En el actual contexto socioeconómico la pérdida de la vivienda aboca a miles de familias a la exclusión social y la pobreza, sin posibilidad siquiera de ser consideradas beneficiarias de las cuantiosas sumas de dinero público destinadas al rescate de la banca.
Los últimos acontecimientos de emergencia social provocados por una injusta legislación en materia hipotecaria están dejando a personas sin hogar y al mismo tiempo endeudadas de por vida. Ante esta situación, queremos recordar que hace meses se está impulsando una Iniciativa Legislativa Popular por la dación en pago, el alquiler social y la moratoria de los desahucios por motivos económicos que actualmente ya ha superado el medio millón de firmas. Más allá, sin embargo, de la urgencia de estas medidas reiteramos la necesidad de una reforma integral de las políticas de vivienda que nos sitúe a la altura de los países de nuestro entorno.
Entendemos que es nuestra responsabilidad alertar de los riesgos que supone no establecer otras fórmulas que pasen por el diálogo, la búsqueda de soluciones y el abordaje individualizado.
La movilización ciudadana y la implicación de las distintas plataformas del tercer sector han contribuido en este proceso favoreciendo un cambio de posición. En este sentido, desearíamos destacar muy especialmente el papel desempeñado en Catalunya por ECAS y por la Taula del Tercer Sector, confederaciones en las que participa activamente FSC, que han hecho de éste un tema prioritario en la agenda política.