Alba nos cuenta que cuando finalice la situación de confinamiento, volverá a intentar hacer sus sueños realidad. Por su parte, Sara nos confiesa que siente haber discutido en algún momento con su compañera de piso pero que, en general, el confinamiento lo lleva bien. Y Nerea, todos ellas reciben nombres ficticios para mantener el anonimato, que una vez finalice el estado de alarma, quiere hacer muchas cosas. Entre otras, salir tranquila por la calle, poder disfrutar de un buen café en alguna terraza, pasear por la montaña, y comenzar una nueva vida, una nueva etapa de su vida… Son mujeres que residen en el “Espai Ariadna” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), servicio para mujeres drogodependientes y sus hijos e hijas, que sufren violencia de género, y en los pisos de violencia de género y adicciones del Consorcio de Barcelona, gestionados por nuestra entidad.
– ¿Desde cuándo residís en estos servicios?
Alba – Resido en el “Espai Ariadna” desde el 30 de mayo del pasado año. Me ofrecieron este recurso desde un centro de atención y seguimiento a las drogodependencias (CAS) al que acudía en Barcelona, lo cual agradezco muchísimo.
Sara – En mi caso, desde el 1 de septiembre del pasado año.
Nerea – Por mi parte, va a hacer ahora un año que llevo en tratamiento en este servicio.
– ¿Qué motivo o motivos os trajeron a residir en ellos?
Alba – Debido a la violencia que había sufrido en relaciones de pareja, y también por cuestiones relacionadas con las drogodependencias.
Sara – Me trajo hasta aquí la violencia de género y el consumo de alcohol.
Nerea – En mi caso, el consumo de diversas sustancias y la violencia de genero. El consumo porque era alto, mi vida era un caos, y ya no podía sostener más el día a día, debía acudir a un centro de ayuda… y también debido a la violencia de género, ya que tenía bastantes secuelas psicologías, y debía curarlas.
– ¿Cómo está siendo vuestro día a día durante el confinamiento?
Alba – Mi día a día durante el confinamiento transcurre de la siguiente manera: me levanto, tomo mi medicación, y después, tengo una sesión de tutoría con mi educadora referente, lo cual es muy importante para mí. Más tarde, realizo tareas domésticas (limpieza o cocinar la comida del día).
Entre semana, también tengo terapia con la psicóloga, ¡es muy necesario en estos tiempos!
Sara – En mi caso, está siendo fatal; estoy cansada de estar encerrada, pero lo llevo bien.
Nerea – Mi confinamiento está siendo bastante plano: hago mis tareas del piso (limpiar, cocinar…), leo, hago mis rutinas y ejercicios de autoestima, hablo con la psicóloga, tomo mi medicación… interiormente me encuentro animada, activa. Estoy en la tercera fase, es decir a punto de terminar mi proceso y esto me produce mucha fuerza interior para seguir adelante, estoy alegre. Además, practico zumba por las tardes y bollywood y esto me ayuda.
– ¿Ha supuesto mucho cambio en vuestro día a día respecto a la situación anterior al confinamiento?
Alba – Sí, la situación actual es bastante distinta a la anterior rutina que teníamos en el “Espai Ariadna”. Todas las tutorías y los grupos se realizan ahora a través de Skype, gracias a las posibilidades que nos ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación.
Sara – También ha supuesto mucho cambio para mí porque tenía varias citas médicas y me las anularon todas.
Nerea – Pues sí, ha supuesto un cambio respecto a la situación anterior al confinamiento, ya que antes salía a hacer mis gestiones, a ver a la trabajadora social y al INEM, concretamente a un curso de habilidades sociales bastante interesante, en el que trabajábamos la asertividad, la pasividad, la agresividad, las emociones… Para mí, y mi crecimiento personal, era muy importante asistir. Ahora no puede ser. También, tenía una red social más amplia, y ahora estoy sola con mis cuatro compañeras con las que comparto piso. Supone un gran cambio.
– ¿Cómo os encontráis anímicamente?
Alba – Yo, personalmente, me encuentro bien, aunque depende del día. A veces, es necesaria medicación “de rescate”, si bien es opcional. A ella recurro cuando tengo ansiedad, pero en general estoy estable.
Sara – Me encuentro muy bien.
Nerea – Antes me sentía más divertida, alegre… ya que estaba libre, libre de hacer todo lo que quisiera, excepto consumir. Libre de emociones, contenta y satisfecha del proceso que estaba llevando a cabo con cada gestión y trámite realizado, muy feliz de estar abstinente un año y cinco meses estando en la calle, encantada de tener ganas de volver a vivir, gracias al tratamiento. Anímicamente, me encuentro fuerte por fuera, pero he engordado ya que me han entrado ganas de comer durante el confinamiento, estoy con mucha fuerza positiva respecto a las emociones, me siento activa y con ganas de trabajar. Pero por las noches sufro algunas pesadillas en relación al consumo y eso me pone en shock, luego por la mañana me pongo nerviosa, con craving, tengo que pedir “un rescate” a las educadoras, si bien a medida que pasa el día, ya me encuentro mejor. A pesar de todo esto, estoy bastante animada y activa en el piso con mis compañeras, emocionalmente soy muy vulnerable y tengo que tener cuidado con estas pesadillas, ya que son síntomas de alarma y ya pronto finalizaré mi tratamiento, por lo que debo estar alerta ante las recaídas.
– ¿Y cómo os encontráis a nivel físico?
Alba – Podría mejorar un poco, haciendo más ejercicio, pero no siempre estoy motivada para ello.
Sara – Por mi parte, muy bien.
Nerea – En mi caso, pronto tengo una ecografía transtorácica cardiaca en el corazón, creo que no será nada, pero tengo que hacérmela.
– ¿Cómo es la situación general de las mujeres que estáis viviendo confinadas con vuestros hijos/as en el servicio?, ¿cómo lo estáis llevando en general?
Alba – Las mujeres con las que convivo están bien, aunque a veces hay conflictos de convivencia, pero es normal. Tratamos de tener una buena convivencia durante el confinamiento.
Sara – Nos apoyamos unas a otras. Mis hijos no viven aquí conmigo.
Nerea – Todas las mujeres que estamos confinadas lo llevamos de la mejor manera posible. Intentamos tener una buena convivencia, aunque ya nos llevamos muy bien, somos una familia, una piña, nos contamos cómo estamos, cómo nos encontramos… Nos ayudamos cuando necesitamos ayuda, nos reímos, también nos enfadamos… El confinamiento, el resto de mujeres, lo llevan como pueden: protegiéndose cuando salen a comprar, a veces tienen altibajos, preocupándose por el coronavirus siguiendo las noticias… Así es la situación general de las mujeres de mi casa. Una compañera mía es marroquina y está haciendo el Ramadán, ella está cumpliéndolo durante el confinamiento y es de admirar, solo quería comentarlo.
– ¿Estáis realizando actividades grupales durante estos días?, ¿de qué tipo?
Nerea – Las actividades grupales que realizamos me encantan y no paro de aprender de ellas. Tenemos la de “Autoestima” que es muy importante y valiosa para mí, aprendemos qué es y a valorarnos y querernos más. En la última clase, la educadora me felicitó por mis progresos y mis ganas de aprender todo sobre mi autoestima. La verdad es que me quedé parada y a la vez, encantada por las felicitaciones. En cuanto a “Prevención de recaídas”, se aborda desde el enfoque de la prevención para no recaer en el consumo. Es esencial en mi vida este grupo porque existe la posibilidad de recaer y necesito todas las técnicas, herramientas, como rutinas, tareas, ocupaciones… para no recaer en el consumo. Es esencial. “Violencia de género” es un grupo importantísimo para todas las mujeres, ya que se habla sobre el maltrato y las mujeres maltratadas. Yo soy una mujer psíquicamente maltratada y este grupo me ha ayudado a volver a pensar en positivo y a tener herramientas para que en un futuro no me vuelva a suceder lo mismo.
Alba – En mi caso, participo dos días a la semana en actividades grupales con otras mujeres. En concreto, en los grupos de “Autoestima” y de “Prevención de recaídas”. Además, también participo en el grupo de “reunión de convivencia”.
Sara – Hacemos las actividades vía Skype, asisto a los grupos de “Violencia de género” y de “Prevención de recaídas”.
– ¿Cómo está resultando la experiencia terapéutica, a través de las nuevas tecnologías?
Alba – En esta situación de confinamiento, las nuevas tecnologías nos van de maravilla, estoy satisfecha. Todos los grupos y terapias se realizan a través de Skype.
Sara – Por mi parte, además utilizo el móvil, ya que de tecnología no sé mucho más.
Nerea – Yo también uso el móvil y, además, el ordenador para hacer tutorías con mi educadora referente, y hablar con mi psicóloga y mi psiquiatra a través de Skype. El ordenador lo utilizamos para hacer reuniones generales con el director o actividades.
– ¿Qué destacaríais de estas actividades grupales?, ¿qué actividades os gustan más y por qué?
Alba – Me gusta mucho la dinámica de estas sesiones, se aprende muchísimo. ¿Las que más me gustan? ¡todas! Las encuentro muy necesarias.
Sara – En mi caso, participar en ambos grupos, “Violencia de género” y de “Prevención de recaídas”, es importante, ambos los necesito.
Nerea – Los grupos que más me gustan son el de autoestima y el de prevención de recaídas, porque el de autoestima es para mí esencial como mujer, para mí misma, para amarme más, y, sobre todo, para valorarme. Es una sesión en la que crezco internamente, me ayuda a conocerme más. En cuanto al grupo de prevención de recaídas, es importante para mí tener herramientas para no recaer, y en un futuro, acordarme de los consejos que nos ofrecen en las terapias, y, sobre todo, en las señales de alarma, para detectarlas.
– ¿Qué es lo que os gustaría hacer una vez finalice el estado de alarma?
Alba – Una vez terminada la pandemia, me gustaría que todas las personas cambiasen su perspectiva de las cosas y valoraran mucho más lo que es la vida. Cuando finalice la situación de confinamiento, volveré a intentar hacer mis sueños realidad, gracias a lo que he conseguido en este servicio.
Sara – Ir a la Iglesia Evangélica y dar gracias a Dios.
Nerea – Una vez finalice es estado de alarma, me gustaría ir a ver a mi padre que lleva “encerrado” desde el principio. También, salir tranquila por la calle, arreglar todas mis gestiones, poder disfrutar de un buen café en una terraza, pasear por la montaña, aunque ahora ya lo puedo hacer, ir a mi casa de fuera de Barcelona y disfrutar de la estancia, comenzar una nueva vida, una nueva etapa de mi vida…
– ¿Os gustaría comentar alguna cuestión más para finalizar la entrevista?
Alba – Hechos anecdóticos ocurren cada día, pero no recuerdo ahora mismo nada más a comentar.
Sara – Sí, que siento haber discutido en algún momento con mi compañera de piso. Y que quiero pedirles a todas mis compañeras perdón.
Nerea – Quiero decir que me ha encantado la entrevista, que he pasado un buen rato disfrutando de las preguntas, algunas me han removido por dentro, otras me han hecho pensar en mi pasado, en algunas he descargado muchas emociones… En fin, he tratado de expresar todo lo que pensaba y me he sentido cómoda. Gracias por este rato tan especial que he vivido.
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