De ella, sus compañeros/as destacan su trato cordial, su sentido del compañerismo y su compromiso profesional en las tareas que se le requieren. Trabajadora de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) desde hace 10 años como técnica del servicio de RR.HH., cuenta con una variada formación (técnica en Prevención de Riesgos Laborales, Máster en Cooperación Internacional, etc.). A nivel personal, nos confiesa que ha crecido y se ha formado en esta entidad, a la que llegó con 24 años y en la que ha vivido momentos muy especiales, como el nacimiento de sus dos hijos.
– Meri, ¿qué estructura y funciones tiene el Departamento de RR.HH. de la Fundación Salud y Comunidad?
El departamento está integrado en los servicios administrativos centrales que la entidad ofrece a los centros y proyectos que gestiona. Depende directamente de la coordinación administrativa y de gerencia.
Su principal función es dar servicio relacionado con los recursos humanos a los centros y proyectos; servicios como la gestión de selección de personal que no se puede cubrir con los recursos de los propios centros, haciendo difusión de ello en los distintos portales web, centros de inserción, servicios de ocupación de las distintas comunidades, etc. para realizar un primer filtro de los candidatos/as más idóneos.
El servicio también es responsable de organizar y gestionar los planes formativos que se proponen, ya sea a petición individual del propio trabajador o desde las áreas de trabajo de la fundación.
También, desde el mismo se promueve y suscriben los convenios de prácticas y se garantiza un correcto desarrollo de la Prevención de Riesgos Laborales. Por último, desde el departamento y para la mejora de la salud y los riesgos psicosociales en las oficinas centrales, se están liderando iniciativas como el Plan de Salud Integral y el Plan de Comunicación Interno.
– ¿Cómo ha evolucionado en los últimos años la plantilla de la Fundación Salud y Comunidad y cómo se ha ido adaptando el departamento a estos cambios?
La entidad ha realizado un importante crecimiento en estos últimos años. El incremento de centros, personal y proyectos ha requerido una mayor implicación por parte de todos los Servicios Centrales para dar respuesta y apoyo a la demanda y gestiones a realizar. Este crecimiento nos ha obligado a realizar cambios organizativos en el servicio de RR.HH., y a aumentar personal, incorporando a un técnico en Prevención de Riesgos Laborales.
– ¿Cuántas personas trabajan en la entidad actualmente?, ¿y cuántos estudiantes realizan sus prácticas en estos momentos en FSC?
Más o menos, diría que la plantilla de FSC es de unos 1.500 trabajadores/as, si tenemos en cuenta la globalidad de sus proyectos. Aunque cabe entender la complejidad de la fundación, en lo que a los flujos de personal se refiere, ya que la entrada y salida de profesionales en un único servicio puede modificar mucho los números.
Respeto al personal en prácticas, durante el 2017 hemos acogido a unos 150 alumnos/as y tenemos convenios firmados con más de 30 centros de formación y universidades.
– ¿Cuáles son los objetivos del departamento para 2018?
El objetivo principal es la mejora de los servicios prestados, ganando en calidad, eficacia y eficiencia. A nivel interno, hay tres objetivos principales: cerrar el Plan de Comunicación Interno de las oficinas centrales, reorganizar y hacer mayor seguimiento de los Planes de Formación, así como canalizar mayor oferta formativa.
– ¿Cuál es el procedimiento habitual de selección de profesionales en la Fundación Salud y Comunidad?
En general, los centros gestionados o propios de FSC disponen de una pequeña bolsa propia de candidatos/as para cubrir posibles vacantes en períodos como vacaciones, bajas laborales, etc. y se organizan a nivel interno. La prioridad, tanto desde los servicios como desde RR.HH., es la promoción interna, así que antes de publicar cualquier oferta de trabajo se valora al propio personal del centro de trabajo o del resto de la entidad. Para ello, se insta a los/las trabajadores a que busquen una mejora profesional dentro de la entidad y que estén pendientes de las ofertas que se publican en la página web de la fundación, en su apartado Bolsa de Empleo.
En caso de que los centros no dispongan de currículums para cubrir algún puesto, se ponen en contacto con Recursos Humanos, presentando el perfil del candidato/a, sus requisitos y características. Desde RR.HH. publicamos la oferta de trabajo en aquellos portales o servicios que consideramos más idóneos y filtramos los currículums que se ajustan al perfil. Posteriormente, los coordinadores/as del centro o servicio entrevistan a los candidatos/as, ya que son quienes mejor conocen los equipos de trabajo y a los usuarios/as del servicio con los que va a trabajar el candidato/a.
– ¿Qué tipo de perfiles son los que más demandan o solicitan en la entidad?
Evidentemente y por la tipología de nuestros servicios, los perfiles más solicitados son aquellos relacionados con el ámbito social, y en segundo lugar, con el sanitario.
De estos, los/as educadores sociales y psicólogos son los más requeridos, así como los/as enfermeros/as o médicos. No obstante, debemos tener en cuenta el ámbito en el que se enmarca el perfil, que nos exige además, formación y experiencia en ámbitos como la atención a las personas mayores, salud mental, menores, violencia machista o drogodependencias.
– ¿Qué otros aspectos se valoran especialmente en los candidatos/as?
Después de los años que llevo en la entidad, puedo constatar que al final lo que más se valora de los candidatos/as que entran a formar parte de FSC son las actitudes y aptitudes. Una persona proactiva, con interés, motivación y habilidades personales y sociales, tendrá mayor posibilidad frente a otra a la que, con un currículum impecable, le fallen las habilidades.
– ¿Cómo crees que afecta la transformación digital a la labor de RR.HH. y a la selección de personas?
Gracias a la transformación digital, estamos cada vez más cerca los unos de los otros, valga la redundancia. Las ofertas de trabajo son visitadas por un sinfín de usuarios/as de las redes sociales y ello permite un mayor número de candidatos/as para encontrar al que mejor se adapte a los requisitos solicitados. Obviamente, eso también genera un mayor trabajo de revisión de currículums, así como la dificultad de establecer una fecha límite para la presentación de candidatos/as, con el peligro que los procesos se dilaten mucho en el tiempo.
– ¿En qué medida se apuesta por la formación dirigida a los trabajadores/as en la fundación?
La formación es uno de los valores que definen la política de la fundación, ya que somos conscientes de que mejora la profesionalidad, el enfoque humano y la calidad de nuestra atención. Es por ello que se valora cada una de las propuestas formativas, a iniciativa tanto de los centros como de los propios trabajadores/as.
Por otra parte, es indispensable hacer un buen seguimiento de la detección de necesidades formativas de los equipos de trabajo, buscando siempre la mejora y adecuación al ámbito de nuestros servicios.
– ¿Qué tendencias consideras que marcarán el ámbito de RR. HH. en los próximos años?
Desde hace unos años, la tendencia se ha enfocado en las personas como individuos (formación, promoción…). Hemos iniciado una nueva etapa en la que se valoran los equipos de trabajo por encima de las personas.
Las personas, cada vez más, esperamos vivir una experiencia positiva en el trabajo que aporte nuevos retos y satisfacción dentro de sus vidas. El trabajo ya no es simplemente aquel espacio donde debemos cumplir con unas obligaciones, sino que se vive como un espacio más de realización personal. Eso pasa por contar con equipos de trabajo en los que nos sintamos identificados, acompañados y escuchados.
– ¿Y qué papel desempeñan en este sentido los Recursos Humanos?
En mi opinión, deben promover la colaboración de los equipos de trabajo para focalizar y compartir los mismos objetivos. Se debe fomentar el compromiso de todos con y para el grupo y no de forma individual. Este enfoque de equipo de trabajo mejora la organización y la colaboración para dar respuestas más ágiles y comunes a las demandas que puedan surgir.
De ahí también la importancia que han adquirido en los últimos años tanto la comunicación en los equipos, como las relaciones personales y el buen ambiente de trabajo. Ya no interesan tanto los logros individuales, sino el conjunto y la aportación de cada trabajador o trabajadora al equipo profesional.