Nuestra compañera Isabel Alarcón, subdirectora del Centro de Baja Exigencia (CIBE) de Valencia, dispositivo para drogodependientes de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha presentado el Programa de Intercambio de Jeringuillas de los centros penitenciarios de Picassent y Albocàsser, en la Comunidad Valenciana, en la I Jornada de Intercambio de Información y Conocimiento de programas subvencionados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) y ejecutados por entidades sin ánimo de lucro, celebrada recientemente en Madrid.
El pasado 10 de junio, Isabel Alarcón acudió a este encuentro, realizado en las instalaciones del MSCBS en Madrid, a presentar el Programa de prevención del VIH/Sida y otras enfermedades de transmisión (ITS), mediante reducción de daños, en población usuaria de drogas y anabolizantes, destinado a internos/as de los centros penitenciarios de Picassent (Valencia) y Albocàsser (Castellón II), realizado en colaboración con los centros de Brians 1 y 2 de Barcelona.
La jornada estaba dirigida al equipo de la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida (SPNS) y a las entidades sin ánimo de lucro, cuyos proyectos fueron subvencionados durante el año 2018 por el MSCBS. Durante la misma, se realizó un intercambio de conocimientos y de buenas prácticas derivadas de la experiencia acumulada por entidades, en el desarrollo y ejecución de proyectos dirigidos a la prevención de la infección por VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
Cabe señalar que el MSCBS cuenta con una dilatada trayectoria en cuanto a la realización de convocatorias de subvenciones con este fin, gestionadas por la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida. Por ello, se consideró de especial interés poder conocer de primera mano los programas subvencionados desarrollados por entidades, así como compartir un intercambio de aprendizaje, conocer las actividades que se vienen implementando e identificar retos y oportunidades, con la mirada puesta en la mejora de la prevención y control de estas infecciones.
El objetivo básico del Programa de prevención del VIH/Sida y otras ITS, desarrollado en estos centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana, es disminuir la incidencia de las enfermedades asociadas al uso de drogas inyectadas en la población reclusa. El VIH y otras enfermedades infecciosas como la hepatitis B crónica (VHB) y la hepatitis C (VHC) tienen graves repercusiones no solo en la salud de la persona, sino también en la salud pública y presentan una alta prevalencia en el medio penitenciario.
Nuestra entidad desarrolla este programa desde el año 2003 en el centro penitenciario de Picassent y desde 2011, en la prisión de Albocàsser, mediante concurso público convocado por la Generalitat Valenciana, y durante varias etapas con fondos propios, a causa de los recortes que sufrieron los programas de sida por parte del anterior gobierno.
Durante el pasado año 2018, recibimos la primera subvención del MSCBS. Cabe destacar que el programa está asentado y normalizado en el medio, no habiendo recibido notificaciones desfavorables por parte de los funcionarios/as ni de la dirección, con la que existe una estrecha colaboración.
Además, no se ha reportado, que tengamos conocimiento, durante el pasado ejercicio, ninguna seroconversión (transición de la infección por el VIH a la presencia detectable de anticuerpos contra ese virus en la sangre) por uso de jeringuillas u otro material de inyección, en los dos centros donde nuestra entidad realiza el programa. En este sentido, una de las acciones que consideramos innovadoras en el programa es el intercambio de jeringuillas en usuarios/as de anabolizantes vía parenteral en el medio penitenciario.
El desarrollo del programa ha posibilitado la reducción de prácticas de relaciones sexuales de riesgo entre el colectivo usuario de drogas, así como una concienciación de la necesidad de control sanitario, lo cual ha fomentado la adquisición de medidas higiénico-sanitarias en los estilos de vida. Ello ha favorecido la labor de educación sanitaria y la derivación de usuarios/as a programas de tratamiento, facilitando la comunicación entre ellos y el equipo profesional, además de proteger el derecho de la persona interna a tener acceso a material higiénico para el consumo más seguro de sustancias.
Con este trabajo, desde nuestra entidad se están ofreciendo alternativas de consumo más seguras y el material necesario para realizar estas prácticas de manera higiénica, minimizando los riesgos, concretándose como la actividad principal del programa.
Por otra parte, señalar que la no existencia de seroconversiones debidas al uso compartido de material de inyección en un ámbito tan delicado como es el medio penitenciario, es a todas luces uno de los indicadores de éxito más importantes del programa.
Se ha demostrado que la implementación de este tipo de programas por técnicos/as de entidades sin ánimo de lucro que mantienen un vínculo con los usuarios/as, es mucho más efectiva que la realizada por el personal funcionario del centro penitenciario.
Finalmente, aportamos una tabla con la relación de actividades, realizadas en el marco del proyecto, durante el pasado año 2018.