"Recuerdo a casi todas las personas que estuvieron ingresadas en 'Can Coll' desde que comencé a trabajar porque me han enseñado mucho"

Sofía Enrique trabaja como educadora social en la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Cataluña. Su trayectoria profesional en nuestra entidad se remonta a enero de 2007, cuando realizó sus prácticas como educadora en esta comunidad. Desde entonces, ha formado parte del equipo profesional de la misma. Actualmente, trabaja en el servicio, siendo la profesional referente de la 4ª fase. Se trata de la última fase del proceso, en la que se trabajan objetivos terapéuticos. En ella, la atención es más individualizada y personalizada con las personas usuarias, según nos explica.

“Siempre con una actitud de progreso, adaptativa, comprometida, y responsable, cohesiona al equipo, marcas directrices desde su experiencia, analiza, actúa y acompaña con una variedad infinita de herramientas adquiridas, y es una gran referencia para las personas que se han ido incorporando a lo largo de todos estos años”.

Así se define a Sofía desde la dirección del servicio, a lo que se añade que “ha ido evolucionando como persona y como profesional, adquiriendo con los años, la experiencia necesaria para ser una referencia dentro del equipo de educadores, habiendo aprendido del conocimiento y experiencia de otras profesionales que han formado parte de la historia de Can Coll” y esta es la experiencia que ella nos narra:

Soy Sofía Enrique, tengo 38 años y estudié Educación social en la Universidad de Vic, en Barcelona. En el tercer año, tenía que hacer prácticas y elegí “Can Coll” para hacer prácticas relacionadas con la adicción en personas adultas, que era mi interés en ese momento. Posteriormente, estuve seis meses en la comunidad, donde realicé mi proyecto final de carrera sobre la relajación y la expresión corporal.

Pasados tres meses desde la finalización de esta etapa académica, Jordi Morillo, director del centro, me llamó para comenzar a trabajar como educadora de tardes, realizando dinámicas de grupo, haciendo tutorías e intervención directa con las personas usuarias de la comunidad. Al respecto, decir que, en estos diecisiete años que llevo en el servicio, he trabajado de tardes, mañanas, noches y fines de semana, realizando todo tipo de tareas en el ámbito de la intervención directa.

Además, he compartido muchos espacios con ellos y ellas buenos, malos, dolorosos, tristes, alegres, divertidos y festejando navidades, carnavales o “castañadas” (fiesta y tradición popular muy arraigada en Cataluña). Recuerdo a casi todas las personas que estuvieron ingresadas en “Can Coll” desde que comencé a trabajar, porque me han enseñado mucho.

Quiero decir también que en algunos momentos no es fácil trabajar en la comunidad, si bien, después de muchos años, he visto como mi aprendizaje en este ámbito ha crecido infinitamente y me siento muy agradecida.

Actualmente, trabajo en la comunidad, siendo la referente de la 4ª fase del proceso. Se trata de la última fase, en la que se trabaja objetivos terapéuticos con las personas usuarias, como, por ejemplo, a nivel laboral, de ocio, seguimiento terapéutico, gestión del dinero, etc. En esta fase, la atención es más individualizada y personalizada con las personas usuarias.

Para finalizar, quiero dar las gracias a todos los compañeros y compañeras con los que he trabajado, compartiendo aprendizajes y muchos momentos en “las trincheras” y en el despacho en el que trabajo, en la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad.


"Me quedo con todos estos años trabajando en el proyecto EPF que me han hecho ampliar conocimientos y crecer, sobre todo, a nivel personal"

Sílvia Gómez lleva casi 16 años trabajando en el proyecto “En Plenas Facultades” (EPF) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y, desde hace 8, es la coordinadora del proyecto. Es graduada en Terapia Ocupacional por la Universidad de Vic, en Barcelona. Posteriormente, realizó un Máster en Coaching Ejecutivo, Personal y de Equipos en la UPF-Barcelona School of Management (UPF-BSM) y, hace unos años, cursó el Máster en Sexología por la Universidad Camilo José Cela (IUNIVES. Instituto Universitario de Sexología). Además, ha realizado diversas formaciones sobre prevención y reducción de riesgos en drogodependencias y, también, sobre perspectiva de género. Esta entrevista, nos permite conocerla mejor, así como el trabajo que realiza en nuestra entidad.

- Remontándonos a los inicios, ¿cómo y cuándo conociste el proyecto “En Plenas Facultades” de FSC?

Mi primer contacto con el EPF fue hace 18 años, concretamente en 2006, como estudiante en la Universidad de Vic, en Barcelona. Tenía mucho interés por ampliar conocimientos en las temáticas del proyecto (drogas y sexualidades) y, estando cursando esta formación, me encantó la metodología participativa, en la cual se centraba el curso, titulado la “Educación entre iguales/Peer Education” y su aplicación en el entorno universitario, para trabajar los contenidos de prevención y promoción de la salud.

Durante el siguiente año, en 2007, me hice voluntaria del proyecto y al tercer año de voluntariado, me propusieron ser la persona referente del proyecto en la Universidad de Vic, lo cual me ha llevado hasta el día de hoy, con la coordinación del proyecto.

- ¿Qué balance haces a nivel profesional de este tiempo que llevas al frente del proyecto?

Es positivo. No puedo obviar que el proyecto en sí, y con él mi trabajo en la entidad, han estado al borde del precipicio alguna que otra vez, debido a los recortes en las subvenciones. Sin duda, me quedo con todos estos años trabajando en el proyecto EPF que me han hecho ampliar conocimientos y crecer, sobre todo, a nivel personal.

- Además, recientemente habéis celebrado los 25 años del proyecto con las IV Jornadas EPF “Sex&Drugs: 25 años de viaje en la prevención con jóvenes” en Barcelona. ¿Qué destacarías sobre este aniversario?

 Sin duda, que el EPF es el único proyecto estatal que, desde hace 25 años, y de forma continuada, trabaja con población joven universitaria, centrándose en las temáticas de prevención y promoción de la salud.

Este dato no es baladí, puesto que, para llegar a la celebración de estos 25 años de vida, se debe tener en cuenta el esfuerzo, dedicación, empeño, respeto, y también cariño, de todas las profesionales que forman y han formado parte del proyecto.

A lo largo, de estos años, “En Plenas Facultades” ha estado activo en un total de 18 universidades diferentes, y en algunas lleva desde hace 17, lo cual se puede considerar todo un logro, tanto por parte del proyecto, como por parte de las universidades que siguen apostando por el trabajo de la prevención y la reducción de riesgos en drogodependencias y la promoción de sexualidades saludables y, en general, de la promoción de la salud en sus campus.

- Habrán sido muchos los momentos vividos y las buenas experiencias que os ha ofrecido este proyecto en 25 años…

 Sí, echando la vista atrás, son muchos los buenos momentos vividos y los recuerdos. Y estos se dividen entre los compartidos con compañeros/as del proyecto; de los que guardo aprendizajes, risas y mucho cariño (algunas ya no trabajan en el proyecto, pero su huella sigue estando presente) y los momentos, algunos muy especiales, vividos durante las formaciones con el alumnado, cuando realizar formaciones era mi única tarea.

El momento vital en el que se encuentra la mayoría del estudiantado del EPF, conocido como “adultez emergente”, es un momento de tránsito hacia la vida adulta, del descubrimiento de nuevas experiencias, pensamientos, sensaciones y de sentires diversos.

Además, el hecho de tener la oportunidad de trabajar las temáticas centrales del proyecto (drogas y sexualidades) en este momento vital del alumnado y el poder hacerlo en un entorno distendido, abierto (de mente), seguro, sin tapujos ni prejuicios y desde el respeto, propicia que se den diálogos y debates muy enriquecedores e íntimos (en algunas ocasiones). De la misma forma, el poder acompañar en la resolución de sus dudas en esos momentos, y en otros posteriores, dado que hay estudiantes que te siguen pidiendo tu consejo/opinión, una vez terminadas las formaciones, es para mí un reconocimiento por su parte y un logro por la mía.

Alguna vez me ha pasado, el coincidir o el hecho de que se acerquen a saludarme exalumnos/as universitarios que hoy en día ya son profesionales en diferentes ámbitos y que me hablan del recuerdo que tienen, cuando realizaron su formación con el EPF… El hecho de que te recuerden con cariño desde su experiencia, no tiene precio.

- ¿En qué momento os encontráis ahora en el proyecto EPF?

 El proyecto se encuentra en un buen momento a nivel de resultados y de reconocimiento, por parte de las administraciones que lo financian. A día de hoy, está activo en un total de 11 universidades de 6 comunidades autónomas diferentes, algunas de las cuales son de reciente incorporación como la Universidad del País Vasco y la Universidad de Zaragoza.

También se está realizando una evaluación del proyecto, con el objetivo de mejorar su eficacia y seguir aumentando sus resultados.

- Mirando hacia el futuro, ¿qué objetivos os planteáis?

El objetivo a medio/largo plazo, además de mantener los buenos resultados en todas las universidades y la confianza, tanto de estas instituciones como de las administraciones financiadoras, es seguir ampliando (en medida de lo posible) el número de comunidades autónomas y universidades “con sello EPF” y, con ello, incrementar el número de profesionales en el equipo del proyecto.

Debo decir como coordinadora del proyecto, y también a modo personal, que además de la mejora de resultados, para mí unas de las prioridades es la mejora de las condiciones laborales y mantenimiento del equipo de profesionales que formamos parte del proyecto, sin el cual, ninguno de los resultados anteriores hubiera sido posible.

- Para finalizar la entrevista, ¿te gustaría destacar algún otro aspecto?

Sí, me gustaría finalizar diciendo que creo firmemente en la necesidad de trabajar la prevención y la promoción de la salud con población universitaria. En este sentido, es importante dar voz, escuchar y proporcionar herramientas a las nuevas generaciones de futuros y futuras profesionales para que construyan un mensaje preventivo desde sus propias necesidades.


"El voluntariado en el programa Círculos España me ha hecho creer en la capacidad de reinserción de las personas y en la justicia restaurativa"

Nacha de Alfonso Martínez es voluntaria desde hace algo más de un año del programa Círculos de Apoyo y Responsabilidad. Círculos España en Valencia, al tiempo que es estudiante del Grado de Trabajo social. En esta entrevista, nos traslada su experiencia como voluntaria de este proyecto, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior (entidad que, junto a la Fundación Salud y Comunidad, supervisa el proyecto), que cuenta con el apoyo de la Fundación “la Caixa”.

–  ¿Qué es lo que te motivó a hacer este voluntariado?

Decidí hacerlo porque me sentía afín a los valores de la iniciativa y quería conocer el ámbito en el que se desenvuelve, el penitenciario, desde dentro.

–  ¿En qué consiste, a grandes rasgos, tu tarea como voluntaria?

Cada círculo está compuesto por 6 voluntarios/as, una coordinadora y el Miembro Central (una persona que ha cometido delitos de agresión sexual y se encuentra en el final de su condena). El voluntariado tiene la función de servir como reflejo de lo que se va a encontrar esta persona a la hora de exponerse a la sociedad, acompañándole en la reinserción y controlando sus posibles factores de riesgo. Con ello, esperamos disminuir su posibilidad de reincidencia.

Al principio, realizábamos una reunión semanal, pasando con el tiempo a ser quincenal, posteriormente fue mensual y ahora, estamos a las puertas de que el contacto sea únicamente por teléfono. Cada círculo dura un año y medio, por lo que está llegando a su fín.

–  ¿Cómo se ha ido desarrollando el voluntariado?, ¿cómo es el ambiente?

Se ha desarrollado bien, el ambiente es muy bueno. Se hace mucho hincapié en el “feedback”, tanto en lo positivo, como en lo negativo y constructivo. A lo largo de toda la experiencia, la profesional responsable está al tanto de todos y cada uno de los voluntarios/as, tanto como grupo, como individualmente, ya que es un voluntariado que realmente te puede afectar personalmente.

-   ¿De qué forma consideras que habéis servido de apoyo al Miembro Central, a través del voluntariado?

Se trata de un apoyo especialmente importante en un momento en el que esta persona se enfrenta a su nueva realidad en la sociedad. Me parece que la labor es muy significativa, creo que las posibilidades de reincidencia son mucho mayores, cuando estas personas no cuentan con una red y seguimiento cercano.

-  ¿Qué te ha enseñado esta experiencia de voluntariado?

Me ha enseñado mucho sobre realidades que eran desconocidas para mí. Además, me ha hecho creer en la capacidad de reinserción de las personas y en la justicia restaurativa. También, me ha aportado herramientas y visión para mi futuro profesional.

- El voluntariado se ha complementado con diversas formaciones, ¿qué destacarías?

Sí, se realizó una inicial y han tenido lugar otras formaciones posteriormente, a lo largo de este año y medio, de forma continuada. La inicial fue muy útil para comprender el funcionamiento y temática del voluntariado, conocer a otros/as voluntarios/as y observar nuestro comportamiento en las posibles situaciones que iban a ser dadas (a  través de debates sobre casos prácticos).

En el caso de las demás formaciones que nos han ofrecido periódicamente, su función ha sido la de informarnos sobre distintos temas relacionados con la violencia sexual. Por ejemplo, la ciberdelincuencia.

Una de las formaciones a destacar, fue el encuentro en Madrid con otros voluntarios/as. Allí conocimos que éramos muchas las personas que nos habíamos implicado en el proyecto, lo que nos motivó en la labor y permitió que hablásemos sobre las distintas situaciones y conflictos con los que nos habíamos encontrado en nuestros círculos, compartiendo recomendaciones. En esta formación, nos centramos también en la realidad de los abusos infantiles y en toda la red que existe de personas usuarias que intercambian este contenido. Las formaciones, sumadas a la experiencia propia, han sido una gran fuente de aprendizaje para mí.

- ¿Con qué momentos te quedarías de lo vivido hasta el momento como voluntaria de este proyecto?

Me quedo con los momentos en los que el Miembro Central ha mostrado la conexión que siente con nosotros/as y ha expuesto los avances que ha conseguido, de nuestra mano.

-  Para finalizar la entrevista, ¿quieres comentar o incidir en algún aspecto más?

Sí, quiero animar a otras personas a que realicen un voluntariado, es beneficioso en todos los sentidos. Además, para mí, lo más importante es ver que de lo que aporto al programa, salen frutos y que lo que hago, de verdad tiene un porqué y un resultado. En este voluntariado, ese es el sentimiento totalmente.

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"Colaborar como voluntario en FSC durante 10 años ha sido y es una experiencia enriquecedora"

Han pasado 3 años desde que entrevistamos por segunda vez a Josep Godina, voluntario de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), de 73 años, que colabora en los servicios centrales de FSC, en Barcelona. Hemos querido volver a hablar con él para conocer cómo se encuentra y saber si sigue tan motivado en su tarea como voluntario. Como nos trasladó en esta última entrevista, realizar tareas administrativas de apoyo en la entidad, le sigue aportando mucho, ya que le hace seguir en activo, con todos los beneficios que ello supone para una persona de su edad.

– Josep, ya han pasado más de 3 años desde que te entrevistamos… ¿cómo te encuentras?

Bien.

– Con esta tercera entrevista, has pasado a ser la persona más entrevistada en la fundación. ¿Qué te parece?

Me parece estupendo que sea así.

– ¿Cuánto tiempo le dedicas al voluntariado en estos momentos?

Como anteriormente, acudo a los servicios centrales de la fundación a hacer voluntariado los lunes y martes de 9:00 a 13:00 horas. No ha habido ningún cambio en la dedicación realizada hasta ahora.

– Además, sabemos que, más allá de lo que supuso la pandemia, no ha habido ninguna interrupción en la realización de este voluntariado por otras circunstancias, ¿verdad?

Así es. A excepción de ese tiempo de pandemia, he estado realizando el voluntariado de forma continua.

– ¿Qué balance haces de estos 10 años de voluntariado en la entidad?

Colaborar como voluntario en FSC durante 10 años ha sido y es una experiencia enriquecedora.

En la última entrevista, nos decías que es como una terapia que disfrutas muchísimo… ¿Lo sigue siendo?

¡Y tanto que disfruto haciendo este voluntariado! (ríe).

– ¿Con qué tarea o tareas te han sentido más a gusto en estos 10 años de voluntariado?

Con todas las tareas que me piden, me siento a gusto.

- ¿Hay alguna tarea más que querrías hacer en la fundación como voluntario?, alguna que eches de menos o que quieras conocer…

Sí, en informática.

– En pocas palabras, ¿cómo te hace sentir este voluntariado?

Me hace sentir muy bien. Veo a otras personas de mi edad muy bajas de moral y que no tienen fluidez de palabra. En cambio, en mi caso, haciendo este voluntariado con vosotros/as y hablando todo el día con personas jóvenes, me encuentro más vivo y mucho mejor.

En este sentido, quiero decir que principalmente, me relaciono con Sonia de Personal en las tareas relacionadas con los DNI y teléfonos para los cierres de cursillos y con Meri de Recursos Humanos. Destacar la paciencia que tienen las dos conmigo.

– Para finalizar la entrevista, ¿quieres comentar alguna otra cosa?

Sí, que este voluntariado, aunque pasen los años, me sigue aportando mucho, ya que me hace seguir en activo y animar a otras personas mayores a que también lo hagan.

En mi caso, espero poder seguir realizándolo durante mucho tiempo más, mientras me encuentre bien de salud.



"Me gusta seguir sorprendiéndome de las pequeñas-grandes cosas que ocurren en un recurso tan dinámico y plural como es un piso terapéutico"

Alicia Clotet es la responsable de una de las Residencias urbanas de inserción para personas dependientes de drogas de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, el Piso Terapéutico “Teodoro Llorente”. Actualmente, combina este trabajo con el de psicóloga en el Servicio de Atención Psicológica (SAP) en Barcelona. Esta entrevista, nos permite conocer su trayectoria laboral en la entidad y sus funciones actuales, de las que nos habla ampliamente. También, algunos detalles que nos han sorprendido, como su deseo vocacional por ser periodista durante su juventud. Desde luego que, con esta entrevista, nos ha demostrado ser una buena narradora…

- ¿Por qué decidiste estudiar Psicología?

Pues la verdad es que mi buena relación con la psicología en general y la profesión en particular, no fue algo elegido por mí, sino que acabé entrando por otros motivos que poco tenían que ver con mi deseo vocacional.

Yo quería ser periodista, pero por aquel entonces, entrar en la carrera de Ciencias de la Información no era sencillo, y yo me quedé fuera. Mi segunda opción fue Psicología, como podía haber sido cualquier otra de las tres opciones más que puse en el papelito de elección de carreras.

Por tanto, ahí estaba. Con 18 años, en una universidad y en una carrera que no era la elegida y con un único elemento a mi favor: una de mis amigas estudiaba Psicología y hablaba muy bien de ella.

El inicio del camino tampoco fue fácil, pues al finalizar la primera semana de clases, llegué a casa y le comuniqué a mi madre que el lunes no iba a regresar a la universidad; que había estado durante una hora y media escuchando, sin enterarme de nada, a un profesor hablando sobre paradigmas. Por suerte, ella me ayudó a ver que no podía tirar la toalla la primera semana y, con las semanas, o más bien con los meses, me di cuenta de que esto no estaba tan mal. Poco a poco, se fue convirtiendo en una oportunidad para aprender más, en relación con el magnífico y sorprendente mundo de las personas, las relaciones y la salud o enfermedad mental.

Una vez finalizada la carrera, y teniendo claro que ya no quería ser periodista, decidí buscar fortuna en el campo de las drogodependencias y, poco después, en la Terapia Familiar Sistémica (realizando el Máster de Terapia Familiar en el Hospital Sant Pau de Barcelona).

- ¿Cómo fueron tus inicios en FSC y tu recorrido laboral en la entidad?

Cuando acabé mis estudios de Psicología, me encontré ante el complicado dilema de por dónde empezar a introducirme en el contexto laboral. Antes, no era como ahora. En la carrera, no ofrecían posibilidad de hacer prácticas en ningún lugar, si querías hacerlas debías buscártelas tú.

Así que empecé a buscar lugares donde pudiera empezar a aprender y comprobar si me gustaba este ámbito y, lo más importante, si me veía trabajando en este sector. De modo que, fui centro por centro entregando mi currículum vitae. Fue el Centro de Atención y Seguimiento (CAS) de Sarriá, en Barcelona, en aquel momento ABS, donde me brindaron la oportunidad de hacer mis prácticas durante un curso escolar, acompañando a Teresa Martí.

Una vez finalizadas, me ofrecieron la posibilidad de poder continuar en algún otro recurso del ámbito y de la misma entidad. Concretamente, en el Centro de Día de L’Hospitalet del Llobregat, en Barcelona.

Fue allí, en 1996, de la mano de Toni Garín, donde tuve mi primera oportunidad laboral como educadora de fines de semana. Allí empecé a crecer profesionalmente y a aprender de esta intensa profesión de la que, todavía hoy, tanto disfruto.

En 2001, se me brindó la oportunidad de poder cumplir uno de mis sueños, trabajar dentro de un centro penitenciario, e inicié mi trayectoria en el Programa PID del Centro Penitenciario de Hombres (CPHB) “La Modelo” de Barcelona, que estaba gestionado por la Fundación Salud y Comunidad.

En estos momentos, estaba realizando el Máster en Terapia Familiar Sistémica y, cuando lo finalicé, inicié mi trayectoria en el Servicio de Atención Psicológica (SAP) en Barcelona, acompañada y supervisada por Laura Sangüesa. Servicio en el que continúo trabajando a día de hoy, compaginándolo con la dirección del piso terapéutico.

Estuve trabajando hasta el 2009, cuando - aprovechando el parón de la baja de maternidad de mi segundo hijo-, entendí que era el momento de hacer un pequeño giro profesional y fue entonces cuando pasé al Área de Adicciones, Género y Familia de la Fundación Salud y Comunidad. Concretamente, a la Comunidad Terapéutica “Riera Major”, concretamente trabajé hasta el 2015, año en el que dejé la comunidad para dirigir una de las Residencias urbanas de inserción para personas dependientes de drogas de FSC, el Piso Terapéutico “Teodoro Llorente”. Actualmente, combino el trabajo en este piso y en el SAP.

- ¿En qué consiste tu trabajo en estos servicios?

En el SAP, en acompañar a las personas que solicitan ayuda profesional para que puedan abordar sus dificultades, sus objetivos, sus preocupaciones… de un modo más saludable para ellas y para su entorno, reflexionar en torno a sus dificultades, preocupaciones, sus temores y aprendan a gestionarlas de un modo más saludable. Estar a su lado mientras persiguen sus objetivos, sus deseos y ayudándoles a que no desistan, que continúen luchando. Realizo tanto sesiones terapéuticas a nivel individual, como familiar como también grupal.

En cuanto al trabajo y funciones como psicóloga y coordinadora del recurso en el piso, mi función implica poder gestionar el mismo y al equipo de profesionales, y en acompañar emocionalmente a las personas que se encuentran realizando un tratamiento por su adicción a sustancias u otro tipo de adicciones comportamentales. Además de la coordinación con los diferentes servicios de la red de adicciones y la supervisión de las diferentes estrategias de intervención.

- Además, en estos servicios trabajan otros profesionales del ámbito de la psicología. Nos gustaría que nos ampliaras un poco más para conocer mejor su trabajo.

Sí, en el SAP, las funciones principales guardan relación con la realización de las terapias individuales y familiares, con el grupo de familias de personas que tienen un problema de adicción y se encuentran en tratamiento.

Respecto a la intervención en el piso terapéutico, se realiza la entrevista de valoración de ingreso, las acogidas, atención en crisis, algún espacio grupal, entre otras. Además, es importante la transmisión de contenidos teóricos e informativos, de orientación y acompañamiento en los procesos de adicciones.

- En tu caso, ¿qué tareas te gustan más?

Disfruto cuando acompaño en el crecimiento, tanto de las personas usuarias como del equipo de piso. Me gusta seguir aprendiendo cada día, continuar sorprendiéndome de las pequeñas-grandes cosas que ocurren en un recurso tan dinámico y plural como es el piso terapéutico. Me encanta el último día de todas aquellas personas que obtienen el alta terapéutica, cuando, junto con sus referentes familiares, hacemos un balance de todo lo luchado, todo lo aprendido y los cambios realizados.

Pero esta profesión también tiene momentos muy duros, situaciones muy complicadas de observar, de gestionar y de digerir con posterioridad, tanto para ti como para tus compañeras de trabajo y de profesión. Son difíciles todos aquellos momentos acompañando a personas con un gran sufrimiento personal, transitando con el duelo de las pérdidas, con el dolor del trauma… También son difíciles los momentos, en los que debes comunicar el final imprevisto de su tratamiento residencial por adicción, a una persona y a sus familiares.

- ¿Cómo es el ambiente de trabajo en estos servicios de FSC?

Tengo la gran suerte de poder convivir con profesionales que disfrutan de su profesión, que se responsabilizan de sus funciones y que ponen muy fácil la tarea de gestión de equipo.

Tanto en el piso terapéutico como en el SAP, tenemos un lenguaje compartido, el del sentido del humor. Este nos permite continuar disfrutando de nuestra profesión, de nuestra compañía, reírnos entre pasillos, en los espacios informales y continuar hacia delante, con la misma mirada constructiva y positiva de siempre.

Destacar que este sentido del humor, en muchas ocasiones, es compartido con las personas que atendemos, a pesar de los momentos complicados, de las situaciones difíciles… El sentido del humor continúa siendo uno de los principales vehículos de comunicación, tanto en mi vida personal como profesional.

- ¿Te gustaría aprovechar esta entrevista para hacer algún otro comentario o comentarios?

Sí, decir que he tenido la gran suerte de estar rodeada siempre de magníficas profesionales. Hay muchas personas que continúan a mi lado, después de muchos años trabajando juntas y que continúan ayudándome a crecer personal y profesionalmente, y a las que estoy y estaré muy agradecida siempre. Podría daros sus nombres, pero son muchas y no me gustaría correr el riesgo de olvidarme de alguien.

Pero como todo en la vida, siempre hay personas que, por algún motivo, marcan más y no querría finalizar esta entrevista sin poderles dedicar unas palabras. Gracias Toni Garín porque tú confiaste en mí por primera vez, me brindaste mi primera oportunidad en el Centro de Día y me facilitaste poder cumplir mi sueño de trabajar en una Centro Penitenciario. Siempre presente también está mi compañera de penurias y de lucha Andrea Valls, en un contexto laboral tan apasionante como hostil, como es “La Modelo”.

¡Cómo no!, una mención especial a quien, en un momento vital muy delicado para mí, de necesidad de cambio, estuvo ahí para tenderme la mano y me acompañó a seguir creciendo y disfrutando de mi profesión: Maite Tudela. Sin olvidarme de la incombustible Gemma Maudes, hemos crecido juntas, al principio desde la distancia, poco a poco más cercanas… Ahora, en estos momentos, junto con Dolors Comasòlivas, mis mayores puntos de apoyo.

Y, para acabar, alguien que ha estado siempre, desde 1997 a mi lado, ayudándome a crecer como persona, como profesional, siendo mi guía, mi mentora, mi mejor aliada y la más crítica, mi compañera, mi amiga… Nieves Fernández. GRACIAS MAESTRA.


"Después de 16 años, han pasado por la Comunidad Terapéutica ‘Can Coll’ casi 1.300 historias de vida"

Me llamo Demelsa Gómez, tengo 44 años y llevo 16 trabajando como administrativa en la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Cataluña. Quiero relatar lo que han supuesto estos años de trabajo para mí y mi vivencia personal.

En primer lugar, cuando empiezas a trabajar en un sitio nuevo, aunque vayas a realizar el mismo oficio, todo es diferente... Has de habituarte a nuevas tareas, a un nuevo emplazamiento, así como a nuevos compañeros/as. Todo es nuevo y diferente, pero siempre aprendes cosas. Y también creces, como profesional y como persona. Todo enseña… ¡Pero no creía que me iba a enseñar tanto! Esta afirmación tiene su porqué, seguidamente os lo explicaré.

En ocasiones, realizar un trabajo, así de entrada, lo das por hecho por la experiencia que ya tienes, e incluso lo que se espera de ti como persona. Es inevitable sentirse así. Además, también suman los años de experiencia laboral, si bien en este ámbito en el que trabajamos, creo que suma mucho más lo que tú eres como persona y puedes ofrecer.

Durante mis años de trabajo en “Can Coll”, he tenido suerte de estar rodeada de un buen equipo de profesionales. Ha habido personas nuevas a mi alrededor todos estos años, si bien muchos de nosotros/as llevamos años trabajando “codo con codo”, cada uno a lo suyo, pero yendo todos/as a una. Por mi parte, les he echado una mano y ellos/as también a mí, en momentos de mucho trabajo. Ese mismo equipo es el que en parte me ha ayudado a crecer, es lo bueno de estar rodeada de educadores/as sociales y psicólogos/as. Te das cuentas de en qué puedes cambiar y cómo puedes mejorar para poder avanzar en la vida. Siempre les estaré agradecida a cada uno de ellos/as, todos/as han sumado en mi crecimiento personal.

Y, ¡cómo no!... Las personas usuarias del servicio, que también me han ayudado a crecer. Siempre me ha gustado trabajar con personas, poder ayudar. Y aunque, desde fuera, no podría parecer que una administrativa pueda ayudar fuera de “lo administrativo” a alguien en una comunidad, en mi caso, en este lugar, he intentado e intento aportar mi “granito de arena” ...

Me gusta interactuar con los usuarios/as, poder responder a sus preguntas, explicarles algo que no entiendan, ayudarles en lo que pueda, dentro de mis responsabilidades, ¡claro!, y con una sonrisa. Después de 16 años, han pasado por “mi dominio administrativo” en la Comunidad Terapéutica “Can Coll” casi 1.300 historias de vida…

De ellas, hay muchas de las que ya no tengo recuerdos, son demasiadas... Otras personas solo han estado en la comunidad días, o incluso horas, pero hay muchísimas de las que sí tengo muchos recuerdos. Personas con las pude tener un bonito vínculo, compartir algunas risas, e incluso, algunas lágrimas… Pero, como decía anteriormente, todas han sumado, cada una de ellas me ha aportado algo.

Y, ¡qué decir del entorno! Es inmejorable. Rodeados de naturaleza, paz, tranquilidad… Salir de este lugar para hacer un descanso, no creo que pueda explicarlo con palabras. Para mí, personalmente, es una gran suerte venir a trabajar a un sitio como este cada día. Dejas la carretera, el tráfico… para adentrarte en un lugar tan natural y acogedor, y con personas increíbles que, en otro lugar, sería difícil conocer.


Demelsa Gómez
Administrativa en la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad.


Gran celebración de fin de curso en el CIM de Altea con numerosas actividades organizadas

El pasado 14 de junio, se celebró la fiesta de fin del curso del Centro Integral de Mayores (CIM) de Altea, en Alicante, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, cuya titularidad depende del Ayuntamiento de Altea. Hemos hablado con las personas responsables del servicio y con algunas personas mayores usuarias del mismo, para que nos expliquen cómo se desarrolló esta celebración, en la que se realizaron un total de 5 paellas para unas 200 personas. Además, Pedro José, Antonio, Nelly y Alfredo, usuarios/as del centro, y colaboradores, durante la presente temporada, del programa de radio “No hay edad en las ondas” que emite Radio Altea, entre otras emisoras de la Comunidad Valenciana, nos han explicado otros detalles de gran interés de la celebración y del transcurso del curso.

Con motivo del fin de curso, el CIM de Altea celebró un día de convivencia con las personas usuarias del centro, sus familiares y amigos/as. Previa jornada de celebración, “iniciamos la exposición de parte de los trabajos que han realizado las personas usuarias en los distintos talleres de cerámica, pintura, bolillos, costura, arteterapia y manualidades que se han realizado a lo largo del año y que estarán expuestos hasta finales de este mes”, nos trasladan desde el centro.

Las distintas actividades se iniciaron agradeciendo la implicación de todas las personas participantes en la organización de la jornada, así como la ayuda recibida por parte de los usuarios/as, dando paso a la primera actividad de gimnasia adaptada. “Además, nos acompañó, en representación del Ayuntamiento de Altea, Anna Lanuza, concejala de Bienestar Social, Bienestar Animal, Igualdad, Mayores, Sanidad y Comunicación y Braulio Cencerrado, coordinador de Servicios Sociales, Sanidad y Tercera Edad, añaden.

Tras la actividad de gimnasia adaptada, se siguió con la exposición del taller de taichí, aprovechando su finalización para hacer un homenaje “fuera de programa” a la usuaria Salvadora Llorens Orozco (alumna de taichí), de 93 años, y al usuario del servicio de fisioterapia Pedro Santamaría, de 96 años “al ser los más veteranos este año en el CIM. Se emocionaron mucho, ya que no sabían nada. Para ello, nos compinchamos previamente con sus familiares”, confiesan desde el servicio.

Pedro José, usuario del servicio, quiere destacar la comida que se realizó (5 paellas para unas 200 personas) y nos cuenta que “el motivo de la misma, fue la finalización de los talleres que se han realizado en el CIM. Fue una comida de convivencia para las personas usuarias del servicio. Las paellas fueron realizadas por Marga, Petri, y con la ayuda de un servidor. Fue un día muy bonito, en el que nos reencontramos todas las personas usuarias, en una jornada muy amena. Con esta celebración, finalizamos el curso, a falta de la exposición de pintura, ya que todas las exposiciones de los cursos se han realizado, tales como la de bolillos, costura, arteterapia, gimnasia adaptada, cerámica y otros. Ha sido un año muy bonito, ya que nos hemos reencontrado con algunas personas mayores y hemos conocido a otras. Por todo ello, quiero hacer un agradecimiento a las personas que están al frente del CIM de Altea”.

Por su parte, Antonio, colaborador también del programa de radio “No hay edad en las ondas”, nos explica que “la comida fue muy animada. Únicamente, se echó en falta una orquesta muy buena, que actuó el pasado año, pero por lo visto, tenía la fecha ya ocupada. Otra vez será… Por otra parte, todo el curso ha sido muy bien programado, muy regular, ha estado muy bien. Por otra parte, la cafetería del centro funciona estupendamente, con la nueva administración de la misma, ha sido todo un éxito”.

Nelly nos traslada que “el fin de curso del CIM ha estado fenomenal, con la exposición de los trabajos de los diferentes talleres y la celebración de fin de curso. Quiero destacar la exposición del taller realizada por las personas que han participado en el curso del taichí. Además, el hecho de que el centro diera un diploma a las personas usuarias más veteranas del mismo. También, el recital del curso de poesía y el taller de escritura creativa que nos ofreció una lectura de textos, durante esta jornada. Escuchamos varias canciones de Paola, la profesora de canto que impartirá este taller. También, se realizó la presentación del taller de arteterapia y de ahí, pasamos a la degustación de la paella”.

También nos cuenta que “las personas responsables del centro y el voluntariado, hicieron todo lo posible para que saliera todo de maravilla. Quiero destacar también la actuación de la disyóquey Lucía, durante la finalización de la jornada. Fue un día muy bonito y completo para todos/as”.

En resumen, “lo pasamos muy bien en la fiesta, compartiendo momentos muy amenos con otras personas mayores que han realizado otros talleres. Estoy muy a gusto realizando actividades en este centro, siempre nos quieren ocupar en algo y ello hace que nuestra vida sea más amena. Quiero aprovechar para dar las gracias al centro por todo ello”.

Finalmente, Alfredo nos comenta que “me he divertido en el curso de cerámica, he aprendido hacer cosas para decorar mi vivienda que no conocía. Además, al final del curso, descubrí el torno eléctrico de alfarero y me encantó, así que volveré el próximo año, para perfeccionar el torno y trabajar mi creatividad en el CIM de Altea”.

Cabe señalar que la participación de la disyóquey Lucía, como fin de fiesta, se realizó “por gentileza de la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Altea”, señalan desde el CIM.

En definitiva, la jornada fue todo un éxito, contando con unas 250 personas en las diferentes actividades que se llevaron a cabo. “Fue una experiencia muy entrañable, en la que destacó la ayuda y compañerismo de los trabajadores/as, de algunos monitores/as que estuvieron en los actos y, sobre todo, de las personas usuarias que ayudaron en lo que hizo falta para que todo saliera bien”, mantienen desde el CIM de Altea.

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FSC se une a la campaña de la UNAD #SéParteDeLaSolución para desafiar los mitos asociados a la reducción de daños en el consumo de drogas

El pasado 26 de junio, se celebró el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Con motivo de ello, UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, puso en marcha la campaña #SéParteDeLaSolución, con el objetivo de informar sobre la reducción de riesgos y daños asociados al consumo de drogas, desafiando los mitos y estigmas comunes y resaltando la importancia de estrategias como la distribución de kits de consumo seguro.  La Fundación Salud y Comunidad (FSC), como entidad especializada en el ámbito de las drogodependencias a nivel estatal, se sumó a esta campaña, financiada por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.

La iniciativa tiene como fin concienciar y educar sobre cómo estas prácticas contribuyen positivamente a la salud de la sociedad, ya que previenen infecciones de transmisión sexual o sobredosis, lejos de fomentar el consumo de drogas. Coincidiendo con esta jornada, UNAD ha vuelto a poner el foco en las personas que consumen sustancias y en la defensa de sus derechos, mostrando su compromiso con la reducción de daños.

Asimismo, desde UNAD han recordado que recientemente la Comisión de Estupefacientes (CND) de la ONU ha realizado un cambio frente al abordaje del consumo de sustancias y las adicciones, que reconoce por primera vez el papel de la reducción de daños, dentro de las respuestas públicas efectivas. Ello comprende programas como el intercambio de jeringuillas, las terapias de mantenimiento con sustancias antagonistas como la metadona o el tratamiento de sobredosis con naloxona.

En este sentido, el spot principal de la campaña plantea una metáfora, en la que los daños son representados por un globo que se hincha con comentarios estigmatizantes, del tipo "está en la calle por drogarse", y que se deshincha con comentarios reales y constructivos, como "garantizar los derechos humanos y salvar vidas”. El vídeo completo puede visualizarse aquí.

https://www.youtube.com/shorts/6b3HIgw1fUQ

Bajo la etiqueta #SéParteDeLaSolución, la campaña se está difundiendo a través de las redes sociales, utilizando un planteamiento y un lenguaje adaptado a la realidad digital, con el objetivo de acercarse al público al que se dirige.  La iniciativa se completará en los próximos días con la publicación de un manifiesto que se enviará a los principales partidos políticos e instituciones del país, según confirman desde UNAD.


"Como voluntaria de la Residencia de Carboneras de Guadazaón, me quedo con la cara de felicidad de algunas usuarias y con las ganas de hablar que tienen"

Estrella Luna Pérez es voluntaria de Residencia de Carboneras de Guadazaón, municipio de la provincia de Cuenca, en la Comunidad de Castilla-La Mancha. Se trata de un centro residencial que ofrece atención integral continuada a personas mayores, cuya problemática sociofamiliar les dificulta o impide su permanencia en su domicilio habitual. Está gestionado y dirigido desde 2007 por la Unión Temporal de Empresas (UTE) conformada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y SERVEO.

- ¿Por qué decidiste hacer voluntariado en la Residencia de Carboneras de Guadazaón?

El hecho de decidirme a hacer este voluntariado, surgió a raíz de ir a ver a una persona que yo había cuidado durante algunos años. Posteriormente, cuando falleció, continué yendo al centro porque me gustó la experiencia como voluntaria.

- ¿En qué consiste tu labor como voluntaria?

En hablar con las personas mayores, pasear, escuchar y en ayudarles en otras tareas que le haga falta y que ellas ya no puedan hacer por sí mismas.

- ¿Desde cuándo estás haciendo este voluntariado?

Ya llevo años como voluntaria de este centro de mayores.

- ¿Cuánto tiempo le sueles dedicar al voluntariado en la residencia?

Semanalmente, 2 horas.

- ¿Qué beneficios consideras que aporta tu labor de voluntariado a las personas usuarias del servicio?

Acompañamiento, ayuda a las personas, experiencia, saber escuchar y, sobre todo, cariño.

- Fundamentalmente, ¿qué te aporta a ti esta experiencia del voluntariado?

Cariño.

- ¿Cómo es el ambiente de colaboración con los/as profesionales de la entidad que te ayuda a desempeñar esta labor del voluntariado?

Respetuoso y colaborativo. Las trabajadoras son cariñosas conmigo. En general, el ambiente es positivo.

- ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tienes de tu experiencia del voluntariado hasta el momento?

Como voluntaria de este centro de mayores, me quedo con la cara de felicidad de algunas usuarias y con las ganas de hablar que tienen.

- ¿Te gustaría decirnos algo más sobre tu voluntariado en la Residencia de Carboneras de Guadazaón?

Sí, decir que las residencias, en general, tendrían que ser algo más alegres, ya que hay que tener presente que las personas son mayores están aún vivas. Me parece que algunas residencias son muy tristes…


El Impulso, Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de la Fundación Salud y Comunidad (FSC)  es posible gracias al apoyo de subvenciones de la Administración Pública, contáctanos si quieres colaborar:
www.fsyc.org/voluntariado

"Como voluntario de la Fundación Salud y Comunidad, me satisface que se favorezca el apoyo en la integración social de la persona exreclusa"

Sergio Zamorano es voluntario del programa Círculos de Apoyo y Responsabilidad. Círculos España en Valencia. El proyecto está subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior (entidad que, junto a la Fundación Salud y Comunidad, supervisa el proyecto) y el apoyo de la Fundación “la Caixa”. Es Licenciado en Psicología y cuenta con un Máster en Mediación y gestión de conflictos, lo cual le permite desarrollar sus funciones de voluntario donde aporta escucha activa, opiniones y sugerencias de alternativas de integración social a una persona que ha cometido un delito sexual, con el fin de prevenir recaídas y generar una red de apoyo.

– ¿Por qué decidiste hacer voluntariado en este proyecto?

Porque creo en la justicia restaurativa, en humanizar a las personas que han cometido un delito y brindarles el apoyo necesario.

Además de que siempre me he mostrado interesado por el voluntariado. Con anterioridad, realicé otras tareas que me resultaron satisfactorias. En concreto, participé como dinamizador de círculos restaurativos en otra entidad. También hice tareas de voluntariado con personas mayores y personas con discapacidad intelectual.

– ¿Cuánto tiempo llevas realizando este voluntariado?

Algo más de 1 año.

– ¿En qué consiste tu tarea como voluntario?

En acompañar en la gestión de redes de apoyo para la integración social de la persona que ha cometido un delito sexual y brindarle la ayuda necesaria para evitar una posible recaída.

– ¿Cuánto tiempo le sueles dedicar a este voluntariado?

Al principio, le dedicaba unas 8 horas al mes. Posteriormente, de acuerdo a las necesidades que se fueron presentando en el proyecto, 4 horas.

En los últimos meses, le he dedicado 2 horas.

- ¿Qué te aporta esta experiencia de voluntariado?

Sensibilidad respecto a las necesidades de la persona que ha cometido el delito y satisfacción de contribuir socialmente a la prevención de un nuevo delito.

Además, de aprendizaje en el ámbito de delitos sexuales, en el que no había profundizado hasta el momento.

- ¿Qué beneficios consideras que aporta tu labor de voluntariado a las personas usuarias del servicio?

En la línea de lo comentado, con la labor del voluntariado, se favorece el apoyo en la integración social de la persona exreclusa y se previene la recaída en el delito. Esto es muy beneficioso para esta persona.

- ¿Cómo es el ambiente de colaboración con los/as profesionales de la entidad que te ayudan a desempeñar esta labor de voluntariado?

Son profesionales comprometidos con la causa. Además, la coordinadora del proyecto ha sabido gestionar de manera adecuada la dinámica del grupo y ha estado al tanto del equipo de voluntariado, al igual que de la persona que ha cometido el delito.

- ¿Cómo valoras la respuesta que está dando el grupo de voluntariado a las actividades propuestas?

Desde mi punto de vista, la experiencia es buena. El grupo de voluntarios/as ha sabido responder de manera adecuada a las actividades propuestas y el ambiente de colaboración entre nosotros/as ha sido de cordialidad.

– ¿Cuál ha sido el mejor momento que has vivido como voluntario o con qué recuerdo te quedas de tu experiencia de voluntariado?

Sin duda, por el momento, me quedo con los avances que la persona ha tenido, en cuanto a la gestión de sus redes de apoyo y de sus propias emociones. Para mí ha sido satisfactorio ver que poco a poco ha sido y es capaz de generar sus propias interacciones sociales.

Recuerdo también su ilusión por acudir a un evento social y cultural, al que le acompañamos. Lo disfrutó mucho. Para el grupo de voluntariado fue bonito porque este evento le ofreció la posibilidad de conocer a otras personas, lo cual fue positivo.

- ¿Te gustaría aprovechar esta entrevista para hacer algún otro comentario?

Sí, me gustaría añadir que querría seguir participando en proyectos de justicia restaurativa como este o en otros que pueda poner en marcha la Fundación Salud y Comunidad.


El Impulso, Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de la Fundación Salud y Comunidad (FSC)  es posible gracias al apoyo de subvenciones de la Administración Pública, contáctanos si quieres colaborar:
www.fsyc.org/voluntariado