El Centro de Acogimiento de Menores de Sopuerta, servicio de titularidad de la Diputación Foral de Bizkaia, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, ha participado recientemente en una actividad multicultural gastronómica en las instalaciones deportivas del concejo de Mercadillo en Sopuerta. Los/as menores de edad que conviven en el centro, acompañados por parte del equipo profesional del mismo, han realizado la actividad junto a voluntariado de esta población. En la actualidad, residen en el servicio un total de 34 menores de 3 nacionalidades diferentes, motivo por el que se ha realizado un encuentro de estas características.

CAM Sopuerta es un servicio de atención a menores de edad del sistema de protección de la Diputación Foral de Bizkaia. El centro se puso en marcha hace aproximadamente 8 meses, contando con una capacidad para 36 niños/as y adolescentes.

El objetivo general de la actividad fue dar a conocer y/o ampliar el contacto de los/as jóvenes con el entorno, y entre las personas que conviven en el mismo, fomentando su integración en el municipio. A su vez, también se trató de desarrollar un trabajo coordinado conjunto, que les pudiera ayudar a entender la importancia de conocer el lugar donde residen, a los vecinos/as y el papel que desempeña la comunicación y la escucha entre ellos/as.

En este sentido, «la actividad trató de fomentar la interculturalidad, así como estrechar lazos entre culturas, y crear un ambiente positivo y acogedor en el municipio. Creemos firmemente que cuando las personas se conocen, cuando comparten un plato, una historia o una sonrisa, se abre la puerta para construir relaciones respetuosas y auténticas», mantienen desde el Centro Acogimiento de Menores de Sopuerta.

Para ello, el equipo profesional, junto con varios jóvenes, realizaron, durante la mañana previa a la actividad, una variedad de comidas de distintos lugares del mundo. «Estos platos fueron preparados por manos generosas que deseaban compartir un pedacito de su hogar y cultura. Cada plato representaba algo más que un sabor; era una invitación a explorar, a comprender y a disfrutar las tradiciones que nos unen más allá de las diferencias», señalan.

Por otra parte, el día que tuvo lugar la actividad, se colocaron carteles temáticos que habían sido elaborados semanas previas, con la colaboración de los/as menores, para generar un acercamiento intercultural, tratando de reflejar con ellos «la esencia de nuestras diversas culturas, valores y costumbres. De este modo, a la vez que los/as adolescentes interactuaron con los lugareños, también pudieron familiarizarse mejor con otras culturas», afirman desde el CAM Sopuerta.

En esta actividad preparatoria previa al evento, realizada en las instalaciones del servicio, se trabajó de manera trasversal la comunicación asertiva, la «lluvia de ideas», así como la adecuación de los platos típicos que se iban a preparar con los/as menores encargados de la elaboración de los mismos. Todo ello, realizado de forma autónoma, bajo la supervisión de diferentes profesionales del centro. Ello implicó la práctica de las habilidades trabajadas en los diferentes talleres que se vienen realizando en el recurso.

Por lo demás, la jornada transcurrió con normalidad. «Al llegar a la ubicación donde se había concretado el evento, los/as adolescentes se mostraron tímidos y buscaron la interacción con las figuras educativas y entre ellos/as. Sin embargo, en cuanto comenzaron a tener confianza y las personas voluntarias empezaron a preguntarles sobre su lugar de origen, se mostraron más abiertos e, incluso, comenzaron a explicar los diferentes carteles que se habían realizado las semanas previas. Por ello, cuando finalizó la jornada, nos dijeron que estaban agradecidos y que habían pasado un buen día. Del mismo modo, el equipo educativo observó cómo los/as menores habían colaborado entre ellos/as, invitando a los/as más tímidos a interactuar con las personas que fueron incorporándose al evento», subrayan.

La valoración por parte del equipo de este evento, realizado con motivo de un encuentro intercultural, es satisfactoria, según nos trasladan. «Por ello, queremos extender nuestro agradecimiento a cada uno/a de los/as voluntarios/as, que dedicaron y dedican tiempo y esfuerzo, para que estos jóvenes encuentren una comunidad segura y un futuro lleno de oportunidades en el municipio. La generosidad de su tiempo y su dedicación es invaluable, y marca una diferencia real en las vidas de estos chicos/as que, durante ese día, tuvieron la oportunidad de compartir con el voluntariado», mantienen desde CAM Sopuerta.

Esperamos que esta actividad haya servido como una semilla que inspire futuras colaboraciones y encuentros, y que la interculturalidad que celebramos ese día, sea el primer paso hacia una Sopuerta cada vez más unida, donde cada persona, sin importar de dónde venga, se sienta valorada, respetada y bienvenida.

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