Hacer publicidad de bebidas alcohólicas en Madrid en lugares en los que hasta ahora estaba prohibido va a ser posible gracias a una modificación legislativa que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, tiene previsto aprobar en los próximos días.
Fuente: El País (ELENA G. SEVILLANO)
La Ley de medidas fiscales y administrativas que acompaña a los presupuestos de 2012, conocida como ley escoba porque se utiliza para introducir todo tipo de reformas legislativas esquivando la tramitación ordinaria, permitirá anunciar bebidas alcohólicas de menos de 20 grados en lugares en los que está prohibida su venta, suministro y consumo. Hasta ahora, la ley madrileña de drogodependencias y otros trastornos adictivos, de 2002, lo impedía expresamente.
La ley escoba modifica el artículo 28.1, en el que se detallan los lugares en los que «se prohíbe expresamente la publicidad, directa o indirecta, de bebidas alcohólicas y tabaco». Entre ellos, «en todos los lugares donde esté prohibida su venta, suministro y consumo». Con la nueva redacción se añade una excepción: «Esta prohibición no afecta a la publicidad exterior de bebidas que obtienen su graduación mediante fermentación de la uva, manzana o cereales y cuya graduación no supere los veinte grados centesimales». Es decir, que Aguirre permitirá anunciar vino y cerveza, entre otras bebidas alcohólicas, en la calle.
Actualmente no existe una legislación estatal común acerca de la publicidad del alcohol. Cada comunidad autónoma la regula a su manera. Elena Salgado, ministra de Sanidad entre 2004 y 2007, trató de aprobar una controvertida Ley del alcohol en la que se limitaban los anuncios de las bebidas de fermentación natural (vino, cerveza y sidra) con el objetivo de prevenir su consumo entre los menores de edad. Redactó dos anteproyectos, pero nunca salió adelante por la oposición de la industria del vino y de la cerveza. Y también de las comunidades autónomas con mucha producción vinícola, tanto socialistas como populares, recuerda Manuel Oñorbe, director general de Salud Pública en esa época.
La única normativa de carácter estatal que trata la cuestión de la publicidad en la vía pública es la Ley General de Publicidad, de 1988, que prohíbe los anuncios de alcohol en los lugares donde no está permitida su venta o consumo, sin distinción de graduación. Es decir, lo mismo que la ley madrileña, al menos hasta ahora. «Ahora mismo la Comunidad de Madrid está llena de vallas con anuncios de bebidas alcohólicas de alta graduación. Hay más de ron y ginebra que de cerveza», asegura el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales. Madrid nunca ha cumplido su propia legislación, añade.
La AUC ha presentado «centenares» de denuncias a la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. «Nos contestaban diciendo que cuando iba un inspector el anuncio ya no estaba, pero se presentaban dos meses después de la denuncia», relata. «Son maniobras dilatorias para no aplicar la ley». Perales considera la modificación legislativa «un retroceso». «En lugar de avanzar en la normativa para que haya mayor protección de los menores, aquí se hace todo lo contrario», asegura.
El Tribunal Supremo prohibió la publicidad de alcohol en la calle en una sentencia del 3 de enero de 2011. Daba la razón a la AUC, que había denunciado la presencia de enormes vallas publicitarias de una marca de whisky en plena Castellana y en el Paseo de La Habana. El fallo considera «publicidad ilícita prohibida» los anuncios en base precisamente al artículo de la Ley de Drogodependencias regional que ahora modifica Esperanza Aguirre. La norma «prohíbe expresamente la publicidad directa o indirecta de bebidas alcohólicas y tabaco en todos los lugares donde esté prohibida su venta, suministro y consumo», asegura la sentencia. Y como la venta y consumo de alcohol en la calle está prohibida en la vía pública, tampoco se puede hacer publicidad en la calle, concluye. «Ni siquiera una sentencia del Supremo ha conseguido que Madrid acate la ley», se lamenta Perales.
«Hemos hecho distinción entre bebidas de alta y baja graduación en este asunto», dio ayer por toda explicación un portavoz de la Consejería de Sanidad. A la pregunta de por qué se ha permitido la publicidad de cerveza y vino, aseguró: «Porque se ha permitido».