Centro de Día "La Crisàlide" de FSC, símbolo de lucha y transformación

Hoy quiero contar la historia de un sueño y de cómo creer en algo y luchar por ello, sobreponiéndote a las dificultades que encuentres en el camino, te llevará tarde o temprano a conseguirlo, por difícil o imposible que te parezca.

Cuando las casualidades de la vida me llevaron al Taller Sociolaboral, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), hace ahora 20 años, supe que ese era mi lugar, que ese era el espacio donde quería crecer profesional y personalmente, ayudando a personas que estaban intentado recuperarse de una adicción.

Me pareció extraordinario que un espacio amable y tierno como aquel, utilizara una manualidad como pretexto para acercarse a las personas que habían sufrido tanto y que estaban intentando recuperar su camino, después de haberse perdido en él.

Tuve la suerte de tener un gran maestro que me enseñó que la ternura, el cariño, el abrazo y la sonrisa pueden aumentar exponencialmente el efecto del tratamiento, si consigues generar un espacio de empoderamiento, confianza y seguridad. Me enseñó a creer que nuestra tarea, aunque pequeña, podía ser muy importante. Y eso marcó mis pasos, mi trayectoria y mis convicciones, y me hizo creer y luchar para conseguir crecer junto con el propio espacio.

El taller siempre ha sido un recurso pequeño de tamaño, pero grande de espíritu. Empezó hace 30 años en una sala muy pequeña y sin ventilación, con un gran póster en la pared simulando una ventana y, poco a poco, fue ganando espacio, ofreciendo siempre más un ambiente de cambio que un gran taller.

 

Nunca tuvo grandes expectativas, poniendo siempre el foco en las personas usuarias, con poco presupuesto, pero grandes objetivos... Pasó por momentos muy difíciles, pocas subvenciones, incomprensión de la actividad terapéutica llevada a cabo, equipo reducido a una persona ... y esto hizo que estuviera a punto de desaparecer.... Pero toda lucha tiene su recompensa y nunca dejé de creer en el proyecto ni de quererlo y seguí invirtiendo toda mi energía en él.

Poco a poco y con el esfuerzo y cariño de las personas usuarias, la confianza de los centros derivadores, la dotación adecuada de recursos por parte de la administración, y la confianza que FSC siempre tuvo en este servicio, fuimos llegando al momento actual, al Centro de Día “La Crisàlide”, financiado por el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña.

Hoy, “La Crisàlide” es un centro con instalaciones renovadas, con espacios nuevos, con nuevos proyectos internos, con miradas hacia fuera participando en un proyecto europeo, con un equipo profesional enormemente entregado que siente, igual que yo lo hice en su día, que este es un espacio muy valioso y que hay que seguir trabajando para visibilizarlo y para hacerlo llegar al mayor número de personas posible.

Hoy me siento, como me decía ayer una persona usuaria del recurso, como una niña con zapatos nuevos. Y es que hoy sonrío y siento que todo el recorrido ha tenido sentido, que el esfuerzo, la constancia, la lucha y el no decaer ante la adversidad ni ante la duda, han tenido su recompensa....

Y este es exactamente el mensaje que damos a las personas que llegan al centro para hacer un proceso terapéutico: "Seguramente no será fácil, pero si persistes, si luchas, si te mantienes constante, si tienes claro qué quieres conseguir, si no abandonas aun cuando todo te parezca imposible ..., sin duda llegarás mucho más lejos de lo que puedas imaginar y estaremos aquí para acompañarte en tu camino".

 “La Crisàlide”, a pesar de las dificultades, sigue siendo un símbolo de lucha y de transformación en sí misma. Un servicio con una tarea encomendada de la que no nos podemos sentir más orgullosos/as.


Sandra Gasca Cuyàs
Coordinadora del Centro de Día “La Crisàlide”
Fundación Salud y Comunidad


Reflexionando sobre consentimiento y género en una exposición en el Centro de Atención y Seguimiento (CAS) Brians de Barcelona

El CAS Brians tiene como eje transversal en su intervención vinculada a promover la calidad de vida y el bienestar de los internos en relación a la prevención y al tratamiento de las drogodependencias en el medio penitenciario, el abordaje del género como elemento clave para poder tratar la problemática generada por consumo abusivo de sustancias.

Este año, hemos centrado los esfuerzos en visibilizar el género en una acción centrada en el concepto del "consentimiento". El término proviene de la palabra "consenso", que significa "acuerdo mutuo".

La autora del libro "La palabra más sexi es sí", Shaina Joy, subraya que este acuerdo entre las personas implicadas sea entusiasta, es decir que haya una intención de querer establecer una vía de comunicación que nos ayude a un consenso cómodo, sano y consciente.

Compartimos la idea de que el consentimiento es el punto de partida de cualquier encuentro sexual: la herramienta más poderosa en el campo del sexo (Joy, 2019: 125). Hablar de consentimiento es poner sobre la mesa las necesidades de cada persona y al mismo tiempo, se da la oportunidad de tomar una decisión, teniendo en cuenta los deseos y las necesidades del momento.

El consentimiento nos permite definir el deseo de uno mismo y de la otra persona y al mismo tiempo, nos da la oportunidad de definir que sería un abuso, ya que toda práctica sexual que se hace sin consentimiento entusiasta y voluntario es un abuso. El hecho de tomar a alguien la libertad para dar su consentimiento a una práctica sexual es sexo no consentido.

Joy propone cómo incorporar el consentimiento, explica que consiste en sustituir la suposición por la autonomía de tomar la decisiones cada una de las partes implicadas. Añade que el consentimiento no es un solo estado inamovible, sino que es un proceso en continuo cambio. Subraya que es más que pedir permiso, afirma que el consentimiento es una conversación activa a la que hay que volver y sobre la que hay que construir.

Recientemente y teniendo en cuenta este contexto, se ha puesto en marcha una exposición, con el objetivo de fomentar la cultura del consentimiento en la población penitenciaria. La exposición ha sido trabajada en los grupos de usuarios del CAS Brians 1, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y financiado por el CatSalut de la Generalidad de Cataluña, a partir de las ilustraciones, y también elementos propuestos por el autora. Los mensajes expuestos han sido creados a partir del debate grupal en 3 sesiones semanales de dos grupos de pacientes a los centros penitenciarios de Brians 1 y 2 de Barcelona.

La exposición se compone de 6 pósters DNA-3, donde se presentan los mensajes clave acompañados de las ilustraciones cedidas por la autora, y 2 DNA-4, presentando el concepto de consentimiento y recordando que pueden ampliar la información con la lectura del libro que está disponible en la biblioteca del centro.

Las láminas han sido expuestas en el departamento de vis a vis de los dos centros penitenciarios. Se quiere mantener la exposición durante el año, dado que el tema es de interés para la comunidad penitenciaria y la duración de la exposición garantiza una mayor visibilidad entre la población privada de libertad y por lo tanto, la reflexión y el logro del mensaje sobre consentimiento.


Acompañamiento desde SEAFAS a 35 familias de Murcia en un contexto de inestabilidad e incertidumbre

En este segundo año de crisis sanitaria, se ha reforzado la colaboración de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) con el Ayuntamiento de Murcia, a través de la Convocatoria de Subvenciones para la Realización de Proyectos de Servicios Sociales, en la que este ayuntamiento ha apoyado el desarrollo del Servicio de Acompañamiento a Familias en Alquiler Social (SEAFAS), gestionado y dirigido por FSC. De esta forma, se ha afianzado la coordinación con las Unidades de Trabajo Social, reforzando el acompañamiento realizado a estas familias del municipio.

Este servicio, desarrollado en la región de Murcia desde 2016, tiene como finalidad desarrollar actuaciones preventivas para favorecer la integración de personas en situación de alquiler social en su entorno comunitario, así como poder afrontar el pago de la renta para el mantenimiento de su solución habitacional, tras un acuerdo de dación en pago o un proceso de adjudicación bancaria, para mejorar sus condiciones de vida.

Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Murcia, hemos podido reforzar el acompañamiento a 35 familias del municipio y sus pedanías, especialmente en relación a la coordinación con los Servicios Sociales municipales, aspecto fundamental para el desarrollo del programa y la optimización de los recursos.

A todas estas familias, se les realizó una evaluación inicial, elaborando conjuntamente un Plan de Actuación Específico (PAE), en el que se recogieron sus objetivos de mejora, revisando en los sucesivos acompañamientos los logros y dificultades, y apoyando en la búsqueda de recursos.

En este PAE, se establecieron 4 áreas en las que se ha centrado el acompañamiento: salud, educación/formación, empleo y vivienda. Además, se apoyó en una quinta área transversal de apoyo/recursos económicos.

Para poder llegar a dar cobertura a las necesidades presentadas por las familias, se realizaron reuniones de coordinación con las diferentes Unidades de Trabajo Social (UTS), en las que se divide el municipio de Murcia.

Este contacto con los Servicios Sociales, nos ha permitido tener una comunicación que favorezca el proceso de las familias ahora y en el futuro, estableciendo y mejorando el conocimiento y el vínculo entre las familias y su UTS correspondiente. A su vez, hemos podido dar a conocer nuestros servicios al Ayuntamiento de Murcia, abriendo otros canales de coordinación y comunicación que nos permitan favorecer el aprovechamiento de los recursos de nuestra entidad en esta localidad.

Desde FSC, a través de SEAFAS y manteniendo la coordinación ya iniciada con este ayuntamiento, continuaremos acompañando a las familias para que puedan desarrollar al máximo sus capacidades y competencias, y que consigan mejorar su situación, en el actual marco de inestabilidad e incertidumbre en el que nos encontramos.


Actividades intergeneracionales en centros de atención a mayores en tiempos de pandemia

El Hogar y Centro de Día "San José", situado en Zaragoza, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en colaboración con Valoriza Servicios a la Dependencia, nos ha sorprendido estos días con un vídeo realizado desde el centro, en el que los usuarios/as presentan sus manualidades en forma de flor, en honor a la recién inaugurada estación primaveral. Como bien nos hace saber la voz de la experiencia en este vídeo, cada vez queda menos tiempo para volver a compartir momentos, sonrisas y amistad.

Nos cuentan desde el servicio que, antes de la pandemia, todos los años realizaban al menos tres actividades intergeneracionales, conjuntamente con el CEIP Calixto Ariño, de Zaragoza. A través de las mismas, se trabajaba la convivencia, la cooperación y la integración en el entorno del barrio, disfrutando -tanto niños/as como mayores- de la vertiente lúdica de estas actividades. También, que se iba variando la temática (Navidad, Carnaval…) y la metodología (manualidades, juegos, actuaciones…), manteniendo siempre su dinamismo y alegría.

 

Con la pandemia, se vieron obligados a cancelar este tipo de actividades, si bien intentaron adaptarse a la nueva realidad para no perder el contacto con los/as escolares. “En Navidad, al no poder realizar ninguna actividad presencial, desde el colegio nos hicieron llegar un vídeo, en el que los niños/as de diferentes cursos les cantaban villancicos a las personas mayores y les felicitaban las fiestas. Fue muy emocionante”, explican desde el centro.

Por ello, para tratar de corresponder a los/as menores por este bonito gesto, desde el Hogar y Centro de Día "San José", decidieron realizar un vídeo tutorial de una manualidad. “Elegimos la temática de la primavera, seleccionando una manualidad sencilla, una flor, dividiendo el proceso de elaboración en varios pasos. Los usuarios/as explicaban de viva voz estos pasos y posteriormente, se editó el vídeo, siguiendo el orden acordado. Una vez terminado, lo visionamos para ver el resultado final y quedamos conformes. Sabemos que gustó mucho en el colegio, para nosotros/as fue muy satisfactorio todo el proceso, hasta su entrega al centro escolar”, afirman.

Tal y como señalan desde el servicio, es de gran interés seguir realizando este tipo de actividades de carácter intergeneracional en los centros de atención a personas mayores, dentro de las posibilidades que permite la pandemia. Estas actividades ayudan a dinamizar el día a día en tiempos difíciles. Además, esta actividad, en concreto, ha ayudado a mejorar la autoestima de las personas participantes, así como su propia imagen personal, y se sienten con mejor ánimo, motivo suficiente para seguir realizándolas, según nos trasladan desde el servicio.

Un vídeo que os presentamos, a continuación, que esperamos que os anime, tanto como a nosotros/as.

 

https://www.youtube.com/watch?v=IcAFuef7ICs


"El proyecto IMMA repercute en unas 600 personas, teniendo en cuenta los menores que puedan tener a su cargo las mujeres"

Nuestra compañera Belén Sánchez Garcés, directora de Programas de Inclusión Social de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), ha participado recientemente en un programa de Radio Nacional de España (RNE) para dar a conocer el proyecto Inclusión de Mujeres mediante Acompañamiento IMMA, gestionado y dirigido por nuestra entidad.

Entre otros aspectos de interés, explica que FSC ofrece a través de este proyecto apoyo psicosocial a mujeres que ejercen la prostitución, prioritariamente víctimas de trata con fines de explotación sexual. Esta labor se realiza para facilitar su acceso a “derechos básicos, a los que muchas veces tienen dificultades de acceder, como pueden ser el acceso al sistema sanitario o a los servicios sociales. A través de nuestra mediación, les facilitamos el acceso a estos derechos”.

Además, durante la entrevista, señala que el pasado año se atendió a 287 mujeres, si bien “indirectamente, el proyecto repercute en sus hijos e hijas, ya que algunas mujeres tienen hijos/as u otros convivientes. El proyecto al final repercute en unas 600 personas, teniendo en cuenta los menores que puedan tener a su cargo las mujeres”.

El equipo del programa está integrado por 4 profesionales de distintas áreas sanitarias y administrativas, así como por voluntariado. La labor del equipo profesional incluye tareas de prevención de enfermedades de transmisión sexual, acceso a seguimiento, así como control y tratamiento individualizado, si es necesario.

Cabe destacar que la trata constituye una de las formas más extremas de la violencia contra las mujeres. Supone una grave vulneración de los derechos humanos y, sin embargo, está socialmente tolerada, convirtiendo a la mujer en objeto de consumo masculino, tal y como se señala en esta noticia.

Por ello, el proyecto IMMA tiene como objetivo proteger la salud física y mental de estas mujeres y, además, les facilita herramientas para su integración social. “Contamos además con un proyecto complementario, denominado CAMINAS, que es un programa de itinerarios de empleo, que ofrece a estas mujeres formación específica para que puedan hacer algún tipo de formación para el empleo”, explica Belén Sánchez.

La mayoría de mujeres con las que trabaja el programa IMMA son migrantes, pobres, muchas proceden de la trata y ninguna se dedica por vocación a la prostitución. A la pregunta por parte del programa sobre si esta actividad debe ser regulada, nuestra compañera responde que “entendemos que no debe ser regulada como una actividad laboral, ya que es una explotación que se hace del cuerpo de las mujeres y de las niñas”.

El programa está financiado por la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana, así como por la Asignación Tributaria del IRPF para Fines Sociales, el Ayuntamiento de Castellón y la Diputación de Castellón.



Esta iniciativa es posible gracias al Programa de Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de FSC subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria de 0,7 del IRPF.


"En el Servicio de Informática de FSC, tenemos las prioridades muy marcadas a nivel de tareas, buscamos con ello la máxima efectividad"

Jorge Fernández, natural de Santiago de Compostela y afincado entre Barcelona y Zaragoza, es técnico del Servicio de Informática de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) desde hace 7 años, entidad en la que nos cuenta que aprende cada día, aportando ideas y soluciones a los nuevos retos informáticos que se presentan. Es Técnico Superior en Administración de Sistemas y Redes y actualmente está cursando un Máster de Ciberseguridad. Sus compañeros/as lo definen como un profesional de trato amable y cercano, así como muy paciente, lo cual es fundamental en este tipo de trabajo.

- ¿Desde cuándo trabajas en la Fundación Salud y Comunidad y cómo fueron tus inicios en la entidad?

Trabajo en el Servicio de Informática desde el mes de agosto de 2014, si bien previamente realicé las prácticas en este departamento, tras cursar el Grado Medio de Informática.

Mis tareas iniciales consistían en la reparación de ordenadores y posteriormente, fui asumiendo tareas relacionadas con la resolución de incidencias y la administración de servidores y equipos. En el momento actual, le dedico el mayor tiempo de mi jornada laboral a estas últimas tareas, resolviendo incidencias, a través de teléfono o correo electrónico.

- ¿Qué destacarías del momento actual, en lo que a tu trabajo se refiere?

Me gusta ir teniendo nuevas responsabilidades, que el Servicio de Informática esté asumiendo nuevos retos y formar parte del equipo para buscar soluciones. Y en este sentido, que mis propuestas sean escuchadas y valoradas. Por poner un ejemplo sencillo, es el caso de una propuesta de realizar vídeo tutoriales que pueda servir como herramienta de apoyo sobre cuestiones básicas, un proyecto que tenemos previsto implementar.

Por otro lado, tenemos las prioridades muy marcadas a nivel de tareas, buscando con ello la máxima efectividad en nuestra labor. No es lo mismo una incidencia tipo “no me funciona la cuenta de correo” o “no me puedo descargar este programa” que “me ha entrado un virus en el ordenador” o “el servidor no me funciona y tengo a 10 personas sin poder trabajar”. Por ello, de cara a establecer prioridades de trabajo, aprovecho para recordar que las consultas nos lleguen desde los centros y proyectos, a través de correo electrónico. Obviamente, si algo se valora como urgencia, es mejor recurrir al teléfono.

 Igualmente, del momento actual, quiero destacar la flexibilidad que me ofrece la entidad en la modalidad de teletrabajo, ya que resido en Zaragoza desde el inicio del confinamiento, si bien tres días a la semana voy a trabajar al centro de la calle Breda, en Barcelona.

 Tal y como ha quedado demostrado durante todo este tiempo de pandemia, el trabajo sigue saliendo hacia adelante igualmente, realizándose de forma remota. El teletrabajo ha venido para quedarse, son muchas las ventajas que ofrece. Por mi parte, está siendo una experiencia muy satisfactoria.

Además, en mi caso, al residir en Zaragoza, un elemento interesante a destacar es la cercanía con los centros gestionados por la entidad en Aragón, el País Vasco, etc. Ello permite al Servicio de Informática tener una “mini base”, fuera de Cataluña, para lo que se requiera con carácter presencial.

- Además, Zaragoza también te ha traído otras cosas buenas…

(ríe). Mi pareja, a la que conocí realizando este trabajo en la Fundación Salud y Comunidad, es de Zaragoza. Ella trabaja en la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes”, gestionada por FSC. A raíz de la relación laboral, surgió la amistad, y de esa amistad una increíble relación. Por ello, a nivel personal, me interesa también pasar más tiempo en Zaragoza, pues es donde están mis vínculos.

-  Bueno, pues a ver si con el tiempo es posible. 

Por otra parte, anteriormente hablabas de nuevos retos que está asumiendo el Servicio de Informática. ¿Qué destacarías, en este sentido?

Destacaría la puesta en marcha de la VPN durante el confinamiento. La montamos y conectamos a servidores y a personas en tiempo récord, al inicio de la pandemia, hace ahora un año. La VPN la describiría como un túnel seguro, encriptado, que se ha establecido entre los centros gestionados por la entidad y los Servicios Centrales en Barcelona, en la calle Alí Bey.

Además, contamos con un servidor en el centro de Breda, réplica del de Alí Bey, para seguir dando servicio en caso de incidencia técnica. Para ello, contamos con dos líneas de fibra que hemos adquirido con este fin.

A destacar que hemos ganado en seguridad con la centralización informática, y, por otra parte, que estamos llevando a cabo una ampliación de los discos duros y de las políticas de seguridad, así como de los permisos de los centros migrados a la sede central de la fundación. Esta es otra tarea en la que estamos poniendo mucho empeño, en la que también hay un claro objetivo de seguridad.

Todo el equipo está muy implicado en ello. Además, de que es algo solicitado por la entidad. De hecho, los cuatro integrantes del Servicio de Informática de FSC estamos cursando un Máster de Ciberseguridad y estamos aplicando nuestros conocimientos al día a día de nuestro trabajo en la entidad.

- Para finalizar la entrevista, ¿alguna otra cuestión de la que nos quieras hablar?

Sí, decir que, desde el principio, me sentí muy integrado en el equipo. Por otra parte, siempre me han enorgullecido los fines de la fundación. Me gusta explicar a qué se dedica la entidad en la que trabajo y cómo repercute la labor del Servicio de Informática para ofrecer un mejor servicio a usuarios/as y trabajadores/as. Me siento parte de que todo fluya y vaya bien.


Acompañando en el ejercicio de los derechos energéticos a las familias en riesgo de exclusión social en SEAFAS Alicante

Arrancamos 2021 con nuevas iniciativas en el Servicio de acompañamiento a familias con alquiler social (SEAFAS) que la Fundación Salud y Comunidad (FSC) lleva a cabo en la provincia de Alicante. Una de ellas es un Servicio de Acompañamiento para el Ejercicio de los Derechos Energéticos (AEDEs) a las familias en riesgo de exclusión social, sumándonos a la apuesta del Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias por el acompañamiento para el ejercicio de los derechos energéticos de las familias en exclusión social.

AEDEs ha sido financiado en el marco de la “Convocatoria de subvenciones para la realización de programas de interés general dirigidas a fines de interés social 2020 de la Generalitat Valenciana”, y se desarrollará en la comarca de L´Alacantí y el Bajo Vinalopó, principalmente en Alicante y Elche.

Este servicio pretende capacitar y empoderar a familias en situación de riesgo de exclusión residencial, en relación al ejercicio de los derechos energéticos. A través del mismo, acompañaremos a un mínimo de 40 familias desde diferentes niveles de intervención para la cobertura de suministros básicos, la eficiencia y el ahorro energético, y el empoderamiento en el ejercicio de sus derechos.

El objetivo del proyecto es mejorar la calidad de vida reduciendo situaciones de vulnerabilidad o pobreza energética en hogares, y se desarrollará a través de Planes de Acompañamiento Energéticos, ajustados a las necesidades de las familias y características tanto de sus viviendas, como de su entorno.

El programa contempla tres niveles de acompañamiento: atención individualizada en la gestión y análisis de las facturas de luz, agua y gas; talleres de formación para adquirir conocimientos en hábitos de eficiencia y ahorro energético, así como evaluación y asesoramiento individual en el hogar.

La participación de voluntariado especializado ha sido clave en la puesta en marcha de AEDEs, realizando diferentes tareas: elaboración de documentos técnicos, organización de las ayudas detectadas para las personas beneficiarias, participación en reuniones de coordinación, etc. Además, su figura seguirá presente durante toda la intervención colaborando en las sesiones de acompañamiento individual y grupal.

Con gran ilusión, iniciamos en Alicante esta línea de acción social coordinada para que los hogares más vulnerables se integren en la sociedad, también desde el ejercicio de sus derechos energéticos.


Esta iniciativa es posible gracias al Programa de Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de FSC subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria de 0,7 del IRPF.


Acompañando en el ejercicio de los derechos energéticos a las familias en riesgo de exclusión social en SEAFAS Alicante

Arrancamos 2021 con nuevas iniciativas en el Servicio de acompañamiento a familias con alquiler social (SEAFAS) que la Fundación Salud y Comunidad (FSC) lleva a cabo en la provincia de Alicante. Una de ellas es un Servicio de Acompañamiento para el Ejercicio de los Derechos Energéticos (AEDEs) a las familias en riesgo de exclusión social, sumándonos a la apuesta del Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias por el acompañamiento para el ejercicio de los derechos energéticos de las familias en exclusión social.

AEDEs ha sido financiado en el marco de la “Convocatoria de subvenciones para la realización de programas de interés general dirigidas a fines de interés social 2020 de la Generalitat Valenciana”, y se desarrollará en la comarca de L´Alacantí y el Bajo Vinalopó, principalmente en Alicante y Elche.

Este servicio pretende capacitar y empoderar a familias en situación de riesgo de exclusión residencial, en relación al ejercicio de los derechos energéticos. A través del mismo, acompañaremos a un mínimo de 40 familias desde diferentes niveles de intervención para la cobertura de suministros básicos, la eficiencia y el ahorro energético, y el empoderamiento en el ejercicio de sus derechos.

El objetivo del proyecto es mejorar la calidad de vida reduciendo situaciones de vulnerabilidad o pobreza energética en hogares, y se desarrollará a través de Planes de Acompañamiento Energéticos, ajustados a las necesidades de las familias y características tanto de sus viviendas, como de su entorno.

El programa contempla tres niveles de acompañamiento: atención individualizada en la gestión y análisis de las facturas de luz, agua y gas; talleres de formación para adquirir conocimientos en hábitos de eficiencia y ahorro energético, así como evaluación y asesoramiento individual en el hogar.

La participación de voluntariado especializado ha sido clave en la puesta en marcha de AEDEs, realizando diferentes tareas: elaboración de documentos técnicos, organización de las ayudas detectadas para las personas beneficiarias, participación en reuniones de coordinación, etc. Además, su figura seguirá presente durante toda la intervención colaborando en las sesiones de acompañamiento individual y grupal.

Con gran ilusión, iniciamos en Alicante esta línea de acción social coordinada para que los hogares más vulnerables se integren en la sociedad, también desde el ejercicio de sus derechos energéticos.


El Hogar y Centro de Día "San José" retoma el programa de envejecimiento activo "¡Atrévete!"

El servicio, situado en Zaragoza, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en colaboración con Valoriza Servicios a la Dependencia, ha reanudado recientemente el programa de envejecimiento activo “¡Atrévete!”, que quedó interrumpido con el inicio de la pandemia, tras 7 años de realización. En el mismo, participan en estos momentos 10 personas socias del hogar, con deterioro cognitivo leve. Se han priorizado los socios/as que viven solos, a los que se les ha realizado seguimiento telefónico durante la pandemia, considerando que son las personas que requieren prioritariamente esta intervención.

“¡Atrévete!” es un programa dirigido a personas mayores que ofrece y facilita recursos para ayudarles a lograr un envejecimiento activo, transmitiendo la importancia de aprender a vivir con los cambios físicos y mentales que conlleva el avance de la edad, con una importante función de prevención de la dependencia.

El programa está basado en la escucha activa, la estimulación y el intercambio de experiencias y conocimientos, trabajándose actitudes para cambiar hábitos o comportamientos, dirigidos a mejorar competencias personales y sociales para un envejecimiento saludable.

Para ello, se han creado dos grupos de apoyo y atención a personas usuarias con deterioro cognitivo leve, con el fin de potenciar sus habilidades cognitivas, emocionales y sociales; detectar y prevenir situaciones de riesgo en el domicilio y promover estilos de vida que fomenten su desarrollo personal, la inclusión social y el autocuidado.

Los grupos de apoyo también tienen como objetivo facilitar y potenciar el apoyo mutuo entre las personas participantes, así como favorecer la autonomía y la permanencia en su propio entorno.

El proyecto se ha retomado, tras el permiso pertinente del IASS, “con todas las medidas de seguridad, por la situación que vivimos de pandemia, con la realización de 4 talleres que ya están en funcionamiento desde hace 2 meses, y que están teniendo muy buena acogida entre los usuarios/as”, explica Susana Lucientes, terapeuta ocupacional del servicio.

Se trata de los siguientes talleres:

  • Estimulación cognitiva: en el que se trabajan todas las áreas cognitivas, en un grupo de 10 personas como máximo. El taller está coordinado por Susana Lucientes.
  • “Grupo Cuidarte para mayores”: en este caso, se trabajan las habilidades emocionales, en un grupo de 15 personas como máximo. El taller está dinamizado por Aurora Chacón, trabajadora social del servicio, y Mapi Gonzalo, enfermera del centro.
  • Hábitos de vida saludable: se realizan charlas de hábitos saludables, en concreto sobre dietas, alimentación en general, higiene, caídas, ejercicio físico, etc. Este taller está coordinado por Mapi Gonzalo.
  • El programa también incluye asesoramiento, en relación a ayudas técnicas y adaptación del hogar, a través de la organización de charlas cuatrimestrales, contemplando además visitas a domicilio, a petición de las personas participantes.

Los talleres se realizan con una periodicidad semanal (en el caso del taller de estimulación cognitiva) o quincenal (“Grupo Cuidarte para mayores”, así como el taller de hábitos saludables).

Con el fin de valorar la inclusión de las personas usuarias derivadas al programa en estos talleres, la terapeuta ocupacional les realiza una valoración cognitiva y la trabajadora social, una entrevista. De esta forma, dependiendo de las necesidades y capacidades de las personas mayores, son incluidas en uno o varios de los talleres.

Según explica Susana Lucientes, terapeuta ocupacional del servicio, “en un principio no fue nada fácil retomar estos talleres, ya que los familiares tenían miedo de que los usuarios/as se contagiaran del virus, si bien cuando vieron que se realizaban en una sala muy grande, se tranquilizaron y tanto ellos, como las propias personas mayores, ahora están muy tranquilos, participando los mayores en los talleres con total normalidad”.

Por otra parte, expresa que “para nosotros/as como hogar, volver a empezar es muy importante, aunque solo sea con una actividad y un grupo pequeño de personas. Se trata de una puerta que se ha abierto a la esperanza. Era triste ver el centro cerrado, durante los momentos más complicados de la pandemia, pero ha sido volver a la normalidad y empezar a ver la luz…”.

Cabe destacar también que otro de los objetivos fundamentales del programa es conseguir un 70% de asistencia a los talleres que, según reconoce Susana Lucientes, “ya se ha conseguido, ya que en estos momentos las personas mayores están más libres, sin vida social, por las circunstancias de la pandemia”.

En el momento actual, desde el servicio se plantean “ir restableciendo progresivamente las actividades, cuando el IASS nos lo indique, complementando a los servicios de peluquerías, podología y comida para llevar que ya estaban en funcionamiento con anterioridad”, afirma la terapeuta ocupacional del centro.


Ingenio y resistencia, protagonistas de las Fallas en el Centro de Acogida de Menores (CAM) Altea

Los pasados días 20 y 21 de marzo, realizamos una falla entre todos los niños/as y educadores/as de este servicio, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), de titularidad de la Generalitat Valenciana.

A pesar de las circunstancias actuales de la pandemia por el COVID-19 y las restricciones existentes, este año quisimos viajar con la imaginación a Valencia en años pasados de ambiente fallero, cuando la pudimos visitar, y celebrar unos días festivos en nuestro centro. En ello, pusimos todo nuestro empeño, siguiendo la expresión popular “si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”.

Es por ello que nos pusimos manos a la obra, decidiendo, a través de una “lluvia de ideas”, qué temática tendría nuestra falla, en la que no podía faltar los buñuelos, el chocolate, la música, y los petardos…

Los niños y niñas decidieron que el tema principal de estos dos últimos años había sido el COVID-19, siendo la falla que plantamos un homenaje a todos aquellos/as que se vieron afectados y afectadas por el virus. También, dedicada a todas las personas que estuvieron en primera línea para cuidarnos; igualmente, a aquellos y aquellas gracias a los cuales no nos faltaron alimentos, medicamentos y en general, como homenaje a todas las personas que siguieron trabajando, a pesar de las circunstancias.

La falla se componía de un hospital junto a una ambulancia, de un virus “en honor al COVID-19”, de una comisaría, casas y sobre todo, de figuras temáticas que daban vida a diversos profesionales…y por supuesto, de lo más simbólico para todos y todas, nuestro estandarte fallero.

Una vez realizada la “plantà”, momento en el que se monta el monumento fallero, no nos podía faltar una buena merienda, buñuelos con chocolate, con una pequeña traca y juegos populares para pasar una tarde agradable, y así fue.

Tras un fin de semana de disfrute, llegó el momento de la “cremà”, momento en el que se prende fuego a la falla. Con las medidas de seguridad necesarias, dijimos adiós, no sin antes consensuar nuestro “ninot” indultado, que - como no podía ser de otra forma- fue el virus, al que al final vamos a cogerle cariño, tras tantos días de convivencia con él… Entre llamas, nuestro trabajo ardía.