Pedro Bilbatua es coordinador del Programa de Intervención Psicosocial en el Centro Gerontológico «Egogain» (Eibar), servicio de la Diputación Foral de Gipuzkoa. El programa lo lleva desarrollando la Fundación Salud y Comunidad, en consorcio con el Grupo Lagunduz, desde octubre de 2012.
Bilbatua es psicólogo y lleva en el mundo de la gerontología 17 años. En este centro ha trabajado como monitor y, desde hace 7, desempeña funciones de coordinador del Programa de Intervención Psicosocial. Junto a algunos compañeros/as, ha publicado un libro novedoso, “Psikoestimulazioa lantzeko ariketak” (“Ejercicios de psicoestimulación”), dirigido a estimular las funciones cognitivas en personas mayores, con ejercicios prácticos para la intervención en deterioro cognitivo leve.
¿En qué áreas de actuación ofrece actividades el Programa de Intervención Psicosocial y cuáles son las más solicitadas?
Trabajamos las áreas de salud física, psíquica, de relaciones sociales y de ocio-cultura, realizando actividades de gimnasia, psicomotricidad, terapia ocupacional, estimulación de funciones cognitivas, relajación, apoyo psicoafectivo, apoyo social, terapias con animales, talleres de cocina…, siendo todas ellas muy bien acogidas por parte de los/as residentes y con una alta media de participación. Una de las más novedosas y con la que disfrutan en gran medida es la que se refiere a la intervención con los perros adiestrados.
¿Qué aporta la intervención psicosocial a los usuarios/as? ¿Y a las familias?
A través de las actuaciones que llevamos en el Programa de Intervención Psicosocial, intentamos mantener, en la medida de lo posible, las capacidades de los usuarios/as que atendemos, intentando que se mantengan activos, siendo este aspecto, uno de los que nos diferencian de las instituciones puramente sanitarias, ayudando a interiorizar el sentimiento de “estar en casa”. Además, desde los nuevos modelos de intervención, estamos incorporando, manteniendo los objetivos de la intervención, actividades que resultan más significativas y placenteras para ellos/as y que las han realizado en otras etapas de sus vidas.
¿Ha variado mucho el perfil de usuario/a en los últimos años?
Ha habido un cambio progresivo, pero intenso. Hace 20 años, en nuestro centro había muchos residentes autónomos. Atendiendo a las necesidades, se fueron creando los módulos de atención integral y, en la actualidad, las personas con gran dependencia y dependencia severas son aproximadamente el 70% de nuestros residentes.
¿Cómo viven los profesionales del Centro Gerontológico «Egogain» en Eibar, los que son personal público, que el equipo psicosocial esté externalizado? Y al revés… ¿cómo lo vivís vosotros/as?
Varios de los servicios que ofrece el centro están externalizados, entre ellos, el nuestro, saliendo a concurso público cada cierto tiempo. En el día a día y en las relaciones, no hay diferencias entre el personal propio de la administración y nosotros. Cada uno tiene su cometido y se trabaja en equipo, sin tener en cuenta estas diferencias.
¿Cómo se trabaja teniendo que seguir directrices de una dirección del centro, que es un centro público, y las que se te transmiten desde una UTE?
Las directrices marcadas desde la dirección del centro son totalmente compatibles con las transmitidas desde la gerencia de la UTE. Llevamos varios años, con una u otra empresa, trabajando el mismo equipo y contamos con una dirección, de formación social, muy sensible e implicada en la intervención psicosocial, no habiendo surgido nunca problemas para introducir en el programa aquello que se nos plantea desde dirección, ni para plantear a ésta, aquellas mejoras que queremos introducir.
¿Qué crees que se ha aportado al servicio desde la UTE?
En cuanto al programa, seguimos, en esencia, con el que llevamos realizando varios años y con las incorporaciones de los nuevos modelos de intervención. La UTE nos ha aportado apoyo técnico y material, revirtiendo estas aportaciones en una mejora del servicio. Además, tenemos un contacto directo y personal que facilita la solución de aquellas dudas o problemas que pudieran surgir.
¿Qué competencias debe tener un profesional que trabaje en el programa?
Además de los conocimientos y formación técnica (todos somos psicólogos, trabajadores sociales o educadores sociales), deben tener capacidad de empatía, de escucha, trabajar el contacto físico, ser cariñosos, sensibles a la comunicación no verbal y disfrutar con lo que están haciendo, por lo que tiene un claro componente vocacional. Creo poder afirmar que todo nuestro equipo, reúne éstas y más cualidades.
¿Es importante que el equipo profesional domine tanto el euskera como el castellano?
Es fundamental poder comunicarnos en el idioma que el residente nos solicita, por lo que es muy deseable poder trabajar tanto en euskera como en castellano, consistiendo el idioma, en otra de las importantes herramientas que debemos disponer y que se complementa con el resto.
¿Cómo lleva el equipo lo de tener que trabajar con jornadas parciales, dado que el trabajo se realiza muy concentrado a ciertas horas?
El tema de las jornadas, no es lo deseable, pero lo tenemos asumido después de tantos años. Lo que intentamos es que los miembros del equipo puedan complementar la jornada con intervenciones en otros centros o con otro tipo de actividad.
¿Cómo es tu día a día entonces y qué otras actividades has ido compaginando?
En la actualidad, compagino este puesto con el de psicólogo en el Centro Gerontológico Otezuri de Zumaia, y como coordinador de formación de Lahar Elkargoa, asociación para la intervención psicosocial. Durante todos estos años, he trabajado en otras dos residencias más, he impartido muchos cursos de formación a profesionales del sector y, junto a otros compañeros que cuentan con amplia experiencia de trabajo en el ámbito de la gerontología, hemos publicado un libro con ejercicios prácticos para intervención en deterioro cognitivo leve, “Psikoestimulazioa lantzeko ariketak”.
¿Qué destacarías de este libro?
Lo editamos hace año y medio, gracias a una subvención de “la Caixa”. La obra propone una serie de ejercicios prácticos de psicoestimulación, útiles para el mantenimiento de las funciones cognitivas en mayores, tanto en personas sin deterioro cognitivo como en otras con un deterioro incipiente.
El libro utiliza desde dichos populares (“esaera zaharrak”), hasta fotografías y elementos de la geografía vasca, costumbres populares o recetas tradicionales. Se trata del primer libro de sus características que se publica en euskera. Posiblemente se edite también en castellano.