El director del Centro Terapéutico “Can Coll”, recurso propio de nuestro Circuito de Atención Integral en Adicciones, intervino el pasado lunes, día 8 de abril, en directo en el programa “Matí a 4 Bandes” de Radio 4 (RNE), en una tertulia a la que acudieron diferentes expertos. En ella se abordó la temática de la legalización del cannabis y otras cuestiones asociadas.
Jordi Morillo explicó que en la Fundación Salud y Comunidad se trabaja con personas que tienen un consumo problemático de cannabis o de cualquier otra sustancia. De hecho, en un 75% de los usuarios consumidores de cocaína y en un 30-35% de alcohol que demandan tratamiento, está asociado el consumo de cannabis.
Por otra parte, también señaló que en un 10% aproximadamente de las demandas anuales que se reciben, tanto por parte de las comunidades terapéuticas como del servicio ambulatorio de tratamiento de adicciones, el cannabis se presenta como droga principal de abuso.
“El cannabis está asociado a muchos otros consumos, sobre todo al de cocaína y alcohol. Nuestro trabajo se inicia en el momento en el que los usuarios tienen un consumo problemático, es decir cuando pierden una cierta calidad de vida, no puede cumplir responsabilidades y requieren por ello un tratamiento. Principalmente a la hora de readquirir hábitos, rutinas y responsabilidades, de cara a trabajar por objetivos y con motivación en el día a día”, explicaba Jordi Morillo.
Durante su intervención, manifestó también que sobre todo lo que más preocupa es el consumo precoz de sustancias adictivas por parte de los jóvenes.
“A los 10, 12, 14 años… es cuando se están desarrollando todas las capacidades cognitivas, todas las estructuras que formarán parte de lo que luego será la personalidad de un joven. El consumo de cannabis es peligroso, puede haber una correlación con el fracaso escolar. Nos estamos encontrando niños con jóvenes o adolescentes que ya tienen fracaso escolar con déficits de concentración, atención, memoria… Eso queda patente en el momento en el que empezamos a tratar estos casos”, manifestaba el director del Centro Terapéutico “Can Coll”.
Jordi Morillo también explicaba que se empiezan a conocer estudios que demuestran que el cannabis con consumo precoz puede ser un prosicótico, generando trastornos psicóticos que pueden ser breves y pueden remitir cuando el usuario deja de consumir, pero que en todo caso ya se estaba entrando en un ámbito de la salud mental que es muy complejo.
Por otra parte, señalaba que en las comunidades terapéuticas también se presenta un perfil de personas más mayores, de 35 a 55 incluso a 60 años, con un consumo cronificado, en el que que los posibles riesgos de sufrir ciertos síntomas psicóticos quedan en segundo o tercer plano, pero sí que es evidente que arrastra de forma asociada un trastorno depresivo importante de larga evolución.
“Esos síntomas depresivos lo que hacen básicamente es que haya una falta de motivación y de expectativas, una baja tolerancia a la frustración, y después también muchos componentes ansiosos asociados a la abstinencia o al consumo cronificado del propio cannabis”, explicaba.
El director de “Can Coll” también expresaba que, como cualquier otra sustancia que genera una dependencia, el problema está en la detección precoz, y también hablaba de “la conciencia de la dependencia”.
“Lo mejor no es que sea otra persona la que haga la demanda de tratamiento, sino el propio usuario teniendo conciencia de que tiene un problema, pidiendo ayuda. Esta es la dificultad más importante con la que nos encontramos en general en todas las sustancias”.