FSC es una de las entidades con mayor experiencia en programas de reducción de daños a nivel estatal. El objetivo de estos servicios de atención es la mejora de la calidad de vida y la promoción de la salud entre personas que se encuentran en situación de riesgo o exclusión social, debido al consumo de drogas.
Entre otros, cuenta con el Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Castellón, que ofrece atención socio-sanitaria continuada en régimen ambulatorio. Se trata de un recurso financiado por la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana, que recibe otras ayudas procedentes de la Diputación y del Ayuntamiento de Castellón. El centro cuenta también con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de la subvención del IRPF para fines sociales.
Las intervenciones sanitarias, psicológicas y sociales se realizan en el este servicio con el fin de disminuir los daños y riesgos asociados al consumo de drogas. En ese sentido, se pone especial énfasis en prevenir las enfermedades transmisibles, reducir la morbilidad y mortalidad, y favorecer la accesibilidad a los centros asistenciales mejorando la calidad de vida de los usuarios/as de drogas. No se pretende la abstinencia del consumo de drogas, sino que se trata de reducir las consecuencias que éstas provocan, admitiendo la dificultad que muchos de ellos presentan para suspender el consumo. No se reemplaza a los servicios orientados a la abstinencia, sino que ambos se complementan.
Este centro inició su andadura en 1997, siendo pionero en la reducción de daños en drogodependencias en la Comunidad Valenciana. Desde entonces la intervención se ha ido adaptando a los cambios sociales para responder a las necesidades detectadas en la población atendida. Desde su apertura hasta el 31 de diciembre de 2014 se han atendido a 3.509 usuarios/as diferentes.
En el curso de nuestra intervención, detectamos la necesidad de dar una respuesta específica a los pacientes con patología dual (concurrencia en un mismo individuo de, por lo menos, un trastorno por consumo de sustancias y otro trastorno psiquiátrico), que representan el 30% de la población atendida y presentaban una problemática compleja:
- Por una parte, la estabilización de la patología mental resulta más compleja al ser personas que están consumiendo drogas de manera abusiva.
- Observamos asimismo un mayor aislamiento socio-familiar. El contacto familiar de la mayoría de los usuarios/as atendidos en el CIBE suele ser escaso o nulo, al igual que su contacto con los recursos socio-sanitarios normalizados.
- Dificultad del diagnóstico: debido a la coexistencia y superposición entre la sintomatología psicopatológica y la del abuso de sustancias. Podemos llegar a una presunción de diagnóstico que requiere de abstinencia para ser confirmado.
- Problemática en la adherencia al tratamiento psiquiátrico: debido a una falta de estabilización de la patología adictiva, una frecuente situación de sinhogarismo que dificulta la toma adecuada de la medicación (robos, abusos, ventas…), así como la dificultad para acudir a las citas programadas con regularidad.
Por todo ello, en el año 2011, el Centro de Intervención de Baja Exigencia de Castellón puso en marcha el Programa de Atención a la Patología Dual. Un programa con enfoque multidisciplinar del que destacamos: valoración de casos personalizada por parte de las áreas psicosocial y sanitaria; derivaciones a las unidades de salud mental y /o patología dual cuando se precisa; acompañamiento a las visitas con estas unidades, si se detectan dificultades que puedan dificultar la llegada a las mismas; pago de tratamientos farmacológicos cuando el paciente carece de ingresos, y tutelaje de medicación acompañada de la toma directamente observada de ésta por parte del equipo sanitario, en todos los casos con tratamiento psicofarmacológico pautados. Con ello se ofrece un lugar seguro donde salvaguardar la medicación, así como la toma adecuada del tratamiento evitando confusiones o abusos por parte del paciente.
Paralelamente a estas acciones, existen una serie de intervenciones psicológicas a nivel individual para mejorar la adherencia al tratamiento psiquiátrico y la conciencia de enfermedad y sesiones grupales de psicoeducación para la comprensión de la patología y autocuidado. También, cuenta con una serie de actividades de ocio saludable que ayudan a mejorar la capacidad de relación social, a potenciar el desarrollo de la autonomía, a favorecer la recuperación de la autoestima y a aumentar la satisfacción personal.
Todo este trabajo se lleva a cabo en coordinación con las unidades de tratamiento, estableciendo vías de colaboración con la Unidad de Patología Dual del Hospital Provincial de Castellón, las Unidades de Salud Mental, las Unidades de Conductas Adictivas y los Centros de Rehabilitación e Integración Social , siendo el CIBE un refuerzo para las mismas.
Por otro lado, desde el año 2011 formamos parte de la Comisión Caminàs (comisión de trabajo para la patología dual en la provincia de Castellón), a través de la cual se impulsa la investigación sobre esta materia, la formación de los profesionales y la optimización de los recursos existentes.
Tras cuatro años de experiencia con el programa de atención específica a la patología dual, podemos concluir que hay una mejoría importante a diferentes los niveles:
- Detección de patologías mentales.
- Inicio o reanudación de tratamientos de salud mental. Hemos pasado de un 58% a un 80% de pacientes en tratamiento que acuden regularmente a sus seguimientos.
- Mayor continuidad y adherencia a los tratamientos. Ha habido un aumento del 37,6% en la adherencia.
- Mayor estancia media en el centro.
- Disminución de la sintomatología activa.
- Reducción del abuso de la medicación psiquiátrica.
- Estabilización de pacientes.
- Promoción de la conciencia de enfermedad, el autocuidado y la autonomía.
- Mejora de la capacidad para relacionarse con los demás usuarios/as.
- Disminución del aislamiento social, se ha incrementado en un 10% los individuos que han encontrado una vivienda entre los pacientes duales en estos últimos años.
- Disminución de la conflictividad, las conductas conflictivas han disminuido en un 70% en el centro.
- Incremento de la capacidad para compartir espacios de convivencia en el centro.
- Incremento de la coordinación con los recursos socio-sanitarios para una intervención integral.
En definitiva, tras estos años de programa de atención específico, entendemos que adaptar las estrategias y respuestas a las necesidades de los usuarios/as con patología dual mejora los resultados e incrementa la vinculación de los pacientes al centro.
Mercedes Beltrán Negre
Psicóloga y coordinadora del Centro de Intervención de Baja Exigencia de Castellón