¡Hola! Me llamo “Txispa”. ¡Guau!, perdón… ¡Hola! Y yo soy “Lukas”. Sí, lo habéis adivinado. Somos los perros, que entrenados por Alain Maortua, participamos desde hace 5 años en la actividad de la Terapia Asistida con Animales –TAA- en el Centro Gerontológico “Ego-Gain” de la localidad gipuzcoana de Eibar. Un centro perteneciente a la Diputación Foral de Gipuzkoa y, cuyo Programa de Atención Psicosocial, está siendo gestionado por la UTE formada por la Fundación Salud y Comunidad y Lagunduz desde hace casi medio año.

Tanto Alain, un gran profesional que cuenta con mucha experiencia en la TAA, como nosotros asistimos dos veces por semana a este centro para llevar a cabo una actividad lúdica que, mediante la interacción entre animales y usuarios/as, pretende conseguir un efecto terapéutico que aporte una sensación de bienestar a las personas a las que se dirige.

Por lo que nos dice Alain, y también los participantes en estas sesiones, esta terapia o actividad mejora la calidad de vida de las personas de este colectivo, ya que reduce los sentimientos de soledad, depresión y aburrimiento que, en muchas ocasiones, les acompaña en esta fase de la vida.

¿Verdad “Txispa” que tanto Alain como Pedro, el responsable de este programa psicosocial del centro, nos han dicho que estas sesiones tienen como objetivo mejorar, entre otras áreas, la comunicación verbal, a través de las conversaciones sobre animales, así como la relación entre los trabajadores del centro y los residentes, y que nosotros somos los facilitadores, es decir, somos como puentes que hacen que Alain llegue más fácilmente a las personas que participan en el grupo? –“Guau”, quiero decir, “Sí”.

Por lo que nos dicen, durante las sesiones, el decir nuestro nombre, sexo, edad, el resaltar las características de nuestra raza y su función; así como el preguntar sobre si alguna vez han tenido un perro, permite trabajar con las personas que asisten a las mismas la memoria a corto/largo plazo y esto resulta de mucha utilidad para mantener o mejorar su estado cognitivo. Bueno, esto es lo que dicen los terapeutas de este gran equipo asistencial que tiene Ego-gain.

Los animales como seres vivos que somos, nos convertimos en un estímulo multisensorial muy fuerte, ya que somos capaces de captar la atención y motivación de los usuarios mejorando su cooperación e implicación en la terapia o actividad.

Sabemos, los perros también, que cuando se llega a la vejez, el organismo sufre unos cambios fisiológicos y también sensoriales (visión, audición, tacto, olor y sabor) y se ha comprobado que los animales de compañía satisfacemos la necesidad de las personas mayores de tocar y ser tocado.

El estar viendo a un animal moverse, jugar con una pelota, acariciarlo o cepillarlo pueden ser estímulos que conecten a las personas mayores con la realidad, ya que captamos su atención, además de que conseguimos que se olviden de sus problemas y desarrollen empatía, que de otra forma no sería posible. ”Txispa”, ¿qué es empatía? Glup, te lo explico otro día “Lukas”, que tengo que seguir.

Sabemos que las personas mayores tienen la enorme necesidad de dar y recibir afecto y compañerismo y en este sentido los perros, como otros animales, rompemos con la monotonía al favorecer la interacción.

Los animales no juzgamos a las personas, a nosotros nos da igual si una persona va en silla de ruedas, le faltan dos piernas, no puede hablar u oír, si tiene 70 o 100 años de edad o si sufre la enfermedad de párkinson o alzheimer. Los animales solo queremos dar y recibir cariño al igual que las personas mayores.

Además, con este tipo de terapia se trabajan otros muchos aspectos: memoria, motricidad, atención y autocontrol, autoestima, empatía, sentimientos de soledad y ansiedad…

Bueno “Lukas”, creo que ya nos esperan para ir a la actividad y ahora solo nos queda esperar que desde la UTE Lagunduz-Fundación Salud y Comunidad nos lleven a otros centros de los que gestionan para implantar esta actividad.

Guau, guau. Perdón, agur.