El Centro Especializado de Atención a Mayores (CEAM) de Altea, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, ha sido reconocido recientemente por el Ayuntamiento de Altea, en Alicante, por su labor, habilitado como albergue durante el estado de alarma para acoger a personas sin hogar. Las concejalías de Bienestar Social y Sanidad han agradecido públicamente la labor de instituciones, entidades locales y asociaciones a lo largo de la pandemia, especialmente, en sus inicios, en 2020.
El acto se ha realizado por iniciativa del edil de ambas áreas, José Luis León Gascón, para agradecer todo el apoyo y ayuda recibida, especialmente durante los meses de confinamiento, homenajeándose a diferentes entidades, entre ellas FSC y el Grupo Lagunduz. Al acto, asistió el alcalde de Altea, Jaume Llinares, así como representantes de las concejalías de Bienestar Social y Sanidad de la localidad.
Durante el mismo, se otorgaron placas conmemorativas, conjuntamente con los portavoces de los grupos parlamentarios del consistorio, a instituciones, entidades y asociaciones que realizaron una gran labor durante la crisis sanitaria, motivada por el COVID-19.
Según nos explicaba nuestra compañera Marga Planells, responsable de Administración del CEAM de Altea, fue “un acto en el que recogimos la placa, junto a diferentes organismos como el Centro de Salud de Altea, el Hospital de la Vila, Cruz Roja, Cáritas Parroquial, la Asociación Benéfica Corazón Exprés, diversos restaurantes, así como distribuidores de frutas y verduras, entre otros”.
Cabe recordar que el centro de atención a personas mayores se habilitó como albergue para acoger a personas sin hogar, mientras duró el confinamiento, con un aforo de 10 personas. Los usuarios/as del albergue contaron con servicio de camas; tres comidas programadas al día; zona de higiene personal; zona de recreo al aire libre; lavandería; televisión y WiFi. También, se puso a disposición de los mismos, juegos de mesa como parchís, ajedrez, puzles, cartas… para que ocuparan su tiempo.
Asimismo, según nos trasladaba Marga Planells, “en la gestión del albergue, además de toda la plantilla del centro, también hubo colaboradores externos a los que cabe referirse, tales como la empresa Copy-plus (que aportó equipos de protección visores), la lavandería La Colada, que realizó de forma gratuita muchos lavados de ropa, utilizada por las personas del albergue diariamente, o algún que otro particular que hizo de forma altruista alguna compra alimentaria que quedaba pendiente, sin esperar nada a cambio”.
Por su parte, José Luís León Gascón señalaba, durante el acto, que “era necesario dar las gracias a las principales ONG’s y entidades que durante la parte más dura de la pandemia, prestaron su apoyo y ayuda diaria para que ningún ciudadano o ciudadana quedara desatendido”.
Además, el concejal añadía que “el ver a Altea mostrar su cara más solidaria frente a esta crisis, ha sido un hecho del que nos sentimos muy orgullosos y demuestra cómo somos como pueblo”.
En el caso de la Fundación Salud y Comunidad y el Grupo Lagunduz, nos sentimos muy satisfechos/as por este emotivo reconocimiento a nuestra labor. Una experiencia que, si bien fue inesperada, debido a las circunstancias sobrevenidas de la pandemia, nos aportó un gran aprendizaje, así como enriquecimiento personal y profesional.
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Un reconocimiento merecido pues no es fácil «reciclarse» ante la urgencia, sin tiempo para prepararse, de un día para otros, y para atender a personas de un colectivo tan diferente al habitual. Agradecer a nuestras compañeras/os su esfuerzo y al Ayuntamiento de Altea este reconocimiento.