El riesgo de adicción a las drogas puede ser hereditario

Un estudio realizado en más de 18.000 niños adoptados concluye que el riesgo de consumir drogas está influido por la genética.

Dado el enorme problema de salud pública que supone el abuso de drogas en la sociedad, investigadores de la Universidad Commonwealth de Virginia (EE UU) han estudiado el riesgo del uso indebido de drogas en 18.115 niños adoptados para analizar la importancia de los factores genéticos y ambientales asociados.

El estudio, basado en los registros de adopción y bases de datos de salud de Suecia, así como en la información acerca del abuso de drogas de los registros médicos, legales o de farmacia, revela que el riesgo de consumir drogas es mayor entre los niños adoptados cuyos padres biológicos tenían antecedentes de abuso de drogas.

RIESGO MAYOR EN ADOPTADOS CON ANTECEDENTES BIOLÓGICOS

El riesgo de consumir drogas es mayor entre los niños adoptados cuyos padres biológicos tenían antecedentes de abuso de drogas

"Las personas adoptadas, nacidas entre 1950 y 1993, tuvieron una prevalencia del 4,5% de consumo de drogas, en comparación con el 2,9% en toda Suecia", explica Kenneth S. Kendler, investigador de la universidad americana y autor principal del trabajo, publicado hoy on line en la revista Archives of General Psychiatry.

Los autores sugieren que el riesgo de abuso de drogas entre los niños dados en adopción por sus padres biológicos, cuando alguno de los dos había consumido drogas, es del 8,6%. "El porcentaje es sustancial y significativamente más elevado que la observada en los niños dados en adopción cuando ninguno de los padres había consumido (4,2%), subraya Kendler.

El riesgo del consumo en los niños adoptados se incrementa cuando existen antecedentes en los padres biológicos y hermanos no sólo de drogas, sino también de alcoholismo, enfermedad psiquiátrica muy grave y condenas penales.

"En los niños adoptados se incrementa el riesgo por la ruptura de la relación padre adoptivo-hijo adoptado por muerte o divorcio", sostiene el investigador. "También por una serie de índices que muestran un ambiente adoptivo familiar perturbado o las influencias del alcoholismo de los padres y el abuso de drogas entre hermanos".

¿Cuál es el papel del ambiente?

Los investigadores también sugieren una interacción entre genes y medio ambiente como posibles causas que provocan el abuso de drogas.

"Los niños adoptados con alto riesgo genético son más sensibles a los efectos patógenos de los ambientes familiares adversos que los que poseen un riesgo genético bajo. En otras palabras, los efectos genéticos sobre el consume de drogas son menos potentes en los entornos de bajo riesgo que en los de alto riesgo", concluyen los autores.

Fuente: SINC


La crisis se ceba con las mujeres

Al derrumbe de la construcción, que golpeó a los hombres, le sigue ahora el de los servicios

La tasa de paro femenina es peor aún; los recortes del gasto público les afectan más

Un reguero de desempleo cada vez más caudaloso, dificultades para hacer compatible el trabajo y la vida familiar —cuyas responsabilidades recaen en ellas en mayor medida— y recortes al Estado de Bienestar. En femenino, la crisis se conjuga con agravantes, según las expertas. Y el panorama pinta negro: algunos de los cambios que vienen, como la flexibilidad de jornada que la reforma laboral acaba de consagrar para los empresarios y el apoyo al trabajo a tiempo parcial, ahondarán las diferencias. Frente a ese panorama, algún “brote verde”, de la mano del autoempleo.

“La crisis tiene consecuencias distintas para hombres y mujeres. El aspecto más letal para ellas es el recorte del gasto público”, afirma Lina Gálvez, profesora de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide. Y lo explica así: esa rebaja se deja sentir en el empleo público, “hasta ahora el mejor empleador de las mujeres”, cuyas plazas “se han congelado y donde van a caer interinos”. Además, esa medida provoca el recorte de los servicios sociales, y esto afecta a las mujeres por partida doble: emplean mano de obra femenina en gran medida y favorecen sobre todo a las ciudadanas, porque las alivian de las tareas de cuidado que protagonizan. “Quizá lo más nefasto es que estos recortes van a afectar incluso a la empleabilidad de las mujeres”, añade esta experta.

La tasa de actividad femenina sube cuatro puntos y la masculina baja dos

Recortar lo que ya es corto. Antes de la crisis económica, la bonanza había atenuado la falta de equidad en el ámbito laboral —la autonomía económica es fundamental para la igualdad—, pero sin acabar con ella. “Se olvida que no estábamos en el mejor de los mundos”, dice Almudena Fontecha, responsable de Igualdad de UGT. Cuando el bienestar tocaba techo, en el segundo trimestre de 2007, el desempleo masculino era prácticamente estructural: el 6,1%. Pero el femenino era el 10,5% y cerca de un millón de mujeres buscaba trabajo, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Cuatro años después y tras el drástico aumento del desempleo masculino, la tormenta económica deja la tasa de paro casi igualada entre las personas de más de 16 años, pero las mujeres siguen en cabeza: 23,3% para ellas y 22,4% para ellos. Al derrumbe de la construcción —que se cebó con la mano de obra masculina— ha seguido el de los servicios, muy feminizados. “Aunque el desempleo de los hombres ha crecido mucho más, no ha superado la tasa que padecen las mujeres”, recalca Carmen Bravo Sueskun, secretaria de la Mujer del sindicato CC OO. “A ellas les cuesta más que a los hombres conseguir un empleo. Por eso son más pesimistas. Creen en mayor medida que lo pueden perder, y que no volverán a tener otro”, explica María Ángeles Durán, profesora de investigación del CSIC.

Una vez en el paro, “ellas acceden menos al subsidio, porque trabajan en condiciones más precarias”, plantea Fontecha. Ahora están desempleadas 2,4 millones de mujeres y 2,8 millones de hombres. “Ellas afrontan mejor el hecho de quedarse sin empleo si tienen un flotador económico en la pareja. En cambio, los varones llevan peor esa misma situación, porque la cultura imperante les hace sentirse fracasados”, tercia Durán.

Los sindicatos temen el descuelgue de los convenios en igualdad

Otra de las diferencias entre unas y otros es que la crisis no ha frenado las expectativas de las ciudadanas, cuya tasa de actividad ha subido cuatro puntos desde 2007 –ahora es del 52,9% entre las mayores de 16 años–, mientras que la de los hombres ha caído dos puntos –67,3%–. “En épocas de crisis suele aumentar la actividad femenina, porque las mujeres buscan aumentar la renta familiar”, explica Laura Nuño, directora de la cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos. También ellas son quienes “mantienen las redes familiares, que son el soporte de la crisis”, añade Durán.

Ahora tienen empleo 9,8 millones de varones y ocho millones de mujeres –en 2007 eran 12 y 8,3 millones, respectivamente–. Una vez en el tajo, persiste una notable segregación por sexos en el empleo, de forma que cualquier recorte en servicios como la sanidad, la educación o los cuidados, por ejemplo, se ceba más con el empleo femenino. Es “fundamental” tomar medidas para atajar el paro en el sector servicios, “que es donde se concentra un importante porcentaje del empleo femenino”, asegura por escrito la directora general para la Igualdad de Oportunidades, Carmen Plaza. Son más del 80% en ese área.

“El trabajo a tiempo parcial se alentará como fórmula de conciliación”

Al mercado laboral segregado se añade la brecha salarial, una de las grandes diferencias entre mujeres y hombres. Se sitúa en el 22%, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que ha anunciado un plan de lucha contra esta divergencia. La desigualdad es mayor en los trabajos a tiempo parcial, donde el sueldo por hora femenino supone el 76% del masculino, según el INE. La titular del departamento, Ana Mato, defiende a capa y espada que “la mejor política de igualdad es la que crea empleo”. Pero de momento, solo se destruye.

Las reformas en marcha del mercado de trabajo contienen amenazas específicas para la situación laboral de las mujeres, según los sindicatos. Advierten, por ejemplo, del riesgo de que las empresas, al descolgarse de los convenios, lo hagan también de los planes y medidas de igualdad –para equiparar la situación de trabajadoras y trabajadores– que contienen muchos de ellos. El Ministerio de Trabajo precisa que no está previsto el descuelgue en esta materia. Admite, en cambio, que la reforma limita el margen para la jornada reducida por guarda de un menor, que toman las madres casi en exclusiva. A partir de ahora, la rebaja del tiempo de trabajo deberá ser diaria, a no ser que se pacte lo contrario. Otro efecto temido es que la posibilidad de que los empresarios cambien los horarios por su cuenta dificulte aún más la conciliación a las mujeres, apunta, entre otras, la responsable de Igualdad del PSOE, Purificación Causapié. En un informe difundido ayer, el sindicato UGT augura más paro y mayor precarización del empleo femenino en paralelo con mayores dificultades para conciliar, entre otras cosas porque los trabajadores a tiempo parcial podrán hacer horas extra a partir de ahora.

Ellas son cada vez más el “ganapán”, pero en casa no se reparte la tarea

Y el tiempo parcial es, sobre todo, femenino. “Esta modalidad, que se incentivará como fórmula de conciliación, supone menores ingresos, difícil carrera profesional y menor jubilación”, plantea Gálvez. Casi la mitad de las empleadas que tienen este tipo de contrato preferirían disponer de otro a tiempo completo (48,4%, según el Instituto Nacional de Estadística). El segundo motivo para esta situación es el cuidado de niños o adultos (16,1%). Es una factura de la dificultad para aunar el trabajo remunerado y las obligaciones familiares, donde la corresponsabilidad entre los miembros de la pareja sigue siendo una asignatura pendiente.

“Además, la crisis provoca un cierto miedo a ejercer derechos como la conciliación”, asegura Fontecha. “En estos tiempos, no podemos jugar a que alguien nos vea menos comprometidos con la empresa, y eso tira para atrás de las fórmulas de trabajo flexible”, añade Nuria Chinchilla, experta en conciliación del IESE (Universidad de Navarra). La presencia física cuenta más que los objetivos, lamenta. Las dificultades para conciliar son una de las razones para que las mujeres solo ocupen el 10% de los cargos de alta dirección, según la encuesta de la consultora PwC.

La reforma laboral contiene “amenazas específicas” para las mujeres empleadas

“La crisis afecta a todo el mundo, no estoy segura de que ellas estén más tocadas que ellos, pero sí puede estar afectando a la conciliación, porque parece que tenemos que trabajar más para conseguir lo mismo”, prosigue Chinchilla. Y hablar de conciliación es hablar de mujeres, que “son cada vez más el ganapán”, por el desplome, también, del empleo masculino. “Eso no se ve compensado por el tiempo que dedican los hombres a construir el hogar”, continúa la experta. Las mujeres dedican de media cuatro horas y media al día al hogar y la familia y los hombres, dos y media, según la Encuesta de Usos del Tiempo del INE.

Más desempleo, trabajo remunerado más precario, con menor sueldo y más obligaciones en casa. Por eso, las mujeres son más sensibles a los recortes del Estado del bienestar, de los servicios públicos. “Les afectan más a ellas, porque se benefician en mayor medida”, explica la socióloga Durán. El frenazo en la aplicación de la Ley de Dependencia es doblemente pernicioso para las mujeres, porque muchas abandonan sus trabajos para cuidar de sus mayores y porque esta ley ha supuesto una buena cantera de empleo femenino. Entre 2009 y 2010, los últimos datos presentados por el Gobierno, se crearon gracias a esta ley 165.000 trabajos directos; la inmensa mayoría, dicen los expertos, fueron para mujeres.

La brecha salarial se mantiene en el 22%, según el Gobierno

Así las cosas, el autoempleo es una opción en alza. La visión optimista la pone el profesor Joan Torrent, de la Universitat Oberta de Catalunya, uno de cuyos estudios señala el salto que han dado las mujeres justo en época de crisis: si antes de 2008 ellas eran las responsables del 20% de las microempresas que se creaban, desde esa fecha hasta 2011 los son en un 31%. “Ellas han sabido ver más oportunidad en la crisis que los hombres”, afirma sin dudas. La cara B de este asunto es la motivación de las mujeres para formar una empresa de estas características: les proporciona el empleo que no encuentran por ningún otro sitio y una flexibilidad laboral que deja hueco para otras tareas, véanse la casa, los hijos, los mayores… “Ya antes de la crisis las mujeres han manifestado en otros estudios internacionales su deseo de crear una empresa propia, pero no es la oportunidad de negocio lo que las anima, sino la necesidad”, constata Maria Àngels Valls, profesora del Esade. “No es de extrañar”, dice, “que el cierre del mercado de trabajo con la crisis haya acentuado esa necesidad de crear empresa propia”. “Pero también es verdad que muchos de esos deseos no se cumplen porque las mujeres encuentran dificultades con la financiación”, añade.

Efectivamente, el estudio del profesor Torrent no habla tanto de oportunidad de negocio como de necesidades añadidas: conciliación, autoempleo, discriminación salarial. Y de algunas ventajas que favorecen este despegue femenino en la creación de microempresas: la formación universitaria que tienen y las nuevas tecnologías que las sitúan en un contexto global y flexible para este tipo de iniciativas. “Con estos negocios, de alguna manera compran su libertad y ordenan su vida por cuenta propia”, afirma Torrent.

Las féminas crean tres de cada diez microempresas desde 2008

Este experto cree que estas microempresas –una gota en el océano del empleo– son los verdaderos brotes verdes, porque están surgiendo con fortaleza en tiempos de recesión, adaptadas ya al mundo laboral global y tecnologizado. Antes de la crisis el 40% moría en el primer año de vida, ahora no llega al 30%. “Las ayudas públicas deben repartirse entre estas empresas, en España la costumbre era darle a las grandes, pero estas tienen fortaleza para aguantar la crisis”, dice.

Con el panorama actual, las expertas pintan un panorama de tintes sombríos. “Con el empeoramiento de las condiciones laborales y los recortes de las políticas sociales, existe un riesgo cierto de que las mujeres tiren la toalla en el terreno laboral”, advierte la socióloga Constanza Tobío, experta en conciliación de la Universidad Carlos III. “Si el acceso a los servicios de cuidado se encarece o dificulta y el salario de las mujeres baja, se incentiva que las mujeres se puedan quedar en casa o vayan a trabajar a tiempo parcial”, plantea Gálvez. “En todas las crisis que se han analizado según el efecto en hombres y en mujeres se ha visto que provocan retrocesos en los avances generales en igualdad e intensifican el trabajo de las mujeres, sobre todo el no remunerado”, concluye. El diagnóstico definitivo llegará cuando pase la tormenta.

Fuente: El País


El Gobierno quiere unificar la edad de acceso al consumo de alcohol a los 18 años

  • Es la droga más consumida por la población general y por los estudiantes.
  • En Asturias, se permite la venta a jóvenes a partir de los 16 años.
  • Alcohol menoresEl delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Babín, ha anunciado este martes en el Congreso que el Gobierno está preparando una norma para unificar la edad de acceso al consumo del alcohol en todas las comunidades, de modo que sólo esté permitida su venta a personas de más de 18 años.

    Así lo ha asegurado durante su comparecencia en la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas, en la que ha admitido que actualmente España carece de una ley que homogeneice el acceso a las "drogas" legales, salvo el tabaco, lo que ha propiciado, por ejemplo, que en Asturias, se permita la venta a jóvenes a partir de los 16 años. Por ello, según ha recordado Babín, el objetivo del Ejecutivo es fijar la edad de acceso "donde la mayoría de comunidades la han situado", a los 18 años, lo que "además coincide con la mayoría de edad legal".

    "Hay una insistente preocupación social" por el consumo de alcohol en jóvenes, según ha reconocido Babín, ya que actualmente es, junto con el tabaco, la droga más consumida por la población general y por los estudiantes. Asimismo, ambas sustancias son las que presentan la edad media de inicio más baja. Esto se debe, en el caso del alcohol, a que se trata de la droga legal "más fácil de conseguir y la considerada de menor riesgo para la salud". De hecho, ha asegurado, está "omnipresente en el policonsumo y está presente en más del 90% de los casos, y en adolescentes y jóvenes, de consumo concentrado en fines de semana y vinculado al ocio.

    Por ello, con esta iniciativa legal, que tendrá rango de norma básica, se obligará a todas las comunidades a fijar la misma edad de inicio y, asimismo, también definirá los distintos ámbitos de intervención donde es más natural hacer la prevención, y cuáles son los criterios que deben cumplir los programas de prevención para poder ser más eficientes y recibir fondos del Estado de cara a financiar estas actividades.

    "No se trata tanto legislar desde el Estado lo que tienen que hacer las comunidades y los ayuntamientos, pero sí significar las circunstancias en las que el consumo de alcohol perjudica la salud y el desarrollo de los jóvenes, que son los adultos del mañana", ha asegurado Babín.

    Hasta los 24 años el cerebro puede sufrir daños

    De hecho, ha reconocido que la edad de inicio fijada, los 18 años, el cerebro "está todavía madurando" y "no es hasta los 24 años cuando el perjuicio que pueden causar determinadas sustancias está demostrado y es feaciente", negando no obstante que "vayan a llegar a niveles de protección tan excesivos".

    El objetivo de Babín es que se pueda llegar a un consenso con todas las comunidades en ésta y otras materias, y aunque reconoce que su desarrollo no será "un procedimiento largo", no ha querido fijar un plazo para la aprobación de dicha norma porque "si se plantean horizontes temporales se vulneraría el consenso".

    Ante este respecto, el senador del Grupo Popular ha reconocido que el alcohol es un problema que "afecta a millones de jóvenes que parece que no tienen otra forma de divertirse que beber por beber, mientras que la senadora del Partido Socialista, María Isabel Flores, ha reconocido tener sus dudas sobre dicha norma porque, "al prohibir, lo que se provoca el efecto contrario".

    En otro sentido, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha reconocido que también impulsará la atención integral de las adicciones en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y se creará una Red Nacional de Toxicomanías y Adicciones (RENATA), que incluirá un sistema de alerta temprana en relación a drogas emergentes y otros problemas relacionados.

    Cambia la regulación del fondo de bienes decomisados

    Por otro lado, Babín ha anunciado una renovación de los instrumentos normativos que regulan el Fondo de Bienes Decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados ya que, "en momentos de crisis y racionalización de recursos", de él depende la cobertura financiera de las actuaciones que se lleven a cabo en esta materia a lo largo de la legislatura.

    En este sentido, ha asegurado que pretenden facilitar las relaciones de colaboración con los juzgados en la gestión, tanto de bienes ya decomisados por sentencia firme, como sobre los que se determine su venta o destrucción anticipada. Asimismo, este nueva regulación del Fondo incorporará medidas para potenciar la venta o destrucción de los bienes intervenidos antes de que exista una sentencia judicial firme.

    Fuente: Europa Press


    'Nuestra entidad se halla preparada para enfrentar juntos este nuevo(viejo) reto social'

    Ella dice: “Mi maldición es el miedo. ¿Cuál es la suya?“
    Él dice: “Mi maldición es la falta de conciencia”
    (extraído de la película El último hombre de W. Hill)

    De qué hablamos cuando hablamos de economía global

    R. Manuel Alcaide
    R. Manuel Alcaide (Gerente de FSC)

    “Dicen que cuando uno ha tenido la experiencia de estar al borde de la muerte esto le hace revisar sus prioridades y valores. La economía global ha estado al borde de la muerte.” (Joseph E. Stiglitz, 2010). Este autor, Premio Nobel de Economía, hace un profundo diagnóstico de lo que ya es conocido como La Gran Recesión entendida como la mayor crisis que ha afectado a más personas desde la Gran Depresión de 1929.

    Señala las diferentes causas y responsables del desastre financiero que se ha propagado por todo el mundo y las consecuencias geopolíticasen términos de pérdida de prosperidad. Desde diferentes ópticas ideológicas se coincide en que estamos, no tanto al final de un ciclo –ha habido múltiples crisis cíclicas desde 1929- sino al final de una etapa, que significa el agotamiento de un modelo productivo, o lo que otros autores denominan “inmersos en una crisis sistémica”. En 11 países europeos ha habido aumentos del paro superiores al 50% y en España, Irlanda y Dinamarca el incremento ha sido superior al 100%. La característica más preocupante de este desempleo es que, al igual que la crisis, está siendo de larga duración. Estamos ante la evidencia de una auténtica fractura social, ya que se trata de una situación de desempleo, subempleo y desaliento que se plasma en las declaraciones públicas y en las manifestaciones de indignados de muchas partes del mundo, compuestas principalmente por jóvenes: ansiedad, angustia, miedo, cólera entre ciudadanos que se sienten “superpreparados y superdesempleados”, que expresan su frustración por un sistema político y económico que no los acoge y al que califican de fallido, corrupto, indiferente e irresponsable. (J. Estefanía, 2011).

    A grandes rasgos, las propuestas gubernamentales para paliar y superar los efectos de esta Gran Recesión (que está propagando la pobreza y la desigualdad) se dividen en dos opciones muy diferenciadas: “Ajustar para crecer” (modelo Europeo de rigor en los ajustes presupuestarios con programas de austeridad muy rígidos) o “crecer para ajustar” (modelo de estímulo de la demanda llevado a cabo por la Administración de Obama en USA, que pone la prioridad en el crecimiento).

    Todos los expertos están de acuerdo en que es necesario un gran pacto histórico, “un acuerdo excepcional para una situación excepcional”. Un pacto transversal que ha de durar lo que sea preciso para que, gobierne quien gobierne, pueda aplicar lo consensuado durante el periodo necesario. Una política de austeridad compartida para recuperar la senda del crecimiento sostenible.

    Si a escala mundial las perspectivas son difíciles, para España las previsiones son realmente duras. Ya hemos visto que el desempleo es su peor factor diferencial. Hay expertos que opinan que las cosas ya no volverán a ser como eran, muchas cosas se quedarán por el camino: gran parte del bienestar, el individualismo, el crédito ilimitado, las materias primas baratas… De cara a la creación de un modelo basado en la productividad, en la eficiencia, en optimizar recursos y parámetros productivos… ¿Es viable como la conocemos la España que hoy conocemos? Pensando en un modelo orientado en generar valor, el pronóstico del economista S. Niño-Becerra (2011) (de los pocos economistas que previeron con suficiente antelación la gravedad de esta crisis) es muy negativo y enfatiza en las dificultades estructurales de nuestro país.

    Como vemos la globalización hace que el mundo esté más interconectado y a la vez sea más imprevisible. Se desliza peligrosamente entre “miedo” que paraliza y la “falta de conciencia” que idiotiza a los ciudadanos y nos conduce a una alta entropía social.

    Qué ocurre en el Tercer Sector

    Las entidades que nos dedicamos a la intervención social venimos padeciendo en los últimos años los efectos de esta Gran Recesión. Las minoraciones de servicios, el cierre de recursos, el retraso de los pagos incumpliendo las leyes vigentes y en general el clima de incertidumbre y de ajustes presupuestarios que proponen o simplemente imponen las Administraciones, se combina con el encarecimiento y la dificultad de obtención del crédito necesario para hacer frente a pagos que entre el 80% y el 90% dependiendo del tipo de servicio, son de “personal” y, por consiguiente, no deberían tener demora.

    La coyuntura económica, lastrada por la situación financiera, exige el adelgazamiento (esperemos que no alcance el umbral de la anorexia) del Estado del Bienestar y de las políticas de protección social que se han construido en las últimas décadas. Se está actuando en una triple reforma (financiera, fiscal y laboral). A mi juicio, la primera es absolutamente necesaria, aunque sospecho que no tendrá ni la profundidad regulatoria ni la suficiente exigencia que garantice el flujo del crédito necesario. Ojalá sea algo más que una operación dermoestética. También la reforma fiscal es necesaria para que el coste de las necesidades sociales se reparta de forma progresiva y equitativa, especialmente en esta situación de emergencia y excepcionalidad. Finalmente la reforma laboral en nuestro sector –aunque se caracteriza por la gran importancia del factor trabajo- tendrá una incidencia relativa, ya que cabe esperar que no se modifique el modelo de diálogo, concertación y búsqueda de la máxima complicidad y compromiso para no precarizar los proyectos sociales. Ciertamente compartir la mirada no garantiza que veamos las mismas cosas, pero puede favorecer el reconocimiento mutuo orientando los esfuerzos hacia la preservación de la equidad social.

    En mi opinión la economía social (esa parte de la “economía con alma” que incorpora las necesidades de los más desfavorecidos) deberá estar más atenta en el futuro al coeficiente de Gini (método para medir la desigualdad) que al IPC que determina nuestro poder adquisitivo. Sin embargo, también es justo esperar de nuestras entidades -a las que se les atribuye una mayor sensibilidad para gestionar los servicios sociales- que incorporen explícitamente el máximo compromiso con el mantenimiento del empleo. El límite –en nuestro caso siempre ha sido así- lo marcará la razonable y razonada viabilidad del conjunto. Nos entristece comprobar como van desapareciendo día tras día organizaciones del tejido asociativo. Algunas no pueden soportar la morosidad de las Administraciones Públicas, otras no tienen el suficiente respaldo financiero, otras (excesivamente dependientes de subvenciones) no se han provisto de un mínimo de capitales propios y, en general sucumben a la agregación de todos estos factores. Los valores de la buena gestión –de su valor añadido, de sus menores costes al no tener que retribuir al capital, del compromiso activo del voluntariado- quedan oscurecidos y pronto la extraordinaria función social que han realizado será olvidada. Esta crisis está haciendo sufrir a muchas (demasiadas) personas. “Todo proceso de modernización de la economía tiene como consecuencia más importante la modificación de la estructura de la ocupación” (J. Majó, 2010), es decir, la reducción de puestos de trabajo en algunos sectores y la creación de nuevos empleos en otros. No es en el sector de los servicios y de la atención a las personas donde se está destruyendo empleo de forma masiva, pero también está recibiendo las ondas expansivas de esta Gran Recesión. Bien al contrario, es un sector con un alto potencial de empleabilidad.

    Finalmente, hablemos de FSC

    Hablemos; aunque sea con la brevedad que requiere este somero análisis.

    Decía Keynes que “lo inevitable no sucede nunca. Siempre es lo inesperado.” Siempre he creído que las organizaciones deben aprender a convivir y, eventualmente, a sobrevivir a la incertidumbre. Nuestra historia organizacional (iniciada en los 80) está repleta de episodios y apuestas inciertas. Seguramente han sido los momentos más didácticos y creativos. Algunos incluso sospechamos que la certidumbre es enemiga de la innovación. En cierto modo, nuestro estilo de gestión se adapta bien a las situaciones difíciles. Pero la gravedad, contundencia y aceleramiento de los cambios me recuerda la fina ironía de Robertson Davies “…tuvo la sensación de que todo sería peor de lo que su generoso pesimismo había previsto.”

    Ante esta enorme frustración social que se está produciendo, es el momento de transmitir sosiego, solvencia y confianza. Conviene decir, porque es la verdad sin autocomplacencias ni autoengaños, que la nuestra es una organización construida con materiales muy sólidos, con el esfuerzo, la ilusión y el sacrificio de muchos profesionales y de muchísimos voluntarios. Construida durante un tiempo en que tal vez a otros no les parecía necesaria tan elaborada cimentación. Como dicen nuestros –en exceso cautos- proveedores financieros, es una Entidad que ha hecho los deberes. Deseamos compartir esta especie de “tranquilidad en estado de alerta” con las 1.500 compañeras (incluimos aquí casi un 20% de compañeros) y con los más de 300 voluntarios para seguir aportando lo mejor de nosotros a los 80.000 usuarios, a los que dedicamos nuestro esfuerzo y de los que obtenemos nuestra razón de ser como organización.

    La Fundación sostiene:

    • Que, desde el respeto y la lealtad institucional con las Administraciones que han depositado en nosotros su confianza, nos reafirmamos en el compromiso con la tarea (el bienestar y la salud de los usuarios y beneficiarios de nuestros servicios) y el nivel de calidad asumido.

    • Que seguiremos priorizando los valores de proceso (esfuerzo, compromiso, profesionalidad, eficiencia, eficacia) que favorecen una utilización juiciosa de los recursos (materiales y humanos) en la producción de servicios.

    • Que la transparencia, la austeridad, los mecanismos de control y equilibrio presupuestario han sido y seguirán siendo una praxis ética cotidiana.

    • Que se ha innovado y diversificado en sus temáticas de intervención social.

    • Que se ha renovado y reinventado a sí misma en cada pacto con otras organizaciones sociales y también mercantiles (de todas hemos aprendido y aprendemos y todas tienen nuestra gratitud). Los acuerdos colaborativos son ya una tradición en nuestra organización.

    • Que el conjunto de la Entidad, ahora más que nunca, asume su alta cuota de Responsabilidad Social.

    Cuando Constanza Alarcón (mujer sabia y eterna) inauguró la última etapa de esta organización (“la nave va”) previó algunos riesgos de navegación (frustraciones, duelos y pérdidas). Nuestro Presidente actual no acepta perder ni el sentido del humor. Sigamos su consejo.

    En definitiva, FSC se halla preparada para enfrentar juntos este nuevo (viejo) reto social, con sus diversos riesgos que nos impone esta previsible e inesperada Gran Recesión. Aunemos nuestras verdades (casi todas serán ciertas y la mayoría verificables) para que las mentiras no tengan razón.

    R. Manuel Alcaide
    Gerente de FSC


    'El trabajo con mujeres y con perspectiva de género influye en tu forma de entender el mundo'

    ENTREVISTA

    Gemma Altell es Licenciada en Psicología, especialista en violencia de género y en drogodependencias. Trabaja en FSC desde 1996 donde ha desempeñado funciones de técnica de prevención, coordinadora de proyectos y responsable de prevención. En el año 2000 inició su trayectoria profesional en el ámbito de atención a la mujer. Desde el 2002 es la Directora del Departamento de Atención a la Mujer. Lo que más le gusta es la dirección y el desarrollo de equipos profesionales.

    Acabamos de iniciar el año y ya contamos con víctimas por violencia machista. Resulta increíble que en pleno siglo XXI esto siga ocurriendo…

    Las muertes son la punta del iceberg de la violencia y no siempre se corresponden con la situación global. Al inicio del año (coincidiendo con las vacaciones navideñas al igual que sucede en el verano) suele haber mayor convivencia en pareja y, por tanto, mayor posibilidad de conflictos graves. La crisis económica en la que estamos inmersos dificulta las posibilidades económicas de separarse y, a la vez, existe una mayor crispación en las relaciones.

    Además, la decisión de separarse y de denunciar debe ir acompañada de asegurar una «red de ayuda» y un «plan de seguridad», ya sea a través de personas cercanas (familia, amigos/as) o mediante servicios especializados en violencia.

    ¿Cómo ves el panorama de las políticas públicas en torno a la prevención de la violencia de género?

    En general las Administraciones Públicas siempre priorizan la atención a las mujeres y, en los últimos tiempos, también a los y las menores. Evidentemente, con la situación actual deben asegurarse unos mínimos para aquellas personas que ya están sufriendo el problema. De todos modos, la prevención sistemática y profesionalizada sería, a medio plazo, muy rentable porque conseguiría la reducción de casos. Muchas veces no se visibiliza la prevención como una oportunidad porque la evaluación en este campo no ha sido, por lo general, muy rigurosa y -por consiguiente- no se ha podido realizar un análisis de coste/beneficio en cuanto a fondos públicos. Aún así, algunas administraciones proponen nuevos retos en este campo que hay que valorar.

    ¿Qué medidas consideras que serían más eficaces para mejorar esta situación?

    Una de las líneas que estamos impulsando últimamente es el trabajo sobre la igualdad y relaciones de género en la Educación Primaria. Es uno de los retos más interesantes que se nos plantean en el marco de la prevención de la violencia en el ámbito de la pareja. Significa reflexionar y educar sobre la resolución no violenta de los conflictos, la construcción de los roles de género y también, en menor medida, en los mitos del amor romántico.

    Pero también significa reflexionar sobre la cultura de la paz, de la libertad personal y del respeto.

    En el ámbito de atención a la Mujer realizáis también intervención específica con mujeres drogodependientes que sufren violencia de pareja, ¿qué destacarías?

    Se trata de una de nuestras líneas prioritarias por la especialización técnica que supone. Estas mujeres tienen dificultades específicas que intentamos plasmar en nuestras líneas de intervención. De modo general son mujeres que sufren una triple victimización social: por haber sido víctimas de violencia, por ser drogodependientes y transgredir con ello el rol tradicional de la mujer y, por último, la victimización institucional por ser enviadas de un servicio de atención a otro sin “encajar” ni ser comprendidas en ninguno.

    ¿Cuáles son claves de la intervención social desde el enfoque de género?

    Implica analizar las necesidades específicas que pueden tener las mujeres en cada programa o actuación a partir de la carga cultural que nos ha llevado a hombres y a mujeres a tener roles diferenciados. Por poner un ejemplo: el rol de cuidadora ha sido atribuido históricamente a la mujer. Es conveniente tener en cuenta en los programas de atención a drogodependencias que, probablemente, la flexibilidad para incorporarse a cualquier tipo de programa terapéutico no es igual para mujeres y hombres porque ellas tendrán personas a su cargo. En ningún caso estas cuestiones tienen que ver con el hecho de nacer mujer sino con las atribuciones de rol.


    Los responsables de los geriátricos alertan de nuevos impagos por parte de la Generalitat catalana

    La Asociación Catalana de Directores de Centros y Servicios de Atención a la Dependencia Gerontológica (Ascad) ha alertado de que el Gobierno de la Generalitat ha comunicado a los responsables de las residencias de ancianos la posibilidad de que, a partir del 31 de marzo, vuelva a congelar los pagos en los centros colaboradores, como ya lo hizo el pasado mes de setiembre, algo que el Ejecutivo ha desmentido.

    Tercera Edad"Este anuncio hace saltar de nuevo las alarmas porque el Govern está dejando de pagar a ancianos de alta dependencia reconocidos por la misma Generalitat", ha concretado a Europa Press el vicepresidente de Ascad, Iñaki Antón, que ha explicado que en el caso de los centros colaboradores, los pagos se efectúan directamente a los usuarios.

    Según los responsables de los geriátricos, fueron el consejero de Bienestar Social y Familia la Generalitat, Josep Lluís Cleries, y la directora del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (Icas), Carmela Fortuny, quienes les alertaron el pasado 21 de febrero de una nueva congelación de pagos.

    El pasado mes de septiembre la Consejería de Bienestar Social y Familia de la Generalitat suspendió dos meses el pago a los geriátricos y centros de discapacitados colaboradores y concertados "por falta de liquidez". Cleries se comprometió entonces a sufragar los pagos antes de final de año, objetivo que cumplió antes de plazo.

    RETRASOS EN LOS PAGOS

    Aún así, Ascad también ha alertado de que los centros concertados no han recibido el pago correspondiente a febrero, algo que según ha explicado Antón, la Generalitat se ha comprometido a efectuar a partir de este martes.

    "Además hemos sido conocedores de que en algunos centros concertados adeudan distintas cuantías desde hace tiempo", ha concretado Antón, que ha calificado de alarmante la situación actual.

    Por su parte, fuentes de la Consejería han negado haber comunicado a los responsables de las residencias de ancianos posibles retrasos en los pagos.


    FSC renueva su participación en el programa 'Incorpora' de la Obra Social de La Caixa

    El pasado 28 de febrero de 2012, la Fundación Salud y Comunidad firmó convenio, por segundo año consecutivo, con la Fundació "la Caixa", para seguir trabajando en la inserción laboral de
    personas en riesgo de exclusión social.

    Incorpora La Caixa. Inserción Social

    El programa ofrece atención individualizada para el diseño de itinerarios de inserción y promueve el desarrollo de competencias para mejorar el potencial de ocupación.

    Además de favorecer la inserción laboral, orientar e informar a sus destinatarios, uno de los objetivos principales es el de generar responsabilidad y participación empresarial en el programa. De ahí que la colaboración con el tejido empresarial sea fundamental, y el trabajo en red entre las distintas entidades que conformamos el Grupo Incorpora se hace imprescindible, para poder ofrecer un servicio de calidad a los usuarios del dispositivo.


    ¿La lengua tiene género? ¿Y sexo?

    Una decena de personalidades de la cultura, la política y la educación entra en el debate sobre el sexismo del idioma español planteado por Ignacio Bosque

    ¡Ya era hora! ¡Bienvenido el debate! Esta es la sensación general al informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, presentado ayer por el académico Ignacio Bosque y respaldado por un pleno de la Real Academia de la Lengua. Y tras el aplauso, casi todos hacen observaciones al análisis que estudia nueve guías de lenguaje no sexista editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones. Si bien es cierto que Bosque deja claro que no hay discusión alguna sobre la necesidad e importancia de reconocer a la mujer su lugar en igualdad de condiciones que el hombre, explica, desde su especialidad de la gramática, los desencuentros y desaciertos entre esa intención y el resultado lingüístico, que en ocasiones caen en lo absurdo o ridículo. Recuerda que parte de ello se puede deber a la confusión entre género y sexo y reclama una mayor atención en la enseñanza de escuelas y colegios, a la vez que aboga por soluciones dentro de la sensatez del uso de la lengua.

    Una situación debida, en parte, a dos ondas expansivas claves de los últimos años: la imperiosa necesidad de reconocer los derechos e igualdades a las minorías o grupos marginados y la imposición del llamado lenguaje políticamente correcto, trenzados en el caso de combatir contra la discriminación de la mujer. Sobre este punto, Bosque dice: “Puede existir, en efecto, alguna relación entre el lenguaje que se propugna en estas guías y la tendencia general a usar términos políticamente correctos. Aun así, creo que la relación es solo indirecta, ya que el conjunto de medidas que propugnan las guías de lenguaje no sexista no afecta solo al léxico, sino también a la sintaxis y a la morfología. Tienen, pues, mayor incidencia sobre la estructura del idioma”.

    Ante la pregunta sobre qué mensaje podría dar a los profesores, sobre todo de primaria y secundaria, y la población en general, el académico empieza con un ejemplo: “No estoy seguro de en qué medida han calado las propuestas de estas guías entre los profesores de Enseñanza Media, pero algunos amigos me decían hace poco que sus hijas no sabían si debían considerarse excluidas o no cuando en la escuela se hablaba de niños o de alumnos”. Bosque insiste en que el artículo no es más que una llamada a la sensatez. Asegura que en el texto se critica la suposición gratuita de que una serie de pautas del lenguaje común, usadas por todos los hispanohablantes, son sexistas. Pero añade: “No hay ninguna razón para suponer que lo sean, ni para tachar de sexista a la mayor parte de la población hispanohablante por el simple hecho de usarlas”.

    Son varias las personas que han dado su opinión sobre el análisis y el tema en general.

    ADELAIDA DE LA CALLE

    Rectora de la Universidad de Málaga y presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas

    “Es un auténtico trabajo de investigación con todo el sentido. La sociedad española ha funcionado normalmente con un lenguaje muy sexista y hay que cambiarlo, igual que hemos cambiado montones de actuaciones. La mujer debe contar en todo, y eso incluye el lenguaje. Es cierto que la lengua es algo vivo y se va adaptando a las circunstancias en cada momento y características, y que, hasta hace relativamente poco, la mujer no formaba parte de muchos aspectos y era difícil que contase en una estructura lingüística diferente a la que se había ido generando a lo largo del tiempo. Ahora somos conscientes y lo estamos intentando. Hay que poner a la mujer en valor y hacer el esfuerzo de cambiar el lenguaje, aunque no se puede lograr de la noche a la mañana. Debemos trabajar desde los primeros niveles de la enseñanza. También tengo claro que el genérico se debe seguir utilizando porque no se hace con tono discriminatorio”.

    AMELIA VALCÁRCEL

    Catedrática de Filosofía Moral y Política (UNED)

    “La gramática no es la vida”.

    CARMEN BRAVO

    Secretaria Confederal de la Mujer de CC OO

    “Al académico, catedrático y ponente de la Nueva gramática, ante el conocimiento de las numerosas publicaciones para la utilización de un lenguaje no sexista, debiera inquietarle esta realidad e instar a la Academia a promover la utilización de un lenguaje no sexista; no para dar mayor visibilidad a la mujer a través del lenguaje, sino para no ocultar el género social: mujeres y hombres.

    Si el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos está muy asentado como él dice, lo está, entre otras razones, por el sesgo androcéntrico de las instituciones y de quienes son responsables de la vigilancia del buen uso de la lengua. Por eso, desde Comisiones Obreras promovemos un uso de la lengua más inclusivo desde el punto de vista del género y más igualitario desde la práctica democrática del lenguaje y demandamos que la RAE también lo haga.

    En CC OO las guías sobre la utilización de un lenguaje no sexista son elaboradas por personas expertas y formadas académicamente (no precisamente por este autor), con excelentes currículos en lengua española, por lo que nuestra apuesta por un lenguaje inclusivo de género no carece de fundamentos lingüísticos, ni de objetivos sociales como son: democratizar el lenguaje y dar visibilidad social a los géneros femenino y masculino y lograr una sociedad más igualitaria y transparente desde el punto de vista del género lingüístico”.

    INMACULADA MONTALBÁN

    Presidenta de la Comision de Igualdad del CGPJ

    “La profesora sustituta llegó a la clase de música de primaria y animosa exclamó: ‘Ahora vamos a cantar todos los niños’. La hija de mi amiga quedó callada como el resto de sus compañeras. No se dieron por aludidas. Su maestra de todos los días hablaba de niños y niñas.

    Es un ejemplo de la importancia del lenguaje en la formación de las personas y en sus actitudes. La utilización de un lenguaje no sexista es algo más que un asunto de corrección política, porque influye poderosamente en el comportamiento y en las percepciones.

    Nombrar algo o a alguien es darle presencia, visualizarlo. Mediante el lenguaje se nos llama y se nos ignora y todo ello condicionará la imagen de la realidad que nos construyamos y cómo la transmitiremos. Para existir todo debe tener un nombre. La utilización sexista del lenguaje implica la invisibilidad de las mujeres, tanto de su presencia como de sus logros. Así lo entiende la Ley de Igualdad, cuando fija como criterio general de actuación de los poderes públicos la implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo. Una prescripción respetada por el Consejo General del Poder Judicial que, a propuesta de su Comisión de Igualdad, aprobó unas Normas mínimas para evitar la discriminación de la mujer en su lenguaje administrativo”.

    LAURA FREIXAS

    Autora de Literatura y mujeres

    “1) Me parece excelente que haya debate —nada menos que en la portada de EL PAÍS— porque para solucionar un problema cualquiera (en este caso la invisibilidad lingüística de las mujeres) el primer paso imprescindible es reconocerlo como problema. Es una buena noticia que el debate sobre el sexismo de la lengua se haya colocado en la agenda, como pasó hace unos años con la violencia de género, y, hace un siglo largo, con el sufragio femenino. Vamos bien. Además, me alegro de que por fin se plantee un debate, con argumentos, en lugar de las caricaturas, exabruptos y ocurrencias a los que algunos articulistas (lo pongo en masculino porque son todos varones) nos tienen acostumbrados/as. ¡Ya era hora!

    2) Desde sus orígenes en el siglo XVIII, el feminismo creyó que la igualdad entre los sexos se conseguiría mediante la igualdad política, jurídica y educativa. Cuando por fin las hemos conseguido, resulta que aún estamos muy lejos de la igualdad real. ¿Por qué? ¿Qué ha fallado, qué falta? Yo creo que la respuesta está en la cultura. Y la cultura es la ilustración figurativa de lo que el lenguaje expresa a un nivel más abstracto: la jerarquía entre los sexos y el monopolio de la condición humana por parte del varón. El lenguaje tiene parte de culpa de que todo lo femenino sea visto como parcial, marginal, particular... mientras que lo humano se confunde con lo masculino. Para decirlo gráficamente: prefiero decir ser humano en vez de hombre porque puedo decir: ‘Como ser humano moderno, yo...’ y no: ‘Yo, Laura Freixas, en tanto que hombre moderno...’. O porque si digo ‘El hombre medieval moría con frecuencia en el campo de batalla’, nadie se pregunta de qué morían las mujeres. Se supone que hombre abarca a ambos sexos pero, ¿acaso podemos decir: ‘El hombre medieval a menudo moría de parto’?”.

    JAVIER GOMA

    Filósofo y director de la Fundación Juan March

    “Las reglas que regulan el lenguaje son una creación popular, emanaciones del pueblo y de su espíritu como diría Montesquieu, y, por tanto, no hay nada más soberano y democrático que lo que emana del pueblo, y el lenguaje es soberano. Por otra parte, no es nunca neutro en el sentido de que cuando uno utiliza una palabra no solo se refiere a lo que ese término designa, sino a un universo de connotaciones, de tal manera que cuando sea correcto gramatical o sintácticamente también ellas están cargadas de ideología. Son dos observaciones paralelas y no debemos admitirlas por ser solo una cuestión filológica porque lo ideológico le subyace con una visión del mundo. Y si la sociedad entiende que esa visión del mundo que subyace a la filología es incorrecta o degradante o injusta creo que se pueden adoptar algunas medidas para corregirlas. El lenguaje es en sí mismo una costumbre y las correcciones deberían convertirse en costumbre y no en una imposición de nadie”.

    PURIFICACIÓN CAUSAPIÉ

    Secretaría de Igualdad del PSOE

    “Valoramos positivamente que el informe reconozca la desigualdad y la discriminación de la mujer existente en nuestra sociedad; si bien considera que el lenguaje debe hacer visibles a las mujeres, contribuyendo de esta forma a erradicar esa desigualdad. El idioma es algo vivo y cambia para adaptarse a la sociedad y en este sentido el lenguaje debe servir para expresar también la igualdad entre hombres y mujeres. Debemos encontrar un consenso, por supuesto también con los lingüistas y con la Real Academia, para alcanzar este objetivo”.

    ENRIQUE VILA-MATAS

    Escritor

    “Me es imposible verlo de un lado distinto al de la Real Academia. El lenguaje está hecho esencialmente para entenderse. Por tanto, todo lo que se aparte de esto es un despropósito. Y despropósito es creer que siempre hay discriminación en las expresiones nominales construidas en masculino con la intención de abarcar los dos sexos. Y aún mayor despropósito es que, siguiendo las recomendaciones de una guía no sexista, creamos que hay que decir ‘personas sin trabajo’ en lugar de algo que todos comprendemos muy bien: ‘Parados’. A este paso, acabaremos —para variar— no entendiéndonos nada entre nosotros, hablando de Españadanía para no tener que decir Españo o España (demasiado masculino o femenino respectivamente)”.

    FRANCISCO FERNÁNDEZ BELTRÁN

    Presidente de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas

    “El informe de la Academia es un estudio equilibrado y una advertencia necesaria sobre ciertos abusos. Resulta evidente que todos los ejemplos expuestos merecen una reflexión desde el punto de vista lingüístico. No hay que olvidar que determinadas prácticas y recomendaciones de las citadas guías se plantean para hacer una llamada de atención sobre una situación de infravaloración de las mujeres, que en determinados ámbitos no han alcanzado la plena igualdad, pero ello no debe poner en riesgo la utilidad del idioma como herramienta de comunicación y relación”.

    OUKA LEELE

    Fotógrafa y artista

    "Creo firmemente en el poder de la palabra. La influencia de la estructura del lenguaje en la cultura es enorme. El uso de las palabras ha de ser consciente y si en cuanto a la visibilidad de la mujer ha de hacerse una revisión del lenguaje, estoy completamente de acuerdo con ello. Es importante que nos demos cuenta de lo que decimos y de lo que nuestras palabras pueden influir sobre todo cuando se trata de la formación de las niñas y los niños que ya en el aprendizaje de su lengua materna reciben todo el peso de su cultura casi sin darse cuenta. E interiorizan una supremacía o minusvalía de su género en el simple hecho de aprender a hablar.

    Por otro lado hay palabras como poeta que son muy bonitas y que no necesitan de la palabra poetisa o poeto para definir su género cuando se puede entender por el artículo: la poeta o el poeta. Como no me gustaría periodistisa para el femenino de periodista o periodisto para el masculino. Hay también que cuidar la belleza de una lengua cuando se plantean cambios para la mejoría, la igualdad y la dignidad de todas las personas que practican esa lengua".

    Fuente: El País

    LEER INFORME COMPLETO DE IGNACIO BOSQUE: Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer


    SIDA: 30 años después

    ARTÍCULO DE OPINIÓN

    Han transcurrido ya treinta años desde que se diagnosticó el primer caso de VIH. Treinta años donde hemos pasado de la ignorancia y el miedo a ser capaces de tomar en consideración los interrogantes que el Sida nos planteaba, abriendo así la posibilidad de reflexionar sobre esta situación y sobre todas aquellas en las que el ser humano es puesto en cuestión.

    Muchos de nosotros recordaremos cómo en un primer momento nos sentimos conmocionados por una realidad de la que sabíamos bien poco. Las primeras evidencias nos decían que el contagio del virus se producía mediante las denominadas prácticas de riesgo pero, sin embargo, debimos trabajar, una vez más, para que determinados colectivos no fueran estigmatizados. Atrás quedan ya los días donde Sida se asociaba a las tres haches (homosexuales, hemofílicos, heroinómanos) propiciando identificaciones subjetivas y generando las consiguientes dinámicas de exclusión.

    Esta es quizá la gran enseñanza que hemos podido extraer y que hoy queremos compartir. En primer lugar, objetivar de qué estamos hablando nos ha permitido contactar con aquello que a todos se nos escapa…

    Cuántos de nosotros hemos incurrido en prácticas que ponían en riesgo nuestra integridad, en el encuentro sexual, en el consumo de alcohol, en los deportes de riesgo. Aproximarnos a esos momentos donde el sujeto se abandona nos permite también ser capaces de acogerle en esta dimensión y, por lo tanto, poderle acompañar.

    Así, no hablamos de otra cosa que de la condición humana, aspecto esencial en nuestra acción profesional. El Sida no es un tema que concierne sólo a personas infectadas, todos somos personas. De esta aserción deriva necesariamente una posición ética que nos incumbe no sólo como profesionales sino también como ciudadanos. En momentos como los que hoy vivimos de incertidumbre y de dificultad para la colectividad es necesario acercarnosa las diferentes situaciones desde una posición de reconocimiento.

    Aquello que le ha pasado al otro bien pudiera pasarnos a nosotros. No es, obviamente, una mera cuestión de azar pero tampoco siempre está claro por qué él y no yo.

    A partir de ahí podemos abordar los fenómenos de exclusión en nuestras sociedades con una mirada exenta de prejuicios. Las enfermedades y sus metáforas, ampliamente trabajadas por distintos autores, nos hablan justamente de eso: las lógicas de segregación en los grupos humanos.

    Hablemos de consumo de drogas, de enfermedad mental, de sida… en definitiva, de lo que estamos hablando es de bajo qué significante se presenta y definimos a una persona y cómo esta clasificación trazará posibilidades de circulación social de diversa gradación. En ese sentido, el sida aparece como la enfermedad contemporánea que simboliza cómo vivimos el miedo y la muerte. Importan los efectos en el cuerpo, pero nosotros debemos operar con los efectos imaginarios y del discurso social.

    La crisis económica y sus consecuencias acarrean también efectos de orden práctico y conceptual. La tensión en la red asistencial y la falta de recursos se evidencia en el día a día resultando extremadamente complejo para las personas que atendemos cubrir sus necesidades básicas y, por otra parte, implica una reactualización continuada para los profesionales que han de lidiar casi con lo imposible.

    En un marco de tensión ideológica como este, se cuestionan también el acceso a prestaciones por parte de ciertos colectivos, haciendo de la teoría del ascensor social un modelo explicativo del comportamiento de los grupos sociales. En paralelo, volvemos a hablar de pobreza y dejamos de hablar de derechos, con los efectos que esto puede comportar y con las consecuencias que se derivan para las entidades sociales y obviamente para los sujetos. No estamos sólo ante una crisis económica, se trata de un cambio de paradigma donde deberemos aprender a vivir de otra manera.

    Reivindicar la solidaridad debe ser un imperativo pero pretender transformar, como parece bajo el pretexto de la crisis, la responsabilidad de las instituciones del estado, en altruismo voluntarista, es sin duda un riesgo. Y, una vez más, lo que nos queda es no dimitir de nuestro deseo de continuar trabajando por una sociedad más justa.

    Toni Garín - Director del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH/Sida de la Fundación Salud y Comunidad.


    El Gobierno excluye de la Dependencia a 30.000 personas con derecho a una ayuda

    • Solo percibirán su subvención los moderados que tenían los trámites más avanzados
    • Mato quiere igualar el copago por dependencia en las comunidades
    • Dejar fuera a 30.000 dependientes solo ahorra un 0,6% del coste total

    Atención a la DependenciaYa se conoce la cifra exacta: 29.838 personas con dependencia moderada reconocida no recibirán la ayuda a la que tienen derecho. El decreto de Rajoy del 30 de diciembre paralizó la Ley de Dependencia para estas personas durante todo 2012, pero no se sabía qué iba a ocurrir con los que ya tenían reconocido ese derecho durante este año. El Gobierno ha decidido que solo percibirán su ayuda los que tenían los trámites más avanzados, o sea, el documento donde se señala la ayuda que recibirán y aquellos que lo hayan solicitado y la comunidad haya excedido en seis meses el plazo  para atenderlos. Si alguien lo solicita después del 1 de julio pierde el derecho porque la comunidad puede retrasarse seis meses sin ser penalizada.

    Responsables del Ministerio de Sanidad se han reunido previamente con las comunidades para discutir entre todos el criterio que se utilizaría para decidir qué dependientes moderados tendrán sus ayudas y quiénes no. Y esta ha sido la decisión. Los famosos seis meses vienen del decreto anticrisis anunciado en mayor de 2010 por Zapatero. Entonces se concedió un plazo de seis meses a las comunidades autónomas para resolver el expediente de una persona con dependencia. Si en esos seis meses no se resuelve correrían con los pagos de los atrasos.

    Las asociaciones de profesionales no coinciden con el criterio usado para determinar la efectividad del derecho. “Creemos que deberían recibir su ayuda todos aquellos que durante 2011 estuvieran declarados dependientes moderados [grado I, nivel II], esa es la interpretación correcta. La justicia debería decidir esto, y esperamos que alguna persona o entidad lo recurra en tribunales”, dice el presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez. “Es totalmente arbitrario que la efectividad del derecho dependa de la agilidad de cada comunidad al gestionar los trámites, pero así va a ser: las que han sido más diligentes habrán salvado a más dependientes”.

    Sacar a 29.838 personas de la estadística mediante este procedimiento ha tenido el efecto de reducir artificialmente la lista de espera, que cae prácticamente en el mismo número. Ya no son 305.941 dependientes los que esperan su ayuda sino 276.028.

    A estas personas hay que añadir alrededor de 30.000 más cuya entrada estaba prevista para 2012. Sumados todos y calculadas las ayudas que recibirían, el ahorro apenas supone el 1% del coste anual del sistema: unos 80 millones. Por lo demás, las estadísticas presentadas este miércoles, con casi un mes de retraso, indican la misma tendencia: la ley está paralizada y en retroceso, no solo para los dependientes moderados, sino para todos. En los últimos meses, desde mayo pasado, cuando se limpiaron las estadísticas, apenas cuatro comunidades sostienen los datos, Castilla y León, Andalucía, Madrid y País Vasco, que tienen un saldo positivo y relativamente alto de nuevos beneficiarios. En ese mismo periodo nueve comunidades tienen un saldo negativo, es decir, ingresan en el sistema menos personas de las que causan baja. Son Aragón, Castilla-La Mancha, Navarra, Asturias, Valencia, La Rioja, Extremadura, Baleares y Cantabria.

    Por otro lado, las estadísticas hechas públicas demuestran las muchas deficiencias del sistema de información usado para esta ley. Se observan trampas como que en la Comunidad Valencia prácticamente coinciden el número de solicitudes con el de ciudadanos valorados, como si la valoración fuera inmediata, precisamente en una comunidad donde los plazos se alargan muchísimo. O que en Ceuta y Melilla haya más atendidos que personas con derecho, un claro error informático.

    Fuente: El País