Recientemente, la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha iniciado su participación como organización asociada en tres proyectos financiados por la línea Erasmus+. Se trata de un programa europeo, vinculado a la educación, formación, juventud y el deporte, a desarrollar en diferentes países hasta el 2020.
Los tres proyectos en los que participa nuestra entidad tienen un denominador común: la formación de profesionales, si bien están dirigidos a colectivos diferentes: usuarios/as de drogas de edad avanzada, personas sin hogar, mayores y personas discapacitadas. Se trata de tres programas: el proyecto “Better Treatment for Aging Drug User”, el programa “Alternative” y el proyecto “Street Support Project”.
El programa “Better Treatment for Aging Drug User” (BETRAD) se inició en septiembre del pasado año y finalizará dentro de dos años. El proyecto propone realizar un análisis sobre la falta de programas y tratamientos especializados destinados a consumidores de drogas de larga evolución. También, estudia la necesidad de formación y mejora de competencias de los profesionales de este ámbito de intervención.
Por otra parte, en el marco de este programa está previsto diseñar herramientas y recopilar buenas prácticas dirigidas a los servicios y profesionales que trabajan con este perfil de usuarios/as en centros de atención a las drogodependencias, servicios de reducción de daños y de atención a mayores. En este sentido, se les facilitará un currículum formativo que les permita adquirir habilidades y recursos para atender las necesidades específicas de los colectivos a los que se dirigen.
El programa está liderado por la Fundación Jugend-an Drogenhëllef (Luxemburgo) y cuenta con la colaboración de 6 entidades u organismos, entre los que se encuentra la Subdirección General de Drogodependencias de la Generalitat de Cataluña y la Fundación Salud y Comunidad. Además, participa como asesor de este proyecto el Observatorio europeo sobre Drogas y Toxicomanías (EMCCDA).
El impacto del proyecto BETRAD es muy elevado, teniendo en cuenta la falta de planes de actuación, formación y documentación en el ámbito de consumidores de drogas de edad avanzada. Por un lado, en cuanto a la atención sociosanitaria, el programa busca una mejora en los servicios que atienden a estas personas, y, por otro lado, tiene fines educativos, a través de la utilización de los materiales del proyecto por parte de los equipos de profesionales.
Por su parte, el proyecto “Alternative” se inició en octubre del pasado año y finalizará también dentro de dos años. El programa consiste en una colaboración estratégica para desarrollar una formación profesional dirigida a cuidadores informales y familias de acogida de personas mayores y discapacitados.
Esta formación tiene como finalidad acompañar a los cuidadores en el proceso de atención, facilitándoles un apoyo en las tareas diarias y permitiéndoles tener un mayor cuidado de sus familiares o personas acogidas. Asimismo, promueve el cuidado de sí mismos y de reencontrarse como personas en un proceso que puede resultar en muchas ocasiones, difícil y costoso.
En definitiva, con esta formación, se pretende mejorar la calidad de los cuidados y reducir la sobrecarga física, económica y estrés emocional que presentan generalmente los cuidadores.
El proyecto está liderado por la fundación C.E.D.I.S (Francia) y cuenta con la colaboración de 5 entidades europeas: la Fundación Salud y Comunidad, ADES (Francia), AViQ (Bélgica), SUSA (Bélgica), CEIS (Italia), KOINE (Italia).
Por último, el proyecto “Street Support Project”, de tres años de duración, tiene como objetivo facilitar herramientas y modelos de buenas prácticas, dirigidas a formadores de profesionales de organizaciones y gobiernos locales. En este caso, la formación facilita una mejora de la intervención con personas sin hogar. En esta formación también se incluyen aspectos relacionados con el consumo de alcohol y drogas que en muchos casos padecen las personas sin techo.
El programa se fundamenta sobre la idea de que cada persona tiene potencial para aprender y desempeñar una labor valiosa y pretende fomentar intervenciones y experiencias inclusivas, capaces de crear oportunidades. En este sentido, la educación de adultos, el trabajo y otras actividades pueden jugar un papel esencial en este contexto, en la medida en que se adapten a las necesidades especiales y condiciones de vida de las personas atendidas.
El “Street Support Project” cuenta con la participación de varias entidades de seis países europeos, con la finalidad de asegurar un gran impacto a nivel internacional. La organización que lidera la iniciativa es Regenboog Groep (Holanda). También participan la Fundación Salud y Comunidad, FEANTSA (una federación europea con sede en Bruselas), Fixpunkt (Alemania), Cork (Irlanda) y SPR (República Checa).
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