Unos gramos de arte...
“Solo unos gramos de arte pueden salvarnos de la angustia, del desamparo". La frase forma parte de un proyecto de arquitectura efímera en paisajes culturales desarrollado en Alicante en mayo de este año. Hacemos nuestro ese texto para contar, con mucha intuición y pocas palabras la experiencia de acompañar a un museo de la ciudad a un grupo de participantes de los programas residenciales y de servicios externos del Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar de Alicante, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad y de titularidad municipal.
La crónica, escrita por nuestra compañera Pino Ortega, técnico auxiliar educativo, es esta:
“...y el día 20 de octubre, nos salvamos y nos empapamos (literalmente), de arte bajo la lluvia.
Disfrutamos de varias colecciones contemporáneas en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, participando del programa de visitas y talleres educativos para fomentar la experiencia crítica de ser espectador de arte, de observar la obra de forma transversal y sobre todo, de disfrutar mirando.
Y disfrutamos, mirando y creando nuestra propia obra de arte en papel, que dejamos en el museo hasta la próxima visita.
Una experiencia diferente y motivadora para todos, que nos ayudó a encontrar la conexión del arte con la vida cotidiana...”.
Esta iniciativa es solo un ejemplo del compromiso colectivo y transversal de los diferentes equipos de intervención del servicio en un doble movimiento de apertura: abrir la ciudad de Alicante al centro y abrir el centro a la ciudad.
Salir afuera, por poner otro ejemplo, a través del recién creado taller de ocio autogestionado promovido por Sonia desde el área educativa, o las ya consolidadas salidas de ocio, piscina o playa que dinamizan Javi, Miguel y Jorge.
Traer adentro mediante la apertura gratuita a cualquier ciudadano interesado del taller de yoga que imparte Pedro, nuestro enfermero.
Afuera de nuevo a través de la progresiva implementación de estrategias de seguimiento comunitario sobre las que Cristina, Mª José y ahora Vanesa vienen trabajando.
Otra vez hacia dentro, impulsando el establecimiento de vínculos institucionales para la captación de voluntariado cualificado por parte de Irene.
Afuera, fomentando la presencia de Isabel, nuestra actual psicóloga en sustitución temporal de Mª Cruz, en diversos eventos universitarios.
Dentro, gracias al buen hacer de Amalia que nos permitió invitar a Mª José San Román, todo un referente gastronómico, como jurado de honor en el concurso de arroces de nuestra jornada anual de convivencia.
Y muchos más afueras, y muchos más adentros, y muchas más compañeras y compañeros a los que nombrar aquí sería largo. En definitiva, abrir, respirar la ciudad, dejarnos ver, continuar, consolidar, reinventar, escribir al fin una pequeña crónica urbana de cómo en el Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar nos planteamos el difícil arte de pasar de sufrir la calle... a hacerla nuestra.
Fidel Romero Salord.
Director del Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar- Alicante.
Un estudio concluye que los efectos beneficiosos del tratamiento en el Centro de Día de Adicciones de FSC se mantienen 25 años después
Un trabajo de seguimiento a antiguos usuarios/as del Centro de Día de Adicciones de L'Hospitalet de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) que hicieron tratamiento en los años comprendidos entre 1990-1995, muestra una disminución global del consumo de drogas (heroína, alcohol y cocaína) y una mejora de las relaciones familiares, la salud y la situación laboral. También se observa que las conductas delictivas disminuyen tras el tratamiento.
La investigación, realizada como tesis del Máster de Drogodependencias de la Universidad de Barcelona por María José Santiago, ha consistido en una evaluación cualitativa del impacto a largo plazo del tratamiento de la adicción en usuarios/as que han pasado por este servicio, transcurridos 20-25 años desde el inicio del mismo.
Para poder realizar este estudio, se localizó a usuarios que hubiesen recibido tratamiento durante los años establecidos, y a partir de ahí se les hizo una entrevista sobre cuestiones laborales, educativas, sanitarias y familiares. También se recogió su valoración sobre el impacto que tuvo en ellos realizar un tratamiento de este tipo en este centro y su satisfacción general con el recurso. Esta información se recogió en un cuestionario.
La muestra inicial contó con un total de 611 usuarios que se confirmó recibieron tratamiento en el centro desde 1990 hasta 1995. A partir de esta muestra, se creó una base de datos que recogía información relevante para la búsqueda posterior del usuario.
Por otra parte, se determinó otro criterio de inclusión y exclusión en la selección final de la muestra consistente en haber recibido tratamiento como mínimo durante 2 meses y medio (aproximadamente 75 días), al considerar que es un tiempo en el que se pueden llegar a establecer cambios en la vida de los usuarios/as.
Comprobadas las dificultades de poder contactar con estas personas vía telefónica después de tantos años, se planteó utilizar el modo de contacto a través de los profesionales y entidades que establecieron alguna colaboración con el servicio durante esos años y que aceptaron colaborar.
Entre estas entidades, se contactó con la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y con los siguientes servicios gestionados por nuestra entidad: el Centro de Atención y Seguimiento (CAS) en Drogodependencias de Brians I, el Servicio Tutelar “Amb Tu”, el Club Social “Relaciona’t” y el Programa de Intervención con Drododependientes (PID) de “La Modelo” de Barcelona. También se contactó a usuarios/as vía redes sociales, localizándose un total de 96 vía Facebook.
Según señala la psicóloga María José Santiago, se han realizado muy pocos estudios previos similares a este. Existe uno llevado a cabo en las Comunidades Terapéuticas de la Fundación Salud y Comunidad (2011), en el que se evaluaron las mismas variables, pero con un seguimiento de 1-10 años después del tratamiento, obteniendo resultados similares. ”Se observó una disminución global del consumo; y que las relaciones familiares, la salud, la situación laboral habían mejorado y las conductas delictivas habían disminuido a lo largo de los años después del tratamiento en la comunidad”, explica María José Santiago.
La mayoría de estudios de seguimiento se centran en evaluar el impacto del tratamiento en los últimos 12 meses pero no a largo plazo, como es el caso de este estudio de usuarios/as tratados en el Centro de Día de Adicciones de L'Hospitalet de FSC.
El servicio abrió sus puertas en 1989, se trata del primer centro de día de Cataluña de atención a las drogodependencias. El tratamiento ofrecido en el centro se divide en dinámicas grupales, atención individual y busca favorecer la inserción sociolaboral de los usuarios/as.
"Una carta para ti", nuevo proyecto intergeneracional del área de mayores de FSC
Este programa se enmarca en una época en la que la comunicación escrita en papel entre las personas es signo de otros tiempos, algo desconocido entre los niños y que merece que conozcan y exploren, un intercambio en el que la letra nos hablaba de sentimientos y sensaciones transmitidas a través del papel, donde el tiempo dilataba las respuestas y las personas esperaban pacientemente…
La vieja correspondencia epistolar se va diluyendo en estos tiempos entre los numerosos medios tecnológicos de los que disponemos y el arte de escribir cartas va quedando poco a poco reducido a una minoría. Hemos perdido la cuenta del tiempo que ha pasado desde que abríamos con emoción contenida aquellas cartas en nuestros buzones de casa, de aquellas postales que enviábamos también, asociadas a los viajes y a las vacaciones de verano.
Por ello, en la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras (Gerona), gestionada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y perteneciente al Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, hemos empezado una aventura a cuatro bandas, en la que un niño y una persona mayor que no se conocen van a escribirse con otro niño y otra persona mayor que se encuentran en otra ciudad.
Nuestro objetivo es amplio, pues queremos crear una relación entre varias personas que no se han visto nunca y cuyas circunstancias vitales pueden ser similares. Y queremos que la mano que escriba esta carta y quien se la lea al mayor, sea un niño o una niña.
Las relaciones con las personas mayores aportan beneficios para los niños que fortalecen su autoestima y sentimiento de valía, percibiendo de modo más positivo tanto a las personas mayores como el proceso de envejecimiento en sí, mejorando su rendimiento escolar, y disminuyendo su implicación en actos violentos.
Los mayores aprovechan estos encuentros intergeneracionales que ayudan a reducir los síntomas depresivos, resolviendo con mayor eficacia los problemas, aumentando la vitalidad, ampliando las oportunidades de seguir aprendiendo, desarrollando nuevas amistades, incrementando su autoestima y motivación, y haciéndose más fuertes para afrontar las adversidades.
La ONU reconoce en las conclusiones de la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en el 2002 en Madrid, la necesidad de fortalecer la solidaridad entre las generaciones y las asociaciones intergeneracionales. Esta solidaridad intergeneracional es menor en las personas que viven en las residencias ya que, según la Encuesta sobre Condiciones de Vida de los mayores realizada en 2004, tan solo el 31,4% de los mayores había tenido relación con niños todos los días o casi todos los días, disminuyendo este intercambio intergeneracional hasta el 3,8% en mayores que viven en residencias.
La comunicación escrita entre las personas data de muy antiguo. El uso del correo ha abarcado a todos los aspectos de la vida de las personas, se ha utilizado para comunicarse en periodos de paz y en la guerra. Para transmitir noticias buenas y penosas. Y para hacer amigos, aproximarse al otro y descubrir realmente quién es, y también para hablar de sentimientos. La correspondencia juega con las ventajas que aportan la distancia y la reflexión…
Todo ello se convierte ahora en una gran aventura que desde la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” se va a promover y a acompañar.
El Programa LÀBORA recibe el Premio JOVÉ por su trabajo en la reinserción laboral de personas en riesgo de exclusión social
El pasado 15 de octubre, este proyecto recibió un galardón en reconocimiento a su labor social en la promoción de la inserción e integración laboral de los colectivos más vulnerables de Barcelona. El programa está impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y cuenta con la colaboración de las entidades sociales, representadas por ECAS (Entidades Catalanas de Acción Social), FEICAT (Empresas de Inserción de Cataluña), Cruz Roja Barcelona, y del tejido empresarial de la ciudad. La Fundación Salud y Comunidad (FSC) es una de las entidades que participa en este programa.
Nuestra compañera de FSC Sandra Tatay recogió el premio durante el transcurso de la Gala de los Premios JOVÉ, en representación del Ayuntamiento de Barcelona, ECAS, FEICAT y Cruz Roja, acompañada de Joan Solà, representante de la dirección del Programa LÀBORA.
Se trata de un proyecto de responsabilidad social para el fomento del empleo de las personas con dificultad de acceso al mercado laboral. El programa vincula a la empresa para que pueda formar parte de un proyecto que favorece la igualdad de oportunidades entre la ciudadanía.
El trabajo en red entre los Servicios Sociales y un equipo de profesionales permite ofrecer asesoramiento y apoyo en la selección del mejor perfil y acompañar a la persona candidata de manera individual en su adaptación al nuevo puesto de trabajo. Gracias a este proyecto, las organizaciones encuentran el perfil profesional que mejor encaja con sus necesidades de contratación laboral, siguiendo criterios de ocupación por competencias.
El director general de Casa JOVÉ, Xesco Canyelles, destacó durante la entrega de este premio que "por encima de todo está dedicado a las personas que lo hacen posible, personas que son golpeadas por la realidad y que con fuerza y con pasión se revelan y cambian".
Casa JOVÉ colabora con el Programa LÀBORA a través de la inserción de colectivos en riesgo de exclusión social, y cuenta actualmente con 3 participantes de este programa contratados en plantilla.
Por su parte, Teresa Roigé, directora del proyecto, señaló que "las empresas comprometidas como Casa JOVÉ, que comparten activamente la misión y valores del programa, representan uno de sus ejes claves para conseguir generar nuevas oportunidades para personas que las necesitan y que les permitan demostrar lo que valen, a pesar de determinadas circunstancias vitales".
IMMA: nuevo proyecto de FSC con mujeres en situación de prostitución en Castellón
Nuestra entidad va a iniciar en breve un nuevo proyecto en esta ciudad, gracias a una subvención concedida por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana. Se trata del Programa IMMA, un proyecto que se plantea dar una respuesta de proximidad a las mujeres en situación de prostitución callejera para facilitar su inclusión social plena.
El impacto de la violencia (física y psicológica) existente en torno al ejercicio de la prostitución en la calle repercute negativamente en la salud mental y física de estas mujeres, así como en su inclusión social plena, viéndose vulnerados a menudo sus derechos fundamentales. En muchas ocasiones estas mujeres carecen también de una información adecuada.
Este programa parte de una experiencia piloto realizada por profesionales de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en 2013, en la que se observó que se realizaban intervenciones puntuales con estas mujeres, mientras que ellas demandaban un apoyo más global, también de carácter psicosocial, estando en su mayoría fuera de los sistemas de protección social y sanitaria.
El proyecto consiste en una atención sobre el terreno en las zonas de ejercicio de prostitución femenina, combinada con la atención en un centro fijo, tanto para asistencia social y psicológica, como para una atención sanitaria especializada. “Nuestro servicio está acreditado como centro sanitario por la Conselleria de Sanidad, y recientemente hemos habilitado la sala médica para poder realizar también una adecuada atención a la salud sexual y reproductiva”, explica Belén Sánchez, directora del Programa IMMA.
En estos momentos se está realizando un proceso de coordinación con los recursos implicados en la zona, para articular respuestas diversificadas que incrementen las oportunidades de inclusión y salud de las mujeres que se encuentran ejerciendo la prostitución en las calles y huertas de Castellón. El programa centra sus esfuerzos también en captar a usuarias con las que poder trabajar posteriormente.
Según reconoce Belén Sánchez, en Castellón se encuentran ante situaciones de exclusión importantes, complejas y multiproblemáticas. Entre ellas, destaca la falta de accesibilidad a los recursos sociosanitarios por parte de estas mujeres, la desinformación, el aislamiento y sometimiento a redes de trata de personas con fines de explotación sexual, los riesgos asociados al consumo de drogas, la falta de acceso a medios de protección de su salud, etc. “En el ámbito sanitario, por ejemplo, nos encontramos con una mayoría de mujeres de nacionalidad extranjera en situación administrativa irregular, sin tarjeta sanitaria que les permita acceder al sistema sanitario público. En el ámbito de la salud sexual y reproductiva tienen un acceso limitado a los medios de prevención y de seguimiento ginecológico”.
Con este proyecto, esperamos poder ofrecer una atención sociosanitaria de calidad a mujeres que se encuentran en situación de exclusión y/o dificultad social por su vinculación con la prostitución y que necesitan apoyo para iniciar un proceso de cambio. “Para ello se necesitan medios y la implicación de las administraciones públicas, como es en este caso la de la Generalitat Valenciana”, destaca la directora del Programa IMMA.
Los CIBE de Valencia y Castellón abrirán los fines de semana gracias a una subvención de la Generalitat Valenciana
300 personas se van a ver beneficiadas durante este año de la apertura en fin de semana de los CIBE de Valencia y Castellón, dispositivos para drogodependientes de la Fundación Salud y Comunidad, gracias a una subvención concedida por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana. Se trata de una ayuda para la financiación de actuaciones en materia de acción comunitaria por importe de 36.290,38 €.
Esta ayuda permite dar continuidad a la cobertura de necesidades básicas, soporte sociosanitario e intervención psicosocial durante los fines de semana y festivos, ya que “esta intervención especializada en personas con elevado abuso de drogas no se está realizando desde ningún otro dispositivo ni en la ciudad de Valencia ni en la de Castellón, lo cual se ha puesto en valor”, explica Belén Sánchez, directora del CIBE de Castellón.
El programa "Obrint Portes" está dirigido a personas mayores de 18 años en situación de exclusión social severa, muchas de ellas sin hogar, que tienen asociado el consumo de alcohol y drogas, lo que las convierte en especialmente vulnerables. En concreto, centra sus actuaciones en aquellas personas a las que se les esté tutelando y dispensando diariamente, mediante tratamientos directamente observados y medicación para sus diferentes patologías.
Según afirma la directora del CIBE de Castellón, “teniendo en cuenta estas circunstancias, desde que ambos servicios, el CIBE de Valencia y el de Castellón, comenzaron su andadura, se inició, entre otras intervenciones, un Programa de Tratamientos Observados Directamente, así como de Tutela de Medicación para Personas Sin Hogar. Observamos que debido a las diversas circunstancias derivadas de su situación de dependencia, vivir en espacios públicos o viviendas inseguras e inadecuadas, les era muy difícil tomar correctamente el tratamiento. También, guardarlo en un sitio seguro y en condiciones adecuadas, sufriendo sustracciones o pérdidas frecuentes las diversas medicaciones al tener que llevarlas consigo durante todo el día”.
Hasta hace unos años ambos servicios tenían un amplio horario de apertura (de lunes a domingo incluidos festivos) que permitía llevar a cabo estos programas de supervisión. A lo largo de este tiempo desde los mismos se ha comprobado que la toma de medicación directamente observada:
- Reduce el abuso de la medicación psiquiátrica y el consumo de drogas.
- Incrementa la aceptación de los tratamientos, tanto psicofarmacológicos como del resto de patologías.
- Mejora la estabilidad de las patologías, lo que posibilita trabajar con las personas usuarias a otros niveles:
- Mejora las habilidades sociales y disminuye el aislamiento social.
- Permite la inclusión de estas personas en la red de asistencia social y sanitaria.
- Facilita la ruptura de la exclusión residencial grave.
- Evita pérdidas y robos de la medicación, en las personas en situación de sin hogar.
- Permite una estabilidad de la patología adictiva.
Sin embargo – afirma Belén Sánchez- “durante los últimos años ambos centros se han visto obligados a reducir su horario de atención debido a los continuos recortes que desde el 2012 se han llevado a cabo, lo que ha obligado a cerrar nuestros servicios los fines de semana y los días festivos, dejando de cubrir las necesidades básicas, sin apoyo sociosanitario e intervención psicosocial a decenas de personas que tiene como referente los centros de Castellón y Valencia, debido a las particularidades del perfil atendido”.
Gracias a esta subvención, la propuesta de estos servicios va a poder seguir realizándose, en consonancia con el Plan Estratégico Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020, y especialmente con las siguientes líneas de actuación:
- Eliminar barreras que obstaculizan el acceso a los servicios y a las prestaciones sociales.
- Mejora de los recursos dirigidos a las personas sin hogar y
- Aplicación del método de gestión de caso para garantizar el necesario acompañamiento social.
Reflexiones en torno a la guarda y custodia compartida
En los últimos años se ha puesto “de moda” la guarda compartida en los supuestos de separaciones y/o divorcios y se han escrito ríos de tinta sobre sus beneficios para los y las menores. Posicionándome, desde un punto teórico, a favor de la guarda compartida como la expresión lógica de una sociedad igualitaria en la que hombres y mujeres asumen por igual el rol cuidador de sus hijos e hijas durante la unión o convivencia y, por lo tanto, continúan asumiéndolo tras la separación, debemos cuestionarnos si la totalidad de las guardas compartidas que se pactan entre los progenitores o se acuerdan judicialmente a fecha de hoy, responden a ese paradigma de sociedad igualitaria y al consagrado principio del “interés superior del menor”.
Cuando estudiaba 1º de Derecho, recuerdo que una de las primeras cosas que me explicaron es que las leyes son un reflejo tardío de los cambios que se producen en la sociedad. Sin embargo, el análisis de la guarda compartida desde la perspectiva de género me lleva a pensar que en esta materia se ha producido un efecto boomerang. Si hacemos un breve repaso a la evolución histórica de los criterios para la atribución de la guarda y custodia de los hijos menores, veréis a qué me refiero.
La Ley de Matrimonio Civil de 18 de junio de 1870, que introduce por primera el matrimonio civil en España preveía, para los supuestos de divorcio (lo que hoy en día llamaríamos separación, puesto que el matrimonio se consideraba indisoluble, disponiendo que “el divorcio no disuelve el matrimonio, suspendiendo tan solo la vida en común de los cónyuges y sus efectos”) que los hijos quedaran bajo la potestad del cónyuge inocente, “si bien la madre mantendría a su cuidado, en todo caso, a los menores de 3 años”.
El Código Civil español, en su inicial redacción de 1889, determinaba, en los supuestos de nulidad y de divorcio que “la madre tendría a su cuidado, en todo caso, a los hijos menores de 3 años”.
La ley republicana de divorcio de 2 de marzo de 1932, que introdujo por breve espacio, hasta el 23 de septiembre de 1939, el divorcio como causa de disolución del matrimonio, establecía en la misma línea que “la madre mantendría a su cuidado en todo caso, salvo que la sentencia dispusiera otra cosa, a los menores de 5 años”.
La Ley de 24 de abril de 1958, que da nueva redacción a los artículos del Código Civil sobre nulidad y separación, determina que “los hijos e hijas menores de 7 años estarán, hasta que cumplan esta edad, al cuidado de la madre”.
La Ley 30/81, de 7 de julio, la conocida como “Ley del divorcio”, supone el primer punto de inflexión en esta tendencia automática a atribuir la guarda de los hijos menores a la madre como figura incuestionable llamada a asumir el rol cuidador en la familia y pasa a introducir el principio del interés superior del menor: “La separación, la nulidad y el divorcio no eximen a los padres de sus obligaciones para con los hijos. Las medidas judiciales sobre el cuidado y educación será adoptadas en beneficio de ellos, tras oírles si tuvieran suficiente juicios y siempre a los mayores de 12 años”. No obstante este avance, se mantenía en su art. 159 la preferencia de atribución de los hijos e hijas menores de 7 años al cuidado de la madre, “salvo que el juez, por motivos especiales, proveyere de otro modo”.
No es hasta la Ley 11/1990, de 15 de octubre, de reforma del Código Civil, que se suprime el criterio de preferencia materna, con el fin de “eliminar las discriminaciones que por razón de sexo aún perduran en la legislación civil y perfeccionar el desarrollo normativo del principio constitucional de igualdad”, consagrado en el art. 14 de la Carta Magna, pasando así de una concepción patriarcal de la maternidad en la que se presumía que la madre, por el simple hecho de ser madre, estaba mejor capacitada que el padre para la crianza y cuidado de los hijos y las hijas, a una concepción neutra en la que se presume que ambos progenitores están igual de capacitados, debiendo prevalecer, sobre cualquier otro criterio, el del interés superior del menor.
La máxima expresión de este avance legislativo es la preferencia por la guarda compartida sobre el sistema de guarda individual, establecida de forma expresa, por ejemplo, en la legislación catalana.
Cada día son más las sentencias que establecen sistemas de guarda compartida.
Al principio de este artículo, hablaba del efecto boomerang de la actual legislación. Es evidente que formalmente la regulación de la atribución de la guarda y custodia de los hijos menores ha dejado de ser una regulación patriarcal para pasar a ser una regulación igualitaria. Pero, a criterio de quien escribe, no se da la máxima de que la evolución legislativa haya sido el reflejo tardío de la evolución social.
Seguimos estando en una sociedad patriarcal, y en los servicios que atendemos a víctimas de violencia de género somos testigos, día tras día, de cómo, en muchos casos, bajo los convenios reguladores que atribuyen guardas compartidas, subyace una manipulación del hombre sobre la mujer para mantener el control de la misma a través de los hijos e hijas o una forma de eludir las obligaciones económicas derivadas de la pensión de alimentos. Recordemos que son muchas las mujeres que no presentan denuncia contra sus agresores y que la legislación solo prevé mecanismos de corrección para la atribución de guardas compartidas en los casos de violencia denunciados y condenados o en que existan indicios fundados de violencia.
Además, se está haciendo un peligroso paralelismo al entender que el interés superior del menor pasa por mantener siempre el contacto máximo con ambos progenitores.
Finalizo el artículo con la primera definición de igualdad que me enseñaron en la Universidad: “Igualdad es tratar igual lo que es igual y desigual lo que es desigual”. La guarda compartida, como concepto igualitario en una sociedad igualitaria, es irreprochable. Pero a la hora de aplicarla, jueces y tribunales deberían no perder de vista que nuestra sociedad, a día de hoy, es formal pero no realmente igualitaria y que solo en los supuestos de relaciones igualitarias previas a la ruptura se dan las condiciones óptimas para establecer una guarda compartida.
Leonor Valencia
Directora del SIE-Mataró Maresme, servicio del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC).
Ante la proposición de ley en Cataluña que regule las asociaciones de consumidores: "Más que prohibición necesitamos prevención en la regulación del cannabis"
El coordinador del Área de Prevención de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), Otger Amatller, junto a otros especialistas, compareció el pasado día 10 de octubre en el Parlamento de Cataluña, en el que se está tramitando la proposición de ley de las asociaciones de consumidores de cannabis. Su comparecencia se centró en la importancia de la prevención y en la reducción de riesgos y daños, un enfoque que ha de acompañar esta propuesta de ley.
“Más derechos, sí, menor prohibición también, pero sin duda en el caso del consumo de drogas, van a ser fundamentales una serie de recursos y herramientas para poder dar respuesta a posibles riesgos o problemas que pueda acarrear este consumo. La presión social es cada vez mayor y las consecuencias de la situación de ilegalidad cada vez más evidentes. Necesitamos más prevención”, señalaba tras su comparecencia.
Las preguntas y opiniones de buena parte de los grupos parlamentarios se hicieron con un interés real de querer ordenar y solucionar muchos de los problemas que viven actualmente los clubs cannábicos y los consumidores de cannabis, en particular.
En opinión de Otger Amatller, “parece muy positivo que los mismos clubs se quieran involucrar en la salud de sus propios usuarios, pero la responsabilidad última recae en la Salud Pública. Son las administraciones las que han de definir y dotar de herramientas y recursos para que estas nuevas políticas de drogas supongan muchos mayores beneficios que desventajas, ya sea directamente o delegando esta tarea a determinadas entidades especializadas”.
Según el coordinador del Área de Prevención de FSC, “no se trata de una tarea simple ni libre de polémica, pero el Parlamento de Cataluña parece que está dispuesto a asumir ese riesgo. De modo que bienvenidas sean esas propuestas valientes que desde el ámbito político cuestan tanto de aparecer y que desde el ámbito técnico son tan necesarias como el aire que respiramos”. En sus propias palabras, ahora ya no solo queda gestionar y ordenar, sino ir más allá para prevenir y orientar.
¿Dónde queda la coherencia del sistema judicial en la intervención con las mujeres y las hijas e hijos en posibles situaciones de maltrato?
El sistema judicial, en ocasiones, ofrece a los niños y adolescentes y también a la mujer escasa o nula protección del padre cuando se dictamina un determinado régimen de visitas.
¿Hasta qué punto las expectativas del rol materno están condicionadas por este sistema judicial?
Cuando las mujeres pueden contrastar su experiencia de maltrato con información precisa sobre el tipo de violencia machista, pueden conectar con un sufrimiento que muchas veces ha sido sesgado por desconocimiento. Conocer su realidad en todas las dimensiones las empodera, las fortalece en el futuro, permite que se alejen de una persona que les ha hecho daño, y pueden reconocer hasta qué punto les ha dañado.
De la misma manera, el hecho de que las madres puedan integrar la información realista sobre lo que significan los malos tratos infantiles, más allá del reconocimiento de una agresión física o psicológica directa o visible hacia los niños, niñas y adolescentes, permite que sintonicen con el sufrimiento vivido por ellos.
Sabemos que los malos tratos también tienen lugar cuando un padre no satisface las necesidades emocionales, ignora afectivamente, rechaza (incluso antes del nacimiento), cuando pone de manifiesto la escasa o nula capacidad de protección, igualmente cuando manipula, consume o deja al alcance sustancias tóxicas, cuando hay violencia ambiental brutal (aunque no toque directamente al niño), o cuando agrede a la madre con el hijo en brazos.
Cuando un niño o una niña te explican: “cogió una pala de hierro y me dio en la cabeza, cogió una sierra para pegar a mi madre y me puse en medio, ¿qué tengo que esperar de mi padre?”, conectar con este sufrimiento de las hijas e hijos, permite cuestionarse esta “parentalidad” o, por lo menos, es necesario velar por la forma en que se realizarán las visitas con estos niños y adolescentes.
¿Qué pasa cuando ante todo eso se dicta un régimen de visitas totalmente incoherente? Con un padre que prácticamente no ha convivido con el niño, y este está en fase de lactancia, se marcan dos/tres días semanales de visitas y a los dos meses siguientes ya se incorpora la pernocta, cuando la madre es quien lo tiene que llevar al domicilio paterno, y/o están acogidos en un Servicio de Acogida y Recuperación (lejos del domicilio paterno).
¿Qué protección estamos dando a estos niños y adolescentes? ¿Por qué ante posibles situaciones de maltrato se dan unos regímenes de visitas que no velan por la protección de estos niños y/o adolescentes?
¿Por qué no se utilizan los recursos que tenemos, como los Servicios Técnicos de Punto de Encuentro antes de exponer a los niños y adolescentes a posibles situaciones de riesgo y/o de desprotección?
Realmente es necesario pensar en qué decisiones se toman a nivel judicial, y es necesario tener conocimiento sobre los malos tratos infantiles, la violencia machista y el impacto de la exposición a la violencia, sea directa o indirecta en los niños y adolescentes.
Hablamos de una realidad compleja donde la atención tiene que abarcar todos los ámbitos de actuación, teniendo en cuenta el momento en que se encuentran y las necesidades de cada familia.
Es necesario un trabajo interdisciplinar y en red, para dar respuestas a los retos actuales. Necesitamos avanzar de manera coordinada en las diferentes áreas (social, psicológica, legal, educativa, sanitaria...); debemos evitar las contradicciones en la atención y es necesaria una eficaz colaboración entre los y las profesionales y todas las instituciones, porque sus respuestas afectan, a nivel directo y/o indirecto, a la recuperación y reparación del daño vivido en las mujeres, niños y adolescentes.
Mª José Martínez y Encarna Palomares
Buenos resultados de los cuestionarios de satisfacción de 2016 del Taller Sociolaboral de FSC
El Taller Sociolaboral de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha presentado recientemente los resultados de los cuestionarios de satisfacción de 2016. La acogida, la claridad de la información transmitida o la atención profesional siguen obteniendo las máximas puntuaciones. Otro dato significativo es que la valoración general del recurso por parte de los usuarios obtenga en un 70% de los casos la puntuación de 10.
El objetivo de la realización de estos cuestionarios es evaluar cuestiones como la calidez y profesionalidad de la relación terapéutica, la importancia del grupo y el vínculo que se establece entre las personas usuarias, la valoración del ambiente como punto de partida para trabajar la autoestima y otras habilidades personales, la confortabilidad del espacio, etc. Los participantes han expresado su valoración sobre los servicios ofrecidos en el taller y sus instalaciones, a través de una serie de respuestas cerradas y algunos campos abiertos. Este año la muestra ha estado integrada por 10 personas que contestaron a estos cuestionarios durante el mes de septiembre del presente año.
Los resultados revelan que el 50% de los usuarios/as no cuenta con demasiada información cuando se dirige al servicio. Por ello, la entrevista inicial que se realiza en una primera toma de contacto es fundamental para motivarlos y que participen en el mismo.
Uno de los datos más relevantes que hemos extraído y que nos anima a seguir trabajando en la misma dirección es que la totalidad de personas encuestadas valora la acogida, el primer contacto profesional y la claridad de la información
transmitida con la máxima puntuación.
La atención profesional se evalúa también este año con una puntuación máxima. Según señala Sandra Gasca, coordinadora del Taller Sociolaboral de FSC, “se valoran, entre otras, cuestiones como la manera en la que facilitamos la integración al taller y al grupo, el apoyo y comprensión que ofrecemos en el proceso personal de cada participante o la confianza que encuentran en nosotros para podernos contar sus preocupaciones”.
Otras cuestiones muy bien valoradas por parte de las personas usuarias que participan en el taller son el descubrimiento que hacen de nuevas capacidades o aptitudes y el trabajo realizado con ellas en relación con la constancia, la rutina y el orden, la tolerancia a la frustración y la paciencia. “Todo ello directamente relacionado con los problemas que presentan las personas con adicciones”, afirma la coordinadora del Taller Sociolaboral de FSC.
La actividad desarrollada en el taller obtiene también buenos resultados, destacando como muy claras las indicaciones ofrecidas por los profesionales a los usuarios/as en la realización de manualidades.
También obtienen una buena valoración las instalaciones, incluyendo el mobiliario o el baño, así como la ubicación y el entorno del servicio. “Curiosamente, aunque el recurso no se encuentra en una zona nada céntrica, sino más bien en un barrio con unas características particulares, el 73% de los usuarios valora la ubicación y el entorno como correctos y el 80% opina que la accesibilidad con transporte público es buena también”, afirma Sandra Gasca.
En este sentido, añade que “resulta interesante que en el primer contacto señalen que la distancia es una dificultad, si bien posteriormente hacen una valoración positiva de la ubicación del servicio. Seguramente hay aspectos que se relativizan una vez se le ha encontrado una clara utilidad al hecho de asistir al recurso”.
El Taller Sociolaboral es un espacio muy valorado por las personas que lo utilizan y esto se traduce en los buenos resultados de estos cuestionarios. La coordinadora del servicio reconoce que es muy importante registrar y analizar los comentarios y mejoras que les puedan proponer los usuarios/as para mantener el nivel de calidad deseado. “Su opinión es importantísima, ya que la intención con la que se realizan determinadas acciones puede no entenderse o producir el efecto contrario al deseado. Conocer su opinión no es solamente una cuestión de calidad del recurso, sino una forma de optimizar esfuerzos viendo qué es lo que valoran más y qué es lo que echan de menos. Siempre hemos tratado de atender sus propuestas de mejora. Nos parece muy significativo que a la pregunta abierta referida a qué cambiarían del recurso, el 60% conteste que nada”.