El Centro de Acogida de Menores de Ateca inicia un taller de yoga, haciendo énfasis en el matiz terapéutico para el trabajo del trauma adaptado a un entorno residencial
El Centro de Acogida de Menores (CAM) de Ateca, en Zaragoza, dirigido y gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, ha puesto en marcha recientemente un taller de yoga para principiantes, planteado como una actividad innovadora. El taller se está realizando con buenas perspectivas en las propias instalaciones del centro, al tratarse de un entorno de confianza, en el que los niños, niñas y adolescentes (NNA) pueden encontrar un ambiente seguro. El taller se realiza con periodicidad semanal, cada viernes, de manera transversal con otros talleres llevados a cabo en el servicio y es impartido por una profesional externa al recurso, que nos relata la vivencia de su primera clase.
El taller está inspirado en el programa “Yoga Sensitive” aplicado como terapia, que fue desarrollado en el Centro de Trauma del Justice Resource Institute en 2002 para promover una mayor sensación de seguridad en las personas traumatizadas, mientras participan en un ejercicio que se centra en la conciencia corporal.
El núcleo central del programa reside en la premisa de que las personas que, durante su infancia de manera reiterada y durante un período prolongado de tiempo, han sufrido malos tratos, abusos físicos, psíquicos, sexuales o algún tipo de episodio violento, pueden desarrollar a lo largo de sus vidas un tipo de trauma denominado “trauma complejo” y que conlleva ciertas dificultades para la regulación interna de la persona.
En este sentido, de manera general, y de acuerdo con la evidencia científica, se puede afirmar que la capacidad de percibir, analizar, interpretar lo que pasa alrededor, suele estar muy desarrollada, mientras que la de sentir, procesar e integrar las sensaciones internas, se ve perjudicada.
El yoga sensible al trauma (YST) es un método que surge como tratamiento complementario a la psicoterapia tradicional que se centra especialmente en trabajar las consecuencias de este “trauma complejo” que, por otra parte, es muy común entre los niños, niñas y adolescentes (NNA) que se atienden en el Centro de Acogida de Menores (CAM) de Ateca.
La propuesta de YST es un abordaje desde lo somático/corporal. Por ello, se plantea como un tratamiento complementario a las terapias psicológicas o cognitivas donde la premisa “El trauma pasa por el cuerpo” es una máxima fundamental en las bases teóricas de la actividad.
Sus objetivos principales son aliviar los efectos del trauma sobre el sistema nervioso del cuerpo; mejorar en aspectos de sociabilidad lastrados por experiencias traumáticas anteriores y generar independencia emocional en estos/as jóvenes. Asimismo, fomentar su autoestima y autocontrol y ayudarles a que presten atención a lo que sucede en el momento presente.
Por otra parte, ayudar a los/as NNA a sentir, procesar y regular los estados y sensaciones internas, así como empoderar, reconectarles con su cuerpo, sensaciones, en un marco de cuidados individuales y colectivos.
En esta noticia, recogemos además la vivencia de Pilar, monitora del taller de yoga en el Centro de Acogida de Menores de Ateca, que así nos la relataba: “recuerdo cuando llegué al centro una tarde de viernes para impartir un curso de yoga a chicos y chicas adolescentes. Me llevaban en coche y mi corazón palpitaba expectante, era la primera vez que lo hacía de esta manera y mi expectativa estaba abierta a dar lo mejor de mí y pasar un buen rato practicando, y que, además, les sirviera a los/as jóvenes para sus vidas dentro y fuera del centro, es decir que llegase a ellos/as, dentro de ellos/as, a cada uno de sus cuerpos y vidas”.
Según nos trasladaba, su primera intención fue “crear apego, darles cariño y mi mirada incondicional, y poder ayudarles a gestionar sus emociones, no desde la superprotección, sino dejándoles su espacio. Por eso, crear apego respondiendo a sus necesidades desde mi rol de profesora de yoga, era lo más importante para mí”.
Por otra parte, nos explicaba que ANVI, joven usuaria del servicio, tomó la iniciativa del cuaderno de yoga y lo tituló “Somos yoga”. “A mí me encantó porque sentí sin palabras la esencia de lo que quería trasmitir en las primeras clases, aunque teníamos opiniones también variadas en torno a lo que nos inspira las palabras somos yoga. De manera que hicimos una lluvia de ideas entre los dos grupos, junto a los educadores Johanna y Christian que compartían también la clase”, afirmaba Pilar.
Cabe señalar que la metodología llevada a cabo en el taller, tal y como se ha contemplado desde la dirección del centro, tiene un carácter participativo. El yoga sensible al trauma se formula a partir de 4 dominios centrales: ambiente (el espacio debe ser acogedor, seguro y cómodo para los/as NNA vulnerables); ejercicio físico (se hace énfasis en las sensaciones internas para fomentar sentimientos de seguridad y autoaceptación); espacio (debe ser suficiente entre los/as participantes para fomentar ese espacio de seguridad, así como cualidades del monitor (sus instrucciones no deben ser directivas, con el fin de promover la sensación de que los/as NNA mantienen el control).
Pilar, formadora del taller, nos explicaba además cómo se fue desarrollando la primera sesión: “la práctica de yoga se lleva a cabo normalmente en grupo, es lo más habitual, dirigida por un profesor/a que actúa como intermediario entre la enseñanza y el alumno/a, por eso es una práctica también y a la vez individual y cada uno/a puede vivirla libremente y a su manera. De esta forma, nos encontramos con dos opuestos: el somos y el yo soy, lo grupal y lo individual, y los dos aspectos se hacen necesarios para una buena clase. Fuimos un grupo que nos unimos con una finalidad común en un espacio íntimo que nos permitió estar con nosotros/as mismos/as”.
Por otro lado, atendiendo al perfil de los usuarios/as del centro, este taller está diseñado para lograr diferentes beneficios en adolescentes con dificultades de adaptación social y/o familiar con antecedentes de experiencias traumáticas en la infancia; adolescentes con gran inestabilidad emocional y graves problemas de conducta que los llevan a protagonizar conductas de auto agresividad, hetero agresividad, y/o conductas autodestructivas y adolescentes que, además, presentan de rasgos vulnerables de personalidad.
En cuanto a los beneficios de la práctica del yoga en esta primera sesión, Pilar nos trasladaba que “nos sirvió para focalizarnos en nuestro interior, vaciar la mente, gestionar el estrés, nos permitió además salir del sedentarismo, nos relajó y nos ofreció tranquilidad, entre otros muchos beneficios. Además de llegar a la comunidad, se instaló de forma individual en cada uno/a de nosotros/as, sin límites de ningún tipo, por lo que no puedo estar más agradecida a las personas participantes en la actividad por estos buenos resultados logrados conjuntamente”.
Por último, señalar que, durante este año, el Centro de Acogida de Menores de Ateca contempla realizar un total de 37 sesiones, con una media de asistentes de 18 NNA y una duración media de las sesiones de 60 minutos.
“Solo entidades con alma podían haber unido sus esfuerzos para alcanzar este indudable éxito social”, en la alianza establecida con Triodos Bank
Triodos Bank (TD) ha invitado a Manuel Alcaide, gerente de Fundación Salud y Comunidad (FSC), y a Toni Gelida, gerente de las UTEs gestionadas por FSC y el Grupo Lagunduz, como ponentes únicos a una jornada dirigida a sus empleados/as, para darles a conocer una iniciativa social con éxito en la recuperación de activos. Manuel Alcaide y Toni Gelida fueron los profesionales encargados de dirigirse a este foro, en formato de videoconferencia. La jornada congregó a más de 200 personas.
Nuestra entidad recibió por parte del subdirector de Recuperaciones de Triodos Bank (TB), Juan José Andrés Cardoso, una invitación para dirigirse a la plantilla profesional de este banco, así como a sus asesores/as externos, con el objetivo de que pudiéramos trasladar lo que, desde el banco, consideraban que había sido una experiencia de éxito, ya que el resultado de la misma cumple con todos los requisitos que, a su entender, se engloban en una relación “ganar-ganar”.
Esta iniciativa ha sido valorada muy positivamente por esta entidad financiera por haber permitido continuar con la gestión de los servicios de dos entidades sociales, la Fundación Internacional O’Belén (FIOB) y la Asociación Emaús, que desaparecieron tras entrar ambas en procesos de liquidación concursal.
El subdirector de Recuperaciones de TB, abrió la sesión para dar a conocer al auditorio la labor que se lleva a cabo desde este departamento, destacando que entre sus funciones, están el minimizar las pérdidas del banco, si bien cumpliendo con los objetivos de rentabilidad y sostenibilidad que les son propios; el intentar producir siempre un equilibrio justo entre el cliente, el banco y el sector en el que se opera; y promover, como finalidad principal, que la actividad que se esté llevando a cabo, siga realizándose, aun cuando se produzcan incumplimientos por parte de los clientes, para que así el impacto positivo en la sociedad siga produciéndose.
Tras esta breve, pero clara, exposición pasó a comentar un ejemplo concreto que tenía como actores principales a las dos entidades desaparecidas ya mencionadas -FIOB y Emaús-, ambas clientes de TB, y el riesgo que su desaparición podría haber conllevado al banco. Una desaparición que no se produjo porque tanto FSC como el Grupo Lagunduz pudieron, tras años de negociaciones y gestiones varias, que involucraron a diferentes agentes sociales (sindicatos, trabajadores/as, administraciones concursales, administraciones públicas…).
De esta forma, se pudo dar continuidad a los proyectos que estas entidades gestionaban hasta su desaparición en varias comunidades autónomas, al asumir la contratación de casi 400 trabajadores/as que atendían a casi 300 personas usuarias de colectivos considerados frágiles (menores vulnerables, personas con diversidad funcional, personas dependientes, etc.) en casi una veintena de servicios y centros residenciales.
Seguidamente, Juan José Andrés concedió la palabra a los representantes de FSC y el Grupo Lagunduz que presentaron a ambas entidades y explicaron la alianza estratégica que desde hace 12 años mantienen ambas, así como los inicios de la relación con TB, que se remontan a hace casi 7 años, una vez se tuvo conocimiento que este banco era el propietario de los inmuebles en los que residían la mayoría de las personas destinatarias de las dos entidades desaparecidas. Además, explicaron que, con el fin de favorecer la continuidad de los servicios, entre las partes se llegó al acuerdo de un alquiler con opción a compra de los inmuebles que permitió una cierta viabilidad en la gestión de los servicios. Una opción, la de la compra, que se ha ejercido tras casi 5 años de gestión de estos recursos asistenciales.
En su intervención, Manuel Alcaide, gerente de FSC, destacó que la alianza que se había establecido entre TB y el consorciado entre FSC y Lagunduz, era una “relación con sentido social”, que había sido una “operación compleja no exenta de riesgos”, pero que siempre había estado encaminada -desde sus inicios- a “obtener el bien común”, ya que “solo entidades con alma podían haber unido sus esfuerzos para alcanzar este indudable éxito social, en el que los trabajadores/as podían mantener su empleo y las personas atendidas podían seguir viviendo en su propia casa”.
Posteriormente, se abrió el turno de preguntas de trabajadores/as del banco que pretendían conocer con mayor profundidad el punto de vista de los ponentes, en cuanto al “nivel de salud” del sector social en la actualidad, mostrando un gran interés por conocer cuestiones tan concretas como el efecto de la Ley de la desindexación de la economía española, los efectos de la Reforma Laboral… en las organizaciones sin ánimo de lucro, ya que estas son los clientes principales de TB.
Cabe destacar que Triodos Bank es una entidad financiera ética fundada en los Países Bajos en 1980 y que, además de contar con presencia en España, opera principalmente en Bélgica, Reino Unido y Alemania. TB forma parte de la “Alianza Global por una Banca con Valores” que agrupa a 25 entidades que operan dentro de la llamada banca ética. Un tipo de banca en la que se promueve que tanto las personas a nivel particular como las empresas, lleven a cabo un uso consciente del dinero, con el fin de que este genere beneficios para la sociedad y la naturaleza. Es por ello que desde TB se ofrece básicamente financiación a proyectos e iniciativas orientadas a generar un impacto social positivo.
Desde FSC y el Grupo Lagunduz consideramos que es de agradecer que la banca ética organice espacios de intercambio como este, ya que experiencias como la explicada en este foro, que han evitado mucho “sufrimiento social”, deben ser conocidas, ya que desgraciadamente, y más en la situación socioeconómica actual, es muy posible que nuevas entidades sociales estén pasando por situaciones críticas que puedan llevarles a su desaparición. En este sentido, y para finalizar, se expresó un deseo conjunto respecto a que este sombrío pronóstico no se cumpla por el bien del sector.
El Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar de Alicante celebra sus XIX Jornadas Deportivas
Tras dos años de parada forzosa, con motivo de la crisis sanitaria, el pasado 31 de marzo, el Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar (CAI) de Alicante, servicio de titularidad pública del Ayuntamiento de Alicante, gestionado y dirigido desde hace 20 años por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), volvió a celebrar sus tradicionales jornadas deportivas. El encuentro volvió a ser un punto de referencia para diferentes entidades y colectivos, en el que destacó la implicación, el buen ambiente y la deportividad de todos los asistentes y participantes del evento.
Tras dos años de parada, debido a la emergencia sanitaria y las medidas de contención que hemos tenido que asumir, gracias a la desescalada y a la relajación de medidas, a mediados de febrero el equipo del centro barajó la posibilidad de retomar este encuentro que, desde sus inicios, ha buscado poner de manifiesto la importancia del deporte y su práctica, como ejemplo de adquisición de hábitos y comportamientos saludables, así como de marcar objetivos de superación y trabajar para conseguirlos, visibilizando de esta forma la importancia lúdica, relacional y social que tienen las prácticas deportivas, realizadas de forma tanto individual como grupal.
En esta ocasión, se decidió realizar un torneo de fútbol sala y un torneo de tenis de mesa en las instalaciones del centro, invitando a otras entidades, como el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS) de Ciudad Jardín de Alicante, el CRIS de ADIEM de Alicante y la Fundación AEPA, a participar en el mismo. También, se aprovechó para invitar a otros compañeros/as de FSC para que pudieran conocer de primera mano el servicio. Todos ellos/as acudieron y pudieron disfrutar de un estupendo día soleado de reencuentros y nuevos encuentros.
Desde el centro, conocedores de los beneficios y las ventajas que supone integrar la actividad deportiva en los hábitos de nuestros/as participantes, se trabaja semanalmente diferentes disciplinas deportivas (baloncesto, tenis de mesa, fútbol sala, natación…) y ejercicios (estiramientos, yoga…), si bien con la proximidad de las jornadas y la motivación que se generó en los participantes durante el mes de marzo, se intensificaron los entrenamientos de tenis de mesa y fútbol sala.
Tras la recepción de las personas invitadas y el sorteo inicial de los 4 equipos de fútbol y los 16 participantes del torneo de tenis de mesa, se empezaron de forma simultánea los dos campeonatos, perfectamente organizados y gestionados por el equipo de FSC, al mismo tiempo que la velada se veía amenizada y completada por el equipo de payasos que nos visitaron, despertando un gran interés y arrancando las sonrisas de las personas asistentes.
Al finalizar los torneos, se realizó la entrega de trofeos a los tres primeros equipos clasificados y a los tres mejores jugadores del torneo de tenis de mesa, y a continuación, tuvo lugar un almuerzo conjunto, en el que se pudieron comentar las mejores jugadas y momentos del evento.
Sin duda, fue una jornada dedicada al deporte, en la que primó la diversión. Asimismo, las personas asistentes y participantes pudieron reencontrarse con conocidos/as, compañeros/as y establecer nuevos vínculos, comprometiéndose a regresar al año siguiente y volver a competir de forma sana, saludable y lúdica.
Acompañando y apoyando los procesos de autonomía de personas con conductas adictivas desde el SAVA de FSC. Análisis de datos recogidos durante 2021
El Servicio de Acompañamiento en la Vida Autónoma (SAVA) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) tiene como principal objetivo facilitar el paso a la vida autónoma de las personas beneficiarias del servicio, mantener esta autonomía y conseguir el máximo nivel de inserción en la comunidad. Se trata de un proyecto dirigido a personas de la provincia de Barcelona que tienen voluntad de seguir abstinentes (y trabajar las recaídas, si las hubiese) en su entorno cotidiano: su casa, barrio, u otros dispositivos públicos, con los que entran en contacto de forma habitual. Es el caso de centros cívicos o bibliotecas. El servicio está destinado a personas que tienen conductas adictivas y que han estado o están en tratamiento, bien sea de forma residencial o ambulatoria.
EL SAVA es un servicio de FSC que cuenta con la financiación del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, a través de la Convocatoria de Apoyo a Proyectos de Entidades (COSPE). El programa acompaña y apoya los procesos de autonomía de personas con conductas adictivas. Este apoyo garantiza una monitorización individualizada que, mediante un acompañamiento socioeducativo y emocional a la persona, permita conseguir los objetivos consensuados con su educador/a de referencia.
Entre estos objetivos, se encuentran los siguientes: potenciar el mantenimiento de la abstinencia y un estilo de vida saludable; reforzar el proceso de búsqueda de vivienda, si fuera necesario; promover la autonomía personal en su vida diaria; dar apoyo educativo y afectivo; favorecer la inserción social y laboral mediante una propuesta de actividades, así como favorecer la vinculación con la comunidad y supervisar que la persona asista a las visitas de seguimiento en su centro de atención y seguimiento a las drogodependencias (CAS) de referencia.
Durante el pasado año 2021, el número total de personas atendidas fue de 22, lo cual significa un aumento respecto al año 2020 y un aumento significativo en comparación a 2019, pues se ha doblado este dato. Este hecho generó la incorporación de dos personas más al equipo profesional para poder cubrir las necesidades de las personas usuarias del servicio.
Por otra parte, el número de mujeres atendidas fue de 9. En cuanto a los hombres, se atendió a 13. Cabe señalar que, si bien el número de hombres sigue siendo algo más alto que el de mujeres, desde el servicio se valora positivamente que el porcentaje sea en estos momentos prácticamente del 50%.
Asimismo, durante el 2021, se volvió a atender a un porcentaje alto de mujeres, víctimas de violencia de género. En este sentido, posiblemente el planteamiento más flexible del tratamiento (con respecto a otros servicios residenciales más normativos), facilitó el ingreso y la adhesión al mismo.
En cuanto al tipo de sustancias que motivaron el ingreso, en un porcentaje elevado de casos se debió al alcohol o bien al alcohol y a la cocaína, según los datos de los que se dispone.
El hecho de haber finalizado el año 2021 habiendo atendido al máximo de personas desde el inicio del programa, hace patente que el número de personas que recibe este servicio asciende significativamente cada año que pasa. Además, nos hace pensar en la necesidad de dar continuidad y consolidar este tipo de programa, enfocado plenamente a la autonomía de la persona, por lo que no podemos estar más satisfechos/as.
Visita de representantes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana al Centro de Menores de Altea
La Residencia de Acogimiento General de atención a la Infancia y Adolescencia en Altea (Alicante), gestionada y dirigida por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha recibido la visita de Rosa Molero, directora general de Infancia y Adolescencia de la Generalitat Valenciana; Carmen Gonzalvo, responsable del Servicio de Acogida Residencial y Justicia Juvenil de la Subdirección General de Infancia y Adolescencia y de Rosa Zornoza, Jefa del Servicio de Infancia y Adolescencia e Igualdad de Alicante. Durante la misma, pudieron conocer más de cerca la labor realizada en este servicio, compartiendo momentos de conversación distendida con profesionales y niños, niñas y adolescentes (NNA).
Según nos traslada Verónica Céspedes, directora de la Residencia de Acogimiento General de atención a la Infancia y Adolescencia en Altea (Alicante), la visita de Rosa Molero, Carmen Gonzalvo y Rosa Zornoza, transcurrió de forma muy amena, interesándose por las actuaciones que se realizan en el servicio, dirigidas a las niñas, niños y adolescentes en situación de guarda y tutela administrativa. Es el caso de la atención individualizada y reparadora que se les ofrece; del apoyo y seguimiento en el desarrollo de su proceso evolutivo de forma individual y grupal; de las actividades culturales, deportivas y recreativas, etc.
Por otra parte, las representantes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana asistieron a una sesión demostrativa del programa de intervención mediante Realidad Virtual, implementado con gran acogida por parte de los/as NNA atendidos/as en este servicio, así como en otros centros de atención a menores, dirigidos y gestionados por la Fundación Salud y Comunidad, a nivel estatal.
Tal y como hemos señalado en noticias previas, este programa de intervención ofrece una intervención en un formato atrayente y novedoso que, además de hacer énfasis en la parte tecnológica, pone el foco en los tratamientos basados en evidencia científica. En este sentido, cabe destacar que la investigación en psicología cuenta con una amplia base empírica sobre diversos protocolos de Realidad Virtual que han demostrado eficacia y eficiencia terapéutica (Botella et al., 2012; Daset y Cracco, 2013).
“De modo que la Realidad Virtual aplicada a la terapia, permite afrontar de manera segura distintas situaciones problemáticas, así como evaluar e intervenir sobre una situación específica, sin necesidad de salir del centro, que fue lo que se le mostró. La plasticidad de esta herramienta a la hora de recrear distintos escenarios supone una gran ventaja a la hora de personalizar la intervención, pudiendo adaptar el proceso a las necesidades de cada persona”, explica Verónica Céspedes.
En este sentido, a través de la plataforma Amelia Virtual Care, se trabaja en más de 70 entornos diferentes para tratar más de 20 patologías diferentes, entre las que destacan el tratamiento de fobias específicas, las patologías relacionadas con la ansiedad y el estrés, la depresión, los trastornos alimentarios, el bullying o la intervención en trauma complejo a través de EMDR (desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, del inglés “Eye Movement Desensitization and Reprocessing”).
Además, según señala Verónica Céspedes, durante el recorrido en la residencia, las representantes de la Generalitat Valenciana pudieron hablar con un menor migrante que asistía a un taller educativo que forma parte del proyecto europeo “El Día Después”, financiado por el programa Erasmus + y liderado por la Fundación Salud y Comunidad. Este proyecto tiene como objetivo principal que los/as NNA atendidos/as adquieran las competencias básicas y profesionales necesarias para vivir de manera autónoma, tras su salida del centro.
“En esta visita, comentamos el valor añadido que supone que el centro esté totalmente integrado en el municipio de Altea y otros cercanos como el de La Nucia, Benidorm... contando, tanto con el apoyo de la administración local, como de entidades y empresas, para dar respuesta a las múltiples necesidades de ocio, educativas y laborales que presentan los/as NNA”, mantiene la directora del servicio, valorando de forma muy satisfactoria esta visita.
El proyecto del Club Digital de FSC, apadrinado en la Feria de entidades sociales de HP
La Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha participado recientemente en la feria de entidades de HP, en la que ha sido apadrinado el proyecto del Club Digital. De esta forma, un empleado de esta empresa de tecnología defenderá nuestra candidatura ante un jurado encargado de decidir qué proyectos serán los participantes en el “Día de la Solidaridad” (Charity Day) de HP, a celebrar en octubre del presente año. El Club Digital es un servicio de impacto transversal a todos los programas acogidos en el ámbito de inserción sociolaboral de nuestra entidad en Barcelona.
El pasado 6 de abril, nuestras compañeras del equipo de programas de inserción sociolaboral de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, participaron en la feria de entidades sociales de HP, presentando el proyecto del Club Digital.
La convocatoria a dicha feria se recibió gracias a la acción de relación con empresas que se realiza desde los programas de inserción sociolaboral de la entidad. En concreto, HP fue contactada por la técnica de prospección del programa Làbora, proyecto financiado por el Ayuntamiento de Barcelona, ECAS, FEICAT y Cruz Roja.
Este programa tiene como objetivo promover la inserción sociolaboral de colectivos en situación de vulnerabilidad, derivados por los servicios sociales del área de Barcelona. Las empresas pueden colaborar en todos los programas del ámbito de inserción sociolaboral de forma muy amplia: desde las acciones de intermediación, la participación en charlas y formaciones, e incluso ayudas para el uso de sus servicios.
La Feria de Entidades Sociales de HP nos permitió dar visibilidad a los programas de inserción sociolaboral de la entidad, además de ser el paso previo para la presentación de los proyectos seleccionados en el “Día de la Solidaridad” de esta empresa. En este día, los proyectos presentados son susceptibles de percibir una donación económica para el desarrollo de los objetivos planteados.
El objetivo de la participación en la feria de entidades sociales fue encontrar a un padrino o padrina para el proyecto del Club Digital, objetivo que fue logrado. Este padrino o padrina debe ser una trabajadora de HP que esté dispuesto/a a dar a conocer y a presentar el proyecto al jurado encargado de la elección de proyectos, para de esta forma participar en el “Día de la Solidaridad”.
El Club Digital es un servicio de impacto transversal a todos los programas acogidos en el ámbito de inserción sociolaboral de FSC en Barcelona. Este club lleva en funcionamiento desde hace dos años, con el objetivo de ayudar a las personas a mejorar sus competencias tecnológicas.
Se trata de un espacio abierto que pretende crear un tejido comunitario entre participantes del club para que puedan compartir experiencias y recursos. El objetivo último de este proyecto es el empoderamiento de las personas para que puedan usar la tecnología con confianza y poder mejorar así su perfil profesional, pudiendo contar así con más oportunidades para la incorporación laboral.
Desde la Fundación Salud y Comunidad, queremos agradecer a HP la organización de jornadas como esta para favorecer la visibilidad de la labor de las entidades sociales y sus proyectos.
El Proyecto Malva de FSC organiza formación presencial sobre perspectiva de género y drogas en Barcelona y Madrid con el apoyo del Plan Nacional sobre Drogas
A partir de hoy y hasta el próximo 28 de abril, de 9:00 a 14:00 horas, en el caso de Barcelona, así como los días 4, 5 y 6 de mayo, de 9:00 a 15:00 horas (formación en Madrid), tendrán lugar dos cursos presenciales para profesionales, impartiéndose un total de 30 horas. La formación de profesionales de los ámbitos de drogas y género es una acción primordial para el Proyecto Malva de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), como también lo es para la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-24, en su línea sobre la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito de las adicciones, en la que se enmarcan estos cursos, de carácter gratuito.
La formación a celebrar en Barcelona, dirigida a profesionales del ámbito de drogas y adicciones y del ámbito de género y violencia machista, será impartida por nuestras compañeras de la Fundación Salud y Comunidad Ana Burgos García y Gisela Rodríguez Hansen y tendrá lugar en el Centro de Cultura de Mujeres Francesca Bonnemaison. Se requiere inscripción previa al curso a través de este enlace.
En el caso de Madrid, el curso está dirigido a profesionales de los ámbitos de drogas y género, y será impartido en el EMMA – Espacio Mujer Madrid por nuestra compañera Patricia Martínez Redondo. Las personas interesadas pueden inscribirse a través de este enlace, formando parte de la lista de espera, ya que en pocos días las plazas han quedado agotadas. No obstante, se las tendrá en cuenta, en caso de ampliación de plazas, y para futuras formaciones que se puedan realizar, en el marco del Proyecto Malva.
Estos cursos tienen diferentes objetivos:
- Situar el marco teórico y proporcionar algunas herramientas de análisis de la realidad bajo la perspectiva de género.
- Ubicar el marco teórico del ámbito de drogas con la mirada de género incorporada.
- Reflexionar sobre la perspectiva de género en los ámbitos de la prevención y la atención al consumo/abuso de drogas y de la violencia de género.
- Pensar y presentar nuevas propuestas de intervención bajo este paradigma.
Cabe destacar que, con anterioridad, durante este mismo año, se han realizado otras dos formaciones organizadas desde el Proyecto Malva, ambas en formato online (una con público reducido - 35 personas- que tuvo lugar del 24 a 27 de enero; y otra, a través de Youtube, dada el altísimo volumen de inscripciones -más de 1.000- del 4 al 7 de abril. En total, se ofrecieron 20 horas de formación.
Por último, cabe señalar que, a raíz de la pandemia por el COVID-19, se ha detectado la necesidad de dar respuesta a otros territorios a los que antes no se podía llegar de manera presencial, por lo que desde el Proyecto Malva se va a mantener, de cara al futuro, al menos una formación en formato online.
Calidad en la atención y acompañamiento individual y grupal de las personas usuarias del Piso Terapéutico "Cosmos"
El Piso Terapéutico “Cosmos” situado en la ciudad de Barcelona forma parte de la red de servicios especializados de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) para cada momento del proceso de rehabilitación. El servicio trabaja para lograr la abstinencia de las personas usuarias que residen en el mismo, con la mirada puesta en su reinserción y con ello alcanzar el mayor grado de autonomía posible de estas personas. La situación sanitaria generada por el COVID-19 llevó a que, durante el año 2021, se mantuvieran las medidas preventivas para evitar la transmisión del virus, haciéndolas compatibles en el servicio con una buena atención y acompañamiento individual y grupal a las personas usuarias.
Según nos trasladan desde el servicio, durante el año 2021 se atendió a un total de 41 personas, 9 mujeres y 32 hombres, un número superior al del año 2020 (32). Un 87,8% de estas personas fueron derivadas de forma formal desde un Centro de Atención y Seguimiento a las drogodependencias (CAS) en Barcelona, siendo los CAS nuestra principal red de derivación.
Por otra parte, cabe señalar que el 85,3% de los casos que terminan con alta terapéutica en la Comunidad Terapéutica “Can Coll”, gestionada y dirigida por FSC, deciden continuar el tratamiento en el Piso Terapéutico “Cosmos”, siendo conscientes de las dificultades que se van a encontrar en su reinserción y de la necesidad de seguir teniendo un apoyo profesional que pueda dar continuidad al proceso realizado en la comunidad terapéutica. Esto demuestra la necesidad de seguir confiando plenamente en nuestra entidad, ya que desde hace muchos años contamos con este circuito, a través del cual las personas usuarias pueden beneficiarse de los servicios que ofrecemos, en función de la necesidad que tienen en cada momento.
Además, destacar que la media de días de espera para los casos admitidos en el Piso Terapéutico “Cosmos” en Barcelona fue de 18 días para los hombres y de 15 días para las mujeres. Este tiempo es el necesario para poder hacer las entrevistas de valoración y admisión pertinentes. Asimismo, señalar que, durante el 2021, el porcentaje de ocupación anual de las plazas conveniadas se mantuvo respecto al 2020, siendo del 97,87%.
La media de edad de los hombres fue de 39,4 años y la de las mujeres de 47,5. El alcohol y la cocaína fueron las dos sustancias que mayoritariamente motivaron el ingreso en el piso terapéutico, tanto en mujeres como en hombres, atendiéndose también demandas para tratamiento por policonsumo y, en menor número, por heroína, anfetamina, benzodiacepinas y cannabis.
En relación con las adicciones sin sustancia, 8 hombres mostraron necesidad de recibir tratamiento y solo 1 mujer; destacándose la ludopatía y el sexo. Además, de las 41 personas atendidas, 18 tenían un diagnóstico psiquiátrico, lo que supuso un 43,9% (5 mujeres: 55,5%, 13 varones: 40,6%).
Los trastornos con mayor prevalencia fueron los de personalidad y los de estado de ánimo, seguidos de los de ansiedad. En cuanto al motivo de alta de las personas usuarias, 11 obtuvieron alta terapéutica (34,3%) con una media de estancia de 109 días y también 11 solicitaron el alta voluntaria (34,3%) con una media de estancia de 41 días.
Durante el año 2021, se mantuvieran las medidas de protección motivadas por la crisis sanitaria, haciéndolas compatibles con el servicio de calidad que se continuaba ofreciendo, a través de una buena atención y acompañamiento individual y grupal de las personas usuarias. En este sentido, el hecho de vivir en pandemia no ha significado disminuir la calidad de atención en el servicio, lo cual ha quedado demostrado con la gran implicación del equipo profesional del mismo.
Por último, destacaron los buenos resultados del grupo específico de género creado para mujeres con anterioridad al inicio de la pandemia, donde poder escuchar y amplificar sus voces, al mismo tiempo que se ofrecía un espacio de construcción de sororidad, de autoestima y de empoderamiento.
El CEAM de Altea gestionado por FSC, reconocido por su labor como albergue para acoger a personas sin hogar en los momentos más difíciles de la pandemia
El Centro Especializado de Atención a Mayores (CEAM) de Altea, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, ha sido reconocido recientemente por el Ayuntamiento de Altea, en Alicante, por su labor, habilitado como albergue durante el estado de alarma para acoger a personas sin hogar. Las concejalías de Bienestar Social y Sanidad han agradecido públicamente la labor de instituciones, entidades locales y asociaciones a lo largo de la pandemia, especialmente, en sus inicios, en 2020.
El acto se ha realizado por iniciativa del edil de ambas áreas, José Luis León Gascón, para agradecer todo el apoyo y ayuda recibida, especialmente durante los meses de confinamiento, homenajeándose a diferentes entidades, entre ellas FSC y el Grupo Lagunduz. Al acto, asistió el alcalde de Altea, Jaume Llinares, así como representantes de las concejalías de Bienestar Social y Sanidad de la localidad.
Durante el mismo, se otorgaron placas conmemorativas, conjuntamente con los portavoces de los grupos parlamentarios del consistorio, a instituciones, entidades y asociaciones que realizaron una gran labor durante la crisis sanitaria, motivada por el COVID-19.
Según nos explicaba nuestra compañera Marga Planells, responsable de Administración del CEAM de Altea, fue “un acto en el que recogimos la placa, junto a diferentes organismos como el Centro de Salud de Altea, el Hospital de la Vila, Cruz Roja, Cáritas Parroquial, la Asociación Benéfica Corazón Exprés, diversos restaurantes, así como distribuidores de frutas y verduras, entre otros”.
Cabe recordar que el centro de atención a personas mayores se habilitó como albergue para acoger a personas sin hogar, mientras duró el confinamiento, con un aforo de 10 personas. Los usuarios/as del albergue contaron con servicio de camas; tres comidas programadas al día; zona de higiene personal; zona de recreo al aire libre; lavandería; televisión y WiFi. También, se puso a disposición de los mismos, juegos de mesa como parchís, ajedrez, puzles, cartas… para que ocuparan su tiempo.
Asimismo, según nos trasladaba Marga Planells, “en la gestión del albergue, además de toda la plantilla del centro, también hubo colaboradores externos a los que cabe referirse, tales como la empresa Copy-plus (que aportó equipos de protección visores), la lavandería La Colada, que realizó de forma gratuita muchos lavados de ropa, utilizada por las personas del albergue diariamente, o algún que otro particular que hizo de forma altruista alguna compra alimentaria que quedaba pendiente, sin esperar nada a cambio”.
Por su parte, José Luís León Gascón señalaba, durante el acto, que “era necesario dar las gracias a las principales ONG's y entidades que durante la parte más dura de la pandemia, prestaron su apoyo y ayuda diaria para que ningún ciudadano o ciudadana quedara desatendido”.
Además, el concejal añadía que “el ver a Altea mostrar su cara más solidaria frente a esta crisis, ha sido un hecho del que nos sentimos muy orgullosos y demuestra cómo somos como pueblo”.
En el caso de la Fundación Salud y Comunidad y el Grupo Lagunduz, nos sentimos muy satisfechos/as por este emotivo reconocimiento a nuestra labor. Una experiencia que, si bien fue inesperada, debido a las circunstancias sobrevenidas de la pandemia, nos aportó un gran aprendizaje, así como enriquecimiento personal y profesional.
"Me parece necesario seguir haciendo pedagogía en nuestro entorno para desechar mitos sobre la delincuencia y la reincidencia"
Miguel Brito es Graduado en Criminología y Política Criminal, así como Licenciado en Criminología por la UB, además de tener un Máster en Psicoterapia Analítica Grupal por la Universidad de Deusto. Está especializado en el ámbito de las adicciones, delitos violentos y en la atención post penitenciaria. Actualmente, es el coordinador de la Unidad de Soporte de CerclesCat y director de las Unidades Dependientes de Alta Intensidad Barcino y Bajo Llobregat, dirigidas y gestionadas por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona. En esta entrevista, conoceremos mejor la labor que realiza en nuestra entidad.
- ¿Desde cuándo trabajas en la Fundación Salud y Comunidad y qué destacarías de tus inicios?
Comencé como monitor en el Centro de Día de Adicciones en el 2006, aunque ya conocía con anterioridad la labor que desempeña la Fundación Salud y Comunidad. Como criminólogo, deseaba poder formar parte de este gran proyecto y seguir formándome de la mano de profesionales con tanta experiencia. Resultó ser una etapa muy gratificante y estimulante para mí, la cual, me permitió explorar distintos ámbitos y definir mi trayectoria profesional.
- ¿Qué tareas has venido realizando y desempeñas en la actualidad?
Durante estos años, he tenido la oportunidad de formar parte de distintos servicios que me han permitido crecer profesionalmente como el Centro de Día de Adicciones, el Piso Terapéutico para población penitenciaria o el programa Alcostop, dirigido a personas que habían cometido un delito de tráfico bajo los efectos del alcohol.
En 2015, lideré la puesta en marcha de la Unidad Dependiente Bajo Llobregat y en 2018, abrimos la Unidad Dependiente de Alta Intensidad Barcino, un servicio dirigido a personas que han cometido delitos violentos y donde trabajamos para acompañarles en la transición del régimen cerrado a la libertad condicional o definitiva.
Actualmente, superviso ambas unidades dependientes y coordino la Unidad de Soporte de CerclesCat, un proyecto que se puso en marcha en 2013 para atender a personas que han cometido delitos contra la libertad sexual y que, por la metodología de trabajo que llevamos a cabo, continúa siendo en la actualidad muy innovador.
- ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación a la crisis sanitaria en estos servicios?, ¿qué destacarías sobre las medidas que tomasteis para evitar el contagio de COVID-19 entre los usuarios?
En primer lugar, quiero destacar el trabajo que se llevó a cabo desde el Departamento de Prevención de Riesgos Laborales (PRRLL) de la entidad, que nos ofreció unas directrices claras de cómo actuar en las distintas etapas de la pandemia. Esto nos permitió poder adaptarlas a la realidad de cada servicio y evitar la propagación de contagios entre profesionales y usuarios que pudiera provocar el cierre temporal de alguna de las Unidades Dependientes.
En segundo lugar, la motivación y predisposición de los equipos ha sido clave para adaptarnos a esta etapa de tanta incertidumbre. A pesar de las limitaciones en la primera etapa de la pandemia, continuamos atendiendo diariamente a los usuarios a través de reuniones virtuales. Era importante acompañarles y que se sintieran escuchados en un momento donde hubo muchas pérdidas personales, pero también laborales y económicas.
La creatividad y la flexibilidad para adaptarse a los cambios, creo que son competencias fundamentales para trabajar en el tercer sector, y la crisis sanitaria ha sido una oportunidad para ponernos a prueba y crecer en lo profesional y en lo personal.
- Aun así, en estas circunstancias de crisis sanitaria y económica actual, sabemos que los resultados de vuestro trabajo han siendo buenos. ¿En qué momento estáis ahora?
Efectivamente, a pesar de que algunos programas se vieron afectados a nivel de ocupación por la situación de crisis sanitaria, hemos podido seguir trabajando para alcanzar los objetivos de los distintos servicios. Un claro ejemplo de ello son los datos de inserción laboral que hemos conseguido durante el 2021 en las Unidades Dependientes. A pesar de que la mayoría de personas a las que atendemos no disponen de experiencia laboral previa ni de formación específica, el 55% de las personas que iniciaron su proceso en nuestro servicio sin trabajo, obtuvo un contrato laboral.
Actualmente, seguimos trabajando para optimizar al máximo la ocupación de nuestros servicios y ofrecer una segunda oportunidad a personas que, por su historia de vida y su paso por prisión, siguen siendo estigmatizadas y disponen de menos oportunidades.
- En relación con actividades realizadas desde CERCLES, proyecto que también coordinas, ¿qué tenéis previsto hacer a corto y medio plazo, y con qué objetivos?
Uno de nuestros objetivos para este año es seguir visibilizando el proyecto, y para ello, estamos trabajando en distintas alternativas que esperamos se materialicen próximamente. Desde la Unidad de Soporte, seguimos trabajando estrechamente con el equipo de investigación, el cual está formado por el Departamento de Justicia, el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) y la Universidad de Barcelona, para seguir teniendo datos objetivos sobre el impacto de nuestra intervención y la reincidencia. Hasta la fecha, se han publicado cuatro informes de evaluación de Cercles, los cuales se pueden consultar en la web del CEJFE.
Por otro lado, seguimos promoviendo mejoras en el proyecto alineadas con CirclesEurope, que es la agencia registrada de Asociaciones Europeas de “Círculos de Soporte y Responsabilidad”, donde participamos activamente junto con el resto de países que también son miembros como Reino Unido o Bélgica.
- ¿Con cuántos voluntarios/as contáis en estos momentos en CERCLES y qué tareas realizan?
Actualmente, contamos con más de 45 personas comprometidas con los principios de la justicia restaurativa y que creen en la responsabilidad compartida para proteger a la comunidad.
Las personas voluntarias se encargan de ofrecer soporte emocional a la persona penada en esta etapa de transición en la que se encuentra. Se trata de una etapa delicada, ya que debe poner en práctica todas las herramientas que ha adquirido tras su paso por prisión, en un momento donde aparece un mayor estrés emocional, ya que debe encontrar su lugar dentro del entorno familiar y social.
Por otra parte, estas personas conocen muy bien los factores de riesgo que podrían llevar al penado a cometer un nuevo delito, así como, su plan de prevención de recaídas, lo que les permite poder detectar, junto con el profesional que coordina el Círculo, si existe riesgo de reincidencia y anticiparnos para que no haya nuevas víctimas.
Desde CerclesCat, trabajamos bajo dos lemas que debemos tener presente todas las personas que participamos en el proyecto: “No más víctimas” y “No hay secretos” y que son puntos clave en el cual pivota el proyecto para garantizar el éxito.
- ¿Cuáles dirías que son los mayores retos a los que os enfrentáis en este año 2022?
La crisis sanitaria ha provocado también una crisis económica importante en algunos sectores laborales y que afectan muy de cerca a las personas a las que atendemos. Por este motivo, nos parece interesante poner el foco en 3 ejes para este año.
Por un lado, trabajar de forma más innovadora e intensiva la ocupación laboral, evaluando las dificultades con las que se encuentran nuestros usuarios y continuar trabajando en red con otras entidades del Tercer Sector.
En segundo lugar, intensificar la difusión de todos los programas para garantiza el buen funcionamiento de los mismos e incidir en un cambio de actitud por parte de la sociedad de las personas penadas.
Por último, debemos seguir impulsando la gestión de calidad, la cual nos permite continuar implementando mejoras a través del análisis de los resultados obtenidos y establecer prioridades en la ejecución de los distintos programas.
- ¿Te gustaría aprovechar esta entrevista para hacer algún otro comentario?
Sí. En estos momentos donde vuelve a aparecer en el debate público y político la ampliación de la prisión permanente revisable, creo necesario que, como profesionales del ámbito social, debemos seguir haciendo pedagogía en nuestro entorno para desechar mitos sobre la delincuencia y la reincidencia.
La función que cumple el voluntariado de CerclesCat, me parece un ejemplo de ello, ya que las más de 170 personas voluntarias que han participado desde los inicios del proyecto, ha contribuido también a que ese mensaje pueda calar en su entorno más cercano, promoviendo un cambio en la visión que puedan tener hacia las personas que han cometido un delito sexual.
En la medida en que la sociedad esté informada sobre la realidad que envuelve a este tipo de delitos, promoverá su integración en la comunidad y facilitará el desistimiento delictivo. Como dijo Dostoyevski, “el grado de civilización de una sociedad se mide por el trato a sus presos”.