El 58,8% de los jóvenes españoles de entre 14 y 18 años se ha emborrachado ya alguna vez en su vida, más de la mitad (52,9%) lo hizo en los últimos 12 meses y cerca de uno de cada tres (35,6%) se emborrachó en los últimos 30 días (frente al 29% que registraba la última encuesta conocida, de 2008).
Así lo refleja la nueva Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias 2010-2011, adelantados por la ministra de Sanidad, Leire Pajín, en la firma del ‘Manifiesto contra el consumo de bebidas alcohólicas por menores’, un acuerdo para implicar a la sociedad contra el alcohol en menores.
Según Pajín, los datos de esta encuesta, que se realiza cada dos años sobre unos 30.000 estudiantes de 14 a 18 años de toda España, demuestran que el alcohol sigue siendo «la sustancia cuyo consumo está más extendido entre este grupo de edad».
«Por darles un dato que refleja bien esa realidad -ha destacado Pajín- el 73,6% dice haberlo consumido en el último año (frente al 72,9% de la encuesta 2008) y el 63% en los últimos 30 días (frente al 59% de la anterior)», según la nueva encuesta, que podría conocerse completa en las próximas semanas.
El problema, la cantidad de alcohol que beben los jóvenes
Sin embargo, para la ministra, el dato más preocupante no es el del número de menores que consume alcohol, ya que este «no ha aumentado» respecto a la encuesta de 2008. Tampoco inquietan el dato sobre la edad de inicio en el alcohol, ya que sigue rondando los 14 años.
Para la ministra, lo «alarmante», el problema real, es «la cantidad de alcohol que beben» los estudiantes españoles. «De hecho -dice- el 58,8% de estos jóvenes admitió haberse emborrachado alguna vez en la vida, el 52,9% reconoció haberlo hecho en los últimos 12 meses y el 35% en los últimos 30 días».
Para implicar a toda la sociedad en la lucha contra el consumo de alcohol en menores se ha firmado este jueves el ‘Manifiesto contra el consumo de bebidas alcohólicas por menores’, respaldado por empresarios, padres, jóvenes y administraciones. Su objetivo, ha dicho Pajín, es dar «el primer paso» para actuar frente al problema.
«Hoy iniciamos un camino al que le doy vital importancia, sobre todo porque sentamos la base de un compromiso conjunto sobre un tema que preocupa y ocupa a nuestra sociedad, pero también porque es la propia sociedad la que se involucra e interviene ante un problema que le atañe directamente y que tiene que ver con los menores», ha dicho.
El documento plasma en un decálogo sus buenas intenciones y marca el nacimiento de una plataforma de trabajo para hacerlas realidad. Entre los compromisos marcados figura evitar la promoción del alcohol asociado al éxito social o personal.
Asimismo, apuesta por que los medios de comunicación informen sobre sus prejuicios, se «estimule» la autorregulación en esta materia de productores, distribuidores y expendedores de estas bebidas y se consiga «cooperar entre todos los agentes implicados para promover la responsabilidad y prevenir las prácticas ilícitas de comercialización a menores».
Fuente: Europa Press