La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha presentado hoy el informe de resultados 2017/2018 de su Observatorio Noctámbul@s, en el marco de la jornada «Violencias sexuales en entornos festivos», celebrada en el Espacio Francesca Bonnemaison de Barcelona. El proyecto, iniciado por FSC en el año 2013, está financiado por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y se enmarca en una línea de prevención y reducción de riesgos. El observatorio sitúa la perspectiva de género como eje central del análisis.
En el último año se ha realizado un nuevo análisis cualitativo de 30 entrevistas grupales en profundidad a protagonistas del ocio nocturno (jóvenes, adultos, …). También, se ha creado un cuestionario “online” que podía responder quien lo desease, obteniéndose 1.541 respuestas, 73% de ellas mujeres, y mayoritariamente desde Cataluña y Madrid. Se han analizado los riesgos y posibles soluciones derivados de la configuración de espacios urbanos vinculados al ocio, y se ha revisado críticamente la lógica de los protocolos de prevención y actuación frente a las violencias sexuales.
Algunas de las principales cuestiones que se destacan en este informe, tal y como se ha señalado durante la jornada, son:
Las mujeres intentan controlar un consumo excesivo de drogas en mayor medida que los varones, y limitan su libertad de acción para evitar sufrir violencias sexuales y además, ser culpabilizadas. Estas estrategias son: salir menos, consumir con menos asiduidad y/o en menor cantidad, ir en grupo y cuidarse entre ellas… Además, los resultados de la encuesta apuntan a que, aunque los hombres consumen más en casi todo tipo de drogas, las mujeres les igualan en la frecuencia de consumo de las drogas legales y menos estigmatizadas (alcohol, tabaco). Esas sustancias se relacionan socialmente (de forma errónea en lo relativo al alcohol) con una menor pérdida de control en el comportamiento. También son consistentemente altos para ambos sexos, pero más frecuentes entre varones, los consumos de cannabis y cocaína.
Otras ideas importantes relacionadas con el consumo son:
Hemos observado una tendencia en los discursos a estigmatizar a la juventud o asociar de manera determinista esta edad o momento vital con las violencias sexuales.
La mayoría de las personas mayores de 35 años a las que hemos entrevistado considera que las generaciones más jóvenes son más machistas y/o violentas que la suya, lo cual puede darse por dos motivos: porque las violencias se están visibilizando y denunciando en mayor medida, o porque hay una voluntad explícita de no cuestionarse o negar las violencias sexuales propias y del entorno.
De acuerdo con los resultados de este estudio, podemos afirmar que la violencia sexual no tiene fronteras de edad, y que personas adultas y jóvenes perpetúan discursos y prácticas relacionadas con ellas.
En el estudio actual, hemos comprobado cómo la percepción de inseguridad es mayor cuando una zona de ocio es poco diversa, es decir, cuando hay concentración de una sola actividad o de un cierto grupo más o menos homogéneo de personas, ya sean, por ejemplo, turistas o personas “haciendo botellón”. Por tanto, un criterio común a tener en cuenta a la hora de mejorar la percepción de seguridad es diversificar las opciones de ocio nocturno para que den cabida a una pluralidad más amplia de personas y de prácticas de ocio.
Estas cifras ponen de manifiesto la alta frecuencia con la que las mujeres sufren el amplio espectro de violencias sexuales más normalizadas y legitimadas en la sociedad patriarcal, así como el carácter estructural y sistémico de las mismas. Por ello, urge desnormalizar todos los tipos de violencia, considerando además la interrelación de todas ellas.
De las respuestas a nuestra encuesta, se deriva que un 5% de las mujeres ha sufrido una violación con fuerza en algún momento de su vida, y algunas de ellas en más de una ocasión.
Por otra parte, un 17,5% de mujeres afirma haber sufrido una violación sin necesidad de que el agresor de haya hecho uso de la fuerza física. En algunos casos esta situación se repite, incluso con frecuencia.
La percepción de las informantes es que, en estas situaciones extremas, su agresor había consumido “mucho” en el 38% de los casos, mientras que en las restantes ocasiones había consumido “poco” o nada”. La valoración de su propio consumo de drogas era que en un 8% de los casos habían “consumido mucho y no tenían capacidad de reacción”, en un 37% habían “consumido mucho” pero creían tener capacidad de reacción, y en el restante 55% habrían consumido “poco o nada”.
A pesar de que la muestra que responde a la encuesta online se ha autoseleccionado y no es representativa, estas cifras nos sorprenden por su enormidad y nos animan a un estudio más detallado.
Los chicos consideran que su noche ideal debe contener “consumir alcohol y otras drogas” (70%) frente a aproximadamente el 60% de las chicas, así como “tener relaciones sexuales” (70% hombres vs. 51% mujeres), y todo ello además con mayor intensidad. La difícil conciliación entre los usos excesivos de ciertas drogas y los comportamientos sexuales prudentes (ya sean de uso de preservativos o de otro tipo) no parece ser suficientemente considerada por quienes responden.
Uno de los aspectos concluyentes de esta investigación es que las personas del entorno de las mujeres, en concreto las amistades, son esenciales para el apoyo, en caso de sufrir una agresión sexual. Las mujeres contarían también con la familia, los puntos “lila”, las entidades especializadas y los colectivos feministas.
En una sociedad patriarcal en la que la sexualidad se erige como un eje fundamental de control, dominio y subordinación de las mujeres, es necesario incidir en cómo se construye esa sexualidad y, en concreto, en el modo como se produce y reproduce una (hetero)sexualidad masculina hegemónica basada en la dominación.
El servicio, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Altea (Alicante),…
Hace unos años, este centro tutelar, de titularidad del Ayuntamiento de Donostia, que cuenta con 16…
Francisco Javier Calderón Les es voluntario desde hace aproximadamente un año y medio del Centro…
El programa ofrece apoyo y acompañamiento gratuito en salud mental y/o conductas adictivas (patología dual)…
Nuestro compañero Otger Amatller, coordinador del Departamento de Prevención de la Fundación Salud y Comunidad…
El servicio, de titularidad de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud…