Bajo el título “Salut Mental: Europa 2020”, Fòrum Salut Mental celebraba sus jornadas los pasados días 22 y 23 de mayo, en el Auditorio de la ONCE en Barcelona. Durante dos días se analizó la capacidad que tenemos las entidades de transformar, innovar, participar, prevenir en red y en la comunidad.
Europa afronta el reto de cómo mejorar y hacer sostenible el sistema de cohesión social que hemos conocido hasta ahora, en un entorno de crisis económica y social. La diversidad de factores que entran en juego nos sitúa en un escenario complejo.
En este contexto de cambio, diferentes voces señalan que un elemento clave es el abordaje del ámbito de la salud mental de la ciudadanía. Hace mucho tiempo que pensamos que el nivel de desarrollo humano de una comunidad se mide por su capacidad inclusiva en situaciones que requieren de una mayor sensibilidad.
La Organización Mundial de la Salud ha insistido en la necesidad de priorizar la mejora de la intervención en Salud Mental. La Unión Europea ha transformado estas inquietudes en el Pacto por la Salud y el Bienestar Mental, que simboliza el compromiso de avanzar significativamente en cinco áreas: la salud mental de los jóvenes, la prevención de la depresión y el suicidio, la salud mental de las personas mayores, la salud mental en el entorno laboral, la inclusión social y la lucha contra el estigma.
El plan establece unas líneas de actuación vertebradas alrededor de la condición de ciudadanía. La idea fundamental es que los servicios tienen que estar adaptados a los diferentes momentos evolutivos de la persona, prestando especial atención a la coordinación entre redes para favorecer la promoción social y evitar la cronificación. La participación y corresponsabilidad son aspectos imprescindibles que permiten una mirada centrada en necesidades y posibilidades. Se trata de promover la autonomía y el empoderamiento implicando a la comunidad en este proceso.
Las mejoras logradas hasta el momento han sido posibles gracias al ánimo de propuesta, pero también crítico y transformador. Hemos sido capaces de innovar buscando la sostenibilidad, la accesibilidad y la proximidad con la persona. Aun así, queda mucho recorrido de mejora.
Con estas ideas de fondo que compartimos, Fòrum Salut Mental presentaba su jornada “Salut Mental: Europa 2020” la pasada semana. El encuentro fue inaugurado por la consellera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté, y el conseller de Salud, Boi Ruiz, acompañados por el presidente de Fòrum Salut Mental, Enric Arqués.
La temática de la jornada se vertebró en torno a tres coloquios: “Salud Mental 2020. Cataluña”, “Salud Mental y jóvenes. Promoción y prevención” y “Salud Mental. Inclusión social. Trabajo/Vivienda/Comunidad”.
En el primero, que contó con la presencia de Carmela Fortuny, directora general del ICASS, y de Enric Arqués, presidente de Fòrum Salut Mental, se transmitió la necesidad de profundizar en el trabajo interdepartamental, así como de promover una mirada social y comunitaria, no sólo en la intervención sino también en la evaluación. Ubicar a la persona en primer plano, mejorar los mecanismos de participación, asegurar la continuidad asistencial y poner de relieve la incidencia del contexto económico en la salud mental fueron otras cuestiones que se plantearon.
En el segundo coloquio, titulado “Salud Mental y jóvenes. Promoción y prevención”, se destacó la necesidad de prevención y promoción de la salud, especialmente en el colectivo de los jóvenes, así como la necesidad de implicar a las diversas instituciones en esta tarea.
En cuanto al tercer coloquio, “Salud Mental. Inclusión social. Trabajo/Vivienda/Comunidad”, estuvo moderado por nuestra compañera Sonia Fuertes, subdirectora del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA de FSC. En él participaron Inmaculada Pinar, codirectora de la Fundació JOIA; Joan Salló, director de la asociación AREP; Xavier López, director general de Economía social y Cooperativa y Trabajo Autónomo de la Generalitat de Catalunya; Lluís Grande, subdirector general de Análisis y Programación del ICASS, y Josep Ramos, director de Planificación y Coordinación Asistencial del Parque Sanitario Sant Joan de Déu.
En este último coloquio de la jornada se expusieron las principales líneas de intervención que Fòrum Salut Mental promueve en torno a la vivienda y políticas de empleo, así como la visión desde la administración y desde el Plan Director de Salud Mental y Adicciones de Cataluña.
Otra cuestión vinculada a inserción laboral que se abordó en el coloquio fue la necesidad de promover políticas activas de empleo en el mercado ordinario, más allá de los centros especiales de trabajo.
En cuanto a vivienda, se puso énfasis en la importancia de favorecer una red permeable a las necesidades de las personas atendidas que fuera a la vez flexible, y en una mayor colaboración entre los departamentos de Bienestar y Familia y de Trabajo y Ocupación.
Por otra parte, se realizaron seis mesas redondas. Los temas fueron los siguientes:
- Retos en Salud Mental y adicciones
- La complejidad de la atención en Salud Mental y adicciones
- Promoción y prevención en la Salud Mental y adicciones
- Accesibilidad y continuidad asistencial
- Salud Mental y entorno laboral
- Inclusión social y vida en la comunidad
Destacamos aquí la intervención de nuestra compañera Andrea Valls, coordinadora de los Servicios de Salud Mental del Área de Inserción Social de la Fundación Salud y Comunidad, concretamente en la mesa sobre complejidad en Salud Mental y adicciones. A lo largo de su exposición, Andrea Valls desgranó la complejidad del ejercicio tutelar en aquellos casos que no sólo presentan un diagnóstico de patología dual, sino en los que además confluyen trayectorias vinculadas a la escasa circulación social y a la exclusión. En ese sentido, destacó cómo, desde los diferentes servicios, podemos mejorar la atención de estas personas, adecuando nuestra oferta a su realidad y con criterios flexibles de inclusión/exclusión en los programas.