Reflexiones sobre el consumo de alcohol en la adolescencia

El pasado 15 de noviembre, como cada año, celebramos el Día Mundial Sin Alcohol instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para recordarnos que constituye un problema sanitario de primer orden. En ese sentido, más allá de las políticas restrictivas y de normativas que contribuyen a paliar algunas consecuencias no deseadas (como es el endurecimiento de penas por tráfico y el aumento de controles en carretera o en el marco laboral), una vez más es importante que ubiquemos la responsabilidad y la regulación como estrategias preferentes en el tratamiento de esta dependencia.

Como hemos señalado en algunos artículos anteriores, actualmente existe una especial preocupación por el consumo del alcohol en el colectivo juvenil. Y esta preocupación no es arbitraria. Según la encuesta estatal sobre uso de drogas en enseñanza secundaria en 2013 (ESTUDES), observamos un incremento del consumo de alcohol, especialmente entre los/as más jóvenes. Aumenta la presencia de las chicas a edades tempranas (14, 15, 16 años) para patrones de consumo intensivo y, en líneas generales, la percepción de riesgo asociada a este consumo es baja.

En los distintos programas de la Fundación Salud y Comunidad que intervenimos con este colectivo, es habitual escuchar frases como “sin alcohol no hay fiesta”, “solo me divierto cuando voy pedo”, etc.

La asociación entre fiesta y consumo de alcohol aparece frecuentemente en el discurso de los/as adolescentes enmascarando otra asociación de igual importancia, el ocio entendido como fiesta o como consumo de objetos. La ausencia de otros intereses contribuye, sin duda, a que este consumo, que bien puede ser experimental, pueda devenir problemático.

En esa línea, observamos también en la práctica profesional, algunas cuestiones que inciden en la posición del adolescente. ¿Qué pasa con aquel joven que solo aprendió a relacionarse con otras personas desde pequeño a través de la tecnología y los videojuegos? Más allá de fenómenos que podemos considerar indicadores de una dependencia, ciertamente la comunicación y los canales se han visto modificados en los últimos años por las redes virtuales y también por la proliferación de dispositivos y aplicaciones. Facebook, Tuenti, Instagram, Kik… Todos estos espacios son manejados con soltura por las personas más jóvenes, si bien no siempre encontramos un correlato en su modo de relación en el espacio presencial, en el “tú a tú”.

La propuesta terapéutica y de socialización pasaría, por tanto, por un abordaje integral y amplio que, más allá del consumo de alcohol o de otras sustancias, posibilite que el joven adquiera herramientas que le permitan sentirse cómodo, frente a los cambios que experimenta y, sobre todo, poder poner en palabras, de manera sosegada y tranquila, sus necesidades, sus expectativas, sus dificultades y sus anhelos.

Si presentamos el alcoholismo como un hecho social, debemos interrogar también a la comunidad amplia en lo que respecta al consumo de alcohol. Un tema fundamental en las acciones preventivas es poner especial atención en aquellos aspectos contradictorios, en dobles mensajes que generan confusión. Por tanto, como sociedad, no podemos pretender que el adolescente “haga aquello que le decimos mientras nos observa haciendo otra cosa”, porque ese ejercicio de responsabilidad nos atañe a todos/as.

Alejandra Idelsohn
Psicóloga del Centro de Día de Inserción


Expero4care: formación y evaluación de impacto

La evaluación es mucho más que medir el nivel de satisfacción, ésta es una parte del proceso y debe complementarse con otras modalidades de evaluación que nos aporten información sobre el proceso, la posición del usuario/a dentro de la propia evaluación, las expectativas, el impacto generado, etc.

evaluacion-impactoLa Fundación Salud y Comunidad (FSC), como entidad del Tercer Sector dedicada a la mejora de las condiciones de vida de las personas, tiene un compromiso claro con la búsqueda de la optimización de sus servicios y la calidad de la atención ofrecida. La formación continua de sus profesionales y la evaluación de todos sus servicios, es fundamental para mantener este compromiso.

En este sentido, cabe preguntarnos qué significado le atribuimos al término “evaluar”. Según el modelo teórico desde el cual nos aproximemos, evaluar puede equipararse a medir, cuantificar, es decir, contrastar resultados obtenidos y objetivos previstos. Desde un paradigma más amplio y complejo, evaluar adquiere muchos otros significados que complementan esta parte cuantitativa. El análisis de los procesos, cuestionarse sobre la tarea que desempeñamos y su sentido, y valorar el impacto y los cambios que genera nuestra intervención es igualmente importante para conseguir el objetivo que persigue toda evaluación: la mejora.

La evaluación provoca cambios y permite crecer, individualmente, como equipos y también como organización. Si no la entendemos así, pierde su sentido y se convierte en una parte aburrida y monótona de nuestro trabajo, de la cual no entendemos su razón de ser y vivimos como un obstáculo o una imposición.

En materia de evaluación de la formación, nos encontramos ante un panorama bastante desolador. La imagen del cuestionario sobre el nivel de satisfacción nos viene fácilmente a la mente: lamentablemente es la única reminiscencia de una herramienta de evaluación, lo que nos da cuentas sobre cómo se ha distorsionado el concepto de evaluar.

El panorama europeo nos ofrece en este sentido nuevas herramientas y modelos de evaluación que nos ayudan a repensar el concepto y su aplicación. El proyecto Expero4care, en el cual FSC participa desde 2012, es un buen ejemplo de modelo innovador que nos permite realizar un análisis profundo de las formaciones internas promovidas por la organización. A través de la aplicación del modelo creado a tal efecto, podemos determinar indicadores de éxito, medir la aplicación y la capacidad de transferencia de los contenidos de la formación al puesto de trabajo. Sin embargo, conocer los cambios que genera la formación en la organización no es una tarea exenta de dificultades, sino que requiere la participación e implicación de todos los actores implicados.

Nuestra experiencia en el proyecto Expero4care nos habla de la necesidad de contar con agentes externos a los participantes y formadores. El área directiva, profesionales del ámbito externos a la entidad y compañeros de trabajo, nos aportan una visión externa fundamental para entender qué repercusión tiene la formación en nuestra intervención diaria y cómo se percibe desde diferentes puntos de vista. En este sentido, señalar la riqueza que se desprende de la colaboración entre diferentes agentes comunitarios para poder conectar investigación y acción. Este sentido de la evaluación es el que nos mantiene en permanente crecimiento.

En un contexto subyugado al mercado y las políticas económicas, no podemos olvidarnos de la rentabilidad y la eficiencia. El modelo SROI de medición de impacto en términos económicos, nos permite analizar y contabilizar el valor que generan nuestras acciones. Sería interesante incluir este enfoque también en la evaluación de la formación para conocer los costes y beneficios que ésta reporta a la organización en múltiples dimensiones: económica, pero también en términos de aprendizaje, transferencia y cambio.

Elena Guerrero, educadora del Centro de día de Adicciones.
Técnica participante en el programa Expero4care


La Fundación Salud y Comunidad cumple 16 años

Un 25 de noviembre de 1998, FSC era constituida oficialmente, según inscripción en el registro de Barcelona. Desde esa fecha, la organización no ha dejado de crecer en número de proyectos creados y centros/servicios gestionados… algo de lo que todos nos sentimos orgullosos, gracias al trabajo comprometido de sus profesionales y voluntarios/as, en beneficio siempre de la sociedad. Actualmente, la entidad cuenta con presencia en 7 comunidades autónomas.

Cumplir años es importante en la vida de toda organización y transmite múltiples significados: solidez, experiencia, capacidad de adaptación, compromiso, esfuerzo, innovación

Remontándonos a los inicios, la Fundación Salud y Comunidad (FSC) se constituyó en el año 1998, como evolución de la Asociación Bienestar y Salud, que asumió la gestión de centros asistenciales, cuya antigüedad se remonta a 1981.

FSC es una entidad comprometida con la atención, con la prevención y sensibilización, con el bienestar social, con la integración, inserción, autonomía de la persona, con la calidad de vida…

Desde sus orígenes, se configuró como una institución sensibilizada con problemáticas comunitarias de diversa índole, particularmente con la prevención y el tratamiento del alcoholismo, del tabaquismo y de otras drogodependencias, así como del VIH/SIDA y con la atención a las personas mayores dependientes.

Su objetivo primordial es mejorar la calidad de vida de las personas y facilitar la integración social de los grupos más desfavorecidos o en riesgo de exclusión. FSC dirige su acción actualmente a todos los grupos vulnerables que precisan atención, entre los que se encuentran las personas mayores, infancia y juventud, personas drogodependientes, personas que requieren servicios de Salud Mental, etc. Además, trabaja en campañas de prevención y sensibilización, fomento de la participación, formación e investigación.

Más de 67.000 personas se benefician actualmente de los proyectos y servicios que gestionamos, que vienen a ser más de 70 en la actualidad. Hoy día, FSC sigue apostando por una perspectiva de trabajo centrada en el compromiso y la profesionalidad. La entidad cuenta con más de 1.600 profesionales contratados y alrededor de 500 voluntarios en sus áreas de trabajo.

FSC está regida por un Patronato presidido por Francisco González (presidente de FSC), Pilar Robres (vicepresidenta) y otros 16 miembros. Todos ellos proceden del ámbito sanitario, educación, bienestar social y empresarial. El Patronato está supervisado por el Protectorado de Fundaciones del Estado.

En una fecha tan especial para nosotros, queremos dar las gracias a nuestros profesionales, voluntarios/as, a las empresas, organizaciones, socios, donantes, e instituciones públicas por su confianza en FSC, mostrada hoy y a lo largo de estos años, y por contribuir de forma positiva a cambiar la realidad de nuestros usuarios/as.

¡Gracias a todos!


Ana Vela, usuaria de la Residencia "La Verneda" de Barcelona, cumple 113 años

Ana Vela, usuaria de la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” de Barcelona, servicio de titularidad pública del ICASS de la Generalitat de Catalunya, gestionado en UTE por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el grupo Lagunduz, ha celebrado otro cumpleaños con nosotros. Desde FSC, le hacemos llegar nuestra más sincera felicitación por este nuevo aniversario. Es para todos nosotros un honor poder compartir con ella una fecha tan especial. 

Ana Vela nació el 30 de noviembre de 1901 en Puente Genil (Córdoba), y se trasladó a Cataluña a mediados del siglo pasado, donde empezó a trabajar como cortadora-modista en el sanatorio de tuberculosos de Terrassa (Barcelona). Ha vivido en el distrito de San Martí en Barcelona, donde se encuentra “La Verneda” de Barcelona.

En febrero de 2005, llegó al Centro de Día de “La Verneda”, contando ya con 103 años y nos sorprendió con su gracia, simpatía y su tremenda energía y desparpajo. En abril de 2008, ingresó ya como residente y es para el equipo profesional de este centro una de esas personas que dejan huella.

Su estado de salud, algo delicado en los últimos tiempos, ha impedido una celebración multitudinaria, como se ha hecho en otras ocasiones, pero ha estado acompañada por su hija, por otros residentes del servicio y por los profesionales del centro. Y, ¡cómo no!, ha podido soplar las velitas de su tarta de cumpleaños, tal y como se aprecia en las imágenes.

Mujer de carácter fuerte, luchadora, ha sido siempre un ejemplo para sus hijos, a los que tuvo que criar prácticamente sola. Salió adelante trabajando entre agujas, hilos, patrones y dedales. Ahora su memoria ya la traiciona, y el paso de tantos años ha ido dejando una huella permanente, imborrable, del desgaste de una generación que vivió guerra, miseria y penurias, pero que salió hacia adelante con esfuerzo, voluntad, sacrificio y espíritu de lucha.

En el largo recorrido por su vida, sabemos que quedó huérfana siendo niña, que conoció al amor de su vida, y aunque no pudieron casarse, ya que la familia de él no aprobaba esta unión, vivieron juntos y de esa unión nacieron cuatro hijos.

Actualmente es la persona más mayor de España y la 4ª persona viva más longeva de Europa, así como la 25ª persona viva más longeva del mundo. También, es la persona más longeva de la historia de Cataluña, la 6ª persona más longeva de la historia de España y la 48ª persona más longeva de la historia de Europa, según hemos podido saber.


¿Son los abusos sexuales en contextos de ocio nocturno identificados como violencia?

25n-fsycLos abusos sexuales y la alta tolerancia a los mismos en los contextos de ocio representan uno de los principales riesgos para las mujeres jóvenes en estos contextos, especialmente en aquellos casos donde hay consumo/abuso de drogas. La histórica falta de perspectiva de género en el ámbito de drogas se ha ido paliando progresivamente y aunque queda mucho camino por recorrer, hemos avanzado.

Sin embargo, hasta ahora, en los contextos preventivos y/o de reducción de riesgos en drogas, la especificidad de la violencia sexual no ha sido nombrada aun siendo –paradójicamente y a tenor de los resultados encontrados– uno de los principales riesgos de la “noche”, especialmente para las mujeres. La alta tolerancia de nuestra sociedad sobre los comportamientos abusivos de carácter sexual ha contribuido a esconder el fenómeno.

Es por ello que la Fundación Salud y Comunidad, con el apoyo del Plan Nacional sobre Drogas, ha querido iniciar una línea estable de trabajo específica desde el análisis y la intervención preventiva que aspira a cambiar la mirada de los y las jóvenes pero también de los/las profesionales que intervienen en estos contextos (tanto desde la industria del ocio como desde la prevención/reducción de riesgos de drogas y del entorno sanitario).

En este 25 de Noviembre, Día Mundial contra la Violencia de Género, nos ha parecido relevante ahondar en esta cuestión que forma parte, sin duda, de la realidad de la violencia en una de sus más invisibilizadas manifestaciones: la violencia sexual.

En los últimos años se han sucedido una serie de acontecimientos que han hecho saltar las alarmas entre los colectivos que luchan contra el abuso sexual, ya que el fenómeno de las agresiones sexuales en grupo en contextos festivos no ha parado de crecer. Los datos nos muestran que, del total de mujeres atendidas por violencia machista en las oficinas de atención a la víctima, se estima que un 90% sufren o han sufrido también violencia sexual, pero solo entre un 10-15% acaban denunciando esta violencia sexual si es por parte de su pareja o expareja. También se estima que de los casos que llegan por agresiones y violencia una cuarta parte se da en contextos de ocio.

En esta primera fase de nuestro análisis hemos podido llegar a algunas conclusiones. Os mostramos algunas de ellas que nos tendrían que llevar a reflexionar y actuar:

  • Mercantilización sexual del cuerpo femenino: la mujer, como cuerpo, es utilizada como reclamo sistemáticamente en los entornos de ocio nocturno y, especialmente, en el entorno de las discotecas.
  • Mayor grado de “normalización” entre los/as jóvenes respecto a ciertas prácticas abusivas, ampliando el margen de tolerancia respecto a la violencia sexual en estos espacios de ocio.
  • El ocio nocturno está inmerso en la sociedad que presenta una desigualdad estructural entre hombres y mujeres, es decir, aunque haya habido avances relevantes en el terreno de la igualdad, no se configura la noche y el ocio como una excepción donde las mujeres se sienten libres expresando deseos y no son tampoco libres de las lecturas prejuiciosas de sus comportamientos.
  • La percepción social y subjetiva del efecto del consumo de drogas en mujeres y hombres (penalización versus legitimización/desresponsabilización) las sitúa a ellas en una posición de mayor estigmatización.
  • Del mismo modo que ocurre con la violencia de género en su conjunto cuando la ponemos en relación con el consumo/abuso de alcohol y otras drogas, en el caso de la violencia sexual en contextos de ocio nocturno constatamos que el consumo abusivo de sustancias en las mujeres las coloca en una posición de mayor vulnerabilidad de sufrir una agresión sexual puesto que disminuye su capacidad de reacción ante cualquier situación deseada o no deseada a partir de un momento determinado y, además es percibida como más accesible si está bajo los efectos del consumo de drogas.
  • Todo acto de carácter sexual no deseado que no implique una violencia directa es ampliamente minimizado tanto por el colectivo joven (hombres y mujeres) como por los diversos profesionales en relación con la temática desde diversos puntos de vista. En este punto, es importante recordar que el marco para que se produzca la ya visible y reconocible violencia física es una tolerancia generalizada hacia conductas violentas de diversa índole; en este caso concreto de violencia sexual.

Con todo esto constatamos, una vez más, que la percepción de desigualdad en general y de violencia contra las mujeres en particular entre el colectivo de jóvenes no está presente tampoco en estos contextos igual que muestran los datos sobre violencia en las parejas jóvenes (heterosexuales).

¿Cabría, pues, pensar que bajo una “ilusión de igualdad” las mujeres jóvenes pierden estrategias –porque sienten que no las necesitan− para enfrentarse a las nuevas formas que toma el machismo y la violencia? En concreto, ¿la violencia sexual en contextos de ocio pervive bajo la apariencia, en muchos casos, de relación o práctica consentida? Sin duda habrá que seguir profundizando y conociendo este fenómeno si queremos visibilizar las violencias en las generaciones más jóvenes y contribuir a la toma de conciencia.

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Gemma Altell
Subdirectora del Área de Adicciones, Género y Familia. Fundación Salud y Comunidad.


21 de noviembre: Una fecha inolvidable en la Comunidad Terapéutica "Riera Major"

Hace ocho años, llegaron a este centro de la Fundación Salud y Comunidad en Cataluña los seis primeros usuarios/as que participaron en un tratamiento para superar su adicción. Desde aquel 21 de noviembre de 2006, han pasado 544 usuarios/as por este centro de FSC, con el ánimo de dejar definitivamente su adicción a las drogas.

FSC ofrece un programa terapéutico que apuesta por la aplicación de las metodologías y técnicas de intervención confirmadas como más eficaces, gracias a sus 21 años de experiencia en este ámbito y a la implicación de sus profesionales, expertos/as en drogodependencias.

Con motivo de este octavo aniversario de “Riera Major”, hemos podido hablar con dos de los primeros usuarios/as que superaron su adicción con nuestros tratamientos en esta comunidad terapéutica. Ambos están abstinentes.

C. recordaba emocionado muchos momentos vividos en este centro y ha recibido con alegría nuestra llamada. Al igual que J. que nos ha expresado su agradecimiento por la labor realizada desde nuestra entidad. Ambos, nos confiesan, que piensan a menudo en “Riera Major”, sienten que su paso por el centro les ha cambiado la vida.

Además, tanto C. como J., nos han manifestado su deseo de asistir a alguna de las reuniones de exusuarios/as, para poder explicar y compartir sus vivencias y poder ayudar a otras personas que están atravesando una situación parecida a la que vivieron ellos.

Desde 2006 son muchas las personas, 544 usuarios/as en total, las que han pasado por este centro de FSC. Según nos explica Nieves Fernández, directora de “Riera Major”, “muchos de ellos están bien, algunos/as nos van visitando en esas reuniones que hacemos periódicamente, o bien nos llaman en una fecha señalada o para felicitar el día del santo de los profesionales. Los hay que no están bien, algunos/as han vuelto a venir a hacer un proceso porque han habido recaídas. También hay quien ha tenido alguna recaída y la ha podido remontar con tratamiento ambulatorio. Y de muchos no hemos vuelto a saber, aunque eso no quiere decir necesariamente que las cosas hayan ido mal…”.

Para celebrar este octavo aniversario, G., una usuaria actual, a la que se le da muy bien la repostería, y Susana, la monitora de cocina, realizaron un estupendo pastel que usuarios/as y profesionales compartieron con los familiares que les visitaron como cada viernes, y que les acompañan en este proceso en el que finalmente todos formamos parte de un gran equipo: usuarios/as, familiares y profesionales.

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El Servicio de Atención Psicoterapéutica de FSC, acreditado como centro de Salud Mental

El pasado mes de junio el Servicio de Atención Psicoterapéutica de la Fundación Salud y Comunidad recibió la acreditación completa del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya como Centro Sanitario de Salud Mental. Este reconocimiento culmina un proyecto que se inició en el año 1997, con mucha ilusión y austeridad, y que hoy en día es un servicio emblemático de la Institución, en el que se atiende a centenares de pacientes al año.

Profesionales del Servicio de Atención Psicoterapéutica
Profesionales del Servicio de Atención Psicoterapéutica

El Servicio de Atención Psicoterapéutica (SAP) constituye una consulta ambulatoria multiespecializada en varios ámbitos de la salud mental. De forma destacada, proporciona tratamiento médico y psicosocial de las adicciones, tanto a tóxicos (alcohol, cocaína, cánnabis, psicofármacos, etc.), como de tipo comportamental (adicción al juego, compras, etc.). Gran parte de los usuarios acuden con una demanda por adicción.

Pero son cada día más quienes consultan por otros trastornos psicológicos: trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos adaptativos, conflictos familiares o de pareja, etc. En estos casos se prestan servicios de diagnóstico, orientación y tratamiento psicoterapéutico individual de adultos y adolescentes, psicoterapia familiar y de pareja, psicoterapia de grupo y diagnóstico y tratamiento psiquiátrico y farmacológico.

Asimismo, es un servicio con una elevada especialización en la atención a la Patología Dual, que presentan aproximadamente un 60% de las personas en tratamiento por drogodependencias.

En el SAP trabaja un equipo multidisciplinar de 13 profesionales compuesto por médicos psiquiatras, psicólogos, educadores sociales y personal administrativo, todos ellos con amplia formación y experiencia en salud mental y en particular en adicciones. El SAP había venido operando hasta ahora con licencia de Gabinete de Salud Mental y la acreditación como Centro Sanitario de Salud Mental es un reconocimiento a la infraestructura, medios, equipo profesional y servicios sanitarios que el SAP presta a los usuarios.

En el SAP se han abierto desde su creación más de 2200 historias clínicas, lo que implica la atención directa a miles de usuarios y sus familiares, ya que se trabaja con una orientación cognitivo-conductual y sistémica y por tanto muy directamente con las familias.

Se ubica en un amplio local bien comunicado situado en el centro de Barcelona, dotado de instalaciones confortables, que viene a ser la puerta de entrada al Circuito de Atención a las Adicciones de la Fundación Salud y Comunidad. Este circuito está compuesto por 6 servicios que se complementan, de menor a mayor contención: el propio SAP, dos comunidades terapéuticas, Can Coll y Riera Major, dos pisos terapéuticos, y un taller socio-laboral.

El SAP se coordina intensamente con todos estos servicios, realizando las visitas de valoración para inicio de tratamiento ambulatorio en el propio SAP o ingreso en comunidad terapéutica, y el tratamiento ambulatorio posterior de los usuarios hasta la obtención del alta. Mención especial merece el tratamiento ambulatorio intensivo que completa la estancia en la Comunidad Terapéutica Riera Major que se realiza en el SAP. Es un programa de tratamiento estructurado de tres meses de duración, que se inició hace 7 años y que han realizado más de 300 usuarios, con excelentes valoraciones y resultados.

Se realiza asimismo en el SAP el proceso de admisión a las Comunidades Terapéuticas de los usuarios derivados desde los CAS (Centros de Asistencia y Seguimiento de la Red de Atención a las Drogodependencias de la Generalitat de Catalunya). Este servicio de admisiones a las Comunidades atiende anualmente a unos 250-300 usuarios directos más sus familiares, que vienen a sumarse a los que acuden a tratamiento al SAP. Todo ello implica una suma de más de 2000 personas al año aproximadamente, aunque es imposible llegar a cuantificarlas todas.

El SAP es también un laboratorio de ideas del que surgen por ejemplo el Proyecto de Atención a Adolescentes y jóvenes y sus familias, que es fruto de la intersección entre el departamento de prevención y el área de adicciones, o el Programa Mujer y Adicción resultado del cruce de experiencias del área de atención a la mujer y el área de adicciones.

Ambos programas son ya una realidad a pleno funcionamiento pero el SAP está en constante evolución, y en estos momentos están en desarrollo el proyecto de Sensibilización de Clubs Cannábicos, que tiene como objetivo asesorar a estos clubs en prácticas de menos riesgo, así como el tratamiento de los usuarios que deseen abandonar el consumo; y el proyecto de Gestión del ocio en fin de semana para usuarios en tratamiento por drogodependencias, que facilita aprender a usar el tiempo libre de forma satisfactoria.

El futuro del SAP pasa por consolidar el prestigio adquirido durante estos años en el tratamiento de las adicciones y la salud mental, visibilizar un recurso que realiza una importante labor sanitaria y compartir los conocimientos y experiencia adquiridos con otras Instituciones, en particular en el ámbito educativo y la investigación.


Buena acogida del Taller Sociolaboral de FSC en la "II Jornada de Salut Mental i Addiccions. Un repte comunitari"

FSC, a través del Taller Sociolaboral, estuvo presente en esta jornada organizada por la “Taula de Salut Mental i Adiccions” en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) el pasado 12 de noviembre. El encuentro, dirigido a profesionales y agentes sociales de los ámbitos de la Salud Mental y las drogodependencias de administraciones públicas, entidades y del mundo asociativo, tuvo lugar en el Auditorio Can Roig i Torres de la misma localidad.

En la jornada, a la que nuestra entidad había sido invitada por uno de sus derivadores más importantes, el Centro Delta de Badalona (Barcelona), se habló de la necesidad de integración de las dos redes (Salud Mental y Adicciones) y del número cada vez mayor de usuarios/as que se pierden entre ambas redes y requieren de un tratamiento integrador para tratar la patología dual.

Esta denominación se refiere, en el ámbito de la Salud Mental, a aquellas personas que sufren de forma simultánea, o a lo largo de su ciclo vital, de una adicción y otro trastorno mental.

Además, durante la jornada se hizo un recorrido por los riesgos de consumo en infancia y adolescencia, y las dificultades que los recursos existentes encuentran a la hora de abordar dichas problemáticas.

Nuestra compañera Sandra Gasca, coordinadora del Taller Sociolaboral, participó en la mesa redonda “Experiencias y buenas prácticas”, junto a otras personas responsables de diferentes servicios de ambas redes. Su exposición giró en torno a la explicación del recurso y su funcionamiento. Además, se refirió a la metodología del trabajo terapéutico realizado a partir del aprendizaje de una manualidad que, por sí sola, carecería de importancia alguna, si no fuera por todos sus componentes terapéuticos.

Por otra parte, profundizó en la importancia del vínculo que se establece entre el equipo terapéutico y el grupo, como punto de partida donde el usuario/a inicia los cambios que le ayudarán en su proceso de deshabituación y reencuentro consigo mismo.

Su exposición generó cierta expectación entre los asistentes que, en el turno de preguntas, se mostraron muy interesados por las diferentes fórmulas y formas de derivación, por la financiación y gestión del proyecto, así como por el tiempo de espera para obtener una plaza en el servicio o tiempo de estancia en el mismo.

La valoración de la jornada es muy positiva, ya que no solamente se trataron temas de interés en la actualidad, sino que permitió dar a conocer un servicio histórico de FSC que está plenamente vigente. Además, por las características del mismo, se trata de un recurso con mucha demanda de plazas, a falta de otros servicios de características similares en la red de atención a las drogodependencias.

Presentación elaborada por nuestra compañera Sandra Gasca para las jornadas:


FSC firma el convenio del Punto de Inserción Laboral de L'Hospitalet para favorecer el empleo juvenil

El pasado 3 de noviembre, FSC firmó el convenio del proyecto del Punto de Inserción Laboral de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). El acuerdo se enmarca dentro del Programa de Ayudas a Proyectos de Iniciativas Sociales que convoca anualmente la Obra Social "la Caixa".

empleo-juvenil-hospitaletEl convenio tiene como objetivo ofrecer apoyo a las organizaciones no lucrativas que trabajan en el territorio español y que desarrollan proyectos dirigidos a mejorar las oportunidades de trabajo y la inserción sociolaboral de personas en riesgo o situación de exclusión social.

Con este proyecto de inserción, FSC mantiene su compromiso como entidad para dar respuesta a una realidad social que requiere de una intervención integral, con el fin de favorecer la inserción social y laboral de diferentes colectivos. De esta manera, ampliamos nuestros servicios en el ámbito de la inserción laboral como entidad colaboradora del programa Incorpora de "la Caixa".

En el contexto del Punto de Inserción de L'Hospitalet, a partir del 1 de diciembre y hasta el 30 de noviembre del 2015, llevaremos a cabo el programa de L'H.Elecció.Jove. Por segunda vez, ofreceremos nuevas oportunidades de inserción social y laboral a jóvenes de entre 18 y 25 años, en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social que, por diferentes variables (nivel formativo, recursos económicos, familiares y/o sociales, acceso a las nuevas tecnologías, variables culturales...), tienen mayores dificultades para acceder al mercado laboral.

L'H.Elecció.Jove es un programa centrado en los jóvenes, que les ofrece ser actores principales de su propio proceso. Nuestro objetivo es la promoción y el empoderamiento del usuario/a para favorecer que desarrolle las competencias que mejoren su ocupabilidad y sus opciones de acceso al mercado laboral. Ofrecemos un amplio abanico de actividades grupales e individuales para generar espacios de reflexión que le ayude a identificar cuáles son sus objetivos formativos y laborales. Nuestra función profesional será principalmente la de acompañar a los participantes por el propio itinerario de inserción.

Por otro lado, y para generar oportunidades reales de incorporación al mercado laboral, contaremos con la colaboración empresarial de la zona. A través de acciones comerciales, buscaremos el compromiso social de las empresas para ofrecer, en muchas ocasiones, primeras oportunidades de trabajo a jóvenes con mayores dificultades para acceder a un puesto de trabajo.

Por tanto, con este proyecto nos proponemos un reto ambicioso, ya que pretendemos que participen en él los actores sociales implicados en la mejora de la ocupación de colectivos en riesgo de exclusión: las entidades del Tercer Sector Social, la red de servicios comunitarios y el tejido empresarial.


Jóvenes y bandas, factores de prevención y promoción social

Todo el mundo nos critica, pero realmente no saben qué queremos hacer para nuestra gente (Allan, Ecuador, 23 años)

 

El pasado mes de octubre, profesionales de distintos programas del Circuito de Inserción Social de la Fundación Salud y Comunidad, asistieron a una formación impartida por la unidad de prevención y control de las nuevas bandas juveniles violentas de los Mossos d’Esquadra, en Cataluña.

El objetivo de la sesión era doble. Por una parte, conocer la estructura de las bandas juveniles violentas de origen latino (este aspecto es, a día de hoy, objeto de diversas matizaciones), así como su funcionamiento, estructura y mapa de actuación. Por otra, se trataba también de reflexionar sobre los motivos que pueden incidir y/o explicar que un/a joven se vincule a estos grupos y de qué manera se puede intervenir (tanto en la detección y prevención, como en el acompañamiento y en una posible desvinculación). Asimismo, a lo largo de la exposición, se dio a conocer la tarea desempeñada por esta unidad de prevención y control.

El primer concepto que se explicó durante la jornada fue la definición de banda. A nivel europeo, se citó la definición dada por el “European Network Eurogang” (red europea de investigación sobre bandas), cuando afirma que una “street gang” es: “un grupo juvenil, duradero, con orientación hacia la calle y otros espacios públicos y con una identidad grupal definida de forma primordial por la participación en actividades delictivas”.

Las bandas son agrupaciones muy complejas y heterogéneas de jóvenes, que se estructuran jerárquicamente, y que tienen en común una ideología y unos valores que fomentan la adhesión de los miembros al grupo y la identificación identitaria. Los estatutos o leyes, los símbolos (a veces representados también por determinados colores) y la organización por territorio, son asimismo rasgos de su funcionamiento y cultura. El abono de cuotas que los miembros abonan en aras de posibles gastos que deba afrontar la banda, el uso de las redes virtuales y los obstáculos para abandonar el grupo son otros signos destacables.

El origen de las denominadas bandas latinas es diverso. Así, en el caso de los “Latin Kings”, su origen es estadounidense; los “Ñetas” proceden de Puerto Rico, y los “Dominicans Don’t Play” son de la República Dominicana.

Habitualmente, los componentes de estas bandas son personas de edades comprendidas entre los 12 y los 25 años de edad, muchos de ellos llegados a nuestro país al final de su infancia o durante el inicio de su adolescencia. Podríamos decir que este proceso de adaptación a una realidad cultural diferente no siempre dispone de suficientes herramientas de acompañamiento, favoreciendo la búsqueda de un grupo, y de un lugar que posibilite ubicarse y sentirse comprendido. Así, la falta de atención por parte de los adultos, la insatisfacción de necesidades afectivas y la ausencia de modelos de referencia, es un elemento común entre estos jóvenes.

No obstante, a lo largo de la formación vimos también cómo, en la actualidad, podemos encontrar en estos grupos personas procedentes de todas las nacionalidades, incluida la española.

En líneas generales, en España, se ha detectado un descenso de estos grupos motivado no solo por un mayor control, sino también por una estrecha colaboración entre diversos agentes sociales, especialmente servicios sociales y centros académicos. La sensibilización y formación realizada en los institutos ha jugado un papel primordial.

La política de intervención de esta unidad de prevención y control de las nuevas bandas juveniles violentas de los Mossos d’Esquadra, ha ido cambiando desde su creación. En 2011, trataban de mediar entre bandas para prever las acciones violentas, pero en estos momentos se ha apostado por otro tipo de intervención, que favorece la prevención en distintos espacios, a la vez que trabaja desde el cumplimiento de la ley, sobre todo en el espacio público.

Desde FSC destacamos la tarea que se realiza en colaboración con los agentes sociales e instituciones educativas para reducir este fenómeno social y para proteger a los jóvenes que quieren dejar la banda, que se sienten coaccionados para entrar, o que sufren una situación personal que les convierte en candidatos propicios para ser captados por estas organizaciones.

Como conclusión a estas jornadas, podemos destacar la motivación de esta unidad de prevención y control para realizar su tarea en la seguridad ciudadana. También, agradecerles que nos hayan hecho reflexionar sobre el elemento más humano de toda esta realidad existente en nuestro entorno más próximo.

En nuestra opinión, desde la acción social, creemos que debemos ampliar las capacidades inclusivas de nuestra sociedad, posibilitando la implicación de la ciudadanía. También, que debemos interrogarnos asimismo por nuestra responsabilidad frente a estos jóvenes que han aprendido a relacionarse con los conflictos de manera casi cotidiana. El reto que tenemos ahora es el de favorecer, desde las políticas públicas, estrategias de prevención y promoción que giren en torno a la educación, la cultura y el espacio público.

Eusebio Expósito Capilla, educador social en el Centro de Día de Adicciones de FSC