El Servicio de Acompañamiento en la Vida Autónoma (SAVA) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) tiene como principal objetivo facilitar el paso a la vida autónoma de las personas beneficiarias del servicio, mantener esta autonomía y conseguir el máximo nivel de inserción en la comunidad. Se trata de un proyecto dirigido a personas de la provincia de Barcelona que tienen voluntad de seguir abstinentes (y trabajar las recaídas, si las hubiese) en su entorno cotidiano: su casa, barrio, u otros dispositivos públicos, con los que entran en contacto de forma habitual. Es el caso de centros cívicos o bibliotecas. El servicio está destinado a personas que tienen conductas adictivas y que han estado o están en tratamiento, bien sea de forma residencial o ambulatoria.
EL SAVA es un servicio de FSC que cuenta con la financiación del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, a través de la Convocatoria de Apoyo a Proyectos de Entidades (COSPE). El programa acompaña y apoya los procesos de autonomía de personas con conductas adictivas. Este apoyo garantiza una monitorización individualizada que, mediante un acompañamiento socioeducativo y emocional a la persona, permita conseguir los objetivos consensuados con su educador/a de referencia.
Entre estos objetivos, se encuentran los siguientes: potenciar el mantenimiento de la abstinencia y un estilo de vida saludable; reforzar el proceso de búsqueda de vivienda, si fuera necesario; promover la autonomía personal en su vida diaria; dar apoyo educativo y afectivo; favorecer la inserción social y laboral mediante una propuesta de actividades, así como favorecer la vinculación con la comunidad y supervisar que la persona asista a las visitas de seguimiento en su centro de atención y seguimiento a las drogodependencias (CAS) de referencia.
Durante el pasado año 2021, el número total de personas atendidas fue de 22, lo cual significa un aumento respecto al año 2020 y un aumento significativo en comparación a 2019, pues se ha doblado este dato. Este hecho generó la incorporación de dos personas más al equipo profesional para poder cubrir las necesidades de las personas usuarias del servicio.
Por otra parte, el número de mujeres atendidas fue de 9. En cuanto a los hombres, se atendió a 13. Cabe señalar que, si bien el número de hombres sigue siendo algo más alto que el de mujeres, desde el servicio se valora positivamente que el porcentaje sea en estos momentos prácticamente del 50%.
Asimismo, durante el 2021, se volvió a atender a un porcentaje alto de mujeres, víctimas de violencia de género. En este sentido, posiblemente el planteamiento más flexible del tratamiento (con respecto a otros servicios residenciales más normativos), facilitó el ingreso y la adhesión al mismo.
En cuanto al tipo de sustancias que motivaron el ingreso, en un porcentaje elevado de casos se debió al alcohol o bien al alcohol y a la cocaína, según los datos de los que se dispone.
El hecho de haber finalizado el año 2021 habiendo atendido al máximo de personas desde el inicio del programa, hace patente que el número de personas que recibe este servicio asciende significativamente cada año que pasa. Además, nos hace pensar en la necesidad de dar continuidad y consolidar este tipo de programa, enfocado plenamente a la autonomía de la persona, por lo que no podemos estar más satisfechos/as.