Carmen Garcés López, de 65 años, se jubiló el pasado 11 de octubre. Sus últimos 8 años de trayectoria profesional, los ha pasado en el Servicio de Atención Psicológica (SAP) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, trabajando como administrativa, motivo por el cual le hemos querido hacer una entrevista. A FSC le agradece la oportunidad de haber formado parte de ella durante todos estos años y a sus compañeros/as del servicio, les anima a seguir con su entregada profesión, que tan necesaria dice que es para nuestra sociedad en una época en la que estamos tan expuestos a recibir grandes impactos emocionales.
– Ahora que te has jubilado, ¿cómo te encuentras?
Me encuentro bien. Estrenando aún esta nueva etapa… Feliz de haber llegado hasta aquí. Profesionalmente hablando, intentando adaptarme a esta nueva perspectiva del mundo y de la vida, en general. Se ven las cosas de otra manera, indiscutiblemente.
– ¿Recuerdas cuando empezaste a trabajar en la Fundación Salud y Comunidad?, ¿cómo fueron esos inicios?
Empecé a trabajar en el SAP hace 8 años, cubriendo el puesto de una de las administrativas que, en ese momento, estaba de baja por enfermedad. En principio, iba a ser una suplencia, pero acabaron concediéndole la incapacidad total y me quedé trabajando en el servicio.
– ¿Qué es lo que te atrajo de trabajar en el SAP?
Me gustó mucho que se tratara de un trabajo con un fin social. Suponía dar un giro de 180° a mi trayectoria profesional, ya que, a excepción de mi primer trabajo en un laboratorio farmacéutico, siempre había trabajado en comercio y distribución.
– Durante estos años, ¿en qué han consistido tus tareas laborales?
Han sido las propias del puesto de administración / recepción: atención telefónica, atención al usuario/a, agenda de visitas, realización de analíticas, gestión de pedidos, arqueo diario de caja, arqueo mensual de la caja de gastos, revisión mensual del mantenimiento del recurso, gestión del correo electrónico, proceso de altas y bajas de usuarios, realización de la memoria anual, y muchas otras tareas que conlleva el funcionamiento del SAP, donde la afluencia de usuarios/as es constante.
– ¿Qué balance haces de todos estos años en el servicio?
El balance de mi paso por el SAP es de 10. Ha sido la mejor forma y lugar de acabar mi trayectoria profesional. Mis compañeras y compañeros lo saben, porque siempre les he hecho partícipes de esa realidad. He trabajado en diferentes empresas durante estos 50 años de actividad laboral y siento que el SAP ha sido la que más cerca ha estado a mi forma de ver la vida.
– En este sentido, ¿qué aprendizaje te llevas de todos estos años?
Sin duda alguna, el de haber tomado conciencia de la importancia de la salud mental, así como de la problemática de las adicciones. Todo lo que se haga es poco. Por ello, me he marchado admirando profundamente a los/as profesionales que se dedican a ayudar al usuario/a a conseguir una vida estable y a recuperar la ilusión para seguir adelante.
– ¿Qué logros personales o profesionales te enorgullecen más durante tu tiempo de trabajo en la entidad?
En mi caso, siempre ha prevalecido lo personal sobre lo profesional. Forma parte de mi forma de ser. Por eso, mi mayor logro, ha sido llevarme el cariño de mis compañeros/as, a los que agradezco de nuevo todos los buenos ratos compartidos durante todos estos años.
– ¿Quieres comentarnos alguna anécdota o momento especial que te haya sucedido durante estos años?
Después de mucho pensarlo, creo que la más significativo fue mi primer día de trabajo en el SAP. Llegué a pensar que no sería capaz de retener en mi cabeza tantas caras y nombres de usuarios/as, así como de ejecutar mil tareas a la vez, que es la tónica habitual del servicio. Me animé a seguir intentándolo al día siguiente y, cuando quise darme cuenta, ya estaba inmersa en la «maravillosa locura» que es el SAP.
– ¿Qué recomendación harías a las personas que hayan empezado hace poco su trabajo en la entidad?
Le diría que pongan el corazón en su trabajo. Al margen del puesto que ocupen, absolutamente todas las personas que formen parte de FSC se deben a los usuarios/as que cruzan sus puertas pidiendo ayuda, y entiendo que eso es lo que debe prevalecer, el buen trato y la empatía para con estas personas.
– ¿A qué te vas a dedicar en esta nueva etapa?
Me gustaría hacer muchas cosas. Pero las prioritarias serían, retomar el hábito de leer al ritmo que a mí me gusta, retomar también el ejercicio físico que abandoné durante la pandemia y viajar. Pero, como buena géminis que soy, me encontraré con nuevas cosas durante el camino, y querré descubrirlas todas.
– Para finalizar la entrevista, ¿quieres aprovechar para decir algunas palabras que quieras compartir con tus compañeros/as y la entidad, en general?
Sí, a FSC, agradecerle la oportunidad de haber formado parte de ella.
A mis queridas compañeras y compañeros, como ya les dije cuando nos despedimos, confirmarles que les llevo en el corazón para siempre y animarles a seguir con su entregada profesión, que tan necesaria es para nuestra sociedad en esta época en la que estamos tan expuestos a recibir grandes impactos emocionales, y con los que hay que aprender a batallar.
El Centro de Acogimiento de Menores de Sopuerta, servicio de titularidad de la Diputación Foral…
En el marco del 25N, los servicios residenciales de adicciones de la Fundación Salud y…
Nuestra entidad ha finalizado con buenos resultados el proyecto ICREA (Iniciativa para la gestión del…
Desde hace más de 22 años, Jordi Morillo, natural de Barcelona y afincado en la…
El I Congreso Internacional de Acogimiento Familiar Especializado, organizado por Redes AFE – FICE Spain…
Mi nombre es Mario Pozuelo y trabajo en la Fundación Salud y Comunidad (FSC) como…