El pasado día 7 de noviembre se celebró la Mesa Redonda “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no puedo acordarme. Demencia, Familia y Centro Gerontológico” en el Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo de Madrid. En la mesa participó como ponente nuestra compañera Carmen Lorente, directora de la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes” de Zaragoza, servicio perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales, gestionado por Fundación Salud y Comunidad (FSC) en consorcio con Valoriza Servicios a la Dependencia.
En este encuentro se trató de sensibilizar sobre el importante papel de la familia y los profesionales de las instituciones en la atención de las personas mayores con demencia. Además de la Dra. Carmen Lorente, intervinieron la Dra. Gema Pérez, experta en personas mayores, y la Dra. Cristina Noriega, ambas profesoras de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Nuestra compañera Carmen Lorente centró su intervención en la demencia, y particularmente en el Alzheimer, al ser la más frecuente. La directora de la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes” señalaba que “a medida que envejecemos, nuestro riesgo de padecer demencia se incrementa, y alrededor de los 85 años casi el 35% de las personas padecerán demencia. Según la OMS, actualmente, un 47,5 millones de personas padecen demencia en el mundo y cada año se registran 7,7 millones de casos nuevos”.
Por otra parte, afirmaba que el impacto de las demencias es tremendo, tanto a nivel físico, psicológico, social y económico, no solo de la familia que lo padece, sino también de su familia y de su cuidador principal. Seguidamente, habló sobre 9 signos de alerta temprana de la demencia: pérdida de memoria de hechos recientes; disminución de la función motora (la persona afectada empieza a tener problemas para desenvolverse en su propia casa y requiere ayuda de otra); desorientación (en su propia casa); cambios de comportamiento (una persona que siempre ha sido dulce y la vemos irritable o al revés); paranoia (sobre todo con las personas que más quiere), desorganización (por ejemplo, no sabe elaborar una pequeña lista de la compra); inquietud, alucinaciones (tiene ideas de robo de sus cuidadores principales, ideas de perjuicio…) y acciones sexuales extrañas (se trata de personas que han estado siempre muy cohibidas y que, de repente, se hacen exhibicionistas).
Seguidamente, señalaba que “en la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. No existe ningún tratamiento que pueda curar la demencia. Sí existen, en cambio, numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. El papel que desarrollan los centros de atención a mayores es fundamental para la calidad de vida de la persona con demencia y la de su cuidador principal”.
Por ello, reconocía que -ante los sentimientos de ambivalencia afectiva de los cuidadores y la certeza de que no va a haber vuelta atrás- “en estos centros, no podemos dar «años de vida», pero sí «vida a los años». Podemos dar calidad de vida y calidad de muerte… En la Fundación Salud y Comunidad, podemos hacerlos sentir como en casa”.
Finalmente, Carmen Lorente, visiblemente emocionada, tenía unas palabras para el centro que dirige, la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes” con un vídeo al que le ponía voz y que comenzaba así: “… En un lugar de Zaragoza, todavía está oscuro, no sabemos qué va a pasar, nos atiende la persona de Recepción, estoy triste, pensativa… Una sonrisa nerviosa, me atiende la trabajadora social, yo estoy muy enfadada de haber venido, me ven en la consulta y las enfermeras me curan las úlceras, las auxiliares me sonríen, pero yo sigo molesta, sé que me van a cocinar y limpiar muy bien, el fisioterapeuta me va a atender y trabajará mi memoria el terapeuta ocupacional. La psicóloga nos da charlas, hacemos gimnasia de grupo, el educador me atiende de forma individual y también colectiva, pero más allá de todo esto, queremos una sonrisa, queremos la compañía cercana, ahora ya sonrío, me merecen confianza…”.
Tras la intervención de nuestra compañera Carmen Lorente, las profesoras de la Universidad CEU San Pablo Gema Pérez y Cristina Noriega hablaron sobre el proyecto «Sensibilización y fomento de buenas prácticas en el trato de las personas mayores en instituciones (Buen-Trato)». Los objetivos de este proyecto son: por una parte, tener una visión de la práctica cotidiana en la situación de cuidado a personas mayores institucionalizadas, así como conocer las características físicas, psicológicas y sociales de los trabajadores en centros gerontológicos y centros de día. Y, por otra, el desarrollo e implantación de programas de intervención para fomentar las buenas prácticas en el trato con las personas mayores en instituciones y, además, conocer la eficacia de los programas.
Tras estas intervenciones, hubo un debate entre las tres ponentes y los profesionales asistentes al encuentro, en el que se habló sobre buenas prácticas en el trato a las personas mayores en instituciones.
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