Hemos entrevistado a Pep Sanmartín, exdirector del Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia de la Fundación Salud y Comunidad. Desde su jubilación a finales de 2.020, realiza labores de voluntariado en el servicio, dependiendo de las necesidades existentes en el mismo. Entre otras, se ocupa de tareas de mantenimiento, acompañamientos de usuarios/as, tareas administrativas o de asesoramiento técnico. Durante la entrevista, nos cuenta que esta nueva fase de su vida le resulta muy gratificante, al haberse descargado de las múltiples responsabilidades que comporta un rol directivo en un servicio tan peculiar y por el hecho de poder colaborar con una parte de su tiempo en aquellas tareas que desde los diversos programas le solicitan.
– En el ámbito personal, tras haber sido director del CIBE de Valencia durante más de 20 años, ¿cómo estás viviendo este voluntariado?
En primer lugar y por contextualizar donde se desarrolla el voluntariado, comentar que el Centro de Intervención de Baja Exigencia de Valencia es un centro referente en el ámbito de la reducción de daños en la ciudad y que combina la intervención en un centro fijo y una unidad móvil (CIBE Mixto). El servicio lleva en funcionamiento desde el año 2.002.
Interviene con una población drogodependiente en fase activa desde una perspectiva de reducción de daños y con una alta vulnerabilidad social, que da cobertura de atención y de necesidades básicas durante todos los días de la semana, a una población de más de 1.200 personas diferentes al año y que durante más de 7 meses a lo largo del mismo (coincidiendo con los meses más fríos), presta atención nocturna con un programa “El Centro de Noche El Mussol”, para lo que contamos con subvenciones de varias administraciones públicas y algunas privadas. Asimismo, atiende a personas que dada su situación (de consumo activo) no son atendidas en ningún otro recurso de la ciudad y que precisan de un proceso de estabilización y atención que les posibilite el acceso a recursos de más alta exigencia.
Ciñéndome a tu pregunta, contestarte que vivo esta nueva fase muy bien, la verdad es que el descargarse de las múltiples responsabilidades que comporta un rol directivo en un servicio tan peculiar como el que se gestiona en Valencia y el poder colaborar con una parte de tu tiempo en aquellas tareas que desde los diversos programas te solicitan, es muy gratificante.
Al mismo tiempo, poder seguir manteniendo relación con los compañeros/as con los que has compartido tantas vivencias, me resulta muy interesante.
– ¿Por qué decidiste hacerte voluntario?
Desde siempre, vengo colaborando en iniciativas sociales de diverso tipo, especialmente en aquellas que tienen que ver con la defensa de los derechos humanos, y tenía decidido que, en el momento de jubilarme del trabajo, seguiría colaborando con la sociedad en algún proyecto que estuviera en línea con ello. Los programas que FSC desarrolla en Valencia tienen un claro componente de atención a personas que en muchos casos ven vulnerados sus derechos.
Esto me hace sentir útil, me permite poder apoyar al equipo, y me está ayudando a realizar una transición hacia esta nueva etapa, que me permite, sin la responsabilidad ni el agobio, hacer útil conocimientos adquiridos que me parece interesante utilizar, así como reflexiones desde la experiencia y el conocimiento. Desde este otro rol, se viven ciertas situaciones de una forma totalmente diferente a cuando tenía la responsabilidad de la dirección del CIBE de Valencia.
– ¿Desde cuándo realizas este voluntariado?
Prácticamente, desde el inicio de mi jubilación. Me jubilé el 20 de octubre de 2.020.
– ¿Con qué periodicidad lo realizas?
Al menos dos días por semana, y en ocasiones, dependiendo de que mi colaboración sea necesaria, me lo comunica Isabel Alarcón, la actual directora y vemos si se amplía esta.
– ¿Qué tareas llevas a cabo en el contexto de este voluntariado?
Son diversas y dependiendo de las necesidades. Entre otras, realizo labores de mantenimiento, acompañamientos de usuarios/as, tareas administrativas, de asesoramiento técnico. En definitiva, la ventaja de conocer el programa es poder colaborar en múltiples tareas.
– ¿Cuál crees que es el valor que se añade con tu aportación, por tu trayectoria profesional en el centro?
Mi experiencia laboral en el campo del Trabajo Social se inicia en 1.991, y mi colaboración en FSC, comenzó con la puesta en marcha del CIBE de Castellón, en 1.997. Es evidente que, tanto por mi formación como por mi experiencia laboral, cuento tanto con un componente técnico como experiencial, ya sea en la intervención directa como en la gestión de programas, que en ocasiones son útiles para el funcionamiento de los que se llevan a cabo y el vínculo profesional (usuarios/as y con funcionarios/as de las diversas administraciones con las que colaboramos), en ocasiones resultan útiles. El no perder de vista los objetivos que nos han caracterizado y que el equipo actual mantiene: profesionalidad, y compromiso con los más vulnerables.
– ¿Cómo es la relación con el equipo profesional del centro desde tu nuevo rol?
Con los antiguos/as muy buena, son parte de los motivos por los que sigo colaborando con el programa, ya que con algunos/as de ellos hay un vínculo que a lo largo de los años ha pasado de lo profesional a lo personal; en este punto, mencionar que eso mismo me ocurre con algunos/as compañeros/as de FSC que no están en el programa, pero con los que, a lo largo del tiempo, se ha establecido una buena amistad. Con las incorporaciones más recientes, considero que la relación es bastante cercana.
– ¿Y con el resto de voluntarios/as?
En los programas de Valencia, actualmente somos tres voluntarios/as, J. Pedro Rodríguez otra persona histórica de FSC que nos acompaña desde el 2.002 y actualmente jubilado y con el que me une una buena amistad y Ana Ortiz (podóloga), ambos colaboran en los programas con funciones diferentes y mi relación con ellos es muy cercana.
– ¿Con qué buenos momentos y anécdotas vividas te quedas hasta el momento de tu experiencia como voluntario?
Como te decía, son múltiples y es difícil destacar alguna, pero tal vez el reencontrar algún antiguo/a usuario/a después de mucho tiempo y que te reconozca y ver cómo ha progresado en su proceso de recuperación, es una experiencia muy gratificante.
– ¿Qué les dirías a los posibles voluntarios/as que están pensando incorporarse a un voluntariado en el CIBE de Valencia?
Los perfiles que se precisan en nuestros programas requieren de una cierta formación técnica que se adapte a los objetivos y características de las personas atendidas y en ocasiones, también de una madurez personal, ya que te sueles encontrar con personas que están en procesos muy complicados, también que dispongan de una mente muy abierta y flexible.
– ¿Te gustaría aprovechar esta entrevista para hacer algún otro comentario o comentarios sobre tu voluntariado?
Sí, aprovechar la ocasión para animar a que otras personas se hagan voluntarias, en este u otros programas que lleva a cabo FSC. Sin lugar a dudas, al menos para mí, es mucho más aquello que recibes de la experiencia del voluntariado que lo que das.
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