La exhibición, enmarcada dentro del programa de actividades de la Semana Cultural del centro, tuvo lugar el pasado día 7 de noviembre. Los/as usuarios/as de la Residencia de Benejúzar (Alicante), gestionada por Valoriza Servicios a la Dependencia y FSC, tuvieron la oportunidad de conocer cómo trabajan los canes y los guardias civiles que detectan explosivos o drogas, en las misiones especializadas que tiene encomendadas la Benemérita en la provincia.
El perro ha sido reconocido desde siempre como el “mejor amigo del hombre”. Esta relación ha evolucionado hasta dar paso a nuevas formas de interacción con los seres humanos, muy beneficiosas y útiles para la sociedad.
La Residencia para Personas Mayores Dependientes de Benejúzar (Alicante) ha acogido recientemente una exhibición de unidades caninas del Grupo Cinológico de la Guardia Civil de Alicante, especializado en la detección de explosivos. El servicio tiene también como misión la búsqueda de personas desaparecidas o a la intervención en catástrofes y rescates en lugares poco accesibles, como la montaña o los restos del desplome de un edificio.
Hasta el centro se desplazó, desde su base en el aeropuerto alicantino de “El Altet”, uno de los guardias que realizan esta actividad, Chimo Rasero, y también “Chata”, una perra de la raza cocker spaniel de once años, que despertó la expectación de los mayores en una muestra de sus habilidades olfativas al servicio de la seguridad ciudadana. Ambos acudieron acompañados por Francisco Lorenzo, Responsable de Comunicación de la Comandancia de Alicante, y amigo de la residencia.
El agente de la Guardia Civil Rasero, guía de “Chata” en las operaciones que llevan a cabo, explicó durante su visita al centro, el trabajo que se desarrolla en la unidad, y fue el encargado de dirigir sus evoluciones en la detección de un explosivo de Goma-2, convenientemente escondido en uno de los maceteros del centro.
Seguidamente, siguió los pasos habituales para avisar a su guía y se quedó quieta al lado del artefacto, en espera de conseguir su premio, un juguete que le sirvió de recompensa, para después dejarse acariciar por los mayores, que también le mostraron su cariño como tributo a su destreza olfativa.
Según la directora del centro, María Carnes, el objetivo de esta actividad era que los residentes conocieran que los animales «no son solo de compañía, sino que además prestan otros servicios a la comunidad, tales como terapias» y, por otra parte, «fomentar el contacto con animales, tan beneficioso para personas dependientes, algo que se consiguió al ser estos perros tan dóciles y educados».
Este tipo de prácticas se llevan a cabo varias veces a la semana en la base del Grupo Cinológico de la Guardia Civil de Alicante, situada en el aeropuerto de Alicante, donde cuentan con un total de ocho agentes, un cabo y diez perros especializados en la búsqueda de droga y explosivos.
Según explicó Rasero, «aunque los agentes conocemos a todos los animales, cada uno trabaja con su perro asignado y especializado, porque nuestras voces no son las mismas y el perro se asocia más a su guía. Cada uno además conoce particularmente la reacción de su perro».
En este sentido, es importante que los guías potencien el afecto con los animales y que tengan especial sensibilidad para percatarse de cualquier reacción por parte de éstos, según señaló.
Los mayores de la Residencia para Personas Mayores Dependientes de Benejúzar, y también los profesionales del centro, disfrutaron de esta actividad en una jornada muy diferente, en la que todos se mostraron encantados con la experiencia.
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