Desde la investigación científica, se afirma que la cohesión es uno de los factores terapéuticos más importantes. Se concibe como una propiedad grupal que se manifiesta en las personas en forma de sentimientos de pertenencia y atracción hacia el grupo (Molero et al. 2017).

Al respecto, señalan que Roak y Sharah (1989), a propósito de un estudio realizado, encontraron que la cohesión grupal estaba positivamente relacionada con la confianza hacia las otras personas del grupo, la empatía, la importancia de compartir sentimientos, así como la aceptación de los valores, sentimientos y problemas. Otra investigación posterior, realizada a través de un análisis de regresión múltiple, demostró que la confianza era la variable que mejor predecía la cohesión grupal.

Por otra parte, en un metaanálisis reciente, Burlingame et al. (2011) revisaron 30 estudios empíricos y hallaron que la cohesión en el grupo terapéutico estaba positivamente relacionada con la reducción de síntomas y con la mejora de las relaciones interpersonales. Asimismo, la relación entre cohesión y resultados positivos era mayor en grupos terapéuticos que duraban más de 12 sesiones, integrados por entre 5 y 9 personas (Molero et al. 2017).

De acuerdo con Vargas et al. (2020), la confianza es un fenómeno cognitivo y una actitud afectiva que refleja el optimismo hacia alguien de que la persona de confianza se sentirá motivada favorablemente por la idea de que contamos con ella. Por tanto, implica confiar en una persona y ser digno de confianza.

Además, señala que “cuando la confianza interpersonal asume que las motivaciones de la persona de confianza son benevolentes y afectuosas, adquiere una cualidad emocional que se extiende más allá de las meras expectativas” (Vargas et al. 2020).

En el Área de Adicciones, Género y Familia de la Fundación Salud y Comunidad (FSC)  contamos con un circuito de atención global, compuesto por diferentes servicios especializados que se complementan.

En estos servicios, tanto residenciales como ambulatorios, el gran peso del tratamiento está basado en el trabajo grupal. “Más allá de poder ‘economizar’, ya que en un mismo momento se hace intervención con muchas personas, el ‘efecto espejo’, el poderse identificar con el otro/a, el poder empatizar, el ponerse en la piel de la otra persona, que podría ser tu madre, tu padre, tu hermano/a, tu hijo/a… tiene un poder que va más allá de la cognición y del puramente aprendizaje teórico. Para que ello se cumpla, los grupos son abiertos, cambiantes, flexibles, libres de juicios y adaptados a las personas que van entrando en los mismos. Todos los grupos son conducidos por profesionales, que guían, orientan y facilitan la participación de todas las personas del grupo”, matizan desde el Área de Adicciones, Género y Familia de FSC.

En este sentido, otra de las ventajas del trabajo grupal que se lleva a cabo en estos servicios es el gran valor del compartir. En los grupos, espacio de confidencialidad, se comparten experiencias y sentimientos de manera abierta, combatiendo el aislamiento con el que muchas personas se han ido encontrando a lo largo de su adicción. El grupo ofrece este espacio de conexión y de sentimiento de pertenencia. A la vez, es un espacio de aprendizaje de las experiencias de las otras personas y de responsabilidad compartida. El modelado de comportamientos positivos y el éxito de las demás personas, pueden alimentar la esperanza y la creencia en la posibilidad de recuperación.

En resumen, la cohesión y el trabajo grupal son esenciales en el ámbito de las adicciones, en el que FSC desarrolla parte de su labor, ya que proporcionan un entorno de apoyo, comprensión y aprendizaje compartido que puede ser fundamental en el viaje hacia la recuperación y la prevención de recaídas.

 


  • Molero, F., Gómez, A., García-Ael, C., Lois, D. (2017). Psicología de los grupos. UNED.
  • Vargas, I., Soto, S., Hernández, MJ., Campos, S. (2020). La confianza en la relación profesional de la salud y paciente. Revista Cubana de Salud Pública, 46(3), e1575.
  • Burlingame, G. M., McLendon, D.T. y Alonso, J (2011). Cohesion in group therapy. Psychotherapy, 48 – 32-42.
  • Roark, A.E. y Sharah, H. S. (1989). Factors related to group cohesiveness. Small Group Behavior, 20, 62-69.