El Piso de Reinserción de FSC es un recurso mixto, en régimen abierto, que trabaja en el mantenimiento y la consolidación de la abstinencia de personas con problemas de adicción a sustancias u otras dependencias. Nuestro objetivo se basa en la creación de un proyecto de inserción (personal, familiar, laboral, tiempo libre…) saludable. Se trata de un trabajo centrado en la persona y con la familia.
La familia forma parte activa en el tratamiento ofrecido desde este servicio, participando tanto de atenciones individuales como grupales. En relación con 2021, continuamos con un alto grado de ocupación de personas que pudieron acceder a plazas subvencionadas, mostrando la importancia de los recursos residenciales urbanos en las personas con problemas de adicción, más allá del estatus económico.
El perfil predominante atendido durante 2021 fue de hombres (84%), con una media de edad situada en los 34 años, solteros, que vivían con sus referentes familiares en el momento del ingreso (95,24%), con un nivel de estudios superior. Se trató de casos en los que las drogas principales que motivaron los ingresos fueron la cocaína y el alcohol (en un 62%).
El 60% de la población atendida presentó patología dual, ejemplificando las dificultades diarias que se fueron encontrando en el día a día, ante la consolidación de la abstinencia y la creación de un proyecto de autonomía saludable. Esto implicó la necesidad de un periodo de tiempo más largo para poder conseguir ambos objetivos.
Durante 2021, la situación sanitaria vivida desde dos años atrás, continuó influyendo en el trabajo realizado, dificultando la realización de actividades sociales, complicando el trabajo de habilidades relacionales y la creación de nuevas redes sociales, o con las restricciones existentes en el ámbito formativo. Esto implicó en algún momento la necesidad de un periodo de tiempo más largo de proceso o del trabajo del impacto emocional y psicológico del virus del COVID-19 en la población atendida. Asimismo, el porcentaje de personas que acabó tratamiento con una alta terapéutica continuó siendo muy elevado (70%).
Algunas de las salidas voluntarias del tratamiento, guardaron relación con la incertidumbre social y sanitaria en la que vivimos desde el 2019, junto con las dificultades para poder construir un proyecto de autonomía.
Por su parte, el equipo de profesionales del piso terapéutico continuó haciendo una importante tarea de formación de futuros profesionales, contando con estudiantes de diferentes disciplinas (psicología, educación social, integración social…), acompañándolos en su plan de formación.
Además, durante todo el ejercicio de 2021, participó una voluntaria que llevó a cabo un importante asesoramiento y acompañamiento a las personas atendidas en la búsqueda y creación de su trayecto de tiempo libre y ocio, apoyando ante las dificultades existentes.
Una de las claves de este año en la intervención, fue el poder contar con las nuevas tecnologías como medio terapéutico para comunicarnos con personas que han tenido que estar aisladas o quedarse confinadas en sus casas. Las videoconferencias, que permitieron poder participar digitalmente en las dinámicas grupales en esos momentos, fueron cruciales para poder darle continuidad al tratamiento.
Otro factor clave fue el poder contar con los equipos profesionales, tanto de la Comunidad Terapéutica “Riera Major” de FSC como también del equipo de psicólogos/as del SAP (Servicio de Atención Psicológica) de la Fundación Salud y Comunidad, ofreciendo su apoyo y colaboración durante todo el año.