El programa CerclesCat, gestionado por FSC, se amplía a todos los centros penitenciarios de Cataluña

El Gobierno catalán ha aprobado ampliar el programa Círculos de Apoyo y Responsabilidad (CerclesCat), dirigido a personas condenadas por agresión sexual, a todos los centros penitenciarios de Cataluña, tras haber quedado demostrado que es un recurso efectivo para evitar su reincidencia. El proyecto se dirige a personas que se encuentran en el último tramo de la condena y, por tanto, en régimen abierto o libertad condicional. Además, ha garantizado la continuidad del mismo hasta 2025.

La Fundación Salud y Comunidad (FSC) gestiona los Círculos de Apoyo y Responsabilidad (CerclesCat), un programa impulsado en colaboración con el Departamento de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat de Cataluña, que tiene como objetivo proporcionar apoyo y supervisión para la integración social y prevenir la reincidencia de personas que han cometido un delito sexual, en régimen abierto y en libertad condicional.

Recientemente, el Gobierno catalán ha aprobado iniciar los trámites administrativos necesarios para ampliar el programa de tratamiento CerclesCat a todos los centros penitenciarios de Cataluña. Se trata de un programa de acompañamiento a personas condenadas por agresión sexual que se encuentran en el último tramo de la condena y, por tanto, en régimen abierto o libertad condicional.

Actualmente, el programa se desarrolla en todos los centros penitenciarios de la demarcación de Barcelona: “Quatre Camins”, Centro Penitenciario “Joves”, “Brians I” y “Brians II”, “Lledoners” y los dos centros abiertos de la ciudad (“Trinitat” y “Wad Ras”).

El inicio de CerclesCat se remonta al año 2011 con la participación del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña y la Fundación Salud y Comunidad en un proyecto europeo (“Circles E4 EU”) con otros países que ya llevaban años implementando los Círculos de Apoyo y Responsabilidad. En el año 2013, el Departamento de Justicia llevó a cabo un proyecto piloto donde puso en marcha tres círculos. Los resultados obtenidos fueron muy positivos. Por ello, implementó CerclesCat en Cataluña, de la mano de FSC.

Los datos han demostrado que se trata de un recurso efectivo para evitar que los agresores sexuales reincidan, dado que 9 de cada 10 condenados por delitos sexuales que han pasado por CerclesCat, no han vuelto al sistema de ejecución penal.

El proyecto aplica un modelo de intervención en medio abierto, basado en la justicia restaurativa, cuyo objetivo es reducir el riesgo de reincidencia mediante el apoyo social y la participación comunitaria. Los círculos creados entre las personas participantes y el voluntariado tienen una duración de 18 meses.

De acuerdo con la metodología utilizada por el programa, un grupo de tres a seis voluntarios, preferiblemente de la propia comunidad local, visitan y asisten al condenado por un delito contra la libertad sexual, tras salir de prisión. Este círculo de personas, llamado “interno”, le ofrece soporte en el proceso de inserción y le induce a tener un comportamiento prosocial. También, desempeña un papel de control, ya que el participante tiene el compromiso de comunicar al círculo interno cualquier hecho relevante.

Simultáneamente, el voluntariado se forma para identificar los indicios de riesgo en el comportamiento de las personas condenadas. Este círculo interno traslada la información sobre los encuentros que tienen semanalmente a un “círculo externo”, que le apoya, formado por una persona que ejerce de coordinadora, experta en la intervención con agresores sexuales; profesionales de los servicios penitenciarios y psicólogos/as, que velan por prevenir la reincidencia.

Los requisitos para poder ser voluntario/a en este proyecto son:

  • Ser mayor de edad.
  • Carecer de antecedentes penales.
  • Superar la formación inicial de CerclesCat.

Si estás interesado/a en formar parte del voluntariado del mismo, puedes dirigirte a este correo de contacto, en el que te informarán sobre próximas formaciones y te ofrecerán mayor detalle sobre voluntariado: voluntaris.cerclescat.dj@gencat.cat


Mejora de la empleabilidad y acceso a empleos de mayor calidad a través del programa CUALIFICA-T

La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha desarrollado desde 2022 el programa Cualifica-T, en coordinación con el Servicio de Empleo y Formación (SEF) de la Región de Murcia, con el fin de incentivar la formación en el ámbito sociosanitario. El proyecto, que acaba de finalizar, ha tenido como objetivo mejorar la empleabilidad y acceso a empleos de mayor calidad de las personas participantes en los cursos organizados, logrando, gracias a los resultados obtenidos, una mejora de su calidad de vida.

Este mes de octubre ha finalizado la última alumna que quedaba por realizar las prácticas en centros residenciales del curso de Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales, a través de las subvenciones a la realización de proyectos formativos, dirigidos a personas desempleadas en el ámbito de la comunidad autónoma de la Región de Murcia del SEF, concluyendo con ello el programa formativo CualificaT.

De los 15 alumnos/as que han participado en el mismo, 14 han finalizado estas prácticas. Tanto alumnos/as como docentes y profesionales que han participado en la formación, se sienten muy orgullosos del excelente aprovechamiento y grado de satisfacción alcanzado (4,94 de 5, según los datos de la encuesta que se realizó).

La pretensión era que la formación pudiera insertar laboralmente al mayor número de alumnos/as, habiendo conseguido hasta la fecha que 12 de esas 14 personas (85,71%) que finalizaron las Prácticas No Laborales estén trabajando como auxiliares de atención sociosanitaria, la gran mayoría en el mismo centro donde realizaron las mismas.

El programa formativo CUALIFICA-T que hemos desarrollado desde FSC, ha estado dirigido fundamentalmente a las personas que acompañamos desde nuestros programas y servicios, pertenecientes a colectivos en situación o riesgo de exclusión social y/o ciudadanos/as de la Región de Murcia que cuentan con el nivel académico necesario para cursar un certificado de profesionalidad de nivel II.

En este proyecto, la formación ha sido el eje central, ya que los tres cursos de formación impartidos, incluido el Certificado de Profesionalidad de Atención Sociosanitaria, han supuesto 450 horas de formación grupal.

Asimismo, y para lograr una mejor preparación del alumnado, se han incluido otras formaciones complementarias:

  • “Establecimiento Objetivos Profesionales y Plan de Acción” (15 horas), para identificar el objetivo profesional y realizar una planificación de la búsqueda de empleo acorde con dicho objetivo.
  • “Orientación Individual” (3 horas por alumno/a durante el curso), con el objetivo de acompañar a las personas, atendiendo sus necesidades individuales a lo largo de todo el programa.
  • “Técnicas de Búsqueda de Empleo Eficaz” (20 horas), con el fin de conocer la situación del mercado de trabajo actual, así como las herramientas y estrategias existentes para realizar una búsqueda de empleo eficiente y afrontar una entrevista de trabajo con éxito.

Además del personal docente y el coordinador implicados directamente en el proyecto formativo, cabe destacar que todos/as los profesionales de la oficina de FSC en Murcia, y en especial desde la Administración, se han volcado con los alumnos/as, apoyándoles en todo tipo de gestiones.

Por último, decir que, a cierre de este ejercicio, ha salido la resolución provisional de concesión de subvenciones para el año que viene, a la que el proyecto CUALIFICA-T se ha vuelto a presentar, siendo el proyecto formativo mejor valorado de toda la Región de Murcia, ya que ha obtenido 95 puntos sobre 100. Seguiremos trabajando por la mejora de la empleabilidad y el acceso a empleos de mayor calidad de las personas participantes en el programa.

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Compartiendo experiencia y conocimiento en la implantación del “Modelo de Entorno Protector y de Buen Trato” en los centros de menores de la Comunidad de Madrid

La Residencia Especializada de Adaptación Psicosocial “Picón de Jarama”, de titularidad de la Comunidad de Madrid, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y la Asociación de Asistencia Integral Lagunduz, ha acogido recientemente una interesante reunión, a la que han acudido representantes de diferentes entidades. Se trata de la primera jornada de trabajo, en relación con la implantación del “Modelo de Entorno Protector y de Buen Trato en los centros de protección de niños, niñas y adolescentes de la Comunidad de Madrid” que la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad (DGFINN) pretende implantar en los diferentes centros de protección que titulariza.

Este modelo, impulsado por la Consejería de Familia, Juventud, y Asuntos Sociales y, en concreto, desde la Subdirección General de Protección a la Infancia, ha encargado al Instituto de Innovación, Desarrollo e Impacto Social que se encargue de supervisar las diferentes fases de su implantación en los centros de la red atención a la infancia de esta comunidad.

Tal y como lo define este instituto, un entorno protector es un espacio seguro en el que las personas pueden participar, desarrollarse y crecer. Está construido desde el enfoque de derechos y basado en dar respuesta a las necesidades reales de las personas que participan en él, asumiendo la atención a la diversidad en todas sus dimensiones.

Se trata también de un espacio en el que todas las personas implicadas son conscientes de su labor y compromiso con la protección real y el cuidado mutuo, y en el que se garantizan los derechos de todas las personas. Además de un espacio que aspira a ser más que un contexto de protección, potenciando la dignidad de las personas y empoderándolas a través del buen trato.

A esta primera jornada de trabajo, en relación con la implantación del “Modelo de Entorno Protector y de Buen Trato en los centros de protección de niños, niñas y adolescentes de la Comunidad de Madrid”, en la que se informó sobre las diferentes fases de implementación del modelo, diferenciando entre 3 grandes fases claramente identificadas, asistieron diferentes representantes, con el objetivo de reflexionar juntos sobre cuestiones estratégicas que tienen que ver con la práctica cotidiana, pero también con un enfoque de implantación del modelo a medio plazo.

En concreto, a la jornada asistieron Consuelo Barbadillo, Jefa de servicio de centros específicos de la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad; Sergio Castelló, subdirector del Área de la Dependencia y de la Infancia y Adolescencia de la Fundación Salud y Comunidad; Joaquina García y Juan A. Santiago, directora y subdirector de Residencia Especializada de Adaptación Psicosocial “Picón de Jarama”, así como personal técnico y educativo de la residencia.

Además, se revisaron los documentos anexos al “Modelo de Entorno Protector y Buen Trato”, así como las diferentes herramientas de seguimiento y protocolos del mismo. Cabe señalar que muchos de ellos se encuentran ya implantados en los propios centros de protección, gestionados por nuestra entidad.

Asimismo, se incidió en la importancia de seleccionar a la persona que va a ejercer la figura de Coordinador/a de Protección y Buen Trato, entre los propios profesionales de la de Residencia Especializada de Adaptación Psicosocial “Picón de Jarama”. Se trata de un aspecto considerado clave en la implantación del modelo.

En una segunda parte de esta reunión, se llevó a cabo la elaboración conjunta de la primera versión del “Mapa de Riesgos de un entorno libre de violencia”. Se trata de una herramienta que va a permitir el análisis de los factores que contribuyen a generar un “modelo de buen trato 360º”.

En este sentido, la construcción de entornos protectores implica un esfuerzo conjunto para la determinación del interés superior del menor en cada caso y contexto, así como en la definición compartida de buen trato. Esto solo puede lograrse a través de un ejercicio honesto de supervisión (interna y externa) y de análisis de los factores que contribuyen a generar “un buen trato 360º” y de qué se puede mejorar (cuando no -directamente- dejar de hacer).

En definitiva, la jornada permitió poner en común todos estos factores y debatir sobre su importancia específica en el día a día del personal técnico y educativo, así como encontrar resortes de cambio a todos los niveles (personal, como equipo, como entidad, como administración y como colectivo social) en la creación de un entorno que respete los derechos de la infancia y promueva un ambiente protector físico, psicológico y social, incluido el entorno digital. Del mismo modo, se destacó el papel activo que debe tener el niño, niña y adolescente en su proceso de intervención, pilar básico dentro del modelo de nuestra entidad.

Todo ello cristalizará en el proceso de implantación del “Modelo de Entorno Protector y Buen Trato en los Centros de Protección de personas menores de la Comunidad de Madrid”, con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea –NextGenerationEU.

Por último, cabe destacar que durante la etapa de gestión de FSC y el Grupo Lagunduz de la Residencia Especializada de Adaptación Psicosocial “Picón de Jarama” desde hace un año, previa formación del equipo profesional del servicio, se ha podido implantar un modelo de intervención propio de la entidad que, junto a este modelo de buen trato, se verá complementado y mejorado. Con ello, se logrará una intervención más personalizada con cada uno/a de los niños, niñas y adolescentes que se atienden en el servicio, teniendo siempre como referencia el interés superior del menor.

La publicación de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia el 5 de junio de 2021, supuso un paso adelante en la superación de un “modelo de protección” hacia un “modelo entornos seguros” en relación a centros de protección (art. 53.1 LOPIVI) que permite el desarrollo holístico atendiendo al interés superior del cada niño, niña o adolescente. Del mismo modo, la Ley 4/2023, de 22 de marzo, de Derechos, Garantías y Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia de la Comunidad de Madrid, señala que es una de las obligaciones prioritarias de los poderes públicos proteger a las personas menores de edad.

Por otra parte, en la Comunidad de Madrid y respecto al sistema de protección, de acuerdo a la Memoria estadística 2022 de la red de centros de protección a la infancia de la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad, los motivos relacionados con la violencia hacia la infancia y la adolescencia son las principales causas de adopción de medidas de protección, sumando más del 38,48% de los motivos de ingreso, tal es así que el abandono físico o la negligencia aparecen como segundo motivo (14,17%), la conflictividad familiar como tercero (6,75%) y el maltrato físico y abandono emocional como sexto y séptimo.


"Si hay que subirse al escenario en algún festival en el centro, lo hago. O si hay que cantar, canto. No tengo vergüenza"

Antonio P., de 43 años, usuario de la Residencia de Personas con Diversidad Funcional Relleu, servicio de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), es un gran aficionado a la música y participa en el centro en actividades relacionadas con ello. También, en actividades de mantenimiento y jardinería. Tanto el equipo profesional como él mismo, y sus compañeros/as, lo definen como una persona afable, de buen trato, que espera lo mismo de las demás personas, algo que descubriréis a lo largo de esta entrevista.

– ¿Desde cuándo eres usuario de la Residencia de Diversidad Funcional Relleu?

Desde hace alrededor de 2 años.

– ¿Cuáles son tus aficiones y qué cosas te gustan hacer?

Me gusta la música, cantar y bailar.

Por otra parte, me gusta mucho tirar cohetes. Especialmente, “bombetas” pequeñas.

– Respecto a la música, sabemos que te gusta especialmente…

Así es, lo primero que hago al levantarme por las mañanas es ponerme música, a veces también me la pone el equipo profesional del servicio porque sabe que es algo con lo que disfruto.

Lo que más me gusta es cantar. Toda la vida he sido así, desde pequeño.

– ¿Cuál es tu grupo de música o cantante favorito?

Manolo Escobar, el Fary, Antonio Molina, Rafael Farina… Sobre todo, me gustan las letras de canciones en español.

También me gusta la jota, las marchas militares…

– Nos decías que también te gusta mucho tirar cohetes. ¿De dónde te viene esta afición?

De Villena, de cuando era pequeño y me iba con mi padre a comprarlos.

– ¿Cómo es tu día a día en el centro?

Aquí estoy muy bien, duermo solo, se come bien...

Además, mi hermana también vive en el centro y así se lleva mejor.

Por otra parte, participo en distintas actividades que me entretienen.

– ¿De qué actividades se trata?

Principalmente, realizo actividades de mantenimiento y jardinería en el centro. Esto forma parte de un taller. Mis tareas son limpiar, barrer o vaciar papeleras. Esta tarea la hago diariamente, alternando mi participación en otros talleres a los que también acudo.

Además, en el centro colaboro en actividades relacionadas con todo lo que sea música. Si hay que subirse al escenario en algún festival, lo hago. O si hay que cantar, canto. No tengo vergüenza. Me gusta que otras personas usuarias se sientan bien y sé que esto les alegra.

– A propósito de lo que comentas, ¿cómo es la relación entre compañeros/as?

Es buena. En mi caso, me llevo bien con todos.

– ¿Y cómo es la relación con el equipo profesional del centro?

El equipo de profesionales es estupendo. La relación también es buena.

– Además, hay una cosa que sé que quieres compartir, a ver si por aquí también te podemos ayudar

Sí, que busco novia.

– ¿Y cómo te gustaría que fuera?

Estaría muy bien si es de Relleu, o que viva en el centro. Tampoco me importa si reside aquí, siempre que esté cerca para vernos, eso es lo importante. Además, aquí en el centro hay muchas parejas…

Por otra parte, físicamente me gustaría que fuera española, morena de piel y de pelo. En cuanto a la forma de ser, muy cariñosa, con buen carácter.

– Pues ahí queda eso…

También quiero decir que cuento con una moto eléctrica.

– Pues eso también es un buen dato. Ya nos contarás.

Sí. A ver si tengo suerte y encuentro pronto novia...


"Las mujeres usuarias del servicio en el que hago voluntariado son supervivientes de múltiples desventuras que nos hubieran llevado por delante a muchos de nosotros/as"

Llevaba tiempo buscando un voluntariado con mujeres víctimas de violencia, había escrito a APRAMP sin éxito…  Seguía buscando sitios donde realizar alguna labor, quería pasar a la acción.

Tenía claro que quería trabajar con mujeres, en una sociedad que durante siglos ha tratado a las mujeres como “ciudadanos de segunda” (sin ir más lejos, cuando yo nací, mi madre no tenía derecho por ley a abrir una cuenta bancaria sin el permiso de su marido o su padre). A cualquier calamidad que te toque en la vida, hay que sumarle siempre las tremendas dosis de misoginia y violencia simbólica que se respiran en el día a día.

No encontraba nada y, de repente, en el grupo de WhatsApp de mi promoción universitaria de enfermeras, leí el mensaje de un compañero. Decía lo siguiente: “por si conocéis a alguien que le pueda interesar… Buscan enfermera para un centro social que atiende solo a mujeres en exclusión, en situación de calle, víctimas de violencia de género, trata y también a veces, consumo de drogas o problemas de salud mental…”.

¡Claro que estaba interesada!, ¡era precisamente lo que estaba buscando! Todas las personas tienen historias detrás, y son estas historias las que les has llevado a estar donde están.

Sinceramente, no creo que muchos de nosotros/as lleguemos a presidentes/as de grandes empresas, a políticos o a millonarios, pero todos/as, con un poco de mala suerte, podemos vernos en una situación de calle, de exclusión, o de trata.

No es difícil llegar a estar así; lo difícil, estadísticamente, es llegar a ser un magnate. Me podría pasar a mí, o a alguno de mis seres queridos y, a menudo, me planteaba qué sería de mí en ese caso, qué pasa después de vivir en la calle…

El día que me entrevisté con Yolanda y con Ana (responsables del Centro “Beatriz Galindo” en Madrid, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad, servicio que forma parte de la Red de Atención a Personas sin Hogar del Ayuntamiento de Madrid) fue para mí un gran día... Salí de allí llena de esperanza, pensando que, si algún día tenía la desgracia de encontrarme sin techo, tenía la gran suerte de vivir en un país que contaba con aquel equipo humano tan estupendo y aquellas impresionantes instalaciones para recogerme…

Me sentí orgullosa y agradecida de haber nacido en este país y ya no podía esperar a empezar allí mi labor. Me daba algo de miedo, porque, aunque llevo casi 30 años de enfermera (y eso curte mucho), nunca había trabajado en un centro similar. No había trabajado con personas en situación de calle y no sabía cómo se me daría conectar con ellas y tampoco estaba familiarizada con las medicaciones de salud mental.

Pronto llegó la realidad y su diferencia con mis expectativas… De hecho, al principio fue todo un shock, incluso no pude dormir las primeras noches, porque me ocurrió algo que no había previsto… ¡sentía miedo!

En una sociedad como la nuestra, no son las tormentas o las hambrunas nuestros mayores problemas, la amenaza mayor para cualquiera de nosotros/as es uno mismo, u otro ser humano. Las personas son también el mayor activo de nuestra sociedad, bien lo vimos durante la pandemia, cuando las calles se vaciaron y daba ganas de llorar al ver todo el vacío, pero los seres humanos somos también peligrosos, somos lo mejor y lo peor.

El primer día tenía tanto miedo que lo pasé un poco regular. Siempre he sido valiente y se esperar, así que me limité a seguir yendo, y a hacer mi trabajo… como en el libro de Mikel Ende, Momo, fui “paso, inspiración, barrida…” y funcionó.

Poco a poco, iban entrando en mi consulta, para que les diera su medicación, para hacerles alguna cura o ponerles algún inyectable… y con aquella excusa, charlábamos. Lo que aprendí en aquella consulta de enfermería es que aquellas mujeres eran iguales a mí, no había ninguna diferencia, comprendía perfectamente sus situaciones, sus miedos, sus ilusiones, sus frustraciones…

Sin duda, las mujeres usuarias del servicio en el que hago voluntariado son mujeres fuertes y valientes, supervivientes de múltiples desventuras que nos hubieran llevado por delante a muchos de nosotros/as. Cada día salía con una nueva historia en la que pensar… Reíamos, charlábamos o llorábamos juntas en la consulta. También, pasábamos momentos tensos, son personas que frecuentemente tienen salidas de tono y a veces se crean problemas potentes.

Creo que es en esos momentos cuando más he aprendido, si era capaz de pararme y pensar, sale de uno mismo lo mejor, y el crecimiento personal tras superar (de alguna manera) estas crisis, es considerable.  La experiencia me ha llevado a tener un gran respeto por estas mujeres que me han enseñado cómo incluso en los peores escenarios, son capaces de ofrecer generosamente sus sonrisas, su cariño, su paciencia, su lealtad, su generosidad, su humildad y su aguda chispa.

Son un ejemplo de porqué seguir vivos es un regalo, cada día. Cuando mi padre enfermó dejé el puesto de enfermera, pero pedí seguir yendo a visitarlas. Quería saber cómo seguían, estas mujeres han dejado en mí una huella tan profunda, que hay un antes y un después en mi vida. Pienso mucho en ellas y veo sus mismos patrones en otras personas. En situaciones que antes no comprendía, ahora sus historias me iluminan la escena.

Voy a verlas, igual cada semana o cada dos. Les llevo caramelos, salimos al patio a charlar o damos algún paseo. Me encanta ver sus sonrisas cuando llego a visitarlas. Son momentos sencillos, pero con miles de matices que enriquecen mi vida y tengo la ilusión de que esos ratitos que pasamos juntas, también sean para ellas dulces pausas en sus agitadas biografías.

Quiero agradecer la confianza que el centro y su equipo profesional deposita en mí para seguir disfrutando de esta gran oportunidad. Mil gracias de corazón.


Azucena Cristóbal
Voluntaria de la Fundación Salud y Comunidad


Taller de creatividad fotográfica en la Residencia de Acogida de niños, niñas y adolescentes “Els Estels” de Alicante

Las imágenes forman parte de nuestra vida y de nuestra realidad. Vivimos inmersos en la sociedad de la imagen, adultos y menores estamos sobreexpuestos a un gran número de imágenes diarias, muchas veces sin apenas tener formación sobre su lectura o expresión. Por ello, al igual que la alfabetización en lectoescritura, saber leer y producir imágenes adecuadamente, debe formar parte de nuestra formación para ser personas más autónomas y críticas.  

Recientemente, la Residencia de Acogida de niños, niñas y adolescentes (NNA) “Els Estels” de Alicante, servicio de titularidad de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con el Grupo Lagunduz, ha puesto en marcha una actividad relacionada con ello, ya realizada años atrás, si bien nos inciden en que el desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente el uso de aplicaciones de edición en dispositivos móviles, les ha permitido reciclar los contenidos y ser más ambiciosos en los objetivos que quieren conseguir.

De esta forma, se trata de aprovechar un dispositivo que los/as adolescentes llevan consigo a diario, el móvil, lo que les permite inmediatez y accesibilidad instantánea. “Como en estos momentos el grupo de convivencia tiene el común denominador de una madurez y responsabilidad adecuadas para este trabajo, consideramos muy interesante unificar ambos conceptos: el descubrimiento de lo extraordinario (desarrollar la observación, dejar aflorar la emoción) en lo ordinario, a través de sus propias herramientas y desde el conocimiento de las connotaciones que tiene el lenguaje visual”, afirma Pablo Álvarez, director del centro.

El taller comenzó el pasado mes de septiembre, realizándose una sesión semanal, y se desarrollará a lo largo del curso 2023-2024. La actividad tiene como fecha prevista de finalización el próximo mes de junio.

Asimismo, destacar que el taller está dirigido por las tres integradoras sociales que forman parte del equipo profesional del servicio. Eva Pérez, integradora social, afirma que “desde la residencia, hemos querido desarrollar una mirada íntima y subjetiva de los chicos/as, más allá del aprendizaje técnico del proceso fotográfico. Interesa más el proceso creativo, en el que desarrollan un estilo particular que muestre su propia percepción del mundo y de la realidad”.

Según nos trasladan además desde el centro, dado que las responsables del proyecto no tienen formación en fotografía, este proyecto les ha supuesto un reto en la búsqueda de recursos, contenidos y material adecuados. Asimismo, para aquellas sesiones que requieran de una explicación más técnica, se ha buscado la colaboración de profesionales o expertos/as en la materia. Además, se plantean actividades de forma complementaria, como visitas a exposiciones fotográficas y la asistencia a un curso de fotografía organizado por el Ayuntamiento de Alicante.

Cabe destacar también que, durante la presentación de la actividad en la Asamblea del grupo (una de las herramientas más útiles para la participación de los chicos/as en la residencia), se insistió mucho en la importancia de la expresión artística personal, a través de tres aspectos fundamentales.

El primero, el conocimiento de la técnica fotográfica, concretado en conseguir:

  • Conocer y entender las opciones de configuración de las cámaras.
  • Utilizar el modo retrato.
  • Aprender a hacer fotografías a personas.
  • Sacarles mayor partido a sus salidas de ocio y tiempo libre.
  • Entender cómo medir correctamente la luz para que sus fotos no estén oscuras o quemadas.
  • Enfocar correctamente.
  • Ver esos encuadres que todavía son incapaces de observar.
  • Aprender a encuadrar correctamente, siguiendo las reglas de composición para que sus fotografías sean mucho mejores y les gusten.
  • Aprender “trucos” en situaciones comunes: sol, sombra, interior, contraluz, paisaje, retrato, viajes…
  • Editar sus fotografías en el móvil de forma fácil para obtener resultados profesionales.

Los otros dos aspectos consisten en una labor de inmersión fotográfica y un trabajo de autoconocimiento (sentir y escuchar el cuerpo) para plasmarlo en el papel. En este sentido, la fotografía es fuente de descubrimiento y autoconocimiento, de creación de vínculos con el propio grupo y con las personas que sienten más próximas (dadas las circunstancias de los/as NNA, no necesariamente tiene que ser la familia).

De manera práctica, se trabajará mensualmente por temáticas: el primer miércoles de cada mes, se hará llegar un ejercicio fotográfico, con las indicaciones para realizar las fotografías y la fecha de entrega, a través del grupo de WhatsApp del Hogar, a los teléfonos de los/as adolescentes.

El segundo miércoles se remitirán las fotografías, y durante esa misma semana, se imprimirán, organizándose una exposición de las mismas en la planta baja de la residencia. El tercer miércoles de cada mes, se realizará una votación a través de la herramienta “Google Forms”, en la que participarán los/as adolescentes y el equipo educativo del centro. Las dos fotografías más votadas se enmarcarán y se expondrán en la residencia, si bien adicionalmente, a cada chico/a se le creará un Portafolio con sus creaciones, que se le entregará en el momento de finalizar el taller de creatividad fotográfica.

En el poco tiempo de desarrollo de la actividad, sorprende la calidad técnica y la capacidad de expresión emocional de los/as participantes del taller, además de que se han animado todos los/as adolescentes a realizar la actividad, lo cual ya augura el éxito de la misma.


Diseñando una campaña preventiva digital como voluntaria del Proyecto "En Plenas Facultades" en Madrid

Mi experiencia como voluntaria en el Proyecto “En Plenas Facultades” (EPF) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha supuesto una gran herramienta para enfrentar temas comunes y cotidianos, sobre todo en esta edad de joven adulta en la que me encuentro, temas que muchas veces pasan a ser tabúes o difíciles de tratar con naturalidad.

Habitualmente, en el proyecto se diseñan y llevan a cabo actividades preventivas en los campus universitarios, pero en este caso en concreto, la presencialidad se combinó con sesiones online, realizando las personas participantes una campaña digital como proyecto final.

La idea del curso, impartido durante la primera semana de febrero de este año en el campus de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), fue fomentar y hacer llegar el uso de informaciones responsables y de calidad en temas de drogas y sexualidades.

La parte teórica se centró principalmente en explicar cuestiones básicas relativas a estos contenidos y en resolver dudas o destapar mitos… Se trata de mitos sobre cuestiones en los que personas generalmente estamos demasiado cohibidas como para preguntar desde la sinceridad, la curiosidad y las ganas de formarnos.

El recorrido fue variado: tipos de sustancias, modalidades concretas (y recientemente clasificadas) de encuentros sexuales, hábitos de mayor riesgo, problemáticas comunes, nuevas identidades y modelos de prevención y cuidados. El contenido se impartió con total naturalidad y, sobre todo, con una inmensa escucha activa y sin prejuicios por parte las ponentes, lo que hizo que para quienes estábamos en el aula, fuera también un espacio seguro y de confianza. Además, durante las sesiones, tuvieron lugar algunas actividades, en las que las personas voluntarias también participamos, dimos nuestra opinión o influimos en lo impartido, a través de dinámicas de grupo activas.

Si bien las actividades fueron ágiles y divertidas, para mí la parte más interesante del curso fue realizar el proyecto final. En el diseño de la campaña preventiva digital tuvimos total libertad para tratar el tema que más interesante nos hubiera parecido o que más nos hubiera llamado la atención.

Hubo grandes ideas como anuncios promocionales para plataformas como YouTube y vídeos cortos como los que se difunden en TikTok, en los que el contenido suele ser ameno. En mi caso, realicé una campaña, junto a una compañera, en la que diseñamos carteles con eslóganes cortos y llamativos que hacían referencia al tema de sexualidades, en concreto a la industria pornográfica y sus peligros.

En la parte baja del cartel, además del logo de EPF y de la universidad, figuraba un código QR escaneable que llevaba directamente a uno de los episodios de podcast subidos a la plataforma de podcast iVoox.

Como conclusión final y desde mi propia experiencia, lo importante en este tipo de proyectos es generar una discusión al final y que el tema “se ponga realmente encima de la mesa” para que, cada vez, en las conversaciones haya menos tabús.

El objetivo con este trabajo fue llamar la atención de todo tipo de personas, ya fueran oyentes que tienen la posibilidad de cambiar según qué realidades de las que forman parte o personas interesadas en el tema que pudieran compartir o no la opinión que se daba en el mismo.

Además, el podcast fue una conversación entre cuatro jóvenes universitarias, mientras hacíamos un trayecto en coche, ofrecido a través de un formato diferentes y logrando que el contenido no solo fuera interesante, sino que las opiniones también fueran accesibles, familiares y útiles a otras personas.

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Berta Gibello, voluntaria del Proyecto “En Plenas Facultades” de FSC


El Programa Aliad@s para el empleo de FSC finaliza con buenos resultados de participación

El proyecto se ha llevado a cabo desde la oficina de FSC en Murcia, financiado con fondos Next Generation UE, y en colaboración con el Servicio de Empleo y Formación (SEF) de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. El programa comenzó su ejecución el pasado 2 de marzo y ha finalizado el 30 de septiembre, también de este mismo año.

El objetivo general del mismo ha sido “mejorar la empleabilidad y la inserción laboral de personas en situación de desempleo de larga duración, priorizando mayores de 45 años en exclusión o riesgo de exclusión social, desarrollando actuaciones desde diferentes procesos, sistemas y niveles de intervención”.

Desde el programa, ha sido posible atender a 25 personas mayores de 45 años y Paradas de Larga Duración (PLD), cuya selección se realizó de una derivación de más de 100 personas facilitadas por el Servicio de Empleo y Formación, priorizando los siguientes colectivos: personas en riesgo de exclusión, mujeres desempleadas con baja cualificación, personas migrantes y personas afectadas por problemas de salud (enfermedad mental o adicciones).

El equipo técnico que los ha atendido durante estos meses ha estado formado por un orientador laboral, una coach/formadora y una prospectora laboral. Asimismo, cada uno de los participantes ha completado un mínimo de 186 horas divididas en 4 bloques: acciones de asesoramiento, orientación y tutoría (40 horas), seguimiento y acompañamiento en el proceso de intermediación (sesiones de coaching/formaciones grupales 36 horas), acciones de formación teórico/práctica (100 horas) y actuaciones con el mercado laboral (10 horas).

Además, han podido disfrutar de distintas ayudas facilitadoras para propiciar un mejor aprovechamiento del programa como las becas por asistencia, por ayudas a la conciliación, por menores o personas dependientes a cargo, por transporte y manutención, monoparentalidad y otras.

Respecto a los diferentes resultados obtenidos en el programa, cabe destacar que, de los 25 participantes, 13 han podido encontrar empleo, siendo, además, beneficiarios de una ayuda “primer sueldo” para apoyar el inicio laboral de los participantes. El grado de participación y satisfacción ha sido muy alto, tanto por parte de las personas participantes como de las empresas.

El equipo técnico se muestra orgulloso de los resultados obtenidos por el programa y asegura que el vínculo creado entre ellos y los participantes ha favorecido la ejecución del programa y la obtención de dichos resultados.

Continuamos trabajando para dar cobertura a las necesidades de colectivos más vulnerables y de difícil inserción laboral. Desde FSC, y su oficina de Murcia, agradecemos la confianza puesta tanto en la entidad como en el equipo técnico del proyecto.

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"En general, en España hay buenas personas, con buen corazón. Por ello, quiero ayudar yo también como voluntario de FSC a otras personas"

Sassi Merazga, de 44 años, es voluntario de FSC en Alicante, concretamente en el Centro de Acogida para Personas Sin Hogar (CAI), de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). En este servicio, realiza tareas de peluquería y barbería, como agradecimiento de lo que han hecho otras personas por su él y su familia, durante los dos años que llevan viviendo en España. De su experiencia de voluntariado, destaca que especialmente le gusta ver la reacción de las personas al final de cada corte de pelo, lo cual hace que se sienta más motivado a seguir haciendo voluntariado en nuestra entidad.

 – ¿Desde cuándo eres voluntario de FSC?

Desde hace aproximadamente seis meses.

– ¿Qué es lo que te hizo decantarte por este servicio para realizar voluntariado?

Vivo en Alicante, muy cerca del centro y me llamaba la atención ver cada mañana saliendo del mismo a personas con el pelo muy largo. Entonces me interesé y una persona del equipo profesional me explicó la actividad que se lleva a cabo allí y de qué forma podría colaborar.

Dado que cuento con formación específica en peluquería, a través de un curso que he realizado durante un año, y que hago trabajos como peluquero, pensé “ahora es el momento” de colaborar como voluntario en este centro.

Por otra parte, tengo una motivación importante por querer ayudar a otras personas que puedan necesitar de mi ayuda.

– ¿Nos la podrías explicar?

Sí, claro. Soy de Argelia y llegué a España hace dos años con mi familia buscando una vida mejor para uno de mis dos hijos que es discapacitado. Allí no hay medios. Dadas las necesidades de cuidado que requiere mi hijo, tuvimos que tomar esta decisión.

De modo que lo dejamos todo, allí incluso tenía un negocio propio de materiales de construcción, todo ello para que mi hijo tuviera una vida mejor, lo cual hemos conseguido. Aquí, por ejemplo, va a un colegio especial y tenemos ayuda con las medicinas. En general, el cambio ha sido bueno para toda la familia.

Por este motivo, no podemos olvidar todo lo que han hecho muchas personas por nosotros durante nuestra estancia en este país. En general, en España hay buenas personas, con buen corazón. Por ello, quiero ayudar yo también a otras personas en lo que pueda, como voluntario.

 – ¿Qué tareas realizas como voluntario de FSC y con qué periodicidad?

En este servicio, realizo tareas de peluquería y barbería. Trato de ir una o dos veces por semana, depende de la actividad del centro que, por otra parte, me ofrece todas las facilidades para que yo pueda hacer compatible este voluntariado con mi trabajo.

– ¿Cuántas personas se ven beneficiadas de tu actividad como voluntario?

Cada vez que voy, unas 8 o 9 personas. Acudo al centro por las tardes durante algo más de 4 horas.

– ¿Podrías decirnos cómo te hace sentir este voluntariado?

Sí, esta colaboración como voluntario hace que me sienta muy bien conmigo mismo, ya que, con ello, veo que cumplo con algo que creo que debo hacer. Es como una obligación moral, nuestra educación es así.

En mi caso, ya que me han ayudado otras personas, colaboro sin pensar en cómo me van a ayudar otras a mí. Ya hemos recibido apoyo antes.

Especialmente, me gusta ver la reacción de las personas al final de cada corte de pelo, es algo que no tiene precio, es una sensación única maravillosa. Cuando se miran en el espejo, expresan verdadera alegría y ello hace que me sienta más motivado a seguir haciendo voluntariado en la Fundación Salud y Comunidad.

– En general, ¿cómo es el trato con las personas que participan en el servicio con las que haces este voluntariado?

Es bueno, hablamos de muchas cosas, de cultura, de fútbol... Son personas con una cultura general, de las que aprendo siempre mucho en nuestras conversaciones. Y son personas respetuosas que por circunstancias se han visto en esa situación.

– ¿Y cómo es tu relación con el equipo profesional del centro?

Muy buena también. No hablo bien español y me han ayudado desde el primer día, haciendo que me integrara desde el principio.

En este sentido, entre otras personas que se han portado muy bien conmigo, quiero destacar a la profesional que me explicó la labor que se realiza en el servicio y que gestionó mi voluntariado. Ella es Lydia Gelardo.

Por mi parte, les he dicho que puedo ayudar en lo que necesiten; por ejemplo, en otras actividades, si requieren de mi apoyo, y también, en lo que necesiten por el conocimiento que tengo del idioma francés.

– ¿Qué les dirías a las personas que estén planteándose hacerse voluntarias en el CAI de Alicante?

En mi caso, es la primera vez que hago voluntariado en España, en Argelia siempre lo he hecho, y lo primero que les diría es que es algo muy bueno.

También, que se animen porque en el centro hay un ambiente familiar entre todas las personas, por lo que se sentirán muy bien haciendo voluntariado en lo que crean que pueden aportar.


El Programa IMVOL – Impulso del Voluntariado de la FSC de la Comunitat Valenciana es posible gracias al apoyo de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana a través de la convocatoria de subvenciones para proyectos y actividades de promoción y fomento del voluntariado.

Contáctanos si quieres colaborar con la FSC: www.fsyc.org/voluntariado

"En algún momento, a todos nos gustaría tener la ayuda de alguna persona de forma incondicional y altruista, por el mero hecho de ayudar"


Visibilizar las vidas de las personas, recuperándolas de la memoria y acercándolas a otras personas en el Día Mundial del Alzheimer

El pasado 21 de septiembre tuvo lugar esta celebración, proclamada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre esta enfermedad, que afecta también a las personas cuidadoras y a los familiares de las personas que la padecen. Con motivo de ello, la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras, en Gerona, gestionada y dirigida por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), de titularidad de la Generalitat de Cataluña, organizó diferentes actividades con muy buena acogida y presencia de personas mayores usuarias del servicio, así como de familiares y voluntariado que se acercaron al centro.

Según nos trasladan desde el servicio, “esta fecha es importante para conectar a las personas usuarias, las familias y al voluntariado con unos valores que nos identifican y que nos hacen priorizar la individualidad de la persona y su historia de vida”.

Este año, la celebración se ha dedicado a las artes, presentando a través de una exposición los trabajos de las personas usuarias. Cabe destacar también que algunas de estas personas han hecho de su talento su profesión y que han trabajado durante años realizado lo que más los gusta.

Además, durante este día, tuvo lugar la presentación de la Coral “Els Cantaires dels Arcs” (“Los cantores de Els Arcs”) “que está formada por personas usuarias y que esperamos se pueda ampliar con la participación de familias y voluntariado”, explican desde el centro. La Coral amenizó la presentación de los trabajos de la exposición.

En este sentido, se mostró el trabajo de Enric C., de 89 años de profesión picapedrero. Concretamente, dos obras en piedra, así como acuarelas, y trabajos a lápiz y carbón, ya que también le gusta pintar.

Por otra parte, se presentó el trabajo de Rosa C., de 77 años, que es conocido, ya que algunas de sus obras han sido difundidas en periódicos locales; es poetisa y se la conoce con el nombre de “Violeta”.

Para esta ocasión, hizo una poesía sobre la vida de los campesinos, trabajo en el que también colaboró Meliton T., de 71 años, calígrafo, que a través de su letra logró crear casi una pintura artística.

Además, se expuso el trabajo de Esperança J., de 87 años, costurera y modista de profesión que fue recogido por su familia en el libro “Las manos de la Esperanza” (“Les mans de l’Esperança”). “En este libro, se aprecian toda clase de técnicas: bordado a mano, patchwork y pintura sobre tela. Podemos ver también una muestra de su oficio, a través de diferentes piezas bordadas: una bolsa para el pan, un mantel y una almohada pintada a mano”, expresan desde el centro.

También, se pudo apreciar la técnica de la aguja de gancho practicada por D. Gratacós, de 98 años, que “exige el conocimiento de las agujas que pueden ser metálicas, de madera o plásticas; de los hilos que según la labor pueden ser extremadamente delgados; y de los diferentes puntos que pueden ser de una gran complejidad y que requieren otra precisión y coordinación mano-ojo, tal y como se muestra en las almohadas y tapetes que se pueden ver en la exposición”.

Se expuso también el trabajo del músico José Luis P., de 70 años, que toca diferentes instrumentos, principalmente la guitarra y el piano. Por otra parte, también se pudo apreciar el arte de Carmen R., de 77 años, bailando sardanas. “Y le encargamos a Oscar I. que nos hiciera las fotografías, ya que sabemos que le gusta hacerlas y que disfruta cuando las hace”, matizan desde la residencia.

La exposición estará abierta en el centro hasta finales de este mes de septiembre. Os invitamos a todos/as a disfrutarla y a conocer de primera mano los trabajos que se han presentado. Visibilizar las vidas de las personas, recuperándolas de la memoria y acercándolas a otras personas, nos ha parecido la mejor forma de celebrar el Día Mundial del Alzheimer.

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