El programa lo puso en marcha la Fundación Salud y Comunidad en este centro en mayo de 2013. Para ello, contó con el apoyo técnico de la Fundación Maria Wolff, la organización que más centros ha asesorado y llevado de forma segura al éxito. Los buenos resultados del programa en “El Catí” de Elda, radican fundamentalmente en el compromiso del equipo profesional del centro, implicado en la prestación de un servicio de calidad y centrado en la persona.

residencia-cati-elda-fsycLa intención con la que se aplican tales sujeciones es la de prevenir caídas, que en personas mayores pueden tener consecuencias especialmente graves, así como la de evitar deambulación o acciones incontroladas por parte de quienes sufren un deterioro cognitivo grave, con molestias o agresiones a otros residentes o al personal del centro.

Sin embargo, las personas sometidas a algún tipo de sujeción se enfrentan a una pérdida de autonomía, dignidad y autoestima. Por ello, las sujeciones, si se aplican de forma innecesaria, pueden considerarse una forma de maltrato que afecta a personas especialmente vulnerables. A menudo la tasa de uso de las sujeciones refleja no tanto una necesidad, sino la inercia en los procedimientos, la falta de personal o de la formación necesaria del mismo para aplicar soluciones alternativas.

Es una evidencia científica, además, que las sujeciones físicas y farmacológicas producen efectos muy negativos en la persona mayor, objeto de ellas. Por sujeción física se entiende “cualquier método físico aplicado a una persona que limite su libertad de movimientos, su actividad física o el normal acceso a cualquier parte de su cuerpo” y por sujeción farmacológica inadecuada “el uso de sustancias psicotrópicas sedantes o tranquilizantes, para manejar o controlar una conducta molesta, que no tiene base en un desorden psiquiátrico diagnosticado”.

En el caso de las sujeciones físicas, tiene consecuencias negativas en la salud (úlceras por presión, infecciones, incontinencias, disminución del apetito, estreñimiento, pérdida del tono muscular, así como atrofia y debilidad) y también efectos psicológicos (miedo/pánico, vergüenza, ira y agresividad, depresión y aislamiento, retiro/apatía).

Por ello, en el año 2003, se puso en marcha el Programa «Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer», en el que la formación de los/las profesionales de los centros es vital para implantar un uso racional de las sujeciones. Se trata de la eliminación del uso de las mismas, mejorando la calidad de vida de los usuarios/as, con un uso excepcional y la búsqueda constante de alternativas.

El programa está dirigido a personas mayores dependientes que reciben cuidados prolongados en instituciones. Tienen especial riesgo de ser sometidas a sujeciones inadecuadas las que presentan un déficit cognitivo-demencia, que suponen entre el 40% y el 50% de las personas mayores institucionalizadas en España en centros de larga estancia.

FSC comenzó a desarrollar este programa en mayo de 2013 en la Residencia y Centro de Día para Personas Mayores Dependientes de Elda “El Catí”, gestionada por FSC y de titularidad de la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.

El objetivo fundamental de la implantación de esta iniciativa es la sustitución de sujeciones por alternativas que den mayor calidad de vida al usuario/a, para lo cual ha sido fundamental el compromiso de la organización. “Teniendo en cuenta este compromiso, era fundamental para lograrlo el compromiso de los/las profesionales y que los familiares ayudaran a evitar las sujeciones, asumiendo ciertos riesgos controlados, que fueron pactados. El balance que hacemos hasta el momento de la acogida de este programa es muy satisfactorio”, señalan desde el Área de Atención a la Dependencia de FSC.

Además, antes de la aplicación del programa, y durante la misma, los usuarios/as son sometidos a una valoración que incluye todas las posibles alternativas. Se respeta, además, la autonomía de la persona, solicitándole consentimiento informado para la aplicación, si los profesionales del centro la consideran necesaria, explican también desde el área.

Respecto al riesgo de caídas, se trabaja para evitar las caídas evitables, y para que las caídas que se produzcan sean leves y que no tengan consecuencias importantes. Existe un número de caídas en personas mayores que se puede considerar “normales”. Las personas mayores se caen más que las jóvenes por razones fisiológicas, generalmente asociadas al envejecimiento, pero es importante evitar un excesivo paternalismo-proteccionismo que induzca a inmovilizar a la persona.

Recientemente, hemos conocido los resultados obtenidos, desde la implementación de este programa en mayo de 2013, en la Residencia y Centro de Día para Personas Mayores Dependientes de Elda “El Catí”.

Según nos explican desde el centro, el número total de sujeciones aplicadas en mayo de 2013 en usuarios/as de la residencia en la evaluación inicial para la puesta en marcha de este programa, fue de 31 sujeciones (sujeciones en silla y/o cama). Ello significó un 36.47% del total de los usuarios/as del centro.

Como consecuencia directa de la aplicación del Programa «Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer» se retiraron 13 sujeciones de las 31 iniciales que estaban aplicadas. “13 fueron los usuarios/as que, por las características clínicas y por los criterios que se exponen en el programa, fueron incluidos en el mismo, teniendo como única alternativa a la sujeción la revisión y reestructuración de tareas de los profesionales, como, por ejemplo, el incremento de vigilancia por parte de los mismos”, afirma Encarna Guerrero, directora de “El Catí”.

Desde la implantación del programa en mayo de 2013 hasta octubre de 2014, se han registrado 31 nuevos ingresos en este centro. A los familiares de los nuevos ingresos se les informó de la implantación de dicho programa, y de los beneficios y las ventajas que supondría para el usuario/a. 31 nuevos usuarios/as ingresados lo hicieron sin sujeción, sin embargo a 3 de estos nuevos usuarios/as, por carencia de otras medidas alternativas, se les tuvo que aplicar la sujeción.

Por otra parte, en la actualidad, el número de usuarios/as que tienen aplicada la sujeción en silla o en cama en “El Catí” es de 12, el 14.11% del total de usuarios/as. “Desde la implementación del programa hemos reducido en 19 el número de usuarios/as que tienen aplicada la sujeción, un 61.2% menos de sujeciones que en mayo de 2013”, señala Encarna Guerrero.

En cuanto a caídas, durante el año 2013 se registraron en este centro un total de 83 caídas. Desde la implantación del programa hasta diciembre de ese mismo año, el número de caídas ha sido de 50. Gracias a su puesta en marcha, el registro de caídas se lleva de manera más exhaustiva, reflejando y registrando desde entonces “caídas” que hasta entonces no se consideraban como tales, como por ejemplo caídas asistidas, usuarios/as que se dejan caer al suelo o a la cama sin llegar a ser caídas… De estas 83 caídas producidas durante el año 2013, podemos destacar que 21 no tuvieron ningún tipo de consecuencia y 60 de estas caídas tuvieron consecuencias leves (erosiones, contusiones, hematomas, pequeñas heridas…).

Durante el presente año, hasta mediados de noviembre, se han registrado un total de 71 caídas. 46 de estas caídas no tuvieron ningún tipo de consecuencia y 22 de las mismas tuvieron consecuencias leves (erosiones, heridas superficiales, laceraciones…)

El éxito de la implantación del programa en este centro radica fundamentalmente en el compromiso de sus profesionales, implicados en la prestación de un servicio de calidad y centrado en la persona.

La vigilancia constante, la atención permanente a la persona incluida en el programa, la atención a la familia fortaleciendo su comprensión y compromiso, ha hecho que se consiga trabajar a diario con esta nueva filosofía del desatar.

Por último, cabe también señalar que en los centros gestionados por FSC en Cataluña se ha iniciado la formación de este programa y comenzarán a implantarlo durante 2015.

En algún caso, ha finalizado este año la formación y se ha puesto en marcha el programa, como es el caso del Centro de Día Psicogeriátrico “Bizia” de Vitoria-Gasteiz, servicio perteneciente al Instituto Foral de Bienestar Social de la Diputación de Álava, gestionado por FSC y el Grupo Lagunduz.

Según nos informaban desde el Área de Atención a la Dependencia, en este centro se ha realizado toda la implantación del programa: formación al personal; eliminación de las sujeciones (al inicio del programa había 8 de un total de 35 usuarios); se ha desarrollado un plan de atención individualizado (PAI) ajustado a cada usuario/a, en función de las necesidades detectadas durante la evaluación, y se ha realizado una reunión informativa con los familiares. Actualmente solo hay una sujeción en el centro y se han podido eliminar 7 de las 8 que existían.

El Programa “Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer” ha sido galardonado con el “Premio Internacional Príncipe de Viana de Atención a la Dependencia”. Este importante reconocimiento valora el trabajo del programa en el desarrollo de prácticas innovadoras a favor de las personas dependientes y de la promoción de su autonomía.