ENCAIX inicia el año con la renovación de la Junta Directiva y la definición del Plan Estratégico 2015-2019
El pasado mes de octubre se convocaron elecciones para renovar la Junta Directiva de ENCAIX (Asociación de entidades tutelares de atención a la Salud Mental). Nuestra compañera de FSC, Andrea Valls, coordinadora de los servicios de Salud Mental, fue designada secretaria de la asociación. FSC es miembro de la Junta Permanente de esta entidad desde el año 2010.
Las elecciones se realizan cada 4 años con carácter renovable en sesión plenaria por parte de las entidades que forman parte de ella, todas ellas especializadas en la atención a personas con un diagnóstico de Salud Mental e incapacitadas judicialmente.
La Junta Directiva quedó configurada de la siguiente manera:
- Presidencia: Victoria Monell, gerente de Fundació Malalts mental de Catalunya.
- Vicepresidencia: Silvia Balinyo, gerente de Fundació Nou Camí.
- Secretaria: Andrea Valls, coordinadora de los servicios de Salud Mental de la Fundación Salud y Comunidad.
- Tesorería: Enric Cardús, gerente de Fundació Pere Mata.
La participación de FSC en esta red data de 2010, fecha en la que, a través del Servicio Tutelar, formalizamos nuestra vinculación. El trabajo conjunto de las distintas entidades ha trazado un recorrido de la red caracterizado por la capacidad de interlocución con las distintas administraciones implicadas en los procesos de incapacidad y tutela, y la amplificación de la voz de las personas incapacitadas judicialmente.
En la actualidad, ENCAIX representa el conjunto de entidades catalanas dedicadas a la tutela de personas con un diagnóstico de Salud Mental. Las entidades vinculadas representan a más de la mitad de personas incapacitadas en el conjunto del territorio, aglutinando a más de 3.000 personas tuteladas.
Existen dos plataformas más de representación del sector tutelar en Cataluña:
- Coordinadora tutelar: Tutelas de personas con diagnóstico principal en discapacidad intelectual.
- La tutela: tutela de personas de Tercera Edad.
En el momento actual, y ante los diferentes cambios políticos y económicos, distintos sectores de atención a colectivos en situación de vulnerabilidad, se encuentran ante cambios y restricciones que ponen en peligro la continuidad de los servicios. Por parte del sector tutelar, nos encontramos ante un momento de cambio ante la modalidad de colaboración con la Administración.
A lo largo de 2015, se redefinirá el modelo de atención tutelar que impera en Cataluña desde hace casi 20 años, la subvención, para pasar al concierto, como opción preferente por parte de las entidades y el Departamento de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya, como modelo que garantice la atención a las personas incapacitadas.
En ese sentido, ENCAIX se constituye como una red que, sin duda, tendrá un papel relevante. Por un lado, en las negociaciones con las distintas administraciones, con el fin de consensuar y determinar un modelo de atención que suponga la incorporación de las entidades tutelares en la atención social especializada de manera definitiva. Y, por otro lado, ante la posibilidad de generar oportunidades y nuevas formulas de colaboración con la administración y otros agentes clave.
El pasado mes de enero, en la sede de la Fundació Lluís Artigues en Barcelona, entidad que forma parte de esta asociación, se realizó la primera de una serie de sesiones de trabajo dirigidas a diseñar el plan estratégico para los siguientes 4 años. Este plan seguirá las perspectivas del “cuadro de mandos” (Recursos Humanos, procesos internos, área comercial y económica) y orientará las distintas acciones de la red, optimizando su funcionalidad, aumentando su capacidad de interlocución y potenciando la visibilidad del sector.
Iniciamos el año con elevada actividad en distintas direcciones y, por ello, ENCAIX se plantea la posibilidad de orientar la tarea desarrollada hacia un mayor y mejor grado de especialización y profesionalización, y a definir claramente cuál será la ruta a seguir para alcanzar nuestros objetivos.
Andrea Valls,
Coordinadora de los servicios de Salud Mental.
FSC participa en la presentación del programa "Vincles" del Ayuntamiento de Barcelona
La fundación norteamericana Bloomberg Philanthropies premió el pasado 17 de septiembre el proyecto “Vincles BCN”, destinado a combatir el aislamiento social de las personas mayores. La capital catalana consigue de este modo cinco millones de euros para desarrollar este plan, después de imponerse a las propuestas de otras 154 ciudades de toda Europa.
El galardón se enmarca en el concurso “Mayors Challenge” de la fundación impulsada por Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York. “Vincles BCN” recurre a las nuevas tecnologías para crear una red de apoyo a las personas mayores. Con la dotación del premio, al Área de Calidad de Vida, Igualdad y Deporte del Ayuntamiento de Barcelona podrá sufragar parte del proyecto. Los otros 10 millones de euros necesarios saldrán de las arcas municipales. Según declaró Maite Fandos, teniente de alcalde de Calidad de Vida y concejala de Gràcia, esta aplicación permite hacer un seguimiento y mejorar la seguridad y la independencia de las personas mayores.
El pasado 5 de febrero, el Ayuntamiento de Barcelona celebró las jornadas “Construïm Vincles” para presentar este proyecto y la prueba piloto que se está realizando entre 20 usuarios/as de la ciudad de más de 75 años y con un cierto grado de dependencia. A la jornada se invitó a todas las entidades, colegios profesionales, asociaciones, etc. de la ciudad para poder conocer de primera mano impresiones, y aportar ideas y conocimiento a este proyecto. En representación de la Fundación Salud y Comunidad, asistieron el subdirector del Área de Atención a la Dependencia, David González; la directora de las Viviendas con Servicios para Personas Mayores de Barcelona “Concilio de Trento I”, Silvia Salinas, y la directora de las Viviendas con Servicios para Personas Mayores , también situada en Barcelona, “Concilio de Trento II”, Mari Carmen Navas.
La asistencia a estas jornadas por parte de un integrante del equipo directivo del Área de Atención a la Dependencia de FSC se debió, principalmente, a que desde esta área se está estudiando en estos momentos la posibilidad de llevar a cabo iniciativas I+D en el ámbito de la atención domiciliaria de las personas mayores. Una iniciativa en la que nuestra entidad, en consorcio con una importante empresa tecnológica, pondría a prueba, mediante una prueba piloto, la aplicación de tecnología avanzada en la atención domiciliaria de este colectivo, ya que la experiencia de nuestra organización y el número de casos atendidos nos permite ser un verdadero “laboratorio social” en el que probar nuevas modalidades de atención.
El programa “Vincles” pretende romper el aislamiento social de las personas mayores y mejorar su calidad de vida mediante soluciones tecnológicas. A través de dispositivos adaptados, una tableta y un teléfono móvil (con iconos grandes, sistema táctil y a través de voz), los mayores pueden comunicarse con su entorno más cercano, haciendo llamadas, compartiendo fotografías o enviando correos. La aplicación también es muy útil para mantener el contacto con los/las profesionales de la salud y los servicios sociales. De esta forma, este proyecto cogenera resultados significativos que mejoraran el envejecimiento.
Además de las redes sociales y empresariales, se crea un nuevo concepto de red, “La Red de cuidado, de salud”. También es innovadora la idea del uso que se hace de la tecnología, en el sentido ya no de solucionar una dificultad ya existente, sino de utilizar una tecnología de éxito que se adapta a las necesidades de la personas.
Barcelona ya dispone de un servicio de atención domiciliaria para personas dependientes que utilizan unos 19.000 usuarios/as con visitas regulares de trabajadores sociales. También, existe un servicio de teleasistencia para responder a las emergencias de las personas aisladas, que cuenta ya con 70.000 usuarios/as. Otros dos proyectos involucran a la comunidad en la detección de casos de aislamiento (Programa Radares) y en aligerar las cargas de los cuidadores (Programa de Respiro Familiar).
Barcelona es la sede del encuentro mundial de referencia “Mobile World Congress”, que reúne a las principales empresas y profesionales del sector de telecomunicaciones móviles. Desde 2006, Barcelona se convierte una vez al año, y durante cuatro días, en el escaparate mundial de la tecnología móvil.
Por otra parte, el pasado año Barcelona fue “Capital Europea del Voluntariado”, una iniciativa del Centro Europeo del Voluntariado (CEV). No es exagerado decir que el voluntariado está en el ADN de la ciudad.
Volviendo al programa “Vincles”, a través de círculos de confianza personalizados y conectados (círculo de voluntarios, círculo de profesionales y círculo de proximidad), se mejora la seguridad y la independencia de las personas mayores. Un círculo de confianza o red personal, consiste en un grupo de personas que se unen para dar soporte a un usuario/a, en relación a un reto fruto que se le pueda plantear. Los miembros de la red son invitados a participar por la persona mayor o por su “shadow” (sombra), que sería la persona de referencia y de proximidad del mayor, la que estaría en el centro de “una diana” de red social. Esta persona se compromete formalmente a hacer “un seguimiento” de la persona mayor. Es la primera que detectaría una situación anómala y/o de crisis.
“Vincles” es una innovación social que supone un cambio de enfoque, de individual a colaborativo, en un sistema de atención personal. Promueve sinergias entre el sector formal (los profesionales) y el sector informal (familia, amigos, vecinos). Esto mejora significativamente la atención, rompiendo barreras y creando servicios para el bienestar de las personas aisladas.
El programa va dirigido principalmente a las personas de 75 años de edad o más; residentes que vivan solos y que tengan 65 años o más; personas dependientes con discapacidad; personas que tienen enfermedades crónicas; o simplemente personas que se sienten aisladas y a las que un profesional ha recomendado este programa. Las personas en los círculos de proximidad o redes personales son usuarios/as secundarios.
En Barcelona viven más de 300.000 personas de 65 años o más, de las que unas 100.000 superan los 80 años de edad.
¿Empoderamiento sin comunidad?
La persistencia de unas estructuras sociales desiguales, y el acceso restringido tanto a los bienes y servicios, como a la participación efectiva en las decisiones que afectan a la comunidad, hace que los conceptos técnicos que se manejan en las intervenciones, a menudo, se vayan vaciando progresivamente de contenido. Pasan muchas veces a formar parte de unos lugares comunes, modas o muletillas, que dicen poco de la realidad que afrontamos quienes trabajamos en la atención directa, y mucho de las formas de construcción del consenso social mediante el que se perpetúan las estructuras culturales, políticas y técnicas que legitiman determinado orden de cosas.
Este podría ser el caso del uso que hacemos del término "empoderamiento" (traducción del "empowerment" anglosajón). En un principio, el término surgió de las experiencias de Educación Popular durante los años sesenta en Latinoamérica, en un contexto sociopolítico y un estadio de los procesos de modernización, en distintos países, muy concretos. Las experiencias educativas de Paulo Freire, y las luchas de comunidades por mantener sus formas de vida frente al proceso de industrialización y modernización, dieron lugar a este término que resumía un fenómeno mucho más concreto y "pegado a la tierra": el fortalecimiento de las comunidades frente a procesos de desposesión en muchas ocasiones violentos.
En un segundo momento, cuando estos procesos se encontraban mucho más avanzados y las comunidades locales, para sobrevivir, requerían de la Cooperación al Desarrollo (ofrecida por los mismos países que habían propiciado la destrucción de sus lazos sociales), se empezó a utilizar el "empoderamiento" en un sentido distinto. Ahora, no se trataba tanto de una defensa de las comunidades frente al desarrollo económico, sino de alzarse como protagonistas de ese mismo desarrollo, tomando en sus manos los instrumentos de la economía de mercado para que sirviese a los intereses de sus comunidades. De este modo, la línea fronteriza entre lo que se denominaba "empoderamiento" y los procesos de cooptación de líderes comunitarios como interlocutores de los intereses económicos dejó de estar clara.
El cambio era significativo, y expresaba la situación geopolítica de las economías dependientes (o "subdesarrolladas" desde el punto de vista occidental) en el contexto de los años ochenta y noventa, con una economía mundial cada vez más integrada a escala global.
Finalmente, el "empoderamiento", que se refería a las comunidades, y no tanto a los individuos, que partía de un cuestionamiento de las estructuras de poder y de la defensa de unos valores comunitarios frente a los procesos de desarticulación social, se comenzó a utilizar en el ámbito de las intervenciones individuales, dentro de organizaciones empresariales y del coaching, y más centrado en las capacidades individuales de promoción y autoconcepto. Se fue vaciando así de su contenido crítico y comunitario, y sustituyó paulatinamente a términos de uso más corriente como "motivación" o "fomento de la iniciativa".
En el ámbito de las personas sin hogar, se hace muy problemático hablar de "empoderamiento", por cuanto la comunidad de referencia es aquello que ha desaparecido y el sujeto, por sí solo, no puede reinventar una comunidad con la que "empoderarse". Son las relaciones de vecindad las que definen, en primera instancia, quién forma parte de la comunidad. Por ello, el desarraigo y la situación de carecer de un domicilio estable, hace que la utilización del término "empoderamiento" esté descentrada y no remita a ninguna práctica concreta. En el marco de los procesos de exclusión residencial, por tanto, oscurece más que aclara las perspectivas para una intervención profesional.
Por lo general, cuando hablamos de empoderamiento dentro de este marco de referencia, en realidad nos estamos refiriendo a lo que podemos entender como motivación para el cambio o refuerzo de la autoestima, que son objetivos, si se quiere, menos ambiciosos y que no apuntan al cambio en las estructuras sociales y al cuestionamiento de las relaciones de poder en un contexto local determinado.
Esto no quiere decir que no se pueda actuar desde la perspectiva del refuerzo comunitario en otros ámbitos que desbordan la atención individual, de cara a la motivación. El empoderamiento, entonces, pasaría por dotar de instrumentos a los servicios que trabajan con personas sin hogar para fomentar el asociacionismo entre quienes se ven inmersos en procesos de exclusión residencial, propiciar el debate público en torno a las políticas de vivienda y su acceso restringido en el mercado libre, desarrollar herramientas de comunicación propias (publicaciones, espacios en los medios de comunicación locales, participación en ámbitos académicos, charlas de sensibilización, etc.) y, finalmente, recuperando el valor crítico del concepto "empoderar", facilitar que las personas inmersas en procesos de exclusión residencial se constituyan como sujetos políticos en la defensa de sus derechos fundamentales, como el acceso a una vivienda digna.
Juan M. Agulles
Sociólogo, educador del Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar de Alicante.
El Ministerio de Empleo renueva y amplía su apoyo a la iniciativa "Picasso Project" de FSC
El Programa de Jóvenes de la Dirección General de Migraciones, dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, ha renovado en 2015 su apoyo al Proyecto Picasso de la Fundación Salud y Comunidad para llevar a cabo, desde enero a junio de este año, actividades de orientación laboral a jóvenes españoles/as de entre 18 y 35 años que se encuentren en las regiones alemanas de Baviera y Baden-Württemberg.
El pasado año, la delegación de Picasso Project en Baviera contó con el apoyo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social mediante una subvención que permitió orientar gratuitamente a 150 jóvenes españoles/as en situación de búsqueda activa de empleo en esa región alemana.
En 2015, ese apoyo no sólo ha sido renovado, sino que ha sido ampliado para que Picasso Project pueda extender su ámbito de actuación a la zona de Baden-Württemberg. Además, la Fundación Salud y Comunidad, consciente de la demanda existente en otras regiones de Alemania, ha decidido iniciar acciones de orientación laboral en la región de Hesse con la colaboración de Die Wegweiser.
Tras un mes desde la reanudación del programa en Baviera y su inicio en Baden-Württemberg, ya se han inscrito cerca de 100 jóvenes en las diferentes actividades organizadas por Picasso Project. En este sentido, el proyecto prevé orientar este año a más de 500 jóvenes españoles/as en su búsqueda de una oportunidad laboral en Alemania.
¿En qué consiste la orientación que ofrece Picasso Project en Alemania?
Los profesionales de Picasso Project en Alemania desarrollan una serie de actividades encaminadas a mejorar las oportunidades laborales de los jóvenes españoles/as que buscan empleo en el país germano. Estas acciones se concretan en:
- Análisis personalizado del perfil profesional y el diseño de posibles itinerarios profesionales a seguir.
- Información clave acerca de las herramientas y recursos para la búsqueda activa de empleo en Alemania.
- Apoyo en la gestión de trámites diversos como la homologación y traducción jurada de titulaciones, gestiones con la Seguridad Social y/o acceso a becas y prestaciones.
- Apoyo individualizado en la traducción y mejora de la carta de motivación.
- Curriculum Vitae de acuerdo con los estándares alemanes.
- Entrenamiento personalizado en alemán para superar entrevistas de selección en Alemania, atendiendo al perfil profesional del candidato.
- Apoyo en la búsqueda de empleo y/o prácticas profesionales relacionadas con su formación y perfil profesional.
Todos los candidatos cuentan en todo momento con el apoyo de un/a orientador/a profesional alemán hispanohablante, que guía su proceso de búsqueda de empleo.
Una encuentra de satisfacción realizada a los participantes del proyecto durante 2014, mostró que más del 85% de los jóvenes que acudieron a Picasso Project valoraron positivamente la orientación y formación recibida.
La Fundación Salud y Comunidad y el equipo de profesionales de Picasso Project quiere agradecer la confianza de la Dirección General de Migraciones del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y espera seguir mejorando la calidad de sus servicios para apoyar a todos aquellos jóvenes españoles que se encuentren en Alemania buscando una oportunidad laboral.
Amores incondicionales que no conocen edad
“Si hay algo realmente universal entre los seres humanos del planeta, ya sean de distinta raza, sexo, país, condición o religión, es el amor. Un poderoso sentimiento que nos invade por completo con una fuerza incontrolable y que, por fortuna, tampoco entiende de edades, puesto que el ser humano es capaz de amarse hasta el último instante de su vida…”. Así comienza el reportaje dedicado a dos parejas de enamorados, usuarios/as de la Residencia y Centro de Día de Elda “El Catí”, gestionada por FSC y de titularidad de la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.
La revista “Vivir en Elda”, en su último número de febrero, y con motivo de la celebración de San Valentín, ha querido hacerse eco de las historias de amor de Felicidad Rubio y Mariano Arberola, y de Elena Domenech y Francisco Rodríguez, historias que nos han conmovido y que queremos compartir también con vosotros. Unos amores, como se describe en el reportaje, que fluyen mucho más allá de la mera demostración física y que, a su vez, suponen un firme compromiso para cuidar el uno del otro y apoyarse en todo lo necesario hasta el final de la vida, superando las vicisitudes de la propia edad.
En el mes de julio de 2006, Felicidad ingresó en “El Catí”, y poco después entabló una bonita amistad con Mariano, hablaban sobre religión porque ambos pertenecen a la Iglesia Evangélica y pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común. La primera vez que salieron juntos acudieron a la iglesia y, poco a poco, la relación les llevó a tener más sentimientos el uno hacia el otro. A lo largo de los meses como novios, en los que daban largos paseos juntos, muchos compañeros/as les animaban a casarse y el 30 de enero de 2007, decidieron dar este importante paso y contrajeron matrimonio. Felicidad y Mariano aseguran que la boda fue preciosa y que contó con la presencia de todos sus familiares y amigos/as.
Así nos contaba Encarna Guerrero, directora de la Residencia y Centro de Día de Elda “El Catí”, cómo surgió el amor en esta pareja hasta llegar a dar este paso: “Primero fueron las actividades compartidas, los talleres, los encuentros en las zonas comunes… Le siguieron las salidas al exterior, los paseos juntos… y como resultado el amor que nació entre ellos e impregnó de felicidad a esta pareja que quiso manifestar ante el mundo su compromiso”.
Desde entonces no se han separado ni un solo día. Su relación nos muestra que el amor no conoce obstáculos ni barreras, ni entiende de edades, como decíamos anteriormente. Ella tiene 90 años y él 78.
Este reportaje nos acerca a la realidad de las personas mayores en el amor, y nos recuerda que los mayores disfrutan igual o más que las personas más jóvenes dando y recibiendo cariño, por lo que a nadie debería sorprender que las relaciones amorosas sean algo frecuente, pues esta capacidad para dar y recibir amor es siempre un aliciente para la vida. Los besos, abrazos y caricias, así como el saberse querido ofrecen una nueva dimensión a las personas en esa etapa, y se transforman en parte fundamental de la vida de los mayores que no solo dan y reciben ese cariño de las personas de su entorno, sino que son capaces de contagiar sentimientos como la admiración, en el caso de las parejas con largas décadas de convivencia, o la ternura en el caso de unos novios ancianos que se cogen de la mano por primera vez, se describe en este reportaje publicado en “Vivir en Elda”.
El caso de Elena Domenech y Francisco Rodríguez, usuarios/as también de “El Catí”, nos ha enternecido de la misma manera. Elena y Francisco coincidieron hace unos meses junto a la pecera del centro y surgió el amor. Francisco, de 61 años, se enamoró de la inteligencia, cultura y buena educación de Elena. Según hemos podido saber, ella le ha ayudado a afrontar diferentes problemas que ha tenido él y le ha devuelto la ilusión por levantarse cada mañana. Elena, de 74 años, se quedó impresionada con la forma de ser de Francisco, asegura que no puede estar sin él, y que se despierta cada día con la ilusión de encontrarlo y poder acariciarlo. Elena le da cariño constante y él necesitaba sentirse querido y corresponder a ese amor. Elena y Francisco afrontan el futuro con ilusión y con ganas de pasar el día juntos, cogidos de la mano.
“Cuando surge el amor en una pareja mayor, irrumpe con un ímpetu desconcertante, como fue también el caso de Elena y Francisco. Se reproducen todos los comportamientos de este sentimiento, cuando se vive en otras etapas de la vida (euforia, desinhibición, nervios, angustia, inapetencia, ganas de estar junto al otro…), una cosa lleva a la otra, y de ahí el deseo de formalizar esta relación, ya sea en un noviazgo, como en el caso de Elena y Francisco, o de un matrimonio, en el caso de Felicidad y Mariano. El amor surge entre personas válidas y con plena capacidad cognitiva, como sucede cuando se da a edades más tempranas”, explica la directora de la Residencia y Centro de Día de Elda “El Catí”.
Existen estudios que demuestran que los mayores que disfrutan de una vida sentimental plena tienen mejor salud física y mental, además de una mejor calidad de vida, independientemente de sus patologías asociadas.
Cada vez más, las personas mayores encuentran menos dificultades para vivir sus relaciones, cuando el amor llega a esta edad, lo que se ha denominado comúnmente “amores otoñales”. El cambio de cultura que está operando en nuestra sociedad ha alcanzado también a muchas residencias de mayores, como es el caso de los centros gestionados por la Fundación Salud y Comunidad, donde se facilita el desarrollo de estas nuevas relaciones, permitiendo una habitación común a las parejas que deciden dar el paso de “vivir juntos”. El amor surgido y vivido entre nuestros usuarios/as nos lleva a facilitar su convivencia para que se sientan “como en casa”, creando un entorno de confianza, donde estas relaciones puedan ser vividas con normalidad.
Sin embargo, al hablar de amor en la tercera edad surgen una serie de mitos y prejuicios que solo revelan el desconocimiento del tema a nivel social, ya que por lo general se asocia el amor con la juventud, y se “castiga” cuando se da en etapas más avanzadas. Sin embargo, las personas mayores son tan capaces como las de edades más jóvenes de sentir y dar amor. Quizá lo puedan expresar de una manera distinta, pero no por ello menos intensa.
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FSC y la Federació Catalana d'Associacions Cannàbiques (CatFAC) firman un acuerdo de colaboración
La Fundación Salud y Comunidad (FSC), representada por el gerente de la entidad, Manel Alcaide, y la Federació Catalana d’Associacions Cannàbiques (CatFAC), han firmado un convenio a través del cual ambas organizaciones participarán en acciones comunes para la mejora en el ámbito de la prevención de riesgos, daños y gestión de placeres, el intercambio de conocimientos, servicios e informaciones.
Desde principios de 2014, FSC viene desarrollando un proyecto de colaboración con las asociaciones y clubs sociales cannábicos, con el objetivo de ofrecer a sus profesionales y asociados/as formación y asesoramiento en la reducción de riesgos y daños asociados al consumo de cannabis.
En este sentido, FSC y CatFAC han firmado un convenio de colaboración mediante el cual nuestra entidad se compromete, en un principio, a ceder a la Federació Catalana d’Associacions Cannàbiques un espacio en su Servicio de Atención Psicoterapéutica (SAP) de Barcelona, para atender a las personas interesadas en recurrir al cannabis como remedio natural para sus patologías. Los horarios de atención serán los lunes desde las 10:00 a las 13:00 horas y los jueves de 16:30 a 19 horas. El equipo profesional de este servicio, que cuenta con un doctor especialista en cannabis, está además a disposición de los usuarios/as a través de la dirección de correo electrónico: terapeutic@catfac.org
A largo plazo, ambas entidades, FSC y CatFAC, se plantean como objetivo común la elaboración de un proyecto de intervención en clubs cannábicos que ofrezca servicios de información y asesoramiento en reducción de riesgos y daños asociados al consumo de cánnabis a los socios/as, derivación a tratamientos del Servicio de Atención Psicoterapéutica de FSC de los socios/as que presenten consumo problemático, y formación en reducción de riesgos y daños a los responsables de los clubs, y se comprometen a trabajar conjuntamente en este proyecto.
Desde FSC estamos convencidos de que la firma de este convenio es un gran paso para el trabajo conjunto entre ambas entidades, dada la trayectoria y resultados del proyecto terapéutico que lleva más de dos años liderando el Doctor Joan Parés en CatFAC, a través del cual se acompaña a personas que libremente han decidido utilizar el cannabis para su patología.
Por su parte, la Federació Catalana d’Associacions Cannàbiques defiende el acompañamiento terapéutico sin tabúes a todas las personas que desean utilizar el cannabis como paliativo terapéutico, y mejorar así su calidad de vida. “Y ahora, además, contaremos con el apoyo y acompañamiento de la Fundación Salud y Comunidad para dar servicio a las personas”, ha señalado la organización a través de un comunicado.
FSC participa en la jornada "Alianza Cívica contra la pobreza en Cornellà"
Nuestra compañera Sonia Fuertes, subdirectora del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA de FSC, intervino en este encuentro realizado en el Auditorio de Cornellà de Llobregat (Barcelona) los pasados 23 y 24 de enero. El propósito de la jornada era reflexionar sobre la pobreza para poder desarrollar propuestas concretas que partieran de la iniciativa de las entidades y del conjunto de la ciudadanía.
La jornada se inició el día 23 con dos mesas redondas: la primera, a las 17 horas, tenía como objetivo abordar los retos de la nueva pobreza y la innovación social desde la perspectiva económica, laboral y social. En esta mesa intervinieron Andreu Missé Ferran, periodista y director de la publicación Alternativas Económicas; Eduardo Rojo Torrecilla, Catedrático de Derecho Laboral y Seguridad Social de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Sonia Fuertes, como subdirectora de FSC y vicepresidenta de Entitats Catalanes d'Acció Social (ECAS).
Andreu Missé destacó que en España hay 5,4 millones de parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) o 4,5 millones, según la cifra de paro registrada por la Seguridad Social, pero solo 2,4 de ellos reciben prestaciones. En ese sentido, destacó la lentitud para conceder ayudas a las personas y la facilidad con la que se rescataron los bancos durante los primeros años de la crisis. Asimismo, destacó el valor del mutualismo y de los intercambios económicos al margen de los tradicionales.
Eduardo Rojo enfatizó el impacto que las reformas laborales puestas en marcha, están teniendo sobre el crecimiento del número de trabajadores pobres y sobre la devaluación salarial que se ha producido en España, no solo como consecuencia de la crisis sino también como resultado de las reformas laborales. Además, planteó las dificultades derivadas por las restricciones legales impuestas a las competencias de las administraciones locales.
Por su parte, durante su intervención, nuestra compañera Sonia Fuertes destacó algunas ideas:
- La pobreza no es solo no tener ingresos o patrimonio, sino la imposibilidad de alcanzar un mínimo de realización vital (definición de Amartya Kumar Sen, filósofo y economista bengalí, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1998).
- Ahora mismo tener trabajo no garantiza un mínimo bienestar, la precarización (“working poors”) es una realidad a considerar, especialmente en mujeres.
- Es necesario repensar nuestro modelo de sociedad, el “hiperconsumo” y la superproducción. Debemos poder hablar de redistribución de la riqueza y de fiscalidad justa.
- Pobreza energética, pobreza infantil, personas mayores... ningún colectivo tiene la “exclusiva”. La sociedad entera está afectada por esta situación y, por este motivo, ha de ser desde la colectividad, desde donde podamos desarrollar las soluciones.
- Reivindicación de unas políticas sociales no paliativas, sino transformadoras.
- Necesidad de crear redes y soluciones desde la proximidad. Importancia de la ciudadanía, de la administración local y del Tercer Sector Social.
- Vivienda y ocupación como aspectos prioritarios.
En la segunda mesa redonda, cuyo objetivo era presentar las reflexiones desde el Tercer Sector, intervinieron la presidenta de Càritas Cataluña, Carme Borbonés, el vicepresidente de Acción Solidaria contra el Paro, Oriol Romances, y el coordinador de Cruz Roja en Cataluña, Enric Morist.
En cuanto al día 24, la jornada empezó a las 09.30 horas con un espacio de talleres sobre diferentes ámbitos como derechos básicos, salud e igualdad de oportunidades. Se presentaron también diferentes experiencias locales.
Tras este espacio quedaron definidas 122 propuestas de actuación, 23 de ellas consideradas prioritarias y que el Ayuntamiento de Cornellà del Llobregat ya ha previsto poner en marcha (creación de un nuevo sistema de distribución de alimentos, casales de agosto para garantizar un almuerzo a los niños más vulnerables, o realizar adaptaciones y pequeñas reparaciones en los hogares de las personas mayores para mejorar su autonomía). También, cabe señalar el objetivo de dar prioridad al empleo de desempleados mayores de 45 años.
En el acto de clausura de las jornadas, el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, subrayó su satisfacción por el compromiso de los agentes sociales y entidades que han suscrito el manifiesto que se leyó, y clausuró la jornada.
"Ciudades Amigables con las Personas Mayores", por la mejora de la calidad de vida de los mayores
Una de las iniciativas más conocidas, nacida en el seno de la OMS, es “Ciudades Amigables con las Personas Mayores“. Para facilitar que las ciudades de todo el mundo tuvieran presente el envejecimiento activo como parte integral de la planificación urbana, la OMS inició este proyecto en 2005.
El proyecto se puso en marcha en su fase inicial en 35 ciudades de países desarrollados y en vías de desarrollo, desde grandes ciudades como Tokio, Shanghái, Ciudad de México y Londres, pasando por pequeñas comunidades, a grandes centros regionales como Nairobi, Estambul, Ginebra, Nueva Delhi y centros nacionales, como Kingston, Jamaica, Puerto Rico, La Plata, Argentina, Trípoli y El Líbano. Para ello, se basó en las percepciones, aspiraciones y sugerencias de los/as ciudadanos/as mayores para lograr una vida urbana más adecuada a sus necesidades.
España puede presumir de ser el país con más “Ciudades Amigables con las Personas Mayores”, tal y como acaba de poner de manifiesto la OMS, a través de la Red Mundial de Comunidades y Ciudades Amigables con las Personas Mayores. Y es que, desde que hace tres años el Imserso firmase un acuerdo de colaboración con la OMS para divulgar, apoyar y promocionar este proyecto, ya son 40 las localidades españolas que lucen este distintivo. Entre las mismas se encuentran Barcelona, Gavà (Barcelona), Zaragoza, Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Castellón, Torrente (Valencia), etc.
Este proyecto tiene como objetivo crear entornos y servicios que fomenten y faciliten un envejecimiento activo y saludable. Se dirige a todos los ayuntamientos interesados en promoverlo, mejorando sus entornos y servicios.
Sabemos que el porcentaje de personas mayores crece año a año en todo el mundo, con diferente ritmo, pero de forma constante. Es, por tanto, evidente la necesidad de que las ciudades dispongan de entornos y servicios diseñados y mejorados para optimizar la calidad de vida de todas las personas y, especialmente, de las personas mayores.
Si las ciudades son “amigables”, las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con el entorno físico y social de las mismas, se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores un envejecimiento activo; es decir, vivir de manera digna, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y valorada.
El principio directivo para esta iniciativa, "Ciudades Amigables con las Personas Mayores", consiste en desarrollar un modelo a través del cual las ciudades puedan atender las necesidades de las personas mayores con relación a la salud (salud y servicios sanitarios accesibles y asequibles, oportunidades para continuar activo); participación (transporte público accesible, servicios de información, programas recreativos, relaciones sociales, oportunidades de voluntariado, lugares de culto, ser valorado y respetado); y seguridad (seguridad en el hogar y en la comunidad, transporte seguro, seguridad financiera, vivienda y servicios accesibles).
Cabe señalar, por otra parte, que se ha creado un grupo de expertos en el que colaboran los organismos más relevantes de esta Red. Este grupo lo forman, entre otros, el Imserso, el Ayuntamiento de Bilbao, el Ayuntamiento de Zaragoza, el Ayuntamiento de Manresa, el Consejo Estatal de Personas Mayores, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), etc.
En una entrevista publicada en el último número de la revista “60 y más”, el director del Imserso, César Antón Beltrán, afirma que, ante el aumento de la esperanza de vida, y el progresivo envejecimiento de la población, “la meta es ir haciendo todo lo posible para conseguir un envejecimiento activo. Ésta no es una situación, sino un proceso que se realiza a lo largo del ciclo vital de la persona. Implica, de manera especial, el envejecimiento saludable, es decir llevar estilos de vida sanos, adoptar una postura proactiva de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad”. Pero también está condicionado a otros determinantes, como son, entre otros, “el acceso a una asistencia sanitaria y a servicios sociales de calidad, incluidos los cuidados de larga duración”.
Al ser preguntado por los principios en los que considera que debería basarse una sociedad para todas las personas y todas las edades, César Antón Beltrán señala que esos principios deben ser los mismos que rigen una sociedad democrática: justicia, igualdad de todos los ciudadanos en el reconocimiento de sus derechos y en el cumplimiento de sus obligaciones, añadiendo a ello la solidaridad intergeneracional, por la importancia decisiva que tiene en el envejecimiento activo.
Sin duda, el reto para las administraciones y los agentes sociales debe seguir siendo promover el modelo de calidad de vida autónoma e independiente de las personas mayores, actuando en ámbitos tan diversos como los servicios sociales, la sanidad, el empleo, la formación, el voluntariado, la vivienda, las nuevas tecnologías, etc.
También cabe señalar que, al final de la vida, muchas personas mayores experimentan, y otros experimentarán, problemas de salud y les resultará difícil seguir siendo autónomas, lo cual es una importante cuestión a seguir abordando desde las administraciones, contando para ello con servicios sociales y sanitarios públicos de calidad.
Todo ello supone un gran reto socio-sanitario y, sin duda, requerirá de un mayor esfuerzo por parte de las administraciones para aportar soluciones asequibles y sostenibles, en el sentido de seguir proporcionando protección, seguridad y los cuidados adecuados a las personas mayores.
Pero también es necesario que los sistemas sanitarios tengan una perspectiva del ciclo vital completo, en el sentido de promoción de la salud y prevención de enfermedades ya que, como hemos señalado, el envejecimiento es un proceso adaptativo que dura mientras dura la vida.
FSC, en el marco del envejecimiento activo, apuesta por ofrecer soluciones eficaces a los nuevos retos en los ámbitos social y de salud en las personas mayores, procurando mantener su calidad de vida y su atención de manera digna, reivindicando su espacio público y su papel activo en nuestra sociedad. En este sentido, el programa de actividades que nuestra entidad implementa en la mayoría de los servicios de atención a las personas mayores que gestiona contempla una intervención integral, de manera directa o indirecta, en todas las áreas específicas de la persona (cognitiva, afectiva, funcional, física, social, ocio y tiempo libre).
Más allá de la patología dual: adicciones y particularidad
“En otros tiempos se creaban brujas; en nuestros días, se fabrican enfermos mentales… Con frecuencia se acusa a estas personas de locas (desde el nacimiento en que se las etiqueta como 'drogadas' o psicóticas postpartum'… La cuestión estriba en que estos enfermos mentales no escogen ese papel; se les etiqueta y se les cuida en contra de su voluntad; o sea, se les impone un papel" (Thomas Szasz, psiquiatra).
En los últimos años, hemos asistido al nacimiento de un nuevo término, patología dual, que hace referencia a la yuxtaposición de una patología psiquiátrica con una adicción. Con esta definición se ha pretendido nombrar una realidad que en ocasiones no recibía la atención que requería.
En nuestra opinión, esta pregunta solo encontrará respuesta en cada una de las personas atendidas, en su historia, en la etapa previa al consumo de drogas, en su relación con la sustancia, en la sustancia de consumo preferente… El consumo no siempre comportará la aparición de un problema de salud mental, no es la sustancia la que genera el problema. Ahora bien, evidentemente, el estilo de vida que comporta la adicción (o incluso el consumo problemático) dificulta la asunción de responsabilidades, el cultivo de las relaciones, el cuidado del cuerpo y el “equilibrio” psíquico (si así puede denominarse).
Ahora bien, ¿podemos repensar la patología dual? En nuestra opinión, no solo podemos hacerlo, sino que también debemos construir un escenario donde lo particular tenga mucha más cabida de la que nos concede un diagnóstico-etiqueta, independientemente de la situación que se nos presente.
Entendemos que en la actualidad hay una tendencia al abuso de este término por parte de la comunidad profesional generando un doble efecto en la práctica laboral.
Por una parte, una excesiva identificación con la idea de “enfermedad” puede comportar una desresponsabilización de las personas que atendemos, potenciando en paralelo una posición ante la vida desde el “soy enfermo”. Por otro lado, favorece su estigmatización, etiquetaje y que se desvanezca la percepción de los elementos singulares de estas personas frente a los/as profesionales y también frente a la sociedad, en general. Este segundo aspecto lo podemos ver en ocasiones en los propios centros y/o dispositivos de atención donde dichas personas no son tenidas en cuenta desde la dimensión de su propia elección.
Por tanto, no solo hemos de repensar la patología dual, hemos también de reinventarla o, por ser más precisos/as, tenemos que acotar su alcance para poder poner en relación la dimensión biológica/psicológica pero también social.
En definitiva, aún en nuestros días abundan las conceptualizaciones parciales de los estados de salud y de enfermedad en las que se priorizan uno u otro aspecto (biomédico, terapéutico, psicosocial, antropológico, etc.), en función de diversos intereses, contribuyendo a ofrecer una visión sesgada y única.
Nuestra apuesta es la de un modelo teórico y aplicado de salud no reduccionista, que abarque las diversas dimensiones implicadas y que vaya más allá del plano estrictamente biológico. Entendemos que es necesario que se contemple la interrelación entre los sujetos y la comunidad en una doble dimensión, facilitando la promoción social de estas personas como ciudadanos/as, y favoreciendo también la sensibilización de la sociedad hacia las distintas situaciones que bajo este término se agrupan y que en ningún caso deberían simplificarse.
Manu Izquierdo
Trabajador social. Máster en Drogodependencias.
Director del Centro de Día de Adicciones.
FSC: algunas matizaciones sobre el artículo de Cercles en El País
El pasado 30 de diciembre, la edición en Cataluña del diario El País se hacía eco de la puesta en marcha del programa “Cercles de Suport i Responsabilitat”, un proyecto que consiste en acompañar y supervisar a delincuentes sexuales de alto riesgo en el periodo previo a la libertad definitiva, facilitando así su inserción en la sociedad y evitando, en la medida de lo posible, que cometan un nuevo delito.
Tal y como el artículo explicaba, el programa Cercles pretende tratar de evitar nuevas víctimas y se apoya en la colaboración de personas voluntarias. Ahora bien, al valor de difundir esta iniciativa (difusión necesaria para sensibilizar a la ciudadanía y transmitir la importancia de la reinserción), hemos de sumar también algunos aspectos que, en nuestra opinión, son susceptibles de mejora en el tratamiento periodístico del tema.
Por una parte, el concepto “violador” pone el énfasis en la dimensión delictiva, ciñéndose únicamente al delito cometido (y, con ello, no pretendemos menoscabar la gravedad del mismo), sin contemplar la dimensión de la persona desde el punto de vista de cumplimiento de deberes, pero también de derechos. Se trata de una persona responsable de sus acciones, así como de sus elecciones, y ésta es una cuestión elemental para participar en Cercles: el usuario/a penado/a debe reconocer la responsabilidad de sus acciones, y, en caso de participar en el proyecto, lo hace de forma voluntaria y altamente comprometida con el objetivo de evitar nuevas víctimas.
Por otra parte, el artículo de El País versa casi exclusivamente en torno al eje del control social que sobre el agresor sexual ejerce el programa “Cercles de Suport i Responsabilitat”. Si bien es cierto que existe la dimensión del control y los factores de riesgo de reincidencia, también es clave la dimensión del soporte y el acompañamiento, así como la promoción de la inserción social de la persona penada, seguimiento necesario para evitar que cometa un nuevo delito y facilitar así su inserción en la sociedad.
Por último, cabe mencionar el relevante papel de los/las profesionales que participan en dicho proyecto, profesionales del Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya, y profesionales de entidades del Tercer Sector que velan por el buen funcionamiento de Cercles, siguiendo de forma exhaustiva los protocolos de funcionamiento europeos, garantizando así un nivel de calidad óptimo, tanto en la atención brindada a la persona penada y a los/as voluntarios/as, como en la obtención de resultados.
En definitiva, desde la Fundación Salud y Comunidad (entidad que participa en el programa Cercles) pensamos que es fundamental señalar de nuevo la importancia de la participación ciudadana para el desarrollo de círculos. La participación altruista y voluntaria de personas de la calle, que no se dedican al ámbito jurídico, psicológico o social, es más que un valor añadido.
En este caso, es condición indispensable para la ejecución del proyecto, ya que sin ellos/as Cercles no sería posible. El hecho de que el grupo de voluntarios/as se erija como el entorno social inmediato de la persona penada, favoreciendo un vínculo de confianza y respeto, pero también sincero y directo en todo aquello que guarda relación con la prevención de la reincidencia, es el punto clave en el cual pivota el proyecto. Desde el lema de la transparencia, y el “no hay secretos”, se crea el vínculo que, de alguna forma, garantiza el éxito de Cercles. Gracias a la participación de personas desinteresadas pero altamente comprometidas con el objetivo del proyecto, la magia del círculo es posible.
Patricia Bosch
Coordinadora del Circuito de Inserción