El teatro como herramienta terapéutica en el Centro de Día de Adicciones

El pasado 4 de octubre, en el marco de la primera jornada organizada por la Coordinadora de Comunitats Terapèutiques, Pisos de Reinserció i Centres de Día per a Drogodependents de Catalunya, Eusebio Expósito, educador del Centro de Día de L'Hospitalet (Barcelona), presentó el teatro social en el espacio de intercambio de buenas prácticas. Su exposición tuvo muy buena acogida por parte los asistentes.

foto-teatro-adiccionesEl Centro de Día de FSC, en su constante búsqueda de mejora para la intervención de la población atendida, ha hecho posible la creación de un nuevo espacio de trabajo dentro del propio servicio. En él se utiliza desde hace algo más de un año el teatro como herramienta de intervención terapéutica grupal.

Los resultados obtenidos han sido positivos, tanto a nivel individual como grupal, logrando cambios interpersonales e intrapersonales que mejoran el proceso de deshabituación de drogas.

Desde el inicio de las civilizaciones, el teatro ha sido una herramienta de comunicación y trasmisión de historias vividas, estrechamente vinculado a la transmisión oral de la cultura. En la antigua Grecia nace como representación simbólica de lo divino, permite la socialización de valores con un importante componente educativo y catártico (purificador) resultando así un espacio cohesionador de la comunidad.

Por otra parte, a lo largo de la historia, ha constituido también una ventana para la denuncia social y la celebración de acontecimientos históricos y es -con estas premisas- donde el individuo adquiere mayor protagonismo, bajo la influencia de las vanguardias contemporáneas.

El teatro se convierte entonces en una excelente herramienta para el conocimiento personal, sus claros componentes terapéuticos comienzan a darse a conocer con el teatro más inconformista de Bertolt Brecht o el teatro más educativo de Sue Jennings, que se acerca a diferentes colectivos en riesgo de exclusión para intervenir con la acción dramática. Queremos destacar aquí las aportaciones de Agusto Boal o Levy Moreno que, desde una óptica humanista, dan un nuevo lugar al teatro y se convierte en una herramienta de autoconocimiento: “actores somos todos”.

Actualmente son muchas las disciplinas artísticas que se vinculan a la terapia: dramaterapia, arteterapia, psicodrama, teatro social… Estas miradas nos ofrecen un amplio compendio de técnicas para dotar a estos espacios de una potente máquina para identificar dificultades, capacidades y emociones.

Durante este año, hemos podido experimentar en el Centro de Día de FSC los beneficios del teatro terapéutico y hemos dotado de mayor universalidad al programa. Hemos podido constatar cómo, al no ser una intervención tan verbal y directa, se puede trabajar con distintos grupos de usuarios, favoreciendo que el individuo actor se sitúe desde un lugar grupal diferente para poderse mostrar, crear situaciones vividas y sentir al otro con sus propias potencialidades y limitaciones.

La creatividad del espacio proporciona nuevas oportunidades para experimentar procesos integradores, que permiten mejorar la comunicación entre los participantes y dar mayor sensación de pertenencia.

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Els PIAD inicien la seva programació d'activitats a Barcelona per al segon semestre

Des del final del 2012, la Fundació Salut i Comunitat gestiona els PIAD (Punts d’Informació i Atenció a les Dones) dels deu districtes de Barcelona. Els PIAD, de titularitat de l’Ajuntament de Barcelona, són serveis que donen resposta a les diferents demandes d’informació i atenció a les dones de la ciutat, vinculades a les situacions de discriminació a l’àmbit laboral, social, en la parella i/o en la unitat familiar. També respon a les demandes d'informació i de recursos sobre participació, associacionisme femení i violència masclista.

(Leer noticia en castellano)

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Cada trimestre, els PIAD organitzen activitats participatives que es concreten en grups socioinformatius i tallers d’eines personals per a dones; xerrades a entitats, centres cívics, sobre aquells temes relacionats amb les dones o la perspectiva de gènere.

Ara inicien una nova programació d´activitats a la ciutat de Barcelona, corresponent al segon semestre de 2013. Alguns dels tallers i activitats són “Un viatge cap a nosaltres mateixes” (Grup de Creixement Personal per a Dones); “Un viatge de poder a través de l´art” (Taller Moviments de l´Ànima); Taller d´autodefensa per a dones; Artteràpia, cos i Gestalt per a dones, etc.

Els PIAD son serveis municipals de proximitat que ofereixen informació, formació i assessorament en tots aquells temes d'interès per a les dones i també possibiliten l'accés a diferents recursos de la ciutat. Tenen com a objectiu donar resposta a les diferents demandes de les dones de la ciutat de Barcelona. A més, elsPIAD realitzen activitats de sensibilització per aconseguir la presa de consciència sobre les discriminacions de gènere.

Als PIAD s’hi pot trobar informació relativa a recursos laborals, formatius, personals; aspectes relacionats amb la legislació, discriminació laboral o salarial i la violència de gènere; participació en espais de trobada, relació i lleure; i associacionisme femení.

Aquest tipus d’intervenció social amb i per a la dona, possibilita el seu protagonisme en el propi procés de creixement, maduració i educació. Entenem que la interacció del medi amb l’individu és un factor essencial d’aquest creixement i desenvolupament i que la eficàcia de la intervenció està íntimament lligada a la participació de la persona.

Els PIAD estan ubicats a cadascun dels districtes de la ciutat de Barcelona:

PIAD Ciutat Vella - c/ Nou de la Rambla 45, 4ª pl. Tel.: 93 443 17 54
PIAD Eixample - c/ Mallorca, 219. Tel.: 93 256 28 19
PIAD Sants-Montjuic - Carretera de Sants, 79-81. Tel.: 93 291 87 31
PIAD Les Corts - c/ Dolors Masferrer, 33-35. Tel.: 93 291 64 91
PIAD Sarrià-Sant Gervasi - c/ Brusi, 51-61. Tel.: 93 200 26 02
PIAD Gràcia - Pl. de la Vila, 2. Tel.: 93 291 43 30
PIAD Horta-Guinardó - Lepant, 287. Tel.: 93 420 00 08
PIAD Nou Barris - Pl. Major de Nou Barris, 1. Tel.: 93 291 68 67
PIAD Sant Andreu - c/ Foradada, 36. Tel.: 93 345 70 16
PIAD Sant Martí - c/Gran Via de les Corts Catalanes, 837, 2a planta. Tel.: 93 307 72 60

Programació segon semestre: (Descarregar)

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Celebrada la primera jornada organizada por la Coordinadora de Comunitats Terapèutiques, Pisos de Reinserció i Centres de Dia per a Drogodependents de Catalunya

El pasado 4 de octubre tuvo lugar en la Casa del Mar de Barcelona la primera jornada organizada por la Coordinadora de Comunitats Terapèutiques, Pisos de Reinserció i Centres de Día per a Drogodependents de Catalunya, bajo el título: “La importància del grup en els serveis de tractament comunitari per a drogodependents”.

La jornada reunió cerca de un centenar de profesionales de dichos servicios y fue clausurada por Lluís Grande, subdirector general d’Analisi i Programació del ICASS (Generalitat de Cataluña).

Los objetivos del encuentro fueron:

  • Reflexionar acerca de uno de los pilares fundamentales de los tratamientos comunitarios en drogodependencias (el grupo).
  • Compartir dificultades del día a día entre equipos de diferentes centros.
  • Obtener una visión más amplia de las diferentes realidades más allá del centro en el que se trabaja.
  • Compartir buenas prácticas y generar nuevas ideas para aumentar la efectividad en la intervención.
  • Conseguir generar una identidad de sector y modelo de tratamiento comunitario profesional de la XAD (Xarxa d’Atenció a les Drogodependències).

El acto contó con la colaboración de Iñaki Rodríguez, doctor en Pedagogía de la Universidad de Deusto y psicólogo que nos deleitó con una amena ponencia. En ella abordó temas de interesante reflexión para el colectivo de profesionales que trabajamos en un campo que conlleva una necesidad de formación y reflexión continuada.

Previamente, desde la Coordinadora de Comunidades Terapéuticas se solicitó a todos los servicios que contestaran un cuestionario en relación a la cohesión grupal, las dificultades que se encuentran al respecto y cómo trabajar para resolver estas dificultades.

Ya durante la celebración de la jornada se organizaron grupos de trabajo en los que se debatieron cada una de estas preguntas, a partir de la recogida de las respuestas elaboradas desde todos los servicios. Interesante debate del que se expusieron posteriormente las conclusiones de cada uno de los grupos de trabajo.

Posteriormente, se pasó a la exposición de experiencias consideradas “buenas praxis” que habían facilitado mejorar la cohesión grupal. Las experiencias habían sido seleccionadas a partir de todo el material presentado por las diferentes comunidades terapéuticas, pisos de reinserción y centros de día pertenecientes a la coordinadora. Concretamente fueron nueve las experiencias presentadas, tres de la cuales fueron de equipos de la Fundación Salud y Comunidad:

  • CENTRO DE DÍA: Eusebio Expósito, educador del Centro de Día de Adicciones, presentó los resultados de la experiencia titulada “EL TEATRO, UNA HERRAMIENTA DE INTERVENCION TERAPÉUTICA GRUPAL EN EL CENTRO DE DÍA DE ADICCIONES FSC”
  • PISO TERAPÉUTICO “RUBIÓ I ORS”: Jesús Oliva presentó la experiencia de cohesión grupal a partir del trabajo con fotografías de infancia y frases significativas del proceso.
  • CENTRO TERAPÉUTICO "RIERA MAJOR": Nieves Fernández, directora de la comunidad terapéutica “Riera Major”, presentó la experiencia titulada “LA SEMANA DE LOS VALORES”, eligiéndose un valor de cohesión grupal para trabajar cada día de la semana organizándose actividades acordes al valor diario.

A continuación de la exposición de las diferentes experiencias, se desarrolló un debate con preguntas y aclaraciones para poder ampliar la información planteada.

La jornada fue de gran interés para todos/as los/as participantes, haciéndose muy evidente la necesidad de estas reuniones de profesionales en las que se producen continuos intercambios de ideas que posibilitan nuevas estrategias de actuación y que nos renuevan y/o nos reafirman en nuestras actuaciones cotidianas.


La Ley de la Dependencia pierde 3.400 usuarios en solo tres meses

  • La restricción en el acceso a las ayudas hace caer el número de beneficiarios
  • 57.000 catalanes no accederán a la dependencia hasta 2015
La consejera de Bienestar Social, Neus Munté, en el Parlament / Albert Garcia

La Ley de la Dependencia perdió en el último trimestre más un millar de beneficiarios mensuales. A finales de septiembre, 158.011 personas se beneficiaban de alguna de las ayudas de este programa, 3.425 personas menos que en junio. Así lo relevan las últimas estadísticas sobre dependencia que el Departamento de Bienestar Social hizo públicas ayer. El descenso se explica por varios motivos, como “la mortalidad, en que cada vez hay menos solicitudes —gran parte de los dependientes entraron al programa durante los primeros años de vigencia— y por la restricción de acceso de nuevos usuarios”, explican desde el departamento.

Este último factor está haciendo invertir la tendencia, ya que hasta ahora los beneficiarios habían ido en aumento. Pero el Gobierno central decidió el año pasado vetar el acceso de los dependientes más leves (los calificados como grado I) hasta 2015. La medida afecta a unas 57.000 personas, según el cálculo que en ese momento hizo Bienestar Social.

as estadísticas revelan que cada vez más la Administración tramita menos expedientes nuevos y que la mayoría de gestiones se refieren a modificaciones y revisiones del grado de dependencia de usuarios (a medida que pasa el tiempo, el estado de salud de los dependientes se agrava). Así, durante estos nueve meses del año se han concedido 13.143 de las llamadas PIAs (Programa Individual de Atención), que son las prestaciones, ya sean económica o una plaza en una residencia, entre otras, y se han modificado 45.233. En cambio hasta finales de noviembre 2012 —Bienestar no publicó las cifras con la misma frecuencia que este año—, se aprobaron 32.419 nuevas PIAs, casi el triple, y 39.000 modificaciones.

En cuanto a las prestaciones concedidas, bajan las destinadas a gente mayor, pero aumentan las que van a personas discapacitadas. Llama especialmente la atención que aumentan las Prestaciones Económicas Vinculadas (PEV), que sirven para que los usuarios se puedan pagar una plaza en residencia privada mientras buscan sitio en la pública. Actualmente hay concedidas 11.614 PEV, 215 más que en junio. Todas ellas se concedieron en julio, ya que que Bienestar decidió paralizar estas ayudas en agosto. La Generalitat no las pagaba desde enero y no quería aumentar más su deuda, que asciende a unos 60 millones.

Bienestar se escuda en el ahogo económico que vive por culpa de los recortes del Gobierno central. De hecho, según datos de Bienestar, la Generalitat ha aumentado el 34% su aportación al programa (se ha pasado de 690 millones en 2010 a 929 el año pasado), mientras que la aportación del Estado ha caído de los 335 a 243 millones, el 28%.

Fuente: El País (Ed. Cataluña)


Narrativa digital, una propuesta con gran valor terapéutico en nuestro trabajo de rehabilitación e inserción

El grupo de usuarios del programa PID (Programa de Intervención con Drogodependientes), servicio gestionado por FSC, que se lleva a cabo en el interior del Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona “La Modelo”, y el grupo de trabajo de la biblioteca y del teatro de este centro penitenciario, han vuelto a colaborar estrechamente en la creación de un taller de narrativa digital, de una forma novedosa, artística y educativa.

La narrativa digital se presenta como una excelente herramienta a la hora de narrar aspectos de la propia vida bajo códigos diferentes a los habituales, usualmente contiene una mayor carga emocional.

Son historias personales creadas y contadas en formato audiovisual a modo de cortometraje cinematográfico. A través de un lenguaje creativo y nuevo, se introducen notas distintas a la historia que cada uno tiene sobre sí mismo, permitiendo explorar y descubrir aspectos propios hasta entonces desconocidos. Es por este motivo, que la narrativa digital adquiere un valor terapéutico de notable resonancia en nuestro trabajo de rehabilitación e inserción.

Durante la semana cultural del centro penitenciario, con motivo de las Fiestas de la Mercè de Barcelona, se llevó a cabo una primera exposición de las narrativas creadas. Todos los participantes tuvieron ocasión de contar con las impresiones que sus trabajos habían tenido en el público. Cabe señalar que la iniciativa tuvo una gran acogida por parte de los usuarios del programa PID.

Desde el mes de octubre, estos trabajos se encuentran publicados, con la autorización de los propios autores, en ALFA DIGITAL: TIC I PRESÓ, el blog del Proyecto AlfaDigital (Alfabetització Digital i Dinamització Cultural) que impulsa la Unitat de Nous Projectes i Programes de Contingut Transversal de la Direcció General de Serveis Penitenciaris.

Links de interés:

AlfaDigital: http://espaitic.wordpress.com

Canal Youtube: http://www.youtube.com/user/xarxadigital


CerclesCat, un proyecto de prevención ciudadana donde el voluntariado es más que un valor añadido

El Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH/Sida de FSC colabora estrechamente, desde el año 2011, con el Departament de Justicia de la Generalitat de Catalunya en la implementación de un proyecto novedoso: CerclesCat.

foto CerclesCat2La acción de dicho programa gira en torno a acompañar y supervisar a personas que se encuentran cumpliendo condena en prisión, en el mismo momento de su salida en libertad, facilitando así su inserción en la comunidad y evitando, en la medida de lo posible, que cometan un nuevo delito. El énfasis se pone en la prevención y seguridad ciudadana.

Cabe mencionar que el pasado 18 de septiembre tuvo lugar, en el “Centre d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada” de Barcelona, la presentación oficial de la puesta en marcha de CerclesCat. Nuestra compañera Patricia Bosch, coordinadora del Circuito de Inserción, habló, en el marco de dicha jornada, de la relevante implicación del voluntariado en el proyecto.

Sin duda, se trata de un elemento clave para el adecuado desarrollo del programa, y tanto el diseño del plan de voluntariado como la gestión de las distintas etapas, se convierten en acciones fundamentales a llevar a cabo con la mayor rigurosidad.


El Servicio Tutelar 'Amb Tu' participa en la jornada 'La protecció jurídica de les persones vulnerables'

El encuentro se celebró en el Palacio Macaya de Barcelona el pasado 25 de septiembre, y se organizó de manera conjunta desde Encaix (Asociación de entidades tutelares de atención a la Salud Mental) y ACRA (Asociación Catalana de Recursos Asistenciales). En la jornada participaron 140 profesionales de diferentes recursos y servicios adheridos a ACRA, residencias, recursos sociosanitarios, etc.

El encuentro planteaba realizar una aproximación a los mecanismos existentes de protección jurídica de las personas vulnerables (incapacitación y tutela), divulgar el papel de las entidades tutelares, responder y clarificar dudas relativas la figura de la tutela y las entidades tutelares, dar herramientas a los profesionales para poder actuar cuando se detecten situaciones de vulnerabilidad, así como potenciar la coordinación con los servicios de atención a las personas.

La jornada incluía un taller que facilitaba la participación de los asistentes a través de casos prácticos. En el transcurso de la misma se plantearon un importante número de preguntas y cuestiones relativas a aspectos jurídicos vinculados al trabajo tutelar de la sesión, así como aspectos que surgen en los puestos de trabajo habituales. El taller fue conducido por Andrea Valls, coordinadora de proyectos de Salud Mental del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA de FSC.

De las 4.935 personas tuteladas durante el año 2012 en Cataluña por las 65 entidades catalanas de tutelas, más de 2.500 personas están tuteladas por la asociación Encaix, de la cual la Fundación Salud y Comunidad, y concretamente el Servicio tutelar “Amb Tu”, forma parte desde el 2011.

Consultar programa de las jornadas

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Los casos de violencia machista entre adolescentes crecen un 30% en un año

Las relaciones perpetúan patrones sexistas. “Creía que la violencia de género era solo cosa de adultos”.

“¿Si me acuerdo de la primera vez?”. Cristina entorna los ojos. Aún medio cerrados siguen siendo grandes, marrones y brillantes. “No sé... Empezó poco a poco. Tirones de pelo alguna vez, empujones... Una tarde que estábamos en un parque se enfadó y empezó a pegarme puñetazos en los brazos y en la tripa. Luego se puso a llorar. Me asusté tanto... Y me sentí tan mal por verle así que...”, relata. El día de esa agresión Cristina, que hoy acaba de cumplir la mayoría de edad, tenía 15 años y llevaba seis meses saliendo con ese chico, de 16. Cuenta que al principio todo era “mágico”. Que el resto del mundo no existía para ellos. Pero gesto a gesto él la absorbió. Y la anuló mucho antes de levantarle la mano. Poco después, en una fiesta, una amiga vio como él le agarraba del pelo y le gritaba. “Estaba histérico y mi amiga se asustó. Me dijo que el tío era un bestia y que tenía que dejarle. En verdad no era nada comparado con otras veces y algo le conté; pero nunca hablamos de maltrato. Para mí, lo mío era otra cosa. Violencia de género es lo que les pasa a las mujeres mayores, casadas, adultas. Así pensaba yo”, dice con una sonrisa cansada.

Le costó entender que no. Que había muchas historias similares a la suya. En un año, de 2011 a 2012, los procesos judiciales por violencia machista en adolescentes se han incrementado un 30%. Han pasado de 473 a 632, según la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2013. Son los primeros datos claros y tangibles de este delito en menores —antes de esas fechas se recogían como violencia intrafamiliar—. Aunque los expertos avisan de que la cifra es solo una migaja de realidad, la que llega a los tribunales. Muchas familias no denuncian lo que les ocurre a las chicas. Otras no llegan a identificar la situación de maltrato.

Como A., de 14 años, que hace diez días fue asesinada a puñaladas por su exnovio, de 18 años, en su casa de Tàrrega (Cataluña). Ni la adolescente ni su familia habían denunciado al joven que terminó con su vida. La chica, que había roto con él hacía dos semanas, es la víctima mortal más joven de la violencia de género de este año, en el que los asesinos machistas han segado la vida de 39 mujeres. Desde que se empezaron a contabilizar las víctimas mortales del sexismo, en 2004, se han registrado dos casos en menores. El de A. y el de Almudena, que murió hace justo un año en El Salobral (Albacete) asesinada a tiros por el hombre de 40 con el que mantuvo una relación.

Son dos muestras extremas. Pero psicólogos, educadores y juristas resaltan que se están detectando, y produciendo, comportamientos y agresiones machistas a edades cada vez más tempranas. “En los jóvenes se reproducen roles que creíamos superados. Patrones en los que el chico es el dominante y ejerce esa dominación a través del control, y la chica adopta una actitud sumisa o complaciente”, describe Susana Martínez, presidenta de la Comisión de Estudio de Malos Tratos a Mujeres. Muchas de esas relaciones siguen basándose en el esquema tradicional del amor romántico en el que el hombre es fuerte y la mujer débil, dependiente, necesitada de protección. “Como en el cuento de la princesa que necesita que el príncipe la salve. Esas pautas, llevadas al extremo, pueden derivar en conductas violentas; pero aunque no lleguen a ello, esas relaciones están impidiendo que las chicas se desarrollen como agentes activos de la sociedad”, apunta Ana Bella Hernández, que preside una fundación de mujeres supervivientes a la violencia de género que lleva su nombre.

Alicia se adentró en ese cuento de princesas cuando tenía 14 años y empezó a salir con su primer novio, de 16. Recuerda que se sentía enamorada hasta el tuétano y que, aunque casi desde el principio él tenía enormes arrebatos de celos no lo vio mal. “Me sentía incluso halagada. Lo tomaba como si fuera mi caballero andante que estaba celoso porque me quería mucho”, cuenta. Esta joven rubia, de ojos ambarinos y gesto risueño prefiere no dar su nombre real. Cuenta que por aquel entonces su vida era él. Se escapaba de casa para verle, faltaba a clase. Con las semanas y los meses esos arrebatos de celos que acababan en discusiones e insultos dieron paso a los empujones, los escupitajos. También a la violencia sexual, muchas veces invisible en las estadísticas o en los estudios.

Estuvieron juntos hasta que ella cumplió 19. Ahora tiene 24. “Los episodios de violencia se sucedían. Pero ocurría, él me pedía perdón y yo le disculpaba... Incluso me llegaba a sentir culpable por haberle provocado, por haber hecho que se alterara de esa forma... Yo le amaba... O al menos eso creía”, cuenta Alicia. Una noche, a la salida de una discoteca, él le dio una paliza. La emprendió a patadas con la chica, le rompió una pierna y le provocó una lesión en el cuello. “Una amiga me llevó al hospital, me escayolaron y me tuvieron que poner un collarín”, relata. Cuando llegó a casa y le contó a su madre la verdad, la mujer sufrió una conmoción. No sabía nada.

La espiral de violencia había ido devorando a Alicia, poco a poco, sin que se diera cuenta. El entorno social y los propios jóvenes aún justifican determinadas actitudes sexistas. Como que los celos son una expresión del amor. Una afirmación con la que están de acuerdo el 33,5% de los chicos y el 29,3% de las menores. O que para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria al hombre, como piensan el 12,2% de ellos y el 5,8% de ellas, según un estudio de 2010 sobre violencia de género en adolescentes encargado por el anterior Gobierno socialista.

Ese documento, elaborado por investigadores de la Universidad Complutense se podrá comparar con el estudio que publicará en las próximas semanas el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El nuevo informe, que se basa en las conclusiones de las entrevistas a 8.000 jóvenes, y que aún está en proceso de análisis, confirma que los adolescentes inician las relaciones sentimentales cada vez antes —la edad media está en 13 años— y que son muy permeables a los estereotipos machistas que ven en casa, pero también a través del cine, la televisión, la música, la literatura...

Esos noviazgos tempranos no tienen por qué ser nocivos, explica Virginia Sánchez, profesora de Psicología Evolutiva de la Universidad de Sevilla. Tampoco conducir a situaciones violentas. Es positivo que los menores amplíen sus relaciones afectivas a través de esos vínculos, cree. Siempre y cuando la relación sea equilibrada en edad y basada en el respeto. Sin embargo, reconoce Sánchez, las relaciones entre los menores son cada vez más agresivas. “Hay mucha violencia verbal mutua que, si no se ataja, puede derivar en comportamientos más graves cuando se establecen los patrones de dominio y sumisión”, abunda. Porque esos patrones son importantes en una etapa en la que los menores están aprendiendo a resolver los conflictos.

Expertos como Sánchez y psicólogas como Olga Barroso, de la Fundación Luz Casanova —que tiene un programa para adolescentes que han sufrido violencia de género— remarcan que las nuevas tecnologías facilitan el contacto entre los menores pero también se emplean como mecanismos de control. “El WhatsApp, los mensajes, las redes sociales se usan para saber en todo momento dónde está el otro y su actitud. Después, cuando la relación se rompe también se emplean como instrumento de acoso”, destaca la presidenta de la Comisión de Estudio de Malos Tratos, que insiste en que bien usadas, esas herramientas pueden ser positivas.

Barroso explica que a esa edad los menores tienen aún difusa la idea de lo que es control y lo que es interés o preocupación. “La línea es fina y las situaciones muy sutiles. Por ejemplo, ¿es normal si tu novio te pide que le llames desde el teléfono fijo de tu casa para saber que has llegado bien y quedarse tranquilo? ¿O si te dice que le mandes un localizador cada vez que sales para ver donde estás o te pide que le enseñes el móvil para ver con quien te escribes?”, dice.

Para ellos eso son “pruebas de amor”, dice la educadora Nieves Salobral. Y, actualmente, el máximo de esos gestos es dar al otro la contraseña de acceso al correo electrónico, las redes sociales. Ceder la intimidad. Y eso es símbolo de amor. Porque, como explica Ana, una de las chicas asistida por Barroso, aman a su pareja. “Quizá sepas que no está bien, que los insultos o las agresiones no son lo correcto pero es tu novio, le justificas y no quieres verle mal. Solo deseas ayudarle para que deje de ocurrir...”, dice.

Pero sigue ocurriendo. Y muchas menores, como al principio hizo Cris, se niegan a cortar con la relación, y la mantienen a pesar de la oposición de sus amigos o familias. María B. cuenta con un hilo de voz que ha detectado que su hija, Gema, sigue en contacto con el chico con el que salía hasta hace unos meses. La chica, de 16 años, recibe ayuda psicológica desde que su familia detectó que sufría malos tratos por parte de su novio, el chico que hasta entonces les parecía modélico y con el que estaba desde los 14. “Al principio, cuando empezaron a salir me pareció hasta bien. El chico era muy educado, yo conocía a los padres...”, recuerda. Sin embargo, cuenta que llevaba un tiempo algo escamada porque percibía que Gema había dejado de salir con sus amigas, que discutía mucho con su novio. “Casi siempre por celos de él, aunque luego siempre lo arreglaban”, explica. Una noche, en plenas fiestas del pueblo, notó al llegar a casa que Gema tenía sangre en la ropa. Estaba muy nerviosa. Parecía que había discutido con el chico y que él se había ido. “Yo sabía que algo había pasado pero mi hija solo me repetía que había que localizarle, que tenía miedo de que le hubiera pasado algo”. Le llamó al móvil. Le preguntó y el adolescente reconoció que había pegado a Gema.

El mundo de María se derrumbó. No sabía qué hacer ni a quién recurrir. Habló con los padres del chico y buscó ayuda para su hija. “No lo denuncié porque los dos son menores y la familia de él se ha involucrado, pero llegué a plantearme si estaba exagerando. Si no sería solo cosa de chiquillos... Pero no. Y me alegró de haber actuado”, dice. A pesar de todo, admite entre sollozos que se siente culpable por no haberlo sabido antes. Por haber acogido al chico en su casa. Por no haber advertido más a su hija la primera vez que ella le mencionó el asunto de los celos.

Gema está ahora recibiendo el tratamiento que a Laura (nombre supuesto) le costó años solicitar. Ayuda y apoyo sin los cuales, aunque la relación de violencia haya acabado, la pauta puede repetirse con otras parejas. Laura sufrió malos tratos por parte de su novio a los 15 años, pero hasta los 20 no fue consciente del lastre que acarreaba. Una mochila de sumisión que, sin llegar a las agresiones, la llevaba a escoger a chicos autoritarios y dominantes. También la situación que vivía en casa, donde también sufría abusos, jugó un importante papel. “Eso me empujó a los brazos de ese chico que yo veía como mi protector. Al principio me sentía genial, después...”, cuenta. Después, siguiendo el patrón de la mayoría de casos de violencia de género, llegaron los golpes.

En el caso de Laura fueron los padres de él quienes abrieron los ojos. “Un día que había consumido droga me pegó delante de ellos. Se montó una pelea tan tremenda que él llegó a pegar a sus padres”, relata Laura. La chica les contó entonces lo que ocurría y ellos la animaron a denunciar. No lo hizo por miedo a su propia familia. Sin embargo, los padres del chico sí le denunciaron por agresión hacia ellos. Y eso destapó que el joven tenía otras causas pendientes de robo con violencia. Fue condenado a dos años de cárcel. Laura no le volvió a ver. Ahora se dedica a la formación de profesionales sanitarios. Además, como Alicia, aún acude a los grupos de terapia para jóvenes, a las que explica su historia. “A esa edad no te identificas como víctima de maltrato”, dice Alicia. Y si lo haces, cree Ana, cuesta dar el paso y contarlo: “No quieres que a él le pase nada y tampoco quieres que tu familia sufra. Es complicado”.

Eso fue lo que le ocurrió a ella, hasta que él la agredió en plena calle. Insiste en que tenía toda la información, la ayuda y la confianza de sus padres. Alicia y Laura, sin embargo, creen que su historia sí se hubiera evitado con prevención. Una opinión similar a la de los expertos, que alertan de que falta educación afectiva y en igualdad en los colegios. También más implicación social de las familias. En definitiva, conocimiento para derribar los comportamientos y actitudes sexistas que se perpetúan en el siglo XXI, para desechar la idea de que los celos son el no va más del amor. Para aprender a identificar esos primeros signos que conducen a la espiral de la violencia machista.

Fuente: El País


Aumenta el número de personas que empiezan a tratarse problemas mentales

  • El número de personas que empiezan a tratarse de problemas mentales aumenta un 75%.
  • Las unidades especializadas del SAS atendieron a más de 250.000 pacientes el año pasado.

En 2007, antes de que se iniciara la crisis, las unidades de salud mental de la sanidad pública andaluza atendieron a 98.578 personas que acudieron por primera vez a tratarse de algún trastorno mental. Cinco años después, en 2012, el número de estas primeras consultas rozó las 173.000, una cifra parecida a la del año anterior. Desde que se inició la recesión económica los nuevos pacientes con problemas mentales han aumentado nada menos que un 75%. Los especialistas del Servicio Andaluz de Salud atendieron a más de 253.000 andaluces con trastornos mentales en 2012 y pasaron 1.273.000 consultas.

Buena parte del incremento de afectados se explica por los efectos de una crisis que dura ya seis años y que está dejando a miles de andaluces al borde de la locura tras encadenar largos periodos sin encontrar empleo, perder sus viviendas, ver cómo se frustran sus proyectos de vida o comprobar que no hay dinero ni para alimentar a los hijos. “La crisis ha provocado un gran aumento de los casos de depresión o ansiedad”, confirma Eulalio Valmisa, coordinador adjunto del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía. “Y hay estudios que relacionan el aumento de las tasas de suicidio con el desempleo”, añade. Los cuadros de depresión y ansiedad son los más comunes entre las personas que hasta estos últimos años nunca habían sufrido problemas mentales. A ellos se unen los pacientes afectados por trastornos más graves como esquizofrenia, trastorno bipolar u otras enfermedades psíquicas, de carácter más crónico y menos coyuntural.

Pero, aunque la crisis influye notablemente, el incremento en las consultas de salud mental va más allá de los problemas originados por las dificultades económicas. “Cada vez son más patólogicos los problemas comunes que surgen en la vida”, afirma José Manuel Arévalo, presidente de En primera persona, nombre de la Federación Andaluza de Asociaciones de Usuarios de Salud Mental. Arévalo quiere decir que situaciones difíciles pero inherentes a la vida como la pérdida de un ser querido o una ruptura sentimental, que antes solo requerían para superarlas un periodo de duelo y sufrimiento en soledad o con el apoyo de amigos y familiares, ahora se llevan a la consulta del especialista. “Esta demanda de casos leves está provocando que disminuya el tiempo de atención para pacientes con problemas crónicos y más graves”, dice Arévalo. “La sociedad actual genera más trastornos mentales”, apunta el responsable del Plan de Salud Mental. El ritmo de vida urbano, el estrés, el aumento de divorcios, de madres que llevan a cuestas su casa, hijos y trabajo, la competitividad laboral, la felicidad basada en el consumo y posesión de bienes materiales, las altas metas personales y profesionales que muchos se marcan y no alcanzan, hacen que, en un momento dado, la mente diga basta y estalle.

“Además, ahora toleramos menos el dolor y el sufrimiento”, añade Valmisa, lo que hace que se busque el apoyo médico de psicólogos y psiquiatras, un paso que hoy en día muchos dan sin ocultarlo, casi con naturalidad. “Se está perdiendo el estigma de ir al psicólogo o al psiquiatra”, reconoce Valmisa, “sobre todo en personas jóvenes y con formación cultural avanzada, en parte por influencia del cine y la televisión, que han ayudado a dotar incluso de un cierto prestigio y estatus social a quienes se tumban en un diván, emulando a Woody Allen”.

En el otro extremo, sin embargo, se encuentran las personas mayores y menos formadas, con costumbres sociales más antiguas donde impera el sufrimiento y el aguante en silencio. “Hay mucha gente que de verdad puede tener problemas mentales, pero no se detectan ni diagnostican porque no acuden al médico y permanecen ocultos”, asegura el coordinador adjunto del Plan de Salud Mental de la Junta. El caso es que las enfermedades mentales van a más. La Organización Mundial de la Salud asegura que una de cada cuatro personas desarrollará a lo largo de su vida algún trastorno y calcula que en 2030 la depresión será el principal problema de salud.

Algunos problemas, los menos graves, como estados de depresión o ansiedad pasajeros, no precisan más atención que la del médico de familia o una simple visita al especialista. Prueba de ello es que, mientras el número de primeras consultas en las unidades de salud mental andaluzas creció ese 75% entre 2007 y 2012, la cifra total de enfermos atendidos subió mucho menos en ese periodo, un 25%, y también aumentó menos el volumen total de consultas. Es decir, la mayor parte de pacientes requieren apenas unas pocas visitas al especialista para que les diagnostiquen y les prescriban un tratamiento temporal que suele solucionar el malestar, según Eulalio Valmisa.

De hecho, el Servicio Andaluz de Salud ha potenciado en los últimos años el papel de la atención primaria para atender estos casos de depresión y ansiedad sobrevenidos por la crisis e intentar evitar así que se saturen las consultas de salud mental. “Hemos dado instrumentos a los médicos de familia, como una guía de autoayuda, para tratar los problemas mentales menos graves”, explica Valmisa, que afectan especialmente a las mujeres. El año pasado, el 75% de las personas que llegaron por depresión o cuadros parecidos a los centros de salud eran mujeres de entre 31 y 50 años con cargas familiares. Con ellas se forman grupos y terapias de autoayuda que sirven para mejorar su salud mental y autoestima sin necesidad, en muchos casos, de recurrir a tratamientos farmacológicos o derivarlas a las unidades de salud mental.

Fuente: El País


Entrevista a Carme Trilla en SANImarket: 'Atendemos a unas 1.100 personas diagnosticadas con Alzheimer'

La subdirectora del Área de Atención a la Dependencia de FSC ha sido entrevistada recientemente por la revista especializada en información económico-sectorial SANImarket. En esta entrevista se abordan cuestiones como las referentes a la oferta asistencial que FSC destina a los usuarios/as con Alzheimer, los programas desarrollados por nuestra entidad para mejorar las capacidades físicas y cognitivas-conductuales de éstos, el papel que desempeñan las entidades sin ánimo de lucro en la atención a este perfil de usuarios/as, etc.

En esta entrevista Carme Trilla afirma que en los centros de día, residencias y servicios de atención domiciliaria es donde FSC atiende al mayor número de usuarios/as con Alzheimer o con algún otro tipo de demencia. En concreto, en estos recursos el número de usuarios/as con demencia representa más del 80% de las plazas ocupadas y, de ellos, el 60% tiene diagnosticada una demencia como el Alzheimer.

Entre otras cuestiones, también explica que FSC desarrolla varios programas específicos dirigidos a estos usuarios/as como talleres de memoria y psicomotricidad mediante la consola Nintendo Wii; terapia de animales, talleres de musicoterapia; aromaterapia… Todos ellos con el fin de estimular la pérdida de las funciones intelectuales, que suele generar el Alzheimer.

Esta enfermedad actualmente afecta a más de 35 millones de personas en todo el mundo, una cifra que se triplicará para el 2050, fecha en la que se prevé que habrá 115 millones de personas afectadas directamente. En España la incidencia de la enfermedad ya supera los 800.000 casos.

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa de las células cerebrales –las neuronas-, de carácter progresivo y de origen hoy todavía desconocido, que empieza a ser un problema socio-sanitario de primera magnitud con incidencia en todos los órdenes de la sociedad. La dependencia que genera afecta no sólo a la persona que sufre directamente la enfermedad sino también a la familia cuidadora. Supone además una carga económica muy grande a particulares y al propio Estado.

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer,  la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) decidió promocionar este día tan importante con el lema “Alzheimer. Cuestión de Estado”. Todos los actos que se organizaron tenían un doble objetivo. Por un lado, sensibilizar a la sociedad española acerca de esta “epidemia del siglo XXI”, así como sus consecuencias socio-sanitarias; y por otro lado, desarrollar una campaña de educación sanitaria dirigida a promover la prevención de esta patología, entre quienes la padecen directamente y sus familiares cuidadores.

Según la confederación, se requiere una acción global y coordinada que integre a todos los actores vinculados para poder hacer frente a esta realidad. Cierto es que el actual Sistema Nacional de Salud articula medidas encaminadas al tratamiento de quienes la sufren, y que las políticas de bienestar están también al alcance de las personas afectadas, pero ambos escenarios contemplan la  enfermedad de Alzheimer y el resto de demencias como “una enfermedad más”, sin calibrar el peso específico o el impacto socio-sanitario que van a generar a medio plazo.

De hecho, España no dispone todavía de un Plan Nacional de Alzheimer que oriente la acción coordinada y conjunta para hacer de esta enfermedad una prioridad socio-sanitaria. Tanto desde la iniciativa privada como desde el Tercer Sector o desde la propia CEAFA, se insiste en la necesidad de una detección precoz de la patología y en la reclamación de un Plan Nacional de Demencia semejante al que ya existe en otros países como Reino Unido, Australia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Corea del Sur, Estados Unidos, Noruega y Países Bajos.