El pleno del Consell del gobierno valenciano aprobó,  en su reunión del pasado viernes, la concesión de dos subvenciones a la Fundación Salud y Comunidad: una para el Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia y otra para el de Castellón.  FSC es una de las entidades con mayor experiencia en programas de reducción de daños a nivel estatal.

CIBEVALENCIACon estas subvenciones, la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana renueva su compromiso de apoyo a nuestra entidad que con su trabajo centra su atención en disminuir y evitar las consecuencias socio-sanitarias adversas derivadas de la dependencia a sustancias tóxicas.

Concretamente, FSC recibirá para el presente ejercicio un total de 340.000 euros, que se dirigirán al CIBE de Valencia, y 270.880 más para el de Castellón, cantidades que, por otra parte, se han visto ligeramente incrementadas respecto a 2012.

Nuestra entidad desarrolla en estos recursos un programa de intervención psicoterapéutico desde una perspectiva social y sanitaria, basada en un modelo de reducción de daños y riesgos. El programa lo llevan a cabo médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y monitores en los CIBE de Valencia y Castellón.

Por otra parte, cabe destacar el trabajo llevado a cabo por el Servicio Móvil de Reducción de Daños en Valencia capital. Este servicio permite llegar a la población menos accesible, habitualmente drogodependientes que presentan múltiples problemáticas asociadas y que requieren de un acompañamiento no sólo para una mejora de su calidad de vida, sino también para vincularse a otros servicios específicos de la red de asistencia.

Además, para el desarrollo y buen funcionamiento del programa, existe un grupo de coordinación multidisciplinar integrado por profesionales de FSC y de la Conselleria de Sanitat, y también de profesionales de los ayuntamientos, la policía y las asociaciones vecinales.

Según explican desde la dirección y subdirección del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA, “estas subvenciones suponen la renovación de la confianza en nuestro trabajo  y ponen de manifiesto el buen hacer de FSC en materia de reducción de daños. Por otra parte, gracias a ellas podemos seguir trabajando para aumentar la calidad de vida de los usuarios atendidos en dichos servicios, lo cual es muy satisfactorio”.

Anualmente, el número de personas atendidas en estos recursos es de 2.500, de las cuales unas 200 son casos nuevos, es decir, usuarios atendidos por primera vez. Desde el inicio de estos programas, en 1997, se han beneficiado de los mismos más de 20.000 personas.

Dentro del  plan de desarrollo de acciones de estos servicios se distinguen tres estrategias: Por un lado, prestaciones básicas encaminadas a cubrir las necesidades elementales, de las que carecen muchos de los usuarios, como alimentación, ropa o higiene.

Por otro, intervenciones psicológicas y sociales, como tramitación de documentación, informes de seguimiento y acompañamiento o motivación.

Cabe señalar, por último, que desde estos servicios se ocupan también de diferentes acciones sanitarias, como talleres de prevención (prácticas peligrosas de sexo o consumo de drogas) e intervención, y reducción de daños (por ejemplo, realización de pruebas y atenciones médicas urgentes).