El Centro de Atención Especializada de Menores de Cayón pone en marcha un programa de intervención grupal sobre consumo y dependencia de drogas

Este servicio de la Dirección General de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con la Asociación Lagunduz, está llevando a cabo desde el pasado mes de diciembre, un programa de terapia grupal. Este programa ha sido desarrollado por el equipo clínico del centro, con la idea de complementar la intervención que ya se estaba realizando en este sentido y poder ofrecer, de esta manera, un enfoque más interdisciplinar.

El programa está dirigido a los/as menores residentes en el centro, con una edad de 13 o más años, excluyéndose los/as que aún no cuentan con esta edad, ante la posibilidad de que el hecho de compartir experiencias y conocimientos con compañeros/as más mayores, pudiera resultar más perjudicial que beneficioso, debido a un “efecto de modelado”. Además, los/as menores participantes deberán haber superado la fase inicial del proceso educativo (fase de “Integración”) en el servicio, incorporándose al grupo una vez hayan alcanzado la fase de “Autonomía”.

La adolescencia es una etapa crítica en el inicio del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas y, por tanto, también para prevenir su abuso y dependencia, cuando ya se ha iniciado este consumo. A los cambios biológicos y psicológicos propios de esta etapa se unen una serie de factores sociales y económicos que favorecen el consumo de drogas en unas edades cada vez más precoces. Según la evidencia científica, los/as adolescentes tienen el primer contacto con el alcohol y el tabaco a una edad promedio que ronda los 13 años, iniciándose en el consumo habitual de estas sustancias entre los 14 y 15 años.

En este sentido, debido a este consumo de alcohol y tabaco a edades muy tempranas, y teniendo en cuenta además que el consumo habitual de estas sustancias es considerable, se incrementa la probabilidad de tener problemas con estas drogas en el futuro y de pasar a consumir cannabis y otras drogas ilegales.

Por todo ello, se ha considerado necesario realizar un trabajo específico en el Centro de Atención Especializada de Menores de Cayón, por lo que durante los próximos meses se impartirá este programa de intervención grupal.

En relación con la periodicidad de este programa, cabe señalar que el taller se impartirá cada miércoles por la tarde, a dos grupos diferentes, en semanas alternas. Estos grupos se han dividido en base a una serie de criterios en función del perfil de cada menor predominando, en líneas generales, un grupo con “perfil alto consumidor” y otro de “bajo consumo/probable no consumo”, con el objetivo de realizar una intervención más adecuada e individualizada.

En cuanto a la metodología de trabajo, se contempla una división de los contenidos en 12 sesiones, tanto de carácter teórico como práctico. En este sentido, se están impartiendo sesiones para informar sobre las diferentes sustancias, su composición, efectos principales y secundarios, riesgos, mitos y creencias sobre las drogas, etc. Y, por otra parte, se contemplan sesiones prácticas, a través de diversas técnicas (“juegos de roles” o interpretación de papeles, “lluvia de ideas”, vídeos, debates, cuestionarios, autorregistros, etc.).

En estas sesiones, que comenzaron el pasado mes de diciembre en el servicio con buena participación, se forma a los/as menores en habilidades sociales, técnicas de resolución de conflictos y solución de problemas, reestructuración de distorsiones cognitivas y creencias irracionales, prevención en recaídas, entre otros aspectos.

Una vez finalizadas las sesiones del programa, se prestará una orientación y un apoyo individualizado a cada menor, con el objetivo de proporcionarle el soporte necesario para continuar esta línea de trabajo, tras la finalización de las sesiones.

Por último, a nivel evaluativo, se han realizado reuniones de presentación del programa, planificación de las sesiones y evaluación. Con este fin, se han desarrollado cuestionarios de actitudes y conocimientos sobre drogas dirigidos a los/as participantes del programa con la idea, por una parte, de ajustar la intervención al perfil de cada grupo, y por otra, de poder comparar las puntuaciones antes y después de la aplicación del programa para determinar si han ocurrido cambios en este sentido. Además, a nivel de técnicas metodológicas, se recurrirá a la observación y a una recogida cualitativa de opiniones de los/as menores, tras su participación en este programa.


Generando sinergias para visibilizar y reforzar los Centros de Día como recurso clave en el tratamiento de las adicciones

La Fundación Salud y Comunidad (FSC) forma parte desde el año 2016 de la junta directiva de ASECEDI (Asociación Estatal de Centros de Día de Adicciones), y desde 2019 como tesorera de la misma. Recientemente, representantes de esta junta directiva, entre ellos nuestro compañero Manu Izquierdo, del Área de Inserción Social, Reducción de Daños en Drogodependencias y VIH-SIDA de FSC, se han desplazado a la sede de la Coordinadora de Comunidades Terapéuticas, Pisos de Reinserción y Centros de Día de Cataluña, de la que FSC también forma parte, para seguir impulsando estrategias de trabajo conjuntas en el ámbito de las adicciones.

 En esta ocasión, y siguiendo una de las líneas estratégicas de ASECEDI, de la que la Fundación Salud y Comunidad es cofundadora, el encuentro se planteó para tratar de generar una estrategia entre ambas plataformas, con la misión de visibilizar y reforzar los Centros de Día como recurso clave en el tratamiento de las adicciones.

“Dada la buena relación y el contacto directo que tenemos en nuestra entidad con la Coordinadora de Comunidades Terapéuticas, Pisos de Reinserción y Centros de Día de Cataluña, de la que FSC también forma parte, propiciamos una sesión de trabajo para analizar y plantear opciones de futuro en los Centros de Día”, afirma nuestro compañero Manu Izquierdo.

Según señala además, el encuentro fue “muy fructífero y a partir del mismo, con vistas al futuro, emergerán colaboraciones muy positivas, tratando de dar respuesta a los retos que la intervención profesional diaria plantea. Para ello, es fundamental poner en valor las características propias y diferenciales de los Centros de Día como recurso, constituyendo una red de trabajo que permita afianzar y mejorar la oferta asistencial de los mismos”.

ASECEDI es una asociación estatal, presente en 9 comunidades autónomas y está integrada actualmente por una veintena de centros de día, gestionados 22 entidades del todo el territorio, entre ellas la Fundación Salud y Comunidad. La entidad cuenta con el apoyo de diversos organismos, como el caso del Plan Nacional sobre Drogas y del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

A lo largo de sus más de 15 años de existencia, ASECEDI ha impulsado diferentes ejes de trabajo; en concreto: un referencial de calidad compartido por sus socios; la perspectiva de género a través de una mirada desde las nuevas masculinidades; la prevención y tratamiento del VIH/SIDA y la inserción laboral como línea de trabajo desde los Centros de Día como instrumento de inclusión.

Esperamos que el recorrido conjunto de colaboración que ahora se inicia, tras el encuentro celebrado entre estas dos entidades con gran experiencia en el ámbito de las adicciones, vaya dando con el tiempo grandes frutos y desde esta mirada cómplice de FSC, os lo podamos seguir contando.


El voluntariado del Centro de Día “La Crisàlide” se enfrenta con éxito a un gran reto: realizar una placa de madera para el SAP con el logotipo de FSC

El voluntariado del Centro de Día de Reinserción “La Crisàlide”, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), no deja de sorprendernos con nuevos retos a los que se enfrentan las personas que han realizado un proceso de deshabituación a las drogas en este servicio, complementando el tratamiento ambulatorio con la realización de actividades manuales, y que actualmente son voluntarios/as del mismo.

En esta ocasión, a petición de Laura Sangüesa, directora del SAP (Servicio de Atención Psicológica) de FSC, han realizado una placa de madera para presidir la entrada del nuevo local que el servició estrenó a finales de 2019 en la calle Breda, 6, de Barcelona.

“Ella nos confió este proyecto, insistiendo en la realización de esta placa para que todas las personas que pasaran por el lugar, pudieran apreciar el resultado de este trabajo manual, de tamaño considerable, llevado a cabo por tres voluntarios del Centro de Día La Crisàlide”, nos explica Sandra Gasca, coordinadora de este servicio.

El trabajo se ha realizado íntegramente con herramientas manuales en aproximadamente dos meses y medio, gracias a la labor de estas tres personas voluntarias del centro, Faby, Rafa y Fernando. “El trabajo ha finalizado con la colocación de la placa en el propio SAP a mediados de este mes de enero y el resultado no ha defraudado”, señala Sandra Gasca.

Ante la propuesta de llevar a cabo este reto, los tres voluntarios del servicio, todos ellos exusuarios del recurso, no lo dudaron ni por un momento, aunque no se habían realizado trabajos de estas dimensiones ni de estas características con anterioridad en el servicio. Siempre es interesante “afrontar nuevos retos y que vean que pueden resolverlos con solvencia y con unos resultados a nivel de lo esperado por los demás, pero sobre todo por ellos/as mismos”, afirma la coordinadora del centro.

Volviendo al proceso de realización de esta tarea, una vez determinado el tamaño que debía tener la placa y la madera que se iba a utilizar, se procedió al reparto de funciones a partir de las habilidades de cada participante, de forma que cada voluntario pudiera desarrollar una parte de la tarea, desde dibujar el logotipo y las letras, serrarlo y pulirlo, pegarlo y pintarlo con los colores corporativos de la fundación, prepararlo para su colocación y finalmente, colgarlo en la pared de entrada del SAP.

El equipo terapéutico del Centro de Día de Reinserción “La Crisàlide” ha coordinado la actividad, si bien la realización ha sido llevada a cabo íntegramente por las tres personas que asumieron el reto y se vieron capaces de llevarlo a cabo con determinación. Ha sido verdaderamente ilusionante vivir de primera mano la capacidad de autoorganización, el compromiso con el que se han implicado en este gran reto y la autoexigencia que ha marcado este trabajo desde el primer momento, para que el resultado estuviera más que a la altura, motivo por el cual ha recibido numerosas felicitaciones por parte de profesionales y usuarios/as del SAP.

Un merecido reconocimiento para Faby, Rafa y Fernando que han sabido dar lo mejor de ellos para que el SAP tuviera una placa a la altura del servicio. Especialmente, les ha hecho ilusión que su tarea haya sido también muy valorada por las personas usuarias del Centro de Día “La Crisàlide”, que han sido cómplices en todo momento de este proyecto, apreciando cómo iba avanzando en su forma día tras día.

Una vez más, los voluntarios/as de “La Crisàlide” se siguen superando, asumiendo grandes retos en sus actividades y haciendo honor, eso sí con merecida nota, al trabajo terapéutico que han realizado tiempo atrás en este mismo servicio.


"Gracias al equipo de profesionales de la Residencia de Personas con Diversidad Funcional Relleu he logrado tener una vida más ordenada"

Sonia Puig Verdú tiene, según nos dice, casi 42 años, aunque en su vida imaginaria unos 55, y es usuaria desde hace 15 meses de este servicio de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), centro en el que trabaja además dos horas a la semana en el servicio de lavandería. Tanto el equipo profesional como ella misma, y sus compañeros/as, la definen como una persona independiente, luchadora, pero eso sí… peculiar, con mucha imaginación, algo que descubriréis a lo largo de esta entrevista. 

- ¿Cómo es tu día a día en el centro?

Es bastante más ordenado que 15 meses atrás. Me levanto, hago mis tareas y bajo a la lavandería, acompañada por mi “prima invisible” Noelia, uno de los miembros de mi extensa “familia invisible”.

- ¿Y esto de tener una “familia invisible” es de ahora o de tiempo atrás?

Viene de siempre, desde pequeña, porque tengo mucha imaginación y me parece una forma de salir de la rutina de la vida cotidiana. De hecho, tengo 7 “hijas invisibles”, pero en la vida real, que distingo claramente de la imaginaria, no he querido ser madre.

- Llama la atención este mundo imaginario con el que convives…

Sí, y además me gusta escribir y participo en la revista del centro hablando de ellos/as. En el último número, he querido escribir sobre el nacimiento de mi hija Edurne que ha cumplido 24 años ya.

- Si a ti te es útil y te aporta para vivir una vida mejor…

Sí, este mundo imaginario viene a dar respuesta a una especie de rebeldía frente al mundo actual, en mi propio mundo rigen las normas que yo quiero, tiene un sistema de gobierno propio, con una presidenta y unos reyes invisibles, es un mundo imaginario al que no pienso renunciar.

- ¿Por qué?

Porque de esta forma, no me aburro... Este mundo irreal me ha acompañado toda la vida y mi familia, como todas las familias en la vida real, va variando y entran nuevos personajes. Y sí, me permite darle más sentido a mi vida.

- ¿Y cómo ha transcurrido tu vida real?

Mi vida cambió hace 25 años con el fallecimiento de mi madre, mi padre entonces rehízo su vida con otra mujer.

Por otra parte, estuve viviendo un tiempo en Ecuador, y al llegar a España, la trabajadora social de los servicios sociales del Ayuntamiento de Alicante, Carmen, a la que siempre querré por todo lo que ha hecho por mí – a Marisa, la directora del servicio, también la quiero mucho – hizo una serie de gestiones, gracias a las que hoy estoy aquí y tengo una vida más estable, pues antes vivía en un albergue e iba a los comedores sociales.

- Entonces podemos decir que tu vida ha mejorado en este centro.

Sí, ha sido un cambio de vida para bien. Estoy muy contenta, mucho más centrada con un trabajo, me he vuelto más sensata, diferente a la persona que entró aquí. Puedo decir que, gracias al equipo de profesionales del servicio, he logrado tener una vida más ordenada.

- Veo que recurres mucho en tus palabras a la idea de orden.

Sí, siento que he avanzado mucho, ahora soy más trabajadora y colaborativa, antes me sentía deprimida porque tenía una vida muy caótica y una situación vital muy precaria. El cambio ha venido al salir de todo esto.

- Y ahora que tu vida ha cambiado para mejor, ¿qué es lo que más te gusta de este servicio en el que resides?

Me gustan las instalaciones, el hecho de llevar una vida ordenada, por ejemplo, con las comidas, yo apenas sé cocinar, o con la estabilidad que ofrece tener un trabajo del que ahora dispongo.

También, del servicio me gusta el equipo de profesionales, estoy encantada con el personal, son personas entrañables.

- ¿Y cómo es la relación con tus compañeros/as?

Es un trato muy cordial y educado, con algunos me llevo mejor que otros porque tengo un temperamento fuerte, pero como en la vida misma, tengo ratos mejores y peores, si bien en general puedo decir que me he adaptado a esta convivencia en el centro.

- Siguiendo con los servicios que te ofrece, ¿en qué actividades participas?

Participo en las actividades normales, de limpieza, plancha… También he estado colaborando en un coro, pero ya no participo en él por una serie de circunstancias que se dieron.

– ¿Y qué es lo que más te gusta hacer ahora en tu tiempo libre?

Pues ahora, que he ganado en paz y en tranquilidad, aprovecho para leer poesía y libros como “La ciudad de la alegría” de Dominique Lapierre que me aportan mucho.

- Este libro es un canto a la esperanza y al amor dentro del sufrimiento y la miseria…

Sí, y yo he sido una persona muy de superarme a mí misma, muy luchadora…

– Que es lo que te ha llevado hasta aquí…

Sí, fui yo la que tomé la decisión de hacer un cambio de vida, gracias a esta persona de carne y hueso, Carmen. Y, como te decía, estoy muy contenta de vivir en la Residencia de Personas con Diversidad Funcional Relleu.

- Además, sé que incluso haces algo de actividad física…

Sí, practico senderismo, me siento más vital, aunque a veces voy a regañadientes, pero esta actividad, y la comida más saludable en general, me ha permitido perder ya 20 kilos.

 – ¿Alguna cuestión más a destacar?

Sí, que tú has empezado a formar parte hoy de mi familia imaginaria.

Pues me encanta y espero que me des un buen personaje.

Seguro. Me ha gustado mucho hablar contigo.

Gracias Sonia.


La Residencia y Centro de Día de Gavá participa en un proyecto para combatir la soledad no deseada en las personas mayores

El servicio de la Generalitat de Cataluña, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), colabora en este proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Gavá para combatir la soledad no deseada en las personas mayores, a través de un servicio de voluntariado. La iniciativa se ha presentado en la II Jornada G3 “La soledad en las personas mayores”, organizada por el “Fòrum G3 Tercera Edad Gavà” y el ayuntamiento de la localidad y se desarrollará durante este año 2020.

 La presentación del proyecto de voluntariado ha tenido lugar durante el transcurso de la II Jornada G3, celebrada en el recinto de las Minas Arqueológicas de Gavá y ha reunido a un centenar de personas mayores, agentes sociales, representantes de administraciones públicas, profesionales y personas interesadas en el ámbito del envejecimiento.

El acto ha sido promovido desde el Ayuntamiento de Gavá con el apoyo de los miembros del “Fórum por un envejecimiento Activo” de la localidad, del que forman parte dos profesionales de la Residencia y Centro de Día de Gavá.

Siguiendo con el encuentro, durante el mismo se ha abordado la soledad desde todos los ámbitos y perspectivas, así como los efectos que provoca en la salud de las personas mayores, y los recursos necesarios para abordar una realidad que, según datos de la Diputación de Barcelona, ​​afecta a uno de cada cinco mayores de 65 años de Gavá.

El proyecto, denominado “Compromiso con las personas mayores en situación de soledad de Gavá”, ha sido impulsado por la Comisión de Voluntariado del “Fòrum G3 Tercera Edad Gavà”, en el que han trabajado y del que forma parte activa el equipo de profesionales de Residencia y Centro de Día de Gavá.

En este sentido, cabe hacer un inciso para señalar que, en el pasado “Fòrum G3” participaron la directora técnica de este servicio, Isabel Gavilán, que presentó el informe de la Comisión del Voluntariado por la Soledad y la trabajadora social Carola Gasol, que aportó las conclusiones de las mesas de trabajo.

Este proyecto presentado permitirá establecer un servicio de voluntariado de compañía e inclusión en la vida activa de Gavá para las personas mayores en situación de soledad no deseada, mediante un servicio de acompañamiento a través de los servicios sociales, servicios sanitarios, etc.

Complementariamente, incluirá la participación de la ciudadanía a través del Punto de Voluntariado de Gavá, servicio municipal destinado a la captación de personas voluntarias.

La tarea de este voluntariado tiene como finalidad tratar de compensar la soledad no deseada entre las personas mayores que así lo soliciten y para ello, recibirán una formación específica, a través de la colaboración de una entidad privada que se ocupará de la gestión del servicio.

Durante el transcurso de la jornada, en la que se ha dado a conocer este proyecto, se ha contado con la participación de tres expertos/as que han realizado ponencias relacionadas con la temática de la soledad y que han aportado su visión profesional. La primera, titulada “El reto de la soledad desde una mirada interdisciplinar”, a cargo de Javier Yanguas, Doctor en psicología biológica, director del Área de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Sección Europea de la Asociación internacional de Geriatría y Gerontología y director científico del Programa de Mayores de la Obra Social “la Caixa”.

La segunda ponencia, titulada “La soledad como fenómeno complejo. Ideas para la intervención”, realizada por Elisa Sala, coordinadora del Observatorio de la Soledad de las Personas Mayores, interviniendo en tercer lugar Josep Moya, Doctor en medicina, psiquiatra y miembro del servicio especializado de atención a las personas mayores de Gavá, que presentó la ponencia “La soledad en las personas mayores: ¿una fuente de sufrimiento emocional?”.

Por último, cabe destacar que durante este año 2020, la Residencia y Centro de Día de Gavá continuará aportando su bagaje profesional en las sesiones de trabajo del “Fòrum G3 Tercera Edad Gavà”, cumpliendo con este 3 años desde que trabaja para fomentar un espacio de participación ciudadana y diálogo para abordar actuaciones que fomenten el envejecimiento activo entre las personas mayores.


“Hemos logrado incentivar una buena comunicación entre los usuarios/as en las actividades navideñas programadas”

Con motivo de las fiestas navideñas, hemos entrevistado a Rocío Castillo, trabajadora auxiliar de las Viviendas especializadas para adultos tutelados en La Rioja gestionadas por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), que nos ha explicado las actividades que se han realizado durante estas fechas, contando para ello con gran implicación de los usuarios/as. Las viviendas en las que residen están destinadas a la atención integral de personas mayores de edad diagnosticadas de una patología mental e incursas en un procedimiento judicial de modificación de la capacidad, cuya guarda se haya encomendada por los Tribunales a la Fundación Tutelar de La Rioja.

- Rocío, ¿qué destacarías de las actividades que habéis organizado con motivo de la Navidad y de la participación de los usuarios/as en ellas?

Hemos realizado dos actividades: una de manualidades, en la que decoramos la vivienda con decoración típica navideña: espumillones, dibujos con motivo de la Navidad que coloreamos entre todos/as, pompones (bolitas de lana) hechas por nosotros/as, etc. En esta primera actividad incluimos una charla informal sobre la Navidad, y también realizamos una segunda actividad que consistió en una salida saludable y comunitaria: visitar el Belén del Ayuntamiento de Logroño.

En cuanto a la participación, fue alta y se implicaron mucho en ello, resultando experiencias muy positivas, por todo lo que les aportaron, según percibí, destacando la ilusión que le pusieron a ambas. En la decoración del piso participaron 7 personas y en la visita del Belén 10.

- Centrándonos en la primera actividad, ¿qué valores y conductas educativas os propusisteis trabajar, de acuerdo con los objetivos establecidos en la misma? 

El objetivo principal era participar de los preparativos de la Navidad decorando el piso con objetos navideños. La decoración ayuda a sentir más cerca la Navidad y a vivir estas fechas con ilusión, y con esta idea nos pusimos a trabajar en fechas previas.

A través de esta actividad, trabajamos valores como el compañerismo, la organización, la paciencia y conductas educativas como respetar el turno de palabra, la escucha activa, también trabajamos aspectos relacionados con la memoria y el recuerdo.

En este sentido, realizamos una charla informal sobre la Navidad, que les permitió recordar cómo celebraban la Navidad con sus familias, que era lo que más les gustaba, qué rituales familiares compartían… en la que tuvo un papel importante la comunicación entre ellos/as, mostrándose abiertos y receptivos.

- ¿Y qué te comentaron?

Durante la charla, un usuario, Patxi, nos explicó lo bonito y enorme que es el Belén que ponen en Vitoria y lo que le había gustado visitarlo; otra usuaria, Aida, nos enseñó fotos y nos dijo que no le gustaba la Navidad porque faltaba su madre, pero aun así quiso expresar este sentir con el grupo y se animó a participar en la actividad. Otro usuario, Jesús, nos habló de cómo había disfrutado de la Navidad en su pueblo, Ábalos en La Rioja, compartiendo detalles significativos para él.

Se creó un ambiente muy bonito, algunos/as animaron al grupo a comentar recuerdos, otros/as enseñaron fotos de cuando eran pequeños/as y compartieron pequeñas anécdotas… fue una lluvia de recuerdos que animó mucho la actividad de decoración, contagiándose el grupo de alegría por las vivencias de recuerdos positivos que habían vivido junto a sus familias.

¿Y cómo viviste tú esta actividad en la que tuvo esta importancia la comunicación?

Para mí fue una sorpresa, y creo que también para ellos/as, ver cómo se iban animando a participar y lo amena que se iba haciendo, gracias a este intercambio de anécdotas, vivencias…yendo más allá de la actividad de decoración.

Por otra parte, no había tratado con personas mayores de edad diagnosticadas de una patología mental hasta llegar a este trabajo, en el que llevo dos meses que para mí han sido muy intensos, y te puedo decir que a nivel personal estoy aprendiendo mucho de ellos/as por todo lo que me cuentan y aportan, ya que son mayores que yo y llevan más vivido.

El trato directo con ellos/as también permite desmontar mitos por el rechazo social que, desgraciadamente, todavía tiene este colectivo; por ejemplo, en el caso de las personas con esquizofrenia, si bien mi experiencia es que los usuarios/as de esta vivienda son muy respetuosos/as y me siento plenamente tranquila con ellos/as por el clima de confianza que se ha logrado.

- En cuanto a la segunda actividad que nos adelantabas, ¿qué destacarías? 

Especialmente, la peculiaridad del Belén del Ayuntamiento de Logroño, ya que está diseñado a tamaño “casi real” y con maquetas de edificios emblemáticos de la ciudad (Concatedral La Redonda, Iglesia de San Bernabé, Las rocas de Quel, el Castillo de Clavijo...).

En este caso, la participación también fue muy buena, mostrando gran interés.  Dimos un paseo observando cada una de las maquetas y preguntábamos si conocían la escena o el lugar y que opinión tenían sobre ellas. Hablaron en general de los belenes que conocían y que eran peculiares en su presentación, como el de San Sebastián o el Belén eléctrico de la localidad riojana de Sorzano…

Además, hicimos un pequeño juego tratando de enumerar las distintas figuras, al tiempo que ellos/as iban dando su opinión, contaban aspectos personales, compartían recuerdos o lo que les sugerían las distintas figuras del belén.

 - El objetivo de esta segunda actividad parece que también estuvo en la línea de la anterior, tratando de incentivar un espacio complementario de comunicación.

Sí, así fue. El objetivo era ver el Belén en grupo, compartiendo anécdotas y detalles entre ellos/as y también estuvieron muy participativos. Se trataba de crear un espacio de convivencia entre los compañeros/as del piso, vivir la Navidad y construir recuerdos conjuntos, trabajando valores como la colaboración o el respeto.

Nos impresionó la memoria de algunos usuarios como es el caso de Jesús, haciendo la comparativa con el belén que pusieron el año pasado, si había habido cambios, por ejemplo, en detalles como las figuras de los animales, si había estos u otros animales. Otros/as dijeron que ya conocían este belén pero que volvían a descubrir cosas nuevas, etc. 

- A modo de balance de estas actividades, ¿qué nos dirías?

Destacaría la utilidad que ha tenido para ellos/as por los valores y conductas educativas que se han trabajado y los resultados obtenidos; también el comportamiento que han tenido durante el desarrollo de las mismas y la buena valoración que hicieron de las mismas, salieron muy contentos/as.

En la línea de lo comentado, en estas actividades, hemos tratado de incentivar la comunicación entre los usuarios/as a través de valores como el respeto mutuo, la cooperación y el compañerismo, con lo que siempre se consigue estrechar lazos entre ellos/as. En este sentido, nuestra valoración no puede ser mejor.


Experiencia desde las terapias artísticas en la Comunidad Terapéutica de FSC “Can Coll”: compromiso y gratitud

Teniendo en cuenta los resultados de años anteriores, decidimos repetir esta actividad que realizamos con carácter anual. Esta vez nos enfrentábamos a cambios que modificaban el enfoque. Sabíamos que íbamos a sentir la ausencia de una persona muy importante del equipo de la Comunidad Terapéutica “Can Coll” de la Fundación Salud y Comunidad (FSC): Joana, monitora de cocina y profesional imprescindible en estas experiencias artísticas, a la que quisimos dedicar la presente actividad.

Su marcha era inminente debido a su jubilación. Ella ha sido instigadora y parte activa de estos proyectos desde su inicio, si bien debíamos adaptar la experiencia a un miembro menos. Pero ella, antes de irse, quiso obsequiarnos con lo que, de momento, ha sido su última aportación: nos recordó los conceptos de compromiso y gratitud como ejes centrales de nuestro proyecto. Como siempre, esa es la semilla de la labor que venimos realizando en las terapias artísticas que desarrollamos en este servicio.

Desde el equipo profesional, entendemos el compromiso como uno de los valores que durante 16 años ha transmitido Joana a todos los usuarios/as que han pasado por esta comunidad, así que ofrecimos al grupo actual la posibilidad de crear, a través de esta actividad, una obra nacida del compromiso y también de la gratitud, que representara ambos conceptos con los que poder crecer a nivel grupal.

A partir de estas premisas, cada usuario/a trabajó todo un abanico de habilidades sociales y reflexiones personales que grupalmente dieron lugar a nuestra creación conjunta, un hermoso árbol de luz. Con todos los conflictos, dificultades, y también incorporando la sorpresa y el orgullo que habían surgido durante la creación del “árbol”, iniciamos el trabajo individual, donde cada miembro del grupo exploró en sus propias creaciones sus necesidades de cambios y sus propias transformaciones personales.

La actividad de este año, posiblemente debido a experiencias muy enriquecedoras del equipo profesional de otros años y al trabajo previo con la creación del árbol, derivó en la labor de un grupo muy implicado en realizar esta labor artística, llegando a sorprender en esta ocasión incluso al propio equipo profesional que guiaba al grupo.

Cabe destacar también que, al inicio, el trabajo grupal propuesto, debido a su abstracción, creó algunas resistencias que, a lo largo de los días, no solo disminuyeron, sino que permitieron hacer un trabajo en ese sentido, logrando la implicación de los usuarios/as participantes en la revisión constante y diaria de este trabajo artístico, con sus consiguientes implicaciones terapéuticas.

Desde la comparativa de la obra con los respectivos momentos del proceso vivencial en el que se encontraban los usuarios/as, observamos aspectos como la capacidad de transformación constante, la flexibilidad…  Al tiempo, la obra ocupaba el eje central de la casa en un lugar diferencial. Ello les permitía poder observarla e integrarla en la vida diaria de la comunidad, en este trabajo interior que estaban realizando.

Debido al buen desarrollo del trabajo realizado, el equipo decidió trasladar al grupo la decisión final a la que se debía de llegar con esta creación. Seguidamente, el grupo consensuó desmontar la obra y quemar el material que había representado el reflejo de este trabajo realizado durante un mes, con la creencia de que, rememorando antiguos ritos ancestrales de purificación, podían dar la experiencia por finalizada.

Después de despedir juntos de forma simbólica la experiencia, el grupo tuvo la iniciativa de recoger las cenizas. Con ellas, creó un material con el que enmarcó una fotografía de todos los participantes que se colgó en la casa en la que había tenido lugar esta vivencia.

Para el equipo profesional del servicio, siempre supone toda una experiencia realizar esta actividad, pero en esta ocasión, seguramente debido a cómo surgió la semilla, a su relevancia, a las experiencias pasadas o bien a la singularidad de las personas participantes que han integrado el grupo actual de la actividad, ha sido doblemente gratificante. Algo que queremos compartir y que ha sido la motivación para escribir este artículo.

Con el mismo, además, queremos expresar nuestra gratitud a la Fundación Salud y Comunidad por facilitar esta experiencia y por su confianza en la labor que venimos realizando en este servicio. A los miembros del grupo por ofrecer un aprendizaje inestimable y especialmente, agradecer a la persona que plantó la semilla y que tantos frutos ha repartido a lo largo de su experiencia…

Gracias Joana.


A "mesa puesta" en el Centro de Acogida para Personas Sin Hogar de Alicante

Estas líneas nacen del compromiso adquirido hace más de un año de escribir sobre lo que pudiera parecer obvio y lo que quizás no sea tanto. De hecho, mi compromiso era doble, acercarme a desayunar con el equipo de cocina una vez a la semana y redactar un artículo sobre su trabajo. De recuperar la buena costumbre del almuerzo hago propósito de enmienda para el nuevo año, sobre el compromiso de escribir aprovecho que en estas fiestas me lo han puesto en bandeja para dejarlo saldado.

La mejor definición de “obvio” que conozco es aquella que dice que “obvio no es lo que todo el mundo ve, sino aquello que teníamos justo al lado y no estábamos viendo”. Puestos a decir obviedades, comencemos con una: en el Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar de Alicante, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), tenemos cocina, equipo de cocina, una coordinadora de servicios generales y una auxiliar administrativa que también colabora y, por supuesto, comensales, que desayunan, comen, meriendan y cenan todos los días del año.

No son muchos, hay sin duda en la Fundación Salud y Comunidad centros residenciales mayores que el nuestro. Aquí atendemos a unos cincuenta comensales diarios, algunos con requerimientos de dietas pautadas por el área de enfermería, otros con horarios poco compatibles con los turnos establecidos, todos ellos diversos en sus gustos y apetencias.

Amparo, la coordinadora de servicios generales, me facilitó hace unos días algunas fotos del trabajo de cocina durante las fiestas navideñas. Hay en ese gesto un ayudar a ver lo que de otro modo pasa desapercibido: el privilegio de trabajar a “mesa puesta”, el poder contar, en el proceso de acogida con el alimento bien servido, el garantizar que el sostén de quien se plantea un proceso de inserción no sea solo técnico y emocional sino, también, nutritivo en el más literal de sus sentidos.

La secuencia de fotos habla de pucheros y listas de compra, de tablas de descongelación y fregado de cacharros, de esmero en el conjunto y cariño en los detalles, de tajadas y emplatados, de arte e inspiración, de registros y normativa sanitaria, de saberes y sabores, de menú de fiesta, de sabor a hogar cuando el hogar no ha sido posible y más duele esa ausencia.

En este trabajo de restauración, hay poco dejado al azar. Está, por supuesto, el saber acumulado de años de experiencia y la predisposición, las ganas, la preocupación, y la ilusión por superarse cada año. Está también el rigor en la planificación, la distribución de tareas y coordinación de un equipo que, como todos, tiene también sus dificultades, su historia, sus procesos y sus expectativas. Hablando con profesionales de la hostelería, me comentaban que el trabajo de cocina cada vez tiene menos que ver con los fogones y más con la gestión, me lo creo. Hablando con quienes cocinan a diario, he aprendido que la sede de las emociones anda más cerca del estómago que del músculo cardíaco, me lo creo aún más. Cocinar es pues trabajo y pasión en un contexto, el CAI de Alicante, donde no falta ni de lo uno ni de lo otro.

Hay también aquí, por supuesto, eso es otra obviedad, algunos trapos sucios... Por ello, contamos con un excelente servicio de lavandería interna que, en una especie de ciclo sin fin, se esmera cada día en ponerlos nuevamente a disposición de quien pueda necesitarlos limpios. Es ese otro servicio del centro que suma una profesionalidad entrañable a una atención global, polifacética y compleja.

La cocina, la lavandería, la cotidianidad, el olor a café y pan tostado, a sábanas y ropa limpia… todo ello es, sin duda, parte incuestionable del corazón del CAI... sé que es obvio, pero es justo que también sea contado.


Fidel Romero Salord
Director del Centro de Acogida e Inserción para Personas Sin Hogar de Alicante


Los menores del Centro de Acogimiento Especializado "Valle de Cayón" disfrutan del primer carnaval del año en Europa

Un grupo de residentes del Centro de Atención Especializada de Menores de Cayón (CAEM), servicio de la Dirección General de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con la Asociación Lagunduz, ha acudido recientemente a la Vijarena en Silió (Cantabria), celebración que abre el calendario de los carnavales europeos de 2020. En esta salida de ocio, participaron vistiendo de una manera vistosa y pudieron conocer de primera mano esta fiesta que es puro arte e historia, acompañados por un equipo del servicio.

El primer domingo de enero, como marca la tradición ancestral, la localidad cántabra de Silió celebró la Vijarena, una mascarada de invierno en la que se congregan multitud de personajes que cuentan con su propia identidad y a la que asistió un grupo de menores de este servicio.

La mascarada de este año ha contado con más de 150 participantes, ataviados/as con 90 trajes distintos, muchos de ellos dedicados a la naturaleza. Esta celebración supone un espectáculo único, gracias a la sofisticación de unos disfraces elaborados con materias primas naturales y del entorno.

La salida, organizada desde el servicio, tenía como fin realizar una actividad directamente relacionada con el ocio, la cultura y la naturaleza, y ofrecer a los/as menores modelos que les pudieran servir para organizar su propio tiempo libre de una manera más lúdica.

Esta salida permitió que el grupo de menores pudiera conocer in situ este carnaval de gran trascendencia cultural, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional y en ​proceso de ser declarado bien de Interés Cultural Inmaterial. Se trata de una fiesta primitiva relacionada con el folclore cántabro y de origen pastoril, donde Jano, dios idealizado con dos caras, el bien y el mal, lo viejo y lo nuevo, es el protector de los rebaños.

Además, el grupo de menores del CAEM de Cayón compartió momentos entrañables con el pintor, escultor y diseñador, de estudio y de arte urbano, Okuda San Miguel, uno de los artistas cántabros más prolíficos y reconocidos internacionalmente, lo que permitió a la educadora del servicio que acompañaba a los/as menores, a comentar y darles algunos pequeños apuntes sobre el mundo del arte.

Posteriormente, visitaron el Palacio de los Hornillos, situado en Las Fraguas, muy cerca de Silió, en una extensa finca, de 60 hectáreas, 30 de las cuales están dedicadas a jardines y bosques centenarios dignos de ser visitados, y en esta ocasión una oportunidad única para disfrutar de un ocio en la naturaleza, sin perder de vista el objetivo de la actividad de prevenir hábitos de sedentarismo y de aburrimiento. El Palacio de los Hornillos resultó de gran interés para los/as menores, al tratarse de la localización del rodaje de la película “Los otros”, del director español Alejandro Amenábar.

También, el grupo aprovechó para hacerse unas fotos en la Iglesia de San Jorge, que tiene forma de templo romano y está a pocos metros del Palacio de los Hornillos, declarada Monumento de Interés Histórico Artístico. La atractiva estética de estilo neoclásico, las columnas o las escaleras fueron emplazamientos donde los/as menores se sacaron unas instantáneas, maravillados por la belleza de la arquitectura de esta iglesia.

Sin duda, esta salida supuso toda una vivencia y permitió al grupo de menores del CAEM de Cayón, participar, por un lado, de una actividad dirigida a la consecución de objetivos socio-educativos, orientados a ofrecerles experiencias significativas que les permitieran conocer e interiorizar alternativas y opciones para un ocio saludable y, por otro, a fomentar, a través de la misma, el conocimiento del entorno social y cultural como una forma de hacer un buen uso del tiempo libre.

Como dato curioso, los etnógrafos/as explican la fiesta de la Vijarena como una despedida del año finalizado, con sus sinsabores y sufrimientos, y una bienvenida con fuerza al entrante del que se esperan todo tipo de bendiciones, que es lo que deseamos a este grupo de menores, que se aventuró a participar en esta fiesta que recuerda la importancia del oso en la cultura y la memoria de las montañas cántabras.


Las ópticas Specsavers de Calpe y Jávea donan más de una veintena de gafas a la Fundación Salud y Comunidad

Usuarios de la Fundación Salud y Comunidad se beneficiarán de veinticuatro gafas graduadas gracias a una donación realizada por los establecimientos de Specsavers Ópticas en Calpe y Jávea. La donación tiene como objetivo contribuir a la mejora de la visión de personas con escasos recursos.

El objetivo de esta acción benéfica es mejorar la visión y la calidad de vida de estas personas. Los usuarios de la Fundación pueden visitar las ópticas para realizarse un examen visual completo que determine su graduación que servirá además para prevenir y detectar si hay algún otro problema ocular.  Aquellos usuarios que lo necesiten podrán elegir el modelo de gafas que prefieran de la gama Specsavers, y una vez graduadas y ajustadas serán entregadas de forma gratuita a esta entidad sin ánimo de lucro.

La donación se ha hecho efectiva tras un acuerdo de colaboración entre las ópticas y los Centros de Acogida de Benissa y El Verger, en la provincia de Alicante. Para ello, se celebró una reunión en la óptica de Calpe este mes de diciembre, que contó con la presencia de los representantes de Specsavers Ópticas, Alba Argudo y Claus Weger, y de responsables de la Fundación Salud y Comunidad como Ainhoa Cano, directora de uno de los centros beneficiarios, Toni Gelida, director del Área de Atención a la Dependencia y de Menores, y Carmen Poveda, subdirectora de Área.

El director de Specsavers Ópticas en Calpe y Jávea, Mike Stone, se ha mostrado muy feliz por esta donación de veinticuatro gafas, doce de las cuales irán destinadas a los centros de la Fundación en la Marina Baixa y otras doce a los centros de la Marina Alta. “Estamos muy comprometidos con la causa y queremos apoyar a las personas más desfavorecidas de la zona. Nos alegra poder ayudar para que veinticuatro usuarios de esta fundación mejoren su visión y tengan la oportunidad de avanzar en su educación y estudios”.

Ainhoa Cano y Toni Gelida han declarado estar muy agradecidos “a Specsavers Ópticas por esta colaboración. El interés que han demostrado siempre para colaborar con la Fundación Salud y Comunidad muestra su alto compromiso con las personas que más lo necesitan y a las que atendemos”.