La Organización Mundial de Salud (OMS) ha reconocido a Barcelona como la primera ciudad española amigable con los mayores, y ha entregado la distinción a su alcalde, Jordi Hereu, en la inauguración de la III Convención ‘Las voces de los mayores de Barcelona’.
Ante más de 900 ancianos, el director del programa de envejecimiento de la OMS, John Beard, ha resaltado que la ciudad debe estar orgullosa y ha expresado «un sueño»: que los mayores barceloneses estén más conectados a Internet y hablen con los hispanoamericanos.
Beard ha recordado que la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores empezó con Nueva York, en un contexto de crecimiento de los mayores: en pocas décadas el mundo habrá pasado de 14 millones de habitantes de más de 80 años a los 400 en 2015, de los cuales 100 en China.
En declaraciones a los medios, Hereu ha reclamado «blindar» las políticas relacionadas con la Ley de la Dependencia y la de servicios sociales pese a la crisis, y ha advertido de que con otro Gobierno municipal –en referencia a CiU– las de mayores serían «mucho más regresivas».
El segundo teniente de alcalde y responsable de Acción Social y Ciudadanía, Ricard Gomà, ha recordado que el Consell de la Gent Gran nació en 1990 como órgano participativo y consultivo, y ha destacado que tratan de que los ancianos tengan «una trayectoria de envejecimiento digno».
Los mayores presentarán tres declaraciones en la III Convención: sobre la crisis y el riesgo de exclusión social, en que exigen mayor calidad de vida; su trato en los medios de comunicación, y los derechos y deberes de los dependientes.