Stanimir es voluntario de FSC desde hace 10 meses. Actualmente imparte clases de Kundalini Yoga en diversas entidades sociales de Barcelona. Para él, la mente crea una “postura”, en ocasiones negativa, que lleva a una emoción negativa que deprime un área concreta del cuerpo humano, o hace que la persona tropiece para que se dé cuenta de que algo ha dejado de funcionar armónicamente. Considera que el yoga es limpieza interior de orden y claridad, amor y conciencia divina, lo cual trata de trasladar a sus alumnos/as del Centro de Día de Adicciones.
¿Cuál es la esencia del yoga para ti?
Para mí, el yoga es encontrarme conmigo mismo. Es entonces cuando descubro qué quiero y qué no quiero, cómo soy realmente y qué puedo hacer para cambiar lo que no me gusta, descubrir mis límites, aprender y superarlos. Es sentir la energía y la vitalidad fluir a través del cuerpo, sentirme presente ahora y aquí. Pero, por encima de todo, es ser feliz.
Yoga es aprovechar cada momento siendo consciente. El yoga también me ha hecho ver el valor de cuidar mi cuerpo, dar importancia a ese tiempo, conocerme más y conocer lo desconocido. El yoga también es un reto personal. He encontrado el equilibrio y la serenidad y, lo que es todavía más sorprendente, porque no lo buscaba, me he encontrado a mí. La respuesta a este camino se llama yoga. Yoga es unión, conciencia divina, vivir en armonía. El yoga es amor. Yo practico e imparto Kundalini Yoga y tengo conocimientos de Hatha Yoga.
¿En qué momento se te ocurrió la idea de acercar el yoga a los usuarios/as del Centro de Día? ¿Cómo surgió la oportunidad?
La oportunidad surgió un día hablando con un colega que se llama Use. Le comenté que daba clases de yoga en otra entidad y él dijo que podía haber posibilidad de dar clase en el Centro de Día y aquí estoy, colaborando con ellos.
Para mí era importante poder colaborar con una entidad del Tercer Sector, en este caso con FSC. El servicio donde imparto las clases, el Centro de Día de Adicciones, cuenta con más de 25 años de experiencia. Eso dice mucho del mismo.
¿Qué es lo que te motivó a impartir desinteresadamente las clases?
Me motiva compartir los beneficios del yoga con personas con problemas porque les ayuda a superarlos.
¿Qué periodicidad y duración tiene la actividad en el Centro de Día de Barcelona?
La actividad la hago un día a la semana durante 1 hora y 20 minutos. Se lleva a cabo en un espacio distinto que permite trabajar la relajación cambiando el ambiente. El Centro de Día de Adiciones de FSC colabora con otras entidades de L´Hospitalet de Llobregat y en ese intercambio nos ceden un espacio distinto que podemos aprovechar y que los participantes agradecen.
¿Cuántos alumnos/as han pasado por tus clases y cuánto tiempo llevas impartiéndolas?
Trabajo con un grupo de unos 15 usuarios/as. Se trata de usuarios/as que del Centro de Día Adicciones de FSC. Es un grupo abierto y la asistencia es variable. Hace 10 meses que imparto clases allí. Durante este tiempo han pasado por esta actividad cerca de 30 personas.
¿Qué les proporciona las clases a los usuarios /as? ¿Cuáles son, de acuerdo a tu experiencia, los beneficios más destacados?
Como profesor de Kundalini Yoga, ello me permite ofrece a los alumnos/as la oportunidad de conocer las herramientas que les proporciona el yoga, dependiendo de sus propias capacidades.
Divido las clases en tres partes: mental, corporal y espiritual. Ejercicios, respiraciones y meditación con cantos de mantra. Al final de la clase, los alumnos se encuentran más relajados y positivos.
¿Y qué te aporta a ti esta experiencia de voluntariado?
Me aporta compartir mis conocimientos y sensaciones y a aprender de mis alumnos/as. Sentirme bien cuando ellos están bien.
¿Quieres destacar algo más de tu labor como voluntario de la Fundación Salud y Comunidad?
Estaría bien que los alumnos/as pudieran recibir otra clase semanal para notar más los beneficios del yoga.
Como decía antes, para mí es importante colaborar con una entidad del Tercer Sector, como es la Fundación Salud y Comunidad. Me hace sentir bien poder colaborar, acompañar y ayudar a otras personas. En concreto, poder participar en el Centro de Día de Adicciones de FSC, está siendo una experiencia interesante. Mi aportación complementa el excelente trabajo que se realiza desde el programa de tratamiento y que contempla el área psicoterapéutica, área de crecimiento personal, área ocupacional y área socio-educativa.