Jordi S., de 36 años, es usuario desde hace unos meses del Centro de Día de Adicciones de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ubicado en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Allí participa en un programa de actividades terapéuticas, socioeducativas, deportivas, etc. durante las horas de la mañana. Además, es usuario del Piso Terapéutico de nuestra entidad, situado en Barcelona, donde reside y pasa el resto de la jornada, participando en un programa de inserción.
Me encuentro en mi mejor momento. Hace unos meses, tomé la decisión de dejar un tratamiento en una Comunidad Terapéutica de otra entidad y comenzar otro en la Fundación Salud y Comunidad, concretamente en el Centro de Día de Adicciones, complementándolo con el que realizo en el Piso Terapéutico.
¿Conocías el trabajo de FSC en el ámbito de adiciones?
Sí, yo hice un primer tratamiento en el Centro de Día, aproximadamente en el año 2013. En ese momento, ya encontré algo diferente a lo que había visto en otros recursos. Me refiero al trato humano de los profesionales, cómo se te dirigen a ti y cómo tienen en cuenta las necesidades de cada usuario. Todo ello, sin perder la profesionalidad y los límites. En esta segunda ocasión, decidí salir de Comunidad Terapéutica y tuve claro que quería volver al Centro de Día de FSC, y propuse también asistir al piso para poder poner un límite a ciertas amistades y al barrio, cuestiones que me han generado situaciones de riesgo. En esta segunda ocasión, me encuentro en otro momento. Un momento distinto donde tengo las cosas más claras.
¿Qué haces concretamente en el Centro de Día?
Allí participo en un programa parcial de 9 a 13 horas. Después, me desplazo al Piso de Inserción, donde permanezco desde el momento de la comida hasta la noche. Te puedo decir que estoy todo el día ocupado y que participo en muchas actividades. Ello me permite trabajar cuestiones que van más allá de mi adicción tóxica. De esta forma, me he podido distanciar del barrio y de mi familia, a la que continúo viendo, pero desde otra perspectiva.
¿En qué tipo de actividades participas y cuáles te gustan más?
Participo en actividades terapéuticas, socioeducativas, deportivas, etc. Las que más me gustan, tanto del Piso de Inserción como del Centro de Día, son las de carácter terapéutico (psicoterapia grupal y multidependencias). Son espacios que me sirven, ya que comparto experiencias y estrategias con profesionales expertos y con compañeros/as, haciendo un buen tándem. También, valoro mucho la actividad de teatro social, donde trabajamos el cuerpo a partir de las emociones, y… ¡cómo no!, el deporte. Esta última actividad la practico de forma diaria. Salgo a correr cada mañana y muchas noches. Aunque no estoy en mi mejor momento físico, voy adquiriendo un buen tono físico. Los fines de semana salgo con algún compañero del piso a jugar a básquet cerca del barrio.
¿Cómo fue tu inicio, tus primeros contactos con el mundo de las adicciones?
Yo empecé a consumir hachís diariamente con 14 años, y cocaína los fines de semana. Experimenté en ese momento de mi vida con todo tipo de sustancias, excepto con la heroína. Hasta ese momento, considero que mi consumo era de forma puntual y no pensaba que fuera un problema. En un segundo momento, coincidiendo con el Servicio Militar y también con alguna dificultad personal con alguna relación sentimental, empecé a consumir cocaína de forma frecuente. Es por ello que considero esta sustancia como la principal a poder tratar. Soy consciente de que no puedo consumir ninguna sustancia, y que en especial, en relación con la cocaína, debo cuidar muchos aspectos.
Ahora, me comentabas que tuviste alguna dificultad con otras cuestiones no tóxicas, pero no por ello menos importante…
Sí, creo que, aparte de tener un problema de adicciones, he podido tener durante estos años en tratamiento algunas dificultades relacionadas con la dependencia emocional, concretamente con la forma o manera de gestionar mis relaciones de pareja. No ha sido la más adecuada y también he sufrido en este aspecto. He tenido la necesidad de “engancharme” a relaciones sin hacer un buen manejo de las mismas. También, he tenido que trabajar cuestiones relacionadas con la impulsividad, la impaciencia, etc.
En relación con tu propia vivencia frente al fenómeno de las adicciones, ¿qué nos puedes aportar?
Muy relacionada con la anterior cuestión, creo que es importante no poner el énfasis en el tipo de sustancia o en la forma de consumir. Son temas importantes, pero desde el punto de vista del tratamiento, hay otras cuestiones a tener presentes. No basta con la abstinencia, se han de abordar muchas otras cuestiones. Se debe hacer un buen abordaje de las renuncias, cuestiones que te generan ganas o deseos de consumir. Un ejemplo de ello es que yo estoy trabajando mi voluntad a la hora de no entrar a bares, y también cambiando en lo que se refiere a mi ámbito habitual de relaciones sociales. Muchas personas piensan que con dejar de consumir durante un tiempo, la adicción ya está controlada, pero en realidad solo es un parón puntual. Hay que hacer un abordaje más amplio e intentar llegar al porqué necesito tomar una determinada sustancia.
Me hablabas anteriormente del deporte, ¿qué lugar ha tenido en tu vida?
Yo he practicado boxeo. No he sido boxeador profesional, pero sí que, durante toda mi vida, este deporte me ha proporcionado buenas cosas. De hecho, mis momentos de abstinencia se caracterizan porque iba al gimnasio a entrenar y a dar clases a los chavales. En el momento que tenía una recaída, dejaba de pisar el gimnasio. Para mí, era incompatible. Deporte y consumo no pueden ir nunca de la mano.
Por último Jordi, ¿cómo visualizas tu futuro?
Con relación al futuro, una cuestión que estoy trabajando es adquirir la autonomía suficiente como para poder gestionar mi vida sin ayuda de mi familia. Tengo la suerte de contar con una familia, pero al mismo tiempo estoy trabajando para adquirir mayor autonomía. Mi familia también participa en el tratamiento, asistiendo a los espacios grupales que desde el Centro de Día se ofertan.
En cuanto al terreno laboral, aunque cuento con una profesión, soy pintor, tengo claro que no voy a seguir con mi trabajo, ya que el pasado año mi actividad me generó situaciones de riesgo que en esta nueva etapa no me puedo permitir. Desde FSC, me ofrecen abordar la inserción desde el Programa Incorpora, lo cual me parece muy interesante y a valorar.
Muchas gracias por tus aportaciones y respuestas. Agradecemos tu valiosa participación de parte también de todo el equipo de profesionales del Centro de Día.
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