El Colegio de Psicólogos de Madrid señala la ansiedad, irritabilidad y problemas de conciliación del sueño como algunas de las consecuencias.

Parece que estar obsesionado con la videoconsola es más peligroso de lo que parecía, y es que se ha demostrado que la adicción a los videojuegos presenta síntomas psicológicos similares a los que sufren los alcohólicos y drogadictos.

Concretamente, así lo ha asegurado el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid y experto en adicciones, José Antonio Molina, que indica que estos síntomas los comparten «casi todas las adicciones»

Entre los síntomas más llamativos, Molina destaca la «dificultad para conciliar el sueño por la sobreactivación del cerebro o por el síndrome de abstinencia», algo que está ligado a «la ansiedad, la irritabilidad y la ira».

No obstante, Molina especifica que el consumo de sustancias adictivas provoca en el organismo situaciones que no ocurren en la adicción a las nuevas tecnologías. Por ejemplo, asegura que la retirada del alcohol genera en los alcohólicos «efectos como ‘delirium tremens’ o temblores», algo que no pasa con los más obsesionados con las videoconsolas.

Pero, a pesar de todo, el experto ha señalado también que todo depende de la responsabilidad con la que se juegue con estos productos, ya que, si se usan de manera lúdica «pueden ser un complemento más a las diferentes áreas de la vida de las personas». El problema, a su juicio, se crea «si se tiene una dependencia», ya que esta persona cada vez tendrá que jugar durante más horas. «Empezará a interferir en sus tareas vitales», apostilla. Sin embargo, Molina señala que sólo se produce adicción «si pasan seis meses o un año se puede hablar de que se tiene un problema».

Los síntomas en menores

Para el experto, los síntomas de los menores son varios. En primer lugar afirma que «comenzarán a relacionarse menos con sus amigos, a flojear en los estudios y a estar menos comprometidos a nivel familiar». Además, señala que se producirá «una pérdida de control», que provocará que el joven pase de entretenerse un rato, a descuidar otras actividades lúdicas.

A su vez, Molina destaca que existen dos tipos de personas más propensas a convertirse en adictos: las susceptibles y las que tienen una menor capacidad para anticipar consecuencias futuras. Sin embargo, también considera candidatos a estar «enganchados» son los ciudadanos con déficit en habilidades sociales, ya que «les cuesta más comunicarse y se aislan en los videojuegos como refugio».

Soluciones

Para solucionar estos problemas, el profesional descarta los fármacos porque la psicología «tiene herramientas y técnicas suficientes». Así, confirma que, «aunque cada persona es un mundo, lo primero que hay que hacer es una valoración para ver si, además de su adicción, presenta otros problemas».
El experto descarta el uso de fármacos para trata la adicción
Tras ello, es necesario realizar un control de estímulos, que consiste en «intentar controlar los tiempos de utilización del videojuego y en fomentar otras actividades», señala. Además, la familia debe procurar que el viedeojuego esté en un lugar visible de la casa «para que el paciente no se aísle y pase horas y horas jugando».

Los familiares, dentro del proceso

Precisamente respecto a los familiares, el experto asegura que éstos «en ocasiones tienen un sentimiento de victimización y se preguntan qué han hecho mal». Por ello, y tal y como describe en su libro ‘SOS…Tengo una adicción’, el miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid subraya que es muy importante intervenir sobre ellos.

Según su criterio, además de consejos en relación al paciente, «muchas veces necesitan una terapia específica para ellos porque se ven muy influidos por la situación». Con ella «consiguen una ventilación emocional porque las adicciones se suelen ocultar», concluye Molina.

Fuente: Europa Press