriorándose y donde, en la mayoría de casos, el hombre es la base de sus relaciones.
Las 51 mujeres que han pasado por este grupo tienen perfiles diferentes pero con una base común: hacer de este grupo un lugar terapéutico para expresar y exponer diferentes situaciones y vivencias relacionadas directamente con las mujeres y el consumo. Sirve para dar el primer paso, aceptar y afrontar los miedos, para caminar con más seguridad hacia el grupo mixto. Es así como los aumenta la autoestima.
Es el único grupo donde verbalizan «en este grupo todas somos una«. Esta cohesión se proyecta en forma de abrazos cuando termina el grupo, con regalos emocionales cuando alguna marcha. Es en forma de reloj cuando alguna está hablando y se fomenta que continúe, pidiendo una horita más de grupo. Es así como se sienten libres hablando de ellas mismas. Cuando empiezan a aceptarse, sintiéndose tranquilas, comprendidas, respetadas y muy reforzadas.
Es lógico pensar que este grupo es importantísimo para ellas, sobre todo cuando verbalizan «si una semana no hay grupo por alguna circunstancia, la verdad parece que me falta algo».
Hoy es un homenaje para todas ellas que están luchando para salir del mundo de la adicción, para dejar constancia de su esfuerzo y crecimiento personal, y sensibilizarnos de la importancia y necesidad de trabajar la vertiente de género en la adición.
«El solo hecho de concebir que existe una vertiente de género en la adicción me hace tomar más conciencia de mí misma, de conocerme mejor y me acerca, un poco más, a amarme»
Artículo escrito y basado en las reflexiones personales de los miembros del grupo de género de Riera Major 2013.