La investigación encontró que tanto los adictos como sus hermanos no adictos muestran esas mismas diferencias en el cerebro. Y esto sugiere, afirman en la revista Science, que la adicción es en parte un «trastorno del cerebro» que es heredado. Pero agregan que esa vulnerabilidad heredada puede superarse.
El nuevo estudio, financiado por el Consejo de Investigación Médica (MRC) del Reino Unido, intentó responder a esa pregunta comparando los cerebros de 50 adictos a cocaína o crack con el cerebro de sus hermanos no adictos, que nunca habían utilizado las sustancias.
Encontraron que tanto los adictos como los hermanos no adictos tenían las mismas anormalidades en la región del cerebro que controla la conducta, los circuitos frontoestriatal.
Esto sugiere, dicen los científicos, que estos cerebros podrían estar «conectados» para la adicción desde el principio.
«Desde hace mucho se ha sabido que no todos los que toman drogas se vuelven adictos» explica a la BBC la doctora Karen Ersche, quien dirigió el estudio.
«Esto muestra que la adicción a drogas no es una elección de estilo de vida, es un trastorno del cerebro y necesitamos reconocerlo como tal», agrega. Sin embargo, en el estudio, los hermanos no adictos tenían una vida muy diferente a pesar de presentar la misma susceptibilidad.
«Sabiendo que hay hermanos y hermanas que no presentan problemas de adicción, esto nos dice que es posible superar esos problemas y que se puede tener un autocontrol en su vida diaria» agrega la investigadora.
El doctor Paul Keedwell, especialista en psiquiatría de la Universidad de Cardiff, afirma que «la adicción, igual que la mayoría de los trastornos psiquiátricos, es producto de la naturaleza y el ambiente».
«Necesitamos seguir a los pacientes durante un período para cuantificar el riesgo relativo de la naturaleza comparado con el del ambiente».
Es posible que las similitudes en los cerebros de los hermanos no se deban a la genética, dice el experto, sino a haber crecido en el mismo hogar.
La investigación sobre la relación entre la adicción y la estructura del cerebro, agrega, todavía no está terminada. El hallazgo, sin embargo, abre nuevas avenidas para el estudio de tratamientos.
«Si logramos comprender cómo los parientes de los adictos lograron no resultar ser influidos por una adicción seremos capaces de encontrar formas para evitarla» expresa el doctor Keedwell.
Por su parte el doctor David Branford, del Fondo de Salud Mental de Derbyshire, Inglaterra, expresa que el estudio «implica que la adicción no produce cambios notorios en la estructura y función cerebral, lo cual significa que puede haber una posibilidad de buscar nuevas técnicas de tratamiento para la adicción».
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Fuente: UNAD
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