“El voluntariado en prisiones que realizo en FSC me enriquece como persona, lo hago por amor, de corazón”
Paco Nache tiene una invalidez absoluta desde hace 15 años, lo cual le ha permitido disponer de tiempo libre para dedicarlo a una actividad que le satisface mucho a nivel personal: el voluntariado en prisiones. En concreto, colabora desde hace aproximadamente 6 años en el Centro Penitenciario de Jóvenes de Quatre Camins (La Roca del Vallés, Barcelona), en el marco del proyecto “Impulso Joven” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) que dirige nuestro compañero Manu Izquierdo. Esta entrevista nos va a permitir conocer mejor la actividad de voluntariado que realiza y que tan valiosa es para nuestra entidad.
¿En qué consiste tu labor de voluntariado?
Se trata da un voluntariado con jóvenes de 18 a 25 años, centrado en la informática a diferentes niveles. Realizo diversas tareas, desde las puramente técnicas; por ejemplo, he puesto en marcha una red de ordenadores para que pudieran estar conectados entre sí, dar clases de informática, a conseguir películas, vídeos, música, juegos lúdicos… que puedan ser del interés de los jóvenes.
Por otra parte, otras tareas consisten en reparar ordenadores cuando presentan problemas técnicos y realizar tareas de acompañamiento lúdico. Además, también medio con empresas para conseguir donaciones de ordenadores. Es el caso de SBM Hoteles y Celio.
Es muy de agradecer…
Sí, se portan muy bien.
¿Cuánto tiempo le dedicas a estas tareas habitualmente?
En concreto, al centro penitenciario voy unos 2 o 3 días a la semana, y después lo que me pueda llevar otras tareas de gestión, fuera del servicio.
¿Qué supone este voluntariado para ti?
Es una forma de ocupar mi tiempo libre en una tarea que me enriquece como persona, que hago por amor, de corazón… Cuando finalizo mi actividad de voluntariado, tengo la sensación de haber aportado y eso me hace sentir muy bien.
¿Cómo es la relación con los jóvenes?
Muy buena, me tienen un gran respeto. Se abren conmigo, me cuentan sus cosas y me dan las gracias con el alma en cada tarea que realizo.
¿Y con el equipo profesional?
También muy buena, me siento muy integrado, me hacen sentir como una persona más del equipo, como un compañero... Valoran mi trabajo y me siento muy bien acogido.
Cuando tengo alguna duda o inquietud sobre cómo abordar alguna cuestión, siempre encuentro una respuesta desde el punto de vista técnico que me ayuda a realizar mejor mi labor de voluntariado.
¿Te gustaría aprovechar esta entrevista para hacer algún otro comentario?
Sí, quiero mostrar mi agradecimiento a la directora del Centro Penitenciario de Jóvenes de Quatre Camins que fue la que me dio la oportunidad de hacer este voluntariado, y confió en mí desde un inicio.
Sabemos que eres un voluntario muy valioso del proyecto “Impulso Joven” de FSC
Para mí es muy satisfactorio este voluntariado que seguiré realizando con el mismo cariño e ilusión como hasta ahora. Agradezco el gesto de la entrevista y este reconocimiento tan bonito a mi labor.
Esta iniciativa es posible gracias al Programa de Promoción, Selección y Capacitación del Voluntariado de FSC subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, con cargo a la asignación tributaria de 0,7 del IRPF.
"El Blues de Riera Major": con buena actitud, motivación e ilusión, todo es posible
En esta ocasión, os queremos dar a conocer una actividad novedosa realizada en la Comunidad Terapéutica “Riera Major” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) que nos ha cautivado. Esta actividad tiene como protagonista una canción que lleva por título “El Blues de Riera Major”. Especialmente significativo ha sido el proceso de elaboración de este blues por parte de los usuarios/as del servicio, conocer cómo surgió, así como los objetivos que se han logrado cumplir con esta actividad y los beneficios terapéuticos obtenidos por parte de las personas que han participado.
Este blues surge “a raíz de una lluvia de ideas generada entre las personas usuarias de la comunidad, tras la que se decidió componer una canción. Se propusieron varias ideas sobre los estilos musicales que se podrían representar y se decidió hacer un blues en base al estribillo existente. A partir de ahí, se realizó una recopilación de frases inventadas por las veinte personas que participamos y sobre los temas relacionados con el día a día de la comunidad. Después de componer la base musical y ajustar la letra a dicha base, tras varios ensayos, surgió la actual canción”, nos cuenta L.X, usuaria del servicio.
“Pero fue algo que surgió de forma espontánea, un viernes tarde-noche después de la visita de los familiares. Cada persona cantó de forma improvisada varias frases relacionadas con el servicio. De ahí surgió el famoso estribillo – El Blues de Riera Major– pero aquello no transcendió; se hizo por mera diversión y quedó como una simple anécdota”, nos explica A.L, usuario del centro.
Por su parte, otro usuario, J. N., apunta: “como idea clave, con este blues quisimos demostrar que, con buena actitud, motivación e ilusión, todo es posible. Pensamos igualmente en la coreografía y en el vestuario, y decidimos hacer unos movimientos al estilo de la música góspel, combinados con una vestimenta que iba muy bien con el tipo de música que se iba a realizar y con la ambientación que se deseaba”.
“Al cabo de un tiempo, el equipo terapéutico del centro propuso a las personas usuarias preparar una serie de actividades para celebrar la Navidad, teniendo en cuenta que acudirían las familias y que se suele invitar a los usuarios/as que están en 4ª fase del tratamiento y a los profesionales”, y así es como surgió la representación”, explica M. A., usuaria del servicio.
Con motivo de las fiestas navideñas, generalmente el grupo de personas usuarias hace una representación: en algunas ocasiones han cantado un villancico, en otras han representado una obra de teatro o han realizado un “sketch”, todo ello siempre en relación con el proceso terapéutico.
Según nos explica Nieves Fernández, directora de la Comunidad Terapéutica “Riera Major”, “este blues refleja tan bien la esencia de Riera Major que, a principios del año, les planteé si querían grabarlo para que se pudiera difundir en la página web de FSC. Algunas personas optaron por no salir en el vídeo y por supuesto, fue respetado. Y ahí está el resultado… con este blues hemos tratado de celebrar la Navidad de forma sana y divertida”.
En este sentido, señala que fiestas navideñas entrañan muchos riesgos en relación a un mayor consumo de sustancias. A este hecho hay que sumarle la añoranza por parte de algunos usuarios/as de no poder pasar esos días en familia, especialmente en el caso de los que tienen hijos/as.
En la realización de esta actividad, se ha buscado – y logrado – fomentar la cohesión grupal; potenciar la creatividad, la motivación y el apoyo mutuo, y que los usuarios/as aprendieran a autogestionarse, trabajándose valores como el compañerismo, el respeto, la cooperación, asertividad, aceptación de las capacidades de otras personas... Mediante esta actividad, se ha logrado también la cohesión grupal y se ha disfrutado tanto con la preparación y ejecución de las actuaciones como compartiéndolas con compañeros/as, familiares y profesionales.
Además, según explica Nieves Fernández, “se ha observado un aumento de la autoestima en general y de la confianza propia en las personas participantes. Hemos visto cómo alguna persona que, al inicio de la preparación se enfrentaba con mucha dificultad a la vergüenza, o a la sensación de propia incapacidad, lo ha ido superando, lo que ha facilitado el aumento de su propia autoestima. Igualmente, se ha logrado un aumento del sentido de pertenencia al grupo, junto con una mayor integración al mismo por parte de algunas personas”.
Igualmente, señalan desde el servicio, ha sido muy interesante conocer los aspectos más importantes de cada usuario/a desde su propio punto de vista, en cuanto a su propio proceso, y observar cómo las dificultades cotidianas han sido plasmadas con aceptación y buen humor, quitando importancia a algunas cuestiones que se recogen en la letra de la canción, en relación a lo que conlleva la adicción a las drogas.
“Conductas educativas y terapéuticas que se han trabajado han sido la gestión de conflictos, tolerar la frustración, enfrentarse a los miedos e inseguridades, roles en grupo o liderazgo. La valoración general ha sido muy positiva, más allá de todo lo comentado, tanto por parte de personas usuarias, como de las familias, profesionales y personas invitadas a la celebración. Hay que destacar que había dos buenos músicos en el grupo que han facilitado el proceso de creación”, señala la directora de la Comunidad Terapéutica “Riera Major” de FSC.
Finalizamos con una anécdota y con un “sentir” de las personas participantes. Respecto a la anécdota, aunque desde el principio al tema se le denominó “el Blues de Riera Major”, en un momento dado pasó a llamarse el ANTABLUES, en referencia al Antabus (medicación que suele utilizarse como barrera ante el consumo de alcohol).
En cuanto al “sentir”, tal y como señalan los participantes, al final del recorrido, queda la satisfacción del resultado del trabajo, a la vez que la vivencia de lo que se puede lograr a través del esfuerzo, cuando se combina con la diversión y, por supuesto, por haber logrado con tan buenos resultados los objetivos propuestos desde el servicio con esta actividad.
https://www.youtube.com/watch?v=GIlxrLzK54I
"Queda bastante camino por recorrer para lograr una verdadera inclusión social de los jóvenes que migran"
Daniel Montiel dirige desde hace casi 2 años y medio el Centro de Acogida de Menores (CAM) “El Castell” en Altea, servicio de la Generalitat Valenciana, que puso en funcionamiento la Fundación Salud y Comunidad (FSC), por encargo de la administración, para dar respuesta al aumento de la llegada de adolescentes migrantes no acompañados y que forma parte actualmente de la red de centros concertados con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Esta entrevista nos va a permitir conocer mejor este servicio, su trabajo al frente del mismo durante estos años, y la realidad de los menores no acompañados, al cumplir los 18 años.
- ¿Cuánto tiempo lleva “El Castell” en funcionamiento?
FSC gestiona este servicio desde el 1 de noviembre de 2017, que es cuando se puso en marcha como centro de emergencia. Primero con 18 plazas y posteriormente con 24, desde agosto de 2018.
- ¿A qué perfil de usuario/a se dirige?
A adolescentes de entre 15 y 17 años que vienen a España a buscar una vida mejor, persiguiendo lo que conocemos como el sueño europeo.
- Remontándonos al inicio de la gestión de este centro, ¿qué destacarías?
El servicio comenzó como centro de emergencia, para dar respuesta desde la administración pública valenciana al aumento de la llegada de adolescentes migrantes no acompañados. Se requería dar una mínima calidad a la recepción y atención de estos adolescentes llegados especialmente del Magreb, pero también subsaharianos, de la India o incluso de Albania.
- ¿Con cuántos usuarios/as contáis?
Actualmente, volvemos a contar con 18 plazas, ya que la situación se ha “estabilizado” con la creación de nuevos centros (entre ellos los dos que dirige FSC en la provincia de Alicante)
Aun así, el centro continúa estando acreditado para atender 24 plazas, por lo que podría darse de nuevo la urgencia y atender a 6 menores más.
- Además, ofrecéis una atención individualizada a cada uno de estos menores...
Sí, la gestión se centra en una atención individual, tanto para la trabajadora o trabajador como para los usuarios/as. Pero es para estos últimos para quienes, de manera interdisciplinar y coordinada, trabajamos, elaborando Planes de Intervención Individual, en colaboración con el mismo adolescente, y que se evalúan de forma periódica para modificar los objetivos conseguidos, mejorar la intervención, cambiar los criterios iniciales… etc.
En definitiva, se trata de un proyecto elaborado para y con los adolescentes, para conseguir su inclusión socio-laboral, preparándolos en su proceso de emancipación y tránsito a la vida adulta para lograr una desinstitucionalización, con unas mínimas garantías de estabilidad a su salida.
Por otra parte, muchos de los profesionales que hemos iniciado este proyecto venimos de trabajar en el ya desaparecido Grupo Emaús, por lo que ya contábamos con experiencia en atención a adolescentes, pero no con menores migrantes.
- ¿Y cómo se ha traducido a nivel de cambios, respecto a las formas de gestión que se venían haciendo con este grupo?
Los cambios han sido muchos y a mejor, desde que FSC asumió la gestión de estos centros, ya que pasamos del descontrol total a la total organización y protocolización de todos los procesos, tanto en los que se refiere a la intervención con los adolescentes, como a la gestión de los recursos humanos y materiales.
- ¿Qué novedades se han aportado en el servicio desde el concierto social con la Generalitat Valenciana?
A partir de ese momento, adquirimos, además del equipo de integradoras sociales que hacen una labor increíble para la inclusión de los adolescentes, la figura de la mediación intercultural que facilita el trabajo tanto por la visión de las culturas predominantes de los adolescentes (magrebís) como con el idioma, ya que a su llegada a nuestro territorio los adolescentes no conocen ninguna de nuestras lenguas.
Además, se realiza un trabajo en red y en coordinación continua con todos los agentes externos que participan en la intervención con los adolescentes como ayuntamientos, centros educativos, recursos comunitarios, recursos formativos, etc. La intervención es desde un aspecto global en el que siempre participan.
- Por otra parte, ¿cómo es el día a día de un/una menor en el centro?
Pues las únicas diferencias con cualquier otro tipo de adolescente son: primero que vive en una residencia, por lo que comparte el día a día con más personas que si viviese en su propia casa; y segundo que, al ser no acompañado, no dispone de una red asistencial (familia, familia afín, amigos, etc.) que lo puedan ayudar a su salida del centro que, si no tiene mucha suerte, será inevitablemente a los 18 años…
Para los menores migrantes supone un proceso de intervención acelerado, de cara a preparar su salida que, en ocasiones, les cuesta interiorizar, independientemente de su proceso interno. Da igual tu pasado, la historia de vida, las dificultades o tiempo que necesites para madurar…. hay que hacerse mayore sí o sí, y cuanto antes mejor.
- Háblanos del equipo profesional…
La residencia “El Castell” dispone de un equipo de 32 personas entre integradoras sociales, educadores y educadoras sociales, trabajadores sociales, psicólogos… en coordinación continua para lograr un trabajo interdisciplinar, no multidisciplinar.
- Para ir finalizando, ¿qué opinión te merece la intervención que se está desarrollando a nivel estatal en el ámbito de menores?
Pues creo que tenemos un verdadero problema a nivel estatal en la atención y gestión de la inmigración en general, pero más cuando hablamos de menores migrantes.
Primero, por un reparto nada equitativo entre las distintas comunidades autónomas, pues aquellas más cercanas al Mediterráneo (destacando Andalucía sobre las demás) y alguna por la “fama del buen hacer” (como el País Vasco), aglutinan casi toda la población de adolescentes migrantes no acompañados.
Después, porque las mismas leyes que dicen que protegen a los menores por encima de cualquier otra ley (eso que se llama la supremacía del bienestar del menor) no se cumple cuando es un menor migrante, ya que prima más el ser inmigrante que menor. Y lo explico con un ejemplo. Cuando la tutela de un menor migrante pasa a la administración pertinente, y este adolescente está en edad laboral (necesita el trabajo, como todos y todas, pues es el pilar fundamental para la inclusión social en nuestras sociedades capitalistas) desde “extranjería” nos piden a los centros que justifiquemos que el menor necesita “trabajar para integrarse” … parece irónico.
Y cuando ya tenemos el permiso, llamado permiso de residencia con “exceptuación laboral”, ese menor solo podrá trabajar en un área determinada (hostelería y restauración, obra, etc.) y no en cualquier trabajo que encuentre, como cualquier español de su edad (que ya lo tiene complicado). Esto no facilita en casi nada su integración.
Pero, para más dificultades, cuando este adolescente cumpla los 18 años, perderá esta “exceptuación laboral” y necesitará un contrato de un año, que el empresario se presente en extranjería con todos los datos de su empresa (cuentas incluidas) y espere a la resolución para contratarlo… Todo son facilidades… Es curioso que “el regalo” de su 18 cumpleaños sea cantarle cumpleaños feliz, quedarse sin permiso de residencia y exceptuación y tener que salir del recurso.
Si pretendemos que las personas que llegan a nuestro territorio participen de nuestras sociedades como uno o una más, no podemos pensar en integración, sino en inclusión. La diferencia general, por no extenderme, es que en la integración solo el que llega tiene que esforzarse, mientras que la inclusión necesita de una actuación por las dos partes. Y eso falta, cambiar “nuestras normas del juego”.
– En este sentido, ¿cuál dirías que es vuestro principal objetivo en estos momentos?
Conseguir un trabajo para estos menores (con contrato de jornada competa y de un año de duración) mediante la “exceptuación laboral”. Con ello, les habremos gestionado la modificación a su permiso de residencia y trabajo, por lo que, habiendo adquirido un mínimo de habilidades sociales y de autonomía personal, habrán conseguido un piso de alquiler y seguirán su vida emancipados.
Si esto falla, o se prevé que el menor pueda seguir estudiando, habremos solicitado a la Generalitat una plaza a piso de emancipación (de los poquísimos que existen) esperando que haya una para él.
Pero, cuando estas dos cosas fallan, es cuando empieza el “dolor de cabeza”: ¿cuentan con amigos, conocidos, compatriotas…?, ¿hay algún albergue o similar que los acoja?... ¿No?, pues, ¿para qué tanta inversión de esfuerzos y recursos? A la calle.
– Para finalizar la entrevista, ¿quieres añadir algo más?
Sí, creo que queda bastante camino por recorrer para lograr una verdadera inclusión social de los jóvenes que migran, empezando por hacer nosotros mismos un esfuerzo en aceptar que, al ritmo de la natalidad en España, o disponemos de mano de obra extranjera o empezamos a caer desde el punto de vista económico.
FSC impulsa un nuevo servicio de orientación laboral dirigido a jóvenes con patología dual
Desde el Área de Inclusión Social y Reducción del Daño en Drogodependencias de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), concretamente desde el ámbito de Inserción Laboral, acabamos de poner en marcha un nuevo programa de acompañamiento laboral dirigido a jóvenes, el “Let’s Work”. A través del mismo, ofrecemos un servicio de orientación sociolaboral a jóvenes de 16 a 30 años que presenten patología dual. El programa está enmarcado en la convocatoria “Impulsem el que fas”, y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, que dota de ayudas a entidades para financiar proyectos que incentiven la economía de barrios.
En el marco de este proyecto, trabajamos especialmente con los y las jóvenes del programa KMK (¿Ke Me Kuentas?), financiado por el Ayuntamiento de Barcelona y que la Fundación Salud y Comunidad, conjuntamente con la Asociación AREP, desarrolla desde el año 2016. Para ello, nos proponemos atender a jóvenes con patología dual, que presenten un diagnóstico en salud mental asociado a dificultades relacionadas con adicciones, y que manifiestan una demanda inicial de orientación laboral.
Además, contamos con la figura del acompañante laboral como referente especializado en orientación laboral, estrechamente coordinado con los programas de inserción laboral y el KMK. Sus funciones principales son las de tutorizar y acompañarles en su itinerario, a través del diseño, desarrollo y seguimiento del plan de trabajo en tutorías individuales, cápsulas grupales, y actividades comunitarias, complementado con la acción comunitaria y de proximidad que se realiza con el territorio.
“Atendemos a la particularidad de la persona y al protagonismo del joven, así como a su situación personal, familiar y socioeconómica, y a su perfil de competencias, a través de una combinación metodológica de acompañamiento individual y grupal. Para ello, diseñamos acciones, conjuntamente con los jóvenes, de participación y cooperación con otros agentes del territorio y potenciamos el espacio social y comunitario como generador de oportunidades de mejora ocupacional, de empleo y de vínculo social”, matizan desde el proyecto.
Complementariamente, establecemos canales de coordinación con otros dispositivos y trabajamos desde los espacios en red, en los que ya participamos y en los nuevos que puedan surgir, trabajando fundamentalmente en la zona del Eje Besós de Barcelona (especialmente en el distrito de Sant Andreu en el barrio del Bon Pastor), ya que en Sant Andreu se concentran algunos de los 10 barrios que registran mayor paro de larga duración.
Cabe señalar que nuestra trayectoria como entidad en el ámbito de inserción laboral se ha ido ampliando desde 2011 con nuestra presencia en programas como el Incorpora de "la Caixa", el Làbora del Ayuntamiento de Barcelona, L’H.Elecció Jove, financiado por la Fundación Bancaria "la Caixa" y por el SOC, en el marco de servicios de Garantía Juvenil.
Nuestro propósito con este nuevo programa de orientación laboral es acompañar a los y las jóvenes a través de este proceso, para que se sientan responsables de su propio crecimiento personal y sean los protagonistas en la construcción de su proyecto de futuro.
FSC organiza en Madrid la Jornada Noctámbul@s "Espacios festivos con perspectiva de género: violencias y resistencias"
En el marco de este encuentro que se celebrará el próximo día 20 de marzo, la Fundación Salud y Comunidad (FSC) presentará la guía “7 pasos para construir un plan de abordaje de las violencias sexuales en espacios festivos” del Observatorio sobre violencias sexuales en entornos de ocio nocturno y de consumo de drogas, financiado por el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. La jornada tendrá lugar en el Centro Cultural Casa del Reloj de Madrid.
Tras 6 años de trabajo en investigación sobre violencias sexuales, consumo de drogas y su articulación con las dinámicas de ocio y festivas, el Observatorio Noctámbul@s ha ampliado su rango de acción con la elaboración de esta herramienta de trabajo, que lleva por subtítulo “Guía de apoyo técnico para elaborar protocolos y planes frente a las violencias sexuales en espacios festivos y de consumo de drogas". La guía se dirige principalmente a personal técnico de entidades y municipios, con el fin de ofrecer herramientas aplicables a la realidad de las administraciones locales y de los movimientos sociales y ciudadanos.
En ella se ha querido plasmar todo el conocimiento generado desde 2013 en 5 informes sobre el diseño de estrategias y recursos de carácter práctico, a partir de la voluntad de administraciones y de personal técnico profesional de trabajar la prevención de las violencias sexuales en espacios festivos y consumo de drogas y de establecer unos principios de actuación coordinados para combatirlas.
Los objetivos estratégicos de esta guía son:
- La reducción de las violencias sexuales: transformación de ambientes, creencias, comportamientos y actitudes machistas en pro de una sociedad más justa, libre y equitativa.
- La promoción de la perspectiva de género o feminista: aproximación sistémica y transversal que abogue por cambios estructurales.
- El abordaje comunitario: participación, empoderamiento y corresponsabilidad de todos los agentes y actores del territorio.
- El cuestionamiento de los imaginarios colectivos alrededor del consumo de drogas: revisión de las creencias y estigmas alrededor de las drogas y de la relación de justificación con las agresiones machistas.
La inauguración del encuentro, a partir de las 09:00 horas, correrá a cargo de Carlos Belmar, jefe de Servicio de la Subdirección General de Coordinación de Programas de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas; así como de Beatriz Mesías, subdirectora General de Adicciones de Madrid Salud en el Ayuntamiento de Madrid y de Marta Álvarez, directora del Área de Adicciones, Género y Familia de FSC.
En segundo lugar, a partir de las 09:30, tendrá lugar la conferencia inaugural titulada “Que la justicia sea ley: violencias sexuales, de lo social a la política criminal” por Carla Vall, abogada penalista y asesora en políticas públicas, moderada por Patricia Martínez, colaboradora de FSC, experta en género y drogas.
Seguidamente, a las 11:30, se presentará la guía “7 pasos para construir un plan de abordaje de las violencias sexuales en espacios festivos”, a cargo de Ana Burgos, antropóloga y coordinadora del Observatorio Noctámbul@s; Pau Zabala, educador y técnico de prevención de violencias machistas en este observatorio e Ivet Oriols, socióloga y coordinadora de la Consultoría Noctámbul@s. El espacio estará moderado por Otger Amatller, coordinador del Departamento de Prevención de FSC.
Tras la presentación de esta guía, que se ha elaborado con un marcado carácter práctico, a partir de ejemplos, apuntes de buenas prácticas, herramientas, recomendaciones y bibliografía básica, tendrá lugar la mesa redonda “Experiencias de abordaje de las violencias sexuales y el consumo de drogas en entornos festivos y digitales”, concretamente a partir de las 12.45 horas, contando para ello con diversas expertas del ámbito, moderadas por Paz Casillas, directora gerente de la Fundación Atenea.
El encuentro finalizará con un monólogo sobre violencias sexuales a cargo de Cristina Fallarás, periodista, escritora y promotora del hashtag #Cuéntalo en la red social Twitter, bajo el cual se han relatado alrededor de 3 millones de experiencias de violencia machista en esta red.
El Observatorio Noctámbul@s busca mejorar el conocimiento entorno a las violencias sexuales en los contextos de ocio nocturno y consumo de drogas. Su actividad se desarrolla en todo el territorio estatal.
Se prevé que a este encuentro asistan más de 250 profesionales procedentes de entidades que intervienen en los ámbitos de género y drogas.
La entrada a la jornada es libre, hasta completar aforo. Las inscripciones para asistir a la misma se pueden realizar a través del siguiente enlace:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSdx5ZvQUU17G245N0yzH7UKXMy_AqgT8GSjIwaSPdJEZtis2w/viewform
El programa completo y toda la información se puede consultar aquí.
“Me apasiona hablar con las personas mayores, aprender de lo que explican. Escuchar sus experiencias y consejos de vida”
David González es diplomado en Trabajo Social por la Universidad de Barcelona (UB). Compagina sus funciones como director de este servicio de la Generalitat de Cataluña, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona, con su labor como docente. De David quisiéramos destacar tantísimos aspectos que no cabrían en este resumen inicial. Por ello, nos quedamos con su humanidad y su trato cercano y familiar con usuarios/as, familiares y trabajadores. Y, por supuesto, también con su compromiso con la entidad, demostrado desde hace más de una década con su impecable profesionalidad. Igualmente, con su compromiso con la Calidad en la gestión del servicio.
- David, tu perfil profesional es amplio... Diriges la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” desde hace casi 13 años y, además, te has especializado en el ámbito de la docencia.
Así es, compagino mi labor como director de este servicio con la docencia, impartiendo clases en los cursos del SOC (Servicios de Ocupación de Cataluña) para formar a técnicos/as especializados en atención sociosanitaria, así como en atención de centros residenciales, atención domiciliaria, cuidadores/as de discapacitados físicos y psíquicos, auxiliares de enfermería, etc.
También, soy profesor colaborador en el Máster Universitario en Gerontología y Atención Centrada en la Persona de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), dirigiendo Trabajos de Fin de Máster, en este máster especializado en el Modelo de Atención Centrado en la Persona (ACP), tratando de aportar nuestro bagaje como entidad en este ámbito.
- Además, tu actividad profesional en FSC ha ido más allá de la dirección de “La Verneda”, a destacar también tu etapa como subdirector del Área de Atención a la Dependencia…
Sí, desde la dirección del Área de Atención a la Dependencia, Toni Gelida, me ofreció hace unos años esta oportunidad y no dude en aceptarla. Fue un privilegio poder aprender durante esa etapa de él y de las compañeras que siguen en la subdirección de área, Carme Trilla y Carmen Poveda.
Transcurrido 1 año, por motivos personales, cesé voluntariamente por cuidado de un familiar. Necesitaba estar cerca, y disponible, ya que mi padre se encontraba en fase inicial de demencia y vivía solo, y volví a la dirección de “La Verneda”.
- Si algo también te caracteriza es tu capacidad de adaptación profesional.
Sí. También que, en ambas etapas, en las que, efectivamente, la adaptación ha sido fundamental, la formación ha sido constante para los nuevos retos que los servicios demandaban, tanto desde la subdirección de área como del servicio.
- Volviendo al centro que diriges actualmente, ¿qué es lo que más te gusta de tu labor diaria?
Me apasiona hablar con las personas mayores, aprender de lo que explican. Escuchar sus experiencias y consejos de vida.
Igualmente, me gusta lo referente a la parte de logística/organización que los diferentes profesionales necesitan, en tiempo y forma, en relación a los recursos que requieren para poder desempeñar lo mejor posible sus tareas.
- ¿Qué es lo que dirías que diferencia a la Residencia, Centro de Día y Hogar “La Verneda” de otros servicios dirigidos a personas mayores de esta misma tipología?
Desde mi punto de vista, el hecho de tener anexado el hogar de personas mayores a la residencia y centro de día. Su complejidad de gestión es directamente proporcional a lo que enriquece a los servicios de residencia y centro de día.
Con el hogar, se multiplican las actividades lúdicas, contamos para ello con un gran número de personas voluntarias que nos ofrecen su tiempo de forma desinteresada y, actualmente, con unos 1.200 socios/as en el mismo.
- ¿Qué destacarías sobre la tipología de usuario/a que atendéis en el servicio?, ¿ha habido alguna evolución en el perfil?
Sí. A raíz de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, el perfil de usuarios/as es cada vez más dependiente.
El promedio de edad es cada vez mayor, especialmente en el intervalo de edad entre 85 y 94 años. Las personas mayores de 95 años representan un 15 %.
Esto significa que atendemos a personas que cada vez viven más, pero como consecuencia, si lo contrastamos con los perfiles de dependencia física y cognitiva, también son cada vez más dependientes. La edad media cada vez es mayor. Por daros algún dato más, durante el pasado año 2019, en residencia, la edad media fue de 88 años, representando las mujeres un 82 %.
- ¿Qué novedades se han aportado en el servicio en los últimos años?
Desde la implementación del modelo de ACP, de Atención Centrada en la Persona, en este centro, hace ya 10 años, nuestro objetivo es seguir mejorando en calidad de vida, en calidad de atención a las personas mayores.
Hace 8 años logramos estar certificados en los Sistemas de Gestión de la Calidad, y hace 6 en los Sistemas de Gestión ambiental, por AENOR.
Por otra parte, el servicio está acreditado desde hace 2 años en cuanto a Cuidados de demencias sin sujeciones por la Fundación Maria Wolff/CEAFA (Confederación española de asociaciones de familiares de personas con Alzheimer y otras demencias), algo que también me parece significativo.
- Y en cuanto a actividades desarrolladas en el servicio, ¿cuáles dirías que han sido las más novedosas?
Durante este último año 2019, concretamente 2 actividades que ya se han consolidado.
Por una parte, la actividad de realidad virtual mediante gafas que ha teniendo como resultado una aceptación muy buena entre las personas usuarias. En este sentido, el centro dispone de unas gafas para trabajar la estimulación cognitiva mediante contenidos de la plataforma OROI, que nos permite acceder a diferentes visualizaciones de contenidos con los que se puede trabajar desde la reminiscencia a la estimulación cognitiva.
Y, por otra parte, la colaboración con la Vocalía de Perros de la Asociaciones de Vecinos La Palmera que se pusieron en contacto con nosotros/as para promover una relación con las personas del centro y los animales, haciendo una labor informativa sobre el civismo y en la que tiene un papel importante la desmitificación de la mala información que se tiene sobre los animales.
- ¿Qué retos os marcáis en el servicio durante este año?
En este año 2020, hemos querido priorizar la formación del personal de atención indirecta de cocina y cafetería para elaborar los menús texturizados. Gracias a ello, las personas que deben comer triturados, debido a disfagia u otros motivos sanitarios, pueden mantener el gusto, la forma y los olores en estos alimentos.
- Para ir finalizando, ¿qué balance haces de tu gestión al frente de “La Verneda” en estos casi 13 años?
Han sido muy intensos, realmente tengo la sensación de que han pasado muy rápido. La dirección de un servicio supone tomar cada día 100 decisiones y debes irte a casa con la sensación de que lo has hecho lo mejor que has podido, aprendiendo de los errores para no cometerlos al día siguiente.
– ¿Alguna cosa más que añadir en esta entrevista?
Sí, me gustaría agradecer a Fundación Salud y Comunidad la confianza depositada en mí, desde el primer día, en la gestión de este servicio. Me gustaría personalizarlo en la figura del presidente de la Fundación Salud y Comunidad, Francisco González Sedeño. Para mí, un ejemplo permanente de tesón y humildad.
“Buscamos actividades que mantengan la capacidad intelectual de las personas mayores, su destreza, enfocadas a personas autónomas”
Nuria Larrañaga es diplomada en Trabajo Social, cuenta con las especialidades de gerontología, psicogeriatría y dirección de residencias y atención a personas en situación de dependencia y con un Postgrado en Dirección de Centros de Servicios Sociales. Su trayectoria profesional se ha desarrollado además en los ámbitos sanitario (cuidados paliativos y enfermedades neuromusculares) y residencial, en diferentes centros de atención a personas dependientes, así como en los ámbitos asociativo y docente. Esta entrevista, nos va permitir conocer mejor su trabajo al frente de estas viviendas comunitarias del Ayuntamiento de Donostia, gestionadas y dirigidas por la Fundación Salud y Comunidad (FSC).
- Nuria, actualmente eres la directora de las Viviendas Comunitarias “Intxaurrondo”.
Remontándonos a tus inicios en este servicio, ¿cómo ha sido tu recorrido profesional en el mismo?
Comencé mi andadura en este servicio en julio de 2005, concretamente el día de mi cumpleaños. El centro por aquel entonces estaba gestionado por una empresa. Empecé a media jornada, contratada como trabajadora social, pero antes de finalizar el tiempo de prueba, fui contratada a jornada completa como encargada. Hasta entonces no existía la figura de trabajador social en este recurso, por lo que hubo que partir desde cero en esta área. En el 2015 comenzó su gestión la Fundación Salud y Comunidad.
- ¿Y ello supuso algún tipo de cambio en cuanto a las tareas desempeñadas?
Sí, hasta el 2015 mis tareas eran las relativas a la atención en todas las áreas de los usuarios/as (sanitaria, social, familiar, etc.), gestión del personal y del centro, supervisión de todas las áreas, contratación y control de proveedores, coordinación con la Administración, coordinación hospitalaria, gestión de pequeños mantenimientos, etc.
A partir de 2015, con la contratación de una auxiliar de enfermería, un animador sociocultural y una persona de mantenimiento, estas áreas se empezaron a trabajar conjuntamente, bajo mi supervisión como responsable del servicio.
- ¿Qué diferencia a las viviendas comunitarias de otra tipología de servicios, destinados a personas mayores?, ¿cuáles dirías que son sus señas de identidad?
Las Viviendas Comunitarias son un recurso municipal, que constan de unidades convivenciales destinadas a personas mayores autónomas, en las que se lleva un estilo de vida similar al del ambiente familiar.
Su finalidad como servicio, es ofrecer alternativas de alojamiento a personas autónomas mayores de 60 años y/o con un grado de dependencia certificado con el Baremo de Valoración de la Dependencia (BVD) de 1.1, que bien por inexistencia de alojamiento, por conflicto convivencial grave e insostenible o deficiencia extrema de las condiciones físicas de su alojamiento habitual, necesitan una reubicación doméstica para poder vivir con unas condiciones adecuadas, a cambio de una contraprestación económica adecuada a sus ingresos.
- ¿Cuáles son las características fundamentales de las Viviendas Comunitarias “Intxaurrondo” y con cuántos usuarios/as contáis?
El servicio consta de 16 viviendas, situadas en dos portales contiguos. Cada portal tiene 4 pisos. En cada vivienda conviven entre 2 y 3 personas, cada una con su habitación individual y con el resto del piso a compartir.
Actualmente, tenemos todas las plazas cubiertas por un total de 36 usuarios/as totalmente independientes. Es un centro abierto, es decir, que los usuarios/as entran y salen cuando quieren, disponiendo incluso de 45 días al año para irse de vacaciones.
- ¿Qué tipo de servicios les ofrecéis?
Les ofrecemos servicios que permitan mejorar su calidad de vida, manteniendo y promoviendo su capacidad personal. Con ello, buscamos que mantengan su autonomía lo máximo posible.
Dentro de estos servicios, contamos con actividades socioculturales como las relativas a lenguaje, manualidades, cursos de nuevas tecnologías, lectura y debate, etc. Todas ellas destinadas y adaptadas a la edad y a la situación particular de cada usuario/a.
- ¿En qué sentido?
Buscando actividades que mantengan la capacidad intelectual de las personas mayores, su destreza, enfocadas a personas autónomas. Aquí el bingo no triunfa, pero las redes sociales, Internet y los debates de filosofía sí. Es decir, en este servicio no realizamos las mismas actividades que en una residencia, ya que, con esas “se aburren”.
Por otra parte, en este servicio, contamos con la opinión de cada usuario/a, saber qué piensan nos ayuda a mejorarlo. Ello repercute en una mejora de su estancia y en su calidad de vida.
- Sin duda, por encima de todo, dais voz a los usuarios/as.
Así es. Es por este motivo que se podría destacar como propuesta novedosa el hecho de la creación de comisiones. En las mismas, se expresan libremente, son ellos/as quienes mejor conocen el recurso y sus cosas buenas y a mejorar.
Con ello, creamos a su vez una seña de identidad y un sentimiento de pertenencia al recurso, motivando a su vez a un envejecimiento activo. Los usuarios/as participan en el centro y en la toma de decisiones, junto con la dirección del mismo. A su vez, trabajan y se organizan entre ellos/as para llevar a cabo proyectos que les interesan y que ellos/as mismos crean.
- ¿Con cuántas comisiones contáis actualmente y qué funciones tienen?
En estos momentos, tenemos constituidas dos comisiones, una de manutención y otra de actividades. En ellas los usuarios/as proponen, dan su opinión y trabajan conjuntamente con la dirección del centro mediante reuniones, propuestas, etc.
Trabajar conjuntamente y que cada usuario/a sea partícipe de su propio quehacer día tras día, es algo que consideramos fundamental, tanto para el buen funcionamiento de las viviendas como para el buen estado del propio usuario/a.
- A la hora de implementar acciones desde el servicio para potenciar el envejecimiento activo, ¿qué factores tenéis en cuenta?
Sobre todo, la individualidad de cada usuario/a, es decir, aunque se trata de un servicio dirigido a personas mayores autónomas con una serie de características iguales o parecidas, sí es cierto que, como personas que son, todas son diferentes y, además, vienen “con su propia mochila”, por lo que es fundamental trabajar con cada uno de ellos/as.
Es por ello que, si encuentras aquello que le gusta a una persona, surge una buena y favorable motivación, se genera ese envejecimiento activo. En este sentido, dejar la frustración atrás, a través de actividades motivadoras, mejora la calidad de vida y a su vez, las relaciones con el resto de personas.
- ¿Qué importancia consideras que tienen las relaciones intergeneracionales?, ¿le veis cabida en el servicio a alguna actividad de estas características?
No hemos hecho ninguna actividad intergeneracional porque en su día realizamos contactos con colegios, pero a los usuarios/as no les motivaba, preferían salir a pasear… Algunos incluso nos decían que ya con sus nietos/as tenían bastante, sobre todo cuando los tienen que cuidar casi a diario por la jornada laboral de sus padres. Con ello no quiero decir que no tengan importancia, porque creo que la tiene y que es muy beneficiosa para ambas generaciones, pero en este momento, a los usuarios/as de Intxaurrondo no les interesa.
- Dada tu experiencia al frente de estas viviendas, ¿cuáles dirías que son las claves para vivir más y llevar la edad de la mejor manera posible?
¡Menuda pregunta!, claves no sé, pero mi experiencia profesional y la mía propia como persona, me dicen que tener ilusión y mantenerse ocupado en aquello que te gusta, te motiva y te hace sentir bien, es una gran ayuda para llevar una sonrisa en el día a día.
En diferentes momentos de la vida, puedes sufrir problemas de salud, sustos inesperados de índole diversa, y lo mejor es no centrarse solamente en ello… buscar el lado positivo es importante, aunque no sea fácil.
- Para finalizar la entrevista, ¿qué papel consideras que deben desempeñar las personas mayores en la sociedad?
Las personas mayores tienen grandes conocimientos y experiencias vividas y éstas sirven para poder asesorar y ayudarnos en diferentes ámbitos de nuestra vida, aunque parece que a la sociedad actual le cuesta un “poco” oír al resto y hasta que no cambiemos esta actitud, lo veo algo complicado…
- Al hilo de lo comentado, en tu opinión, las personas mayores deberían ser parte activa en la sociedad y ocupar el lugar que les corresponde…
Efectivamente, y deberíamos estar abiertos/as a escucharles y a aprender de sus experiencias vitales. Ahí dejo esta reflexión…
“Queremos agradecer a FSC la oportunidad de habernos permitido unir nuestro proyecto vital personal al profesional dentro de la entidad”
Miguel Ángel Vargas y Paloma de Andrés son un matrimonio veterano, muy querido en la Fundación Salud y Comunidad (FSC) por su larga trayectoria y trabajo en general, en diferentes servicios de diversa tipología y comunidades autónomas. En la actualidad, trabajan en el Centro de Atención a Menores con trastornos de conducta de Ateca (Zaragoza), servicio propio de FSC concertado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), donde desempeñan sus funciones profesionales desde 2017. En esta entrevista, queremos que los conozcáis un poco más, y presentároslos, a quienes aún no habéis tenido la oportunidad de conocer a esta entrañable pareja.
- Paloma y Miguel Ángel, venís desempeñando vuestras funciones profesionales en el Centro de Atención a Menores con trastornos de conducta de Ateca desde 2017.
Miguel Ángel (MA) – Sí, en mi caso, me incorporé el 1 de junio de este año para supervisar la remodelación y adecuación del edificio a las labores futuras a realizar como centro de atención a menores.
Paloma (P) – Yo llegué un poquito más tarde, el 7 de septiembre de 2017, para preparar la llegada de los/as menores al centro, con su entrada en el mismo el 5 de octubre de ese año.
- ¿En qué consisten vuestras tareas concretamente?
P – Como subdirectora del servicio, me ocupo de lo relativo a la relación y comunicación, casi diaria, con los técnicos/as y/o tutores/as de los/as menores que residen en el centro.
Además, de la coordinación con los distintos centros educativos o de formación profesional donde ellos/as acuden.
También, me encargo del Departamento de Documentación de menores, de la relación con consulados y extranjería, y de la coordinación con estos, así como de tareas de administración de planillas, bajas, contratos laborales, etc.
MA– En mi caso, como supervisor del servicio, me ocupo fundamentalmente de la logística del centro, así como de las relaciones con ayuntamientos, juzgados y Fiscalía.
Además, y fundamentalmente, de las comunicaciones con proveedores y de la supervisión de todas las actividades del centro.
- ¿Qué es lo que más os gusta de la labor que realizáis?
Coincidimos en la sensación de trabajar con chicos/as que merecen una oportunidad vital, nos gusta seguir cada caso individualmente, ver cómo progresan, según avanza la estancia del menor en el servicio. En este sentido, destacaríamos la satisfacción de ver cómo llegan al centro y como salen, logrando, por ejemplo, la documentación para legalizar su situación en España, superando las dificultades con ellos/as en cuanto a idioma, costumbres, necesidades diversas, etc.
- Pero vuestra trayectoria en FSC se remonta a bastantes años atrás…
MA– Sí, en mi caso, mi trayectoria en la entidad se remonta a julio de 2002, comienza en el Centro de Atención Integral a Drogodependientes (CAID) de Móstoles, en Madrid.
Además, he trabajado en el Centro de Emergencias para Drogodependientes "La Rosa" y en el Centro de Emergencias de Las Barranquillas, también en Madrid. Por otra parte, en la Comunidad Valenciana, en la Residencia de la Tercera Edad Puerto de Sagunto, en Valencia. Y en Cataluña, en la Residencia y Centro de Día “Roger de Llúria” de Reus, en Tarragona.
P – En mi caso, comencé en junio de 2003 en el Centro de Atención Integral a Drogodependientes (CAID) de Móstoles, en Madrid. Por otro lado, he trabajado en la Residencia y Centro de Día de Puzol, en Valencia. Y en Cataluña, en la Residencia y Centro de Día “Roger de Llúria” de Reus, en Tarragona.
- Y ahora os encontráis en el Centro de Atención a Menores de Ateca…
Sí, y esperamos que no sea el último recurso de la Fundación Salud y Comunidad en el que trabajemos; esperamos seguir teniendo fuerzas porque ganas nos sobran y no queremos jubilarnos aún, somos muy jóvenes. Continuaremos los años que la fundación requiera por nuestra parte.
- Vuestra vida personal también se ha visto condicionada por esos cambios derivados de los servicios en los que habéis estado trabajando, dentro de la entidad, con los consiguientes cambios de domicilio, mudanzas diversas, etc… pero siempre juntos.
MA– Sí, nuestras vidas han estado ligadas, casi desde la infancia, siempre hemos estado juntos desde que nos conocimos con 13 y 15 años, en la adolescencia, juventud, matrimonio y siempre desde el primer día laboral y profesionalmente, siendo siempre una sola unidad.
Somos uno, hemos crecido, reído, sufrido, tanto en lo personal como en lo profesional… Como dices, siempre juntos; hemos formado una familia única, tanto en lo personal como en lo laboral, nos conocemos también muy bien, que es como tener una doble garantía a la hora de realizar cualquier proyecto.
Personalmente, yo sin Paloma al lado tengo tantas carencias que ni siquiera me atrevería a repasarlas. Hemos hecho lo que queríamos hacer, nos hemos sentido y sentimos realizados, y en este sentido, queremos aprovechar para agradecer a FSC la oportunidad de habernos permitido unir dentro de la entidad nuestro proyecto de vida personal al profesional.
Hemos tenido la suerte de trabajar con diferentes colectivos, de conocer a muchas personas, y de diferentes escalas sociales, conocer diferentes mentalidades, es decir, hemos disfrutado de un proyecto profesional muy gratificante. También, de cierta aventura, viviendo sin rutina, trabajando con diversas personas… Cada día ha sido un día diferente de trabajo, cada día ha sido estimulante e ilusionante…
- Volviendo a vuestro trabajo actual, ¿qué destacarías sobre la tipología de usuario/a?, es bien diferente a la de usuario/a con el que veníais trabajando anteriormente...
Sí, en el caso de drogodependientes en fase activa, pero todos/as mayores de edad, el discurso puede ser duro, e incluso agresivo, pero entre adultos, normalmente, al final aceptado. En Tercera Edad, nos quedamos con la ternura, la soledad, el cariño, con recuerdos, el pasado, la nostalgia y con muchos momentos…
En el caso de menores, el nivel de exigencia es increíble, llegan con trastornos de conducta y además en la adolescencia. Sin duda, es el trabajo más difícil de todos. Son tan jóvenes que son la viva imagen de la impaciencia y del inconformismo, pero el trabajo con ellos/as es altamente satisfactorio, se les ofrece atención y claridad de planteamientos y rigurosidad en la ejecución de protocolos y conductas, si bien se requiere mucha paciencia.
- ¿Con cuántos menores contáis en el centro y de qué procedencia?
En estos momentos, oscilamos entre 22 y 24 usuarios/as. Casi el 50% son árabes y otro 50% son autóctonos.
- ¿Qué destacaríais además de este servicio?
La convivencia entre dos culturas con hábitos distintos, la alimentación diferente, costumbres diversas, edades diferentes, barrera de idiomas, formación distinta, expectativas distintas, con solo una cosa en común: la pregunta de “¿cuándo me voy de aquí?, que esto es muy riguroso”, por sus distintos motivos. Es como meter en una jaula a un pajarillo libre sin ataduras hasta enseñarle que existen límites, normas de convivencia, horarios, responsabilidades, etc. Algo muy motivador.
- Siguiendo con el servicio, ¿qué novedades se han aportado durante el último año?
Destacaríamos por su importancia que, tras una labor de cercanía con el Ayuntamiento de Ateca, nos ceden el polideportivo, estamos intentando crear un equipo de fútbol sala; además, nos han cedido una parcela para cultivar un huerto, de donde ya el año pasado conseguimos cosechar nuestros primeros productos, que pretendemos mejorar este año.
También, para nosotros/as supone un reto mejorar la formación, este año vamos a comenzar con jardinería y estamos ya viendo algo de mecánica.
También consideramos fundamental reforzar las relaciones de los/as menores con los vecinos/as del pueblo, colaborar en ciertos aspectos (limpieza del cauce del río, etc.).
- ¿Y qué retos os marcáis en el centro para el futuro?
Como reto fundamental, nos marcamos estabilizar al equipo, a base de formación, que para eso tenemos al mejor director técnico, Daniel Urbina, con gran experiencia, integrado perfectamente en la fundación y con muchas ganas de trabajar. Pretendemos acompañar a todos y a cada uno de nuestros compañeros/as en el crecimiento y desarrollo diario de sus funciones profesionales.
- Por último, para finalizar esta entrevista de una forma más personal, en base a vuestro trabajo durante todos estos años en FSC, ¿queréis aprovechar para comentar algo más?
Sí, expresar lo orgullosos que nos sentimos por el trabajo realizado a lo largo de los años en una entidad y con unos colectivos que nos han permitido realizar un proyecto profesional y personal, al hilo de lo comentado, con la sensación del deber cumplido.
- Eso es maravilloso.
No podíamos aspirar a más, todo ello ha supuesto/supone un enorme privilegio, y también, queremos dar las gracias por el reconocimiento y apoyo a nuestro trabajo por parte de FSC. En primer lugar, a nuestros amigos/as directivos de la entidad, especialmente a Manel Alcaide, gerente de la Fundación Salud y Comunidad. Igualmente, a los compañeros/as de la entidad y a los organismos oficiales de las distintas comunidades autónomas en las que hemos trabajado: Agencia Antidroga de Madrid, Servicios Sociales de Valencia, ICAAS en Cataluña y en estos momentos, al IAAS de Aragón.
A todos/as, gracias.
Jóvenes Agentes de Prevención de Violencias Machistas: nueva iniciativa del Observatorio Noctámbul@s de FSC
El Observatorio Noctámbul@s de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha puesto en marcha una formación dirigida a favorecer el empoderamiento de los y las jóvenes para que sean agentes de cambio en su localidad y, a partir de un marco teórico con perspectiva de género, puedan desarrollar actividades de prevención de violencias machistas entre iguales en sus municipios. El proyecto se está desarrollando actualmente en Cataluña.
Concretamente, este proyecto se ha iniciado en las poblaciones de Viladecans y Vilanova i la Geltrú, en la provincia de Barcelona, y Juneda, en la provincia de Lérida, con la mirada puesta en ir ampliándolo a otras poblaciones.
Las personas destinatarias de la formación son jóvenes de entre 16 y 25 años que quieran formarse como agentes de prevención para llevar a cabo una acción preventiva, como parte de la misma.
El proyecto basa sus acciones en una metodología participativa desde la perspectiva del aprendizaje entre iguales (peer to peer), con la finalidad de generar un espacio de confianza, reflexión, aprendizaje y construcción de estrategias comunitarias para la sensibilización y prevención.
Según se señala desde el mismo, en este proyecto “queremos apostar por una sociedad libre de violencias donde nuestras identidades y nuestras relaciones no estén marcadas por prejuicios y estereotipos. Para combatir las violencias machistas y promover conductas igualitarias, es necesario sensibilizar y dotarnos de herramientas de transformación social. Y la educación es la herramienta transformadora más potente y a largo plazo que existe”.
Las sesiones de formación se han empezado a desarrollar a través de dinámicas vivenciales, “generando así un espacio de revisión sobre cómo miramos y entendemos el mundo, una revisión constante de nuestra identidad, de cómo nos posicionamos y habitamos el mundo y de cómo todo ello afecta a nuestras relaciones, nuestras creencias y a todo aquello considerado normal porque siempre se ha hecho así, o porque está tan normalizado que no se cuestiona”.
Cabe señalar también que, durante el proceso de formación, se acompaña además al grupo para diseñar y desarrollar una acción de prevención de las violencias o de promoción de la igualdad de género surgida de las iniciativas del grupo participante, ofreciendo los recursos teóricos y las competencias básicas que les permitan llevarla a cabo.
El proyecto, además de ofrecer formación a jóvenes que quieran formarse como agentes de prevención desde una perspectiva de género para desarrollar actividades de prevención de violencias machistas entre iguales en sus municipios, tiene como objetivo promover la consolidación del grupo participante, facilitando la continuidad de acciones en esta misma línea a nivel de su propia localidad.
Hora de decir adiós o hasta pronto… en el proyecto Street Support
En 2016, iniciamos nuestra labor en este proyecto en la Fundación Salud y Comunidad (FSC), con el objetivo de apoyar a las entidades que gestionan servicios, a las personas encargadas de formular políticas y a los educadores/as de adultos, en el desarrollo y la implementación de intervenciones inclusivas, dirigidas a las personas que viven en la calle y/o que consumen sustancias en el espacio público. Tres años después, lamentablemente, ha llegado el momento de decir adiós. O al menos, hasta pronto.
Aunque formalmente todas las actividades ya han finalizado, hay muchas maneras en las que el proyecto Street Support continúa queriendo inspirar y apoyar a las personas más afectadas por las leyes y medidas contra la pernocta en la calle, la mendicidad o algunas formas de las llamadas “molestias públicas”. Lo mismo sigue ocurriendo ahora que en 2016: desplazar, sancionar, reprimir o arrestar a las personas que usan drogas y/o no tienen hogar, no ha resuelto sus problemas.
En esta noticia final de proyecto, nos gustaría compartir algunas de las formas con las que los gobiernos locales y nacionales, los educadores/as de adultos y profesionales sociales y de la salud pueden beneficiarse del trabajo desarrollado por el proyecto Street Support, compartiendo nuestro nuevo Centro de recursos y repasando estos tres años de trabajo, a través de las publicaciones, herramientas y métodos que hemos lanzado.
No obstante, todos los socios del proyecto continuarán trabajando arduamente, defendiendo e implementando programas inclusivos que regresen a las personas sin hogar y/o que consumen drogas al punto de mira de las intervenciones sociales y políticas.
Centro de recursos
Uno de los objetivos principales del proyecto Street Support es apoyar a las personas responsables de la formulación de políticas, proveedores de servicios y de formación para adultos con herramientas y recursos para el desarrollo de intervenciones inclusivas, dirigidas a las personas que usan drogas y/o alcohol en el espacio público, y a las personas en situación de sin hogar.
Es por ello que hemos considerado de crucial importancia archivar y hacer accesible todo el conocimiento generado durante el proyecto. En este sentido, en nuestro Centro de recursos en línea, podéis encontrar información sobre el proyecto en sí, y también acceder a una gran variedad de publicaciones, materiales y herramientas listas para su uso e implementación.
Publicaciones del proyecto
- Informe de evaluación europeo:
La Evaluación Europea ofrece una visión general de las medidas existentes para reducir y prevenir las “molestias públicas” relacionadas con el alcohol y las drogas. Para ello, combinamos una revisión cualitativa de literatura científica con una consulta a expertos/as, a la que contribuyeron todos los socios del proyecto.
Con este documento, nuestro objetivo fue investigar y llamar la atención sobre las formas en las que el espacio público está perdiendo “publicidad”, y los efectos que ello ha tenido en las personas que viven en la calle y otras comunidades marginadas y desatendidas.
- Informes Nacionales y europeo:
Cada organización asociada compiló un informe nacional con información relevante sobre la situación de falta de vivienda, el consumo de alcohol y drogas en sus respectivos países. Complementando esta visión general, estos informes investigan las intervenciones actuales a nivel estatal enfocándose en “las molestias” relacionadas con el alcohol y las drogas.
El Informe Europeo, por otro lado, proporciona una revisión crítica de las políticas sociales europeas y los mecanismos de políticas que son relevantes para las “molestias públicas” relacionadas con el alcohol y las drogas, las personas en situación de sin hogar y la inclusión, así como la Estrategia europea sobre drogas.
- Colección de Buenas Prácticas:
La Colección de Buenas Prácticas del proyecto Street Support hace una contribución sustancial para mejorar la provisión actual de servicios para las personas sin hogar que usan drogas y/o alcohol en espacios públicos. Los ejemplos de buenas prácticas apuntan a inspirar a profesionales y formuladores de políticas, ofreciendo ejemplos concretos que promuevan la inclusión social.
- Intervenciones piloto locales:
Las intervenciones piloto locales se implementaron en 4 ciudades europeas: Berlín, Brno, Cork y Castellón de la Plana, y respondieron a su contexto y necesidades específicas. El elemento vinculante entre las intervenciones fue la inclusión social, por un lado, y la prevención de “molestias públicas”, por el otro.
- Caja de herramientas:
Este documento proporciona herramientas y orientación para desarrollar e implementar intervenciones participativas e inclusivas, dirigidas a las personas que consumen alcohol y/o drogas en el espacio público.
Estas intervenciones tienen como objetivo mejorar la situación general de salud y social de la población diana, proporcionar oportunidades de integración laboral, de aprendizaje para adultos, y contribuir al mismo tiempo a la inclusión social de las personas excluidas socialmente y a la reducción de “las molestias” relacionadas con el alcohol y las drogas en el espacio público.