“En el Espai Ariadna hemos realizado un estudio entre usuarias consumidoras de drogas que muestra el descenso del consumo y de la violencia machista desde que ingresan en el servicio”

Berenice Domínguez es Licenciada en Psicología Social y cuenta con un Máster en drogodependencias. Su trabajo en el ámbito de las drogodependencias, al que ha incorporado la perspectiva de género, se remonta a 16 años atrás. En esta entrevista nos presenta los principales resultados y conclusiones de un estudio realizado en el Espai Ariadna, servicio de FSC ubicado en Barcelona en el que trabaja como monitora de fin de semana. Esta investigación, en la que se ha implicado todo el equipo profesional, pretende mejorar la intervención realizada a las mujeres usuarias del servicio.

¿Cuáles han sido vuestras principales motivaciones para querer realizar esta investigación?

A partir de nuestro interés de querer conocer en profundidad los procesos que intervienen en las mujeres usuarias del Espai Ariadna de FSC, nos pareció necesario elaborar e implementar un instrumento que sirviera para evaluar las intervenciones realizadas en el mismo.

Consideramos además que era necesario realizar esta tarea de investigación con la intención de colaborar en el discernimiento y comprensión de la intersección de las problemáticas de la violencia machista y las drogodependencias que presentan estas mujeres, con el objetivo de diseñar modelos de atención e intervención adecuados.

De alguna manera hemos querido visibilizar la necesidad de profundizar en el abordaje de las mujeres que consumen drogas y sufren la violencia machista para cuestionar los modos “normales” e históricos de cómo se ha afrontado y comprendido el fenómeno, y para identificar cómo es que esta comprensión ha colocado a las mujeres en una situación de desventaja y vulnerabilidad social.

Por otra parte, el número de intervenciones que se realizan en estos momentos, dirigidas a personas consumidoras de drogas, son múltiples y diversas. Sin embargo, existen dificultades para incluir a las mujeres y sus especificidades en los programas de abordaje. Un punto muy importante a destacar es cuando este fenómeno problemático va ligado a otro tan complejo como es el de la violencia de género.

Las mujeres que tienen algún problema con las drogodependencias y que además han tenido que enfrentarse a la violencia machista, tienen el derecho -junto con sus hijos e hijas- de acceder a un recurso de acogida que realice una intervención holística que permita una atención integral con perspectiva de género. Por ello, el Espai Ariadna se convierte en una vía privilegiada de acercamiento que aporta una gran cantidad de información. Y, por todo ello, hemos querido realizar esta investigación.

Además, se trata de un estudio en el que se ha implicado todo el equipo profesional del Espai Ariadna.

Así es. Todo el equipo ha colaborado en el diseño de las encuestas, realizando los cuestionarios, pasando los datos al ordenador, acompañándonos mutuamente en las dificultades que ha supuesto realizar este estudio y, sobre todo, acompañando a las mujeres usuarias que en algunas ocasiones lo han necesitado.

¿Durante qué periodo de tiempo habéis realizado la investigación?

La pusimos en marcha en el 2015, en el marco del Espai. Sin embargo, los resultados de este estudio corresponden a la investigación más concreta realizada durante el pasado año 2017.

¿Qué destacarías de la muestra?

La  muestra está integrada por 20 mujeres con una edad media de 43 años. Además, tienen menos de 2 hijos (1.75) y el 50% cuenta con soporte familiar, aunque hay que reconocer que no siempre está presente o es colaborador de bienestar.

Por otro lado, el 45% de las mujeres vienen derivadas por un servicio de atención a las drogodependencias, un 30 % por motivos de violencia de género y el resto de otros servicios. En cuanto a los datos recogidos sobre violencia machista, un dato interesante es que solo el 25% de estas mujeres había recibido atención previa por ello.

¿Cuáles han sido los resultados principales de la investigación?

En primer lugar, se concluye que el 55% de mujeres llega al servicio con un consumo activo previo a su ingreso, es decir lleva menos de 1 semana sin consumir y con un promedio de evolución del consumo de entre 11-15 años.

La sustancias primarias de consumo son en un 60% el alcohol y en un 40% la cocaína. Otro dato que obtuvimos es que el 95% de estas mujeres ya había recibido algún tratamiento anterior para tratar su consumo.

Con respecto al consumo de drogas, esta investigación nos muestra un mayor índice de reconocimiento de esta problemática por parte de las usuarias del servicio y también un aumento en la puesta en funcionamiento de estrategias para que se mantengan abstinentes; es decir, los descensos en el consumo son evidentes durante el tratamiento en el Espai Ariadna. Hasta el momento, según los resultados de este estudio, el 50% de estas mujeres ha logrado la abstinencia necesaria para continuar su proceso durante la segunda fase.

En relación con la situación de violencia de género que han vivido estas mujeres, se concluye que el 90% de ellas la sufren por parte de sus parejas o exparejas y que el 50% de mujeres que ingresan en el Espai Ariadna presenta violencia activa. Esto quiere decir que el último episodio de violencia que han vivido ha sido durante el último mes.

Otro aspecto relevante es que el 15% de estas mujeres ha vivido abusos sexuales en la infancia. Sin embargo, se concluye que la evolución de la violencia en su vida es mayor a 10 años. Cabe destacar que el 50% de estas mujeres ha denunciado la violencia y que solo el 20% ha obtenido una orden de protección.

En cuanto a la atención recibida en el servicio, este estudio muestra claramente un descenso de la violencia machista desde que ingresa una mujer y a lo largo de su estancia en el mismo. Se pone de manifiesto que el servicio cumple con el objetivo de ofrecer un entorno seguro y de protección a estas mujeres, así como a sus hijos e hijas. Se trata de un punto de inicio necesario para poder hacer un tratamiento adecuado.

El estudio muestra además un mayor conocimiento y comprensión de la violencia vivida de estas mujeres, tras el trabajo realizado en el Espai Ariadna. Esto se consigue a partir de los trabajos realizados con sus referentes, en los grupos y en los espacios terapéuticos que permiten identificar, reconocer y nombrar la violencia machista.

También, un mayor conocimiento y conciencia sobre el consumo de drogas. No todas las mujeres cuando llegan tienen pleno conocimiento sobre esta situación, pero al igual que en el caso de la violencia machista, los espacios en este recurso las dotan del conocimiento necesario para comprender su consumo de drogas. Todo el trabajo realizado por estas mujeres, además del acompañamiento que reciben por parte del equipo y otros recursos intervinientes, les permite ir dando pasos que las dirigen hacia una mejoría.

Por otra parte, a pesar de la violencia recibida en ocasiones a lo largo de toda su vida, esta investigación nos muestra que durante su estancia en el Espai ha mejorado la salud física y psicológica de estas mujeres, lo cual les ha permitido construir un cuidado y unos hábitos más saludables con ellas y con sus hijos e hijas.

Y por último, pero no menos importante, otro resultado es que se ha logrado una mayor inclusión social. Muchas de estas mujeres han estado durante mucho tiempo estigmatizadas, señaladas y por tanto, excluidas de una serie de servicios y colectivos que han minado profundamente su autoestima y su sentido de pertenencia, por lo que consideramos vital ofrecerles alternativas que les permitan la posibilidad de crear nuevos proyectos de vida y de futuro.

Todos estos aspectos evaluados, nos proporcionan información organizada e interpretable que nos permite comprender factores importantes para mejorar la intervención que realizamos.

¿Cuáles dirías que son las conclusiones principales del estudio?

Aunque por el momento no pretendemos que los resultados obtenidos en este trabajo puedan generalizarse a la población, si pretendemos mostrar los beneficios que un recurso especifico que integra la perspectiva de género puede proporcionar al tratamiento con mujeres.

Este estudio nos demuestra la “intersecionalidad” que estas mujeres presentan, lo que nos lleva a la necesidad de ofrecer servicios que atiendan integralmente estas necesidades, una cuestión vital para poder obtener mejores resultados en los diversos servicios que colaboramos en las redes de violencia y drogas.

Por otro lado, previamente habíamos identificado dificultades a la hora de encontrar instrumentos de evaluación validados, por lo que hemos considerado un reto poder continuar investigando, diseñando e implementando recursos que apelen a una visión holística del trabajo que realizamos.

También consideramos necesaria una reflexión y un compromiso por parte de los recursos que atienden a estas mujeres y a sus hijos e hijas que permitan continuar aportando conocimiento para mejorar la atención ofrecida.

¿Los resultados y/o conclusiones de esta investigación se van a poder aplicar al trabajo del Espai Ariadna?, ¿de qué forma o en qué medida?

Seguro que sí, todo este trabajo contribuye a ampliar nuestra mirada que inevitablemente se plasma en nuestras intervenciones. El compromiso del equipo de trabajo se dirige hacia la mejora continua, integrando y adaptando el servicio para continuar ofreciendo una visión integral de los fenómenos abordados que afectan a estas mujeres. Pero también ofreciéndonos a nosotras mismas la oportunidad de avanzar como profesionales.


“Debemos olvidarnos de la imagen estereotipada de la persona sin techo como alguien que no ha sabido gestionar su vida”

En esta entrevista conoceremos mejor al experto en sinhogarismo y exclusión social Albert Sales, de formación sociólogo y politólogo. Sales trabaja en el Ayuntamiento de Barcelona y es profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra. Ha coordinado diferentes publicaciones en la materia, entre ellas los informes 2011, 2014 y 2015 de diagnóstico de sinhogarismo en Barcelona, elaborados por la “Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar” (XAPSLL) y ha participado en la elaboración del último informe 2017. Le hemos entrevistado con motivo de la participación de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en el proyecto de sinhogarismo Street Support Project. Esta es la primera de tres entrevistas a expertos/as en la materia.

¿Cuáles son los retos actuales que afronta el trabajo social en sinhogarismo?

En primer lugar, el acceso a la vivienda. Los modelos europeos de integración social se basan en rescatar a la gente de la calle que ha sufrido un proceso de exclusión social muy largo, aunque el modelo Housing First (HF) o Housing Led ha demostrado que estabilizando la vivienda, es mucho más fácil estabilizar los demás componentes de la vida de una persona. Pero el problema actual es que no hay viviendas. El precio de la vivienda es altamente excluyente para una parte de la sociedad cada vez mayor, y si tenemos gente durmiendo en la calle es porque no tenemos acceso a la vivienda, no porque estas personas tengan patologías sociales que debamos tratar.

Otro reto sería el referente al mercado laboral. Las condiciones laborales (sueldos) de las personas que acceden al mercado laboral después de un cierto acompañamiento, no les permiten acceder a la vivienda, y por tanto siguen vinculadas a los Servicios Sociales, durmiendo en un albergue y recurriendo a un comedor social. De este modo es imposible conseguir autonomía personal.

El tercer y último gran reto es el relativo a los flujos migratorios. Hay personas excluidas del mercado de la vivienda, así como del mercado laboral y de cualquier institución formal, de por vida, porque nunca tendrán permiso de residencia y trabajo. Frenar los permisos de trabajo o residencia no va a frenar los flujos migratorios, se trata de un fenómeno de movilidad global imparable que irá a más. Con lo que les ha costado llegar al país receptor, aunque no consigan tirar hacia adelante un proyecto de vida, no van a volver a sus países de origen. Por tanto, pasan a ser personas con alta vulnerabilidad social y aumentan el grueso de la población sinhogar.

Entonces se podría decir que se trata de un reto político…

Cuando nos fijamos en formas de extrema pobreza, siempre hay consensos a nivel político y grandes pactos, como por ejemplo ocurre en la pobreza infantil. Pero las soluciones desde el punto de vista liberal son apartar a la gente del espacio público y meterla en grandes albergues, cuando todos sabemos que los grandes equipamientos no son viables a nivel presupuestario. Los centros grandes o pequeños de emergencia albergan personas que son como cajeros automáticos institucionalizados. Les sacan de la calle y los cajeros pero… ¿cuál es el siguiente paso?

La burbuja de alquileres está generando que haya más gente durmiendo en la calle, pero no porque expulse a la calle a la gente a la que se le sube el alquiler, sino porque quienes están haciendo este proceso, y han salido de esta situación de sinhogarismo, no pueden acceder a una vivienda. Con el trabajo social consigues estabilizar la parte económica y emocional, pero la cuestión referente a la vivienda, acaba arrastrando a la parte emocional.

Por este motivo, la lucha del sinhogarismo es una lucha política de acceso a la vivienda. Terminar con la idea que la vivienda es un producto de consumo o inversión requiere de unos cambios en las raíces de cómo funciona el sistema económico o financiero, y en este punto ya no estamos todos de acuerdo. Tampoco estamos todos de acuerdo en quitar las trabas administrativas para evitar la precarización de inmigrantes.

¿Nos puede recomendar alguna iniciativa clave en tema de vivienda?

Para las personas sin hogar que estén cronificadas (más de tres años en la calle), apostar por el Housing First, poniendo por delante de la atención social, el acceso a la vivienda.

Para el resto, romper con la idea de vivienda social, que hasta ahora ha estado restringida a las clases medias, dado que en Barcelona hay muy poca (no llega al 2% del parque). Además, la persona que accede tiene que demostrar que tiene ingresos para pagar el alquiler a un precio más reducido que la vivienda de mercado.

Pero la vivienda social tiene que ir dirigida a aquellos grupos o situaciones personales que realmente dejen a las personas excluidas de la vivienda. En este sentido, debería de haber una dotación especial de vivienda social que dé salida a las personas que pasan por el circuito de atención a personas sin hogar, que hasta el momento no ha existido.

Y la tercera pata tendría que ser los programas de acompañamiento a la vivienda privada, un concepto diferente a la vivienda de inclusión, que no dejan de ser equipamientos. A las personas que cobran la renta o tienen una faenilla para ir subsistiendo, nadie les ayuda a conseguir la vivienda propia ni las avala para conseguir una vivienda de alquiler, o para entrar en un piso compartido.

Necesitarían un apoyo que acompañe y dinamice estos espacios compartidos, que los ponga en contacto con perfiles similares y active el trabajo en equipo, ayudando a limar conflictos, a tener buena relación con el vecindario, en coordinación con los servicios sociales territoriales. Estos programas que aún no existen, podrían dar salida hacia el mercado privado a estas personas que están más capacitadas de tirar adelante su vida, a pesar de las dificultades.

¿Y cree que es necesario cambiar la opinión social sobre el sinhogarismo?

Lo que intento transmitir por escrito o en conferencias es que debemos olvidarnos de la imagen estereotipada de la persona sin techo como alguien que no ha sabido gestionar su vida, pero en verdad sí son capaces, lo que no pueden es acceder a la vivienda. Hoy en día las causas para terminar en la calle son estructurales, no individuales.

Entonces, generar sensibilidad en la vivienda desde la óptica paternalista tiene muchos riesgos porque apostamos por soluciones parciales o temporales de urgencia, cuando en realidad tenemos que apostar por la vivienda. Si bien todo el mundo está dispuesto a hacer obras de caridad con la gente pobre, nadie está dispuesto a darles una vivienda digna, y estas personas no necesitan comida. Necesitan una vivienda. Cambiar esta percepción social es complicadísimo, porque mucha gente no acepta dar vivienda a personas que, según su opinión, no se lo han trabajado suficientemente o no son capaces de gestionar su vida… Es este cambio de percepción el que tenemos que hacer.

¿Existe un discurso similar en otros países?

Cada vez más… Ejemplos de ello son ciudades como Londres, París… Holanda como país no, pero sus ciudades sí. El tema del sinhogarismo es muy de ciudades, específicamente de aquellas con burbuja inmobiliaria, las ciudades globales. En este sentido, las ciudades que están alineadas son Londres, Ámsterdam, Berlín...

¿Y cuál es el papel que juegan en este sentido las ciudades?

Hay una sobrecarga brutal sobre las ciudades. Éstas gestionan el problema, pero no pueden contrarrestarlo porque no pueden incidir en el mercado laboral, tampoco sobre el mercado de la vivienda ni sobre las leyes de inmigración. Estos serían los tres pilares fundamentales para dar estabilidad a las personas.

El riesgo de las ciudades cuando hacen frente a este problema se evidencia cuando lo ponen en la agenda política o mediática, ya que entonces todo el mundo te culpa del problema. Con el tema del sinhogarismo, está pasando aquí, la anterior administración lo escondía y ahora que en el ayuntamiento lo hemos querido evidenciar, la respuesta mediática nos culpa de ello. Pero lo que queremos es evidenciarlo porque es el resultado de muchas injusticias, que son supramunicipales.

Respecto a intervenciones dirigidas a alcohol y drogas en población sinhogar, ¿cuáles recomendaría?

Pues en el propio programa Housing First es muy efectivo acompañar en la deshabituación. En el momento en que la persona tiene casa es mucho más fácil dejar el alcoholismo que cuando vive en la calle o un albergue. Esto que parece muy obvio ha dado lugar a mucho debate y expresiones como “pero hombre… ¡cómo le vas a dar un piso a un borracho!”. Pues precisamente le doy un piso para que se pueda deshabituar y el HF es una buena aproximación, aunque su intención inicial no sea esta.

A malas, es una estrategia de reducción de daños, en el sentido de que, si la persona quiere continuar bebiendo, que lo haga, pero al menos tendrá casa. Mi postura en el tema de las adicciones siempre ha estado con la reducción de daños y la autonomía para decidir.

Y estas estrategias, ¿pueden ayudar a reducir las molestias al vecindario?

Seguro. En parte, las molestias vienen porque las personas consumen en público al no tener espacio privado. Por ejemplo, el consumo en jóvenes no molesta a nadie excepto a sus familias. Puede que alguna vez hagan ruido o tengan problemas con la policía urbana, pero en general… ¿qué impacto tiene su consumo? Siempre se dice que el problema de drogas es el de la marginalidad urbana, pero cuando miramos en las discotecas, ¿no hay comercio de drogas?

En este sentido, las relaciones con los vecindarios ven multiplicado el impacto de las adicciones cuando la persona no tiene un espacio privado y consume en público, donde interacciona con el resto de gente.

¿Cuál es su opinión en lo referente a intervenciones dirigidas al alcohol y drogas para personas sinhogar?

En el tema de las adicciones lo tenemos clarísimo. Muchas personas que rehacen su vida y abandonan su adicción, se encuentran estancadas y el desánimo por no poder acceder a la vivienda con un mal trabajo hace que tengan recaídas en las adicciones. Y esto es así porque no hemos podido estabilizar la cuestión relativa a la vivienda.


Entrevista a Joan Codina, coordinador del Servicio de Informática de FSC

Joan Codina es desde hace 20 años el responsable del Departamento de Informática de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), integrado actualmente por cuatro profesionales. Además, es profesor universitario en distintas materias que abarcan desde la programación multimedia, técnicas gráficas, inteligencia artificial, compiladores de lenguajes, programación y gestión, así como administración de sistemas. Tiene en su haber estudios de Ingeniería en Informática y Másteres en Arquitectura de Ordenadores, Microelectrónica, Diseño Multimedia, “Bussiness Intelligence” y el de Formación del Profesorado. Está en constante reciclaje.

- Joan, cuentas con una larga trayectoria profesional en la Fundación Salud y Comunidad. ¿Nos podrías contar algo de tus inicios en la entidad y sobre cómo ha ido evolucionando el Servicio de Informática en estos años?

Sí, empecé a colaborar con la fundación hace casi 20 años. Cuando solo se contaba con un servidor y una pequeña red local. En este tiempo se han ido ampliado los recursos gestionados, pasando a tener actualmente unos 40 servidores y más de 400 equipos de usuarios/as. Asimismo, los recursos que se han ido asignando también han crecido, ha pasado de ser un servicio gestionado por una persona a tiempo parcial a ser un equipo integrado por cuatro informáticos.

Cada nueva ampliación del sistema ha sido un reto para buscar la tecnología adecuada, buscando siempre una buena relación entre coste, funcionalidad, durabilidad y amigabilidad. Por ejemplo, un gran hito fue cuando empezamos a usar el soporte remoto para evitar desplazamientos externos. Sería imposible gestionar los recursos actuales sin una herramienta de este tipo.

Por otra parte, colaboramos con el Departamento de Educación en la Formación Profesional Dual y hemos sido receptores de alumnado de Ciclos Formativos para la realización de sus prácticas en empresa. Dos de estos alumnos, que seguro que conocéis, trabajan ahora con nosotros, atendiendo el día a día del soporte informático.

En cuanto a los programas, por motivos de usabilidad siempre hemos utilizado mayoritariamente programas de Microsoft que se nos ofrecen a un coste muy bajo por ser una organización sin ánimo de lucro.

- ¿Cómo es un día de trabajo para ti?, ¿fundamentalmente qué tareas realizas?

Actualmente coordino el sistema informático de la fundación, dejando en manos del equipo la mayor parte del soporte telefónico y dedicándome más a la parte de gestión de servidores y de las adquisiciones, según las necesidades solicitadas.

La mitad de mi jornada la realizo en forma de teletrabajo, lo que me permite compaginarlo con mis actividades como docente en una Universidad de Informática y como tutor en el Grado de Informática de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

- ¿Qué actividades te gustan más de las que diariamente llevas a cabo en el departamento y por qué?

Siempre intento terminar el día aprendiendo algo nuevo, cosa que en mi ámbito es bastante fácil por la necesidad constante de mantenerse al día, tanto en los conocimientos como en el aprendizaje de las nuevas tecnologías.

Me motivan los retos que plantea resolver las incidencias, siempre variantes, de las consultas al soporte informático. También considero que me enriquece el contacto telefónico con los usuarios/as, en las que me parece necesario explicar el porqué de las cosas, más que únicamente resolverlas.

- ¿De dónde te viene esta pasión por la informática y las nuevas tecnologías en general?

Siempre he sido un apasionado de la tecnología. Ya de pequeño, para horror de mis padres, acostumbraba a desmontarlo (o romperlo) todo.

Mi padre, que era mecánico industrial y muy manitas en las reparaciones del hogar, me indujo a intentar repararlo todo, intentando mejorarlo, así que en cierta forma la informática era un paso lógico en mi formación. Habiendo pasado tanto por la programación como por el hardware, donde me siento más a gusto es en la formación.

Además de contar con la licenciatura de Informática, el hecho de trabajar en una universidad me ha permitido poder realizar una formación de forma continuada.

- ¿Cómo consideras que beneficia el servicio que ofrecéis a la estructura y a los centros propios y gestionados por FSC?

Hoy en día, sin la informática sería imposible realizar una gestión eficiente. Nosotros ofrecemos a la estructura de la fundación un servicio prácticamente integral: adquirir el equipamiento necesario para un nuevo centro, preparar los servidores y todos los equipos con los programas necesarios para el trabajo habitual, resolver dudas y problemas del día a día de los usuarios/as, reparar los equipos estropeados, recuperar información perdida por desastres o virus…

- ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta el departamento en este año 2018?

Como habréis apreciado, actualmente hemos terminado la migración a los servidores ofrecidos por Microsoft y todavía nos estamos adaptando a este cambio, del cual los usuarios/as conocen principalmente el correo electrónico. Realmente, identificándose en el portal.office.com con el código del correo, cada usuario tiene disponible 1Terabyte de disco en la nube que puede aprovechar para guardar información con Onedrive, se pueden editar documentos online utilizando Office365 o utilizar herramientas que facilitan el trabajo en grupo.

- ¿En qué proyecto o proyectos de mejora se encuentra actualmente trabajando el Servicio de Informática de FSC?

Es en este ámbito de proporcionar herramientas de trabajo en grupo en el que intentamos centrarnos. Habituados al trabajo individual, nos encontramos en un momento de cambio de paradigma que requiere renovar hábitos profundamente arraigados. Para ello, es necesario comprender que las cosas se deben hacen de otra manera y que no nos parecerá trivial hasta que comprendamos su base de funcionamiento. Por ejemplo, intentaremos reducir el uso del correo electrónico a favor de herramientas como SharePoint o Teams que permiten comunicarse, compartir documentos y editarlos a la vez entre varios usuarios/as, realizar videoconferencias…

Por otra parte, está previsto que se incorporen algunos centros de menores al portafolio de la fundación y será necesario poner al día los recursos informáticos de estos nuevos servicios, prácticamente desde cero.

Como cada año, nos gustaría dedicarnos a nuevos proyectos que llevan tiempo en el tintero, dado que el día a día nos impide avanzar en ellos: centralizar la gestión de equipos, antivirus e inventarios; utilizar una herramienta para gestión de incidencias; mejorar la comunicación con los usuarios/as; realizar alguna formación online…

- ¿Cómo esperáis que repercutan estas mejoras en el trabajo diario de los/as trabajadores/as de la entidad?, ¿qué respuesta se espera?

Cualquier avance busca mejorar la productividad, la seguridad, fiabilidad, amigabilidad… (y no necesariamente en este orden). Siempre busco la forma de que se tome conciencia de la importancia de aprender a usar correctamente las herramientas informáticas y del problema que puede suponer la pérdida de datos. De esa toma de conciencia surge la necesidad de realizar copias de seguridad periódicas de los datos. Así pues, cada cierto tiempo envío mensajes recordatorios de que se pase el antivirus y aprovecho todas las oportunidades, a riesgo de parecer pesado, para recordar que esta necesidad, la Gerencia de la entidad la convirtió en obligatoria para todos los trabajadores/as de la fundación.

- Desde tu experiencia como responsable del Servicio de Informática de FSC,
¿hacia dónde nos dirigimos en el ámbito de las nuevas tecnologías y cuáles crees que son las claves para entender el nuevo paradigma?

Si miramos atrás, en los últimos años, gracias a la informática, hemos pasado por una gran revolución en el mundo de los datos, en la cual todavía estamos inmersos. Se está llegando al límite de lo que es posible conseguir con el paradigma tradicional basado en el silicio, pero ya apuntan por el horizonte nuevas tecnologías que inevitablemente repercutirán en la forma en la que haremos las cosas en el futuro: el análisis de datos con el Big Data, la irrupción de la inteligencia artificial con los asistentes virtuales, la visión aumentada… por citar algunas. Ello provocará que tengamos que innovar y que nos debamos adaptar a ellas, encontrando nuevas formas de hacer las cosas.

Tal y como venimos haciendo, debemos intentar pensar en cómo incorporar las nuevas técnicas y herramientas en los servicios que ofrecemos. Por ejemplo: usando pulseras GPS para tener ubicados a determinados colectivos, usar la impresión a archivos PDF para evitar gastar tinta y papel, utilizar videoconferencias en grupo para evitar desplazamientos, etc.


“Con nuestra labor de voluntariado, queremos devolver y agradecer a FSC la ayuda que nos ha dado como usuarios del área de adicciones”

Rafa y Fernando colaboran actualmente en el Centro de Día La Crisàlide (antiguo Taller Sociolaboral) de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Barcelona. La principal motivación de su actividad de voluntariado es devolver a nuestra entidad toda la ayuda prestada, o al menos gran parte de ella, una vez han finalizado sus tratamientos de deshabituación. Además de que disfrutan realizando manualidades y colaborando en lo que se requiera, especialmente con motivo de la festividad de Sant Jordi. Actualmente son usuarios del Club Artístico y Social.

- ¿Desde cuándo sois voluntarios de la Fundación Salud y Comunidad?

Rafa: Desde octubre de 2013, con motivo de la celebración de San Jordi en Barcelona, ya que por esta fecha muchos de los participantes del Club Artístico y Social, acudíamos un día a la semana al Taller Sociolaboral para preparar la jornada.

Fernando: En mi caso, desde marzo de 2017, coincidiendo también con la preparación de la Diada de Sant Jordi.

- ¿Por qué decidisteis colaborar como voluntarios en el antiguo Taller Sociolaboral?

Rafa: Mi labor como voluntario comenzó cuando vi que hacía falta ayuda, en ese momento ni me lo pensé, me pareció lo más normal. De alguna forma, me parecía que así podía devolver y agradecer a la Fundación Salud y Comunidad lo que habían hecho por mí otras personas en mi proceso de recuperación de las adicciones, concretamente en el Club Artístico y Social. Además de que tengo tiempo libre, me gusta colaborar y me encuentro en disposición de hacerlo.

Por otra parte, en el Taller Sociolaboral ha habido siempre muy buen ambiente, lo cual ha sido un aliciente para colaborar. A las personas que están en tratamiento o se inician en él, nuestra experiencia les sirve como reflejo o ejemplo, en el sentido de que se puede devolver una parte de lo que has recibido y de que todos podemos ser útiles a los demás. A mí en concreto también me hace sentir bien ver que mis opiniones cuentan.

Fernando: Como en el caso de Rafa, quería sentirme útil ayudando, devolviendo además lo que FSC ha hecho por mí en mi proceso de recuperación de las adicciones, agradeciéndolo también de alguna manera. También disfruto realizando manualidades.

- ¿En qué consiste vuestra labor como voluntarios?

Rafa: Mi tarea consiste en ayudar a las profesionales del servicio en todo lo referente a las manualidades. De cara a la jornada de Sant Jordi, pensamos, decidimos y elaboramos las piezas que luego venderemos al público y ese día colaboramos en toda la logística de la organización.

El resto del año, colaboramos en la elaboración de trofeos que se entregan cuando se nos da de alta como usuarios. También ayudamos en las compras de lo que se requiere, localizando materiales asequibles y realizamos gestiones varias, además de aportar ideas para posibles trabajos.

Fernando: Colaboro en lo que haga falta en el taller. Desde cambiar un fluorescente, a avanzar cosas de marquetería, comprar lo que haga falta y aportar apoyo en lo que me pidan.

- ¿Qué es lo que más os gusta de las tareas que realizáis?

Rafa: El ambiente que hay, aportar algo a las personas que están empezando, infundir ánimo para que vean que no todo se acaba en el taller y que puede haber una continuidad en otra labor que les pueda hacer sentir bien. Colaborar y ayudarse mutuamente, apoyarse en el proceso de rehabilitación, hablar con ellos, que te pregunten, que puedas ser apoyo y, a la vez, sentirte apoyado.

Cuando me marcho los jueves, ya estoy pensando en el siguiente lunes porque echo de menos el ambiente, las risas, compartir cosas…

Fernando: Serrar es lo que más me gusta, aunque me relaja mucho el ambiente que hay, hablar con los compañeros y ayudar a crear armonía en el ambiente. También, ayudar ofreciendo consejos o intercambiando opiniones con los usuarios del servicio.

- ¿Cuánto tiempo le dedicáis a este voluntariado a la semana?

Rafa: Por mí iría todos los días, pero actualmente voy dos mañanas a la semana, de acuerdo con mi disponibilidad.

Fernando: En mi caso, una mañana a la semana, aunque me presto a ir algún otro día, si es necesario.

- ¿Cómo es el ambiente de trabajo con los profesionales/as de la entidad que os ayudan a desempeñar esta labor de voluntariado?

Rafa: Es excelente, nos conocemos desde hace algunos años y me siento casi por momentos como si formara parte del equipo profesional por la familiaridad que hay. Me siento muy útil y siento que se me escucha, que se me tiene en cuenta. Es un intercambio de ideas y eso me gusta mucho porque veo que realmente mi opinión cuenta, lo cual me hace sentir especial. A veces me molesta cunado pregunto si vuelvo mañana y me dicen que no es necesario, porque por mi parte iría siempre a colaborar.

Fernando: El ambiente es muy agradable, me ayuda a potenciar la paciencia, la autoestima y la comunicación. Siento que me llena colaborar, me siento integrado y que formo parte del servicio. Esta labor la realizo muy a gusto.

- ¿Cuáles son los principales beneficios que pensáis que tiene vuestra labor de voluntariado en los usuarios/as del taller?

Rafa: En mi opinión, comprobar que hay una continuidad y que el tratamiento no se acaba aquí, sino que al finalizar, puedes devolver la ayuda prestada, o al menos gran parte de ella. Mi experiencia puede servirles a otras personas y eso me gusta.

Cuando empiezas como usuario en este tipo de servicios te sientes extraño, fuera de lugar…pero solo es al inicio. Nosotros podemos ser un ejemplo de que el proceso es posible, que funciona y que al acabar, puedes tener una satisfacción personal al ver que tú eres el que ayuda ahora.

Creo que les tiene que motivar el hecho de ver que algunos que hemos hecho el proceso en el servicio, venimos a ayudar ahora porque nos sentimos bien y estamos en disposición de ayudar a otras personas.

Fernando: Al igual que Rafa, yo he pasado por la fase de tratamiento y les puedo explicar que ha sido muy positivo y que venir al taller te ayuda en el día a día, a madurar, a ser más fuerte. Podemos darles consejos y, en mi caso, les animo a que puedan ser también voluntarios en un futuro.

- ¿Cuál ha sido el mejor momento que habéis vivido como voluntarios o con qué recuerdo os quedaríais de vuestra experiencia de voluntariado hasta el momento?

Rafa: Lo que más me gusta es el intercambio de ideas, la discusión, el diálogo, que nos escuchemos y que al final se traduzca en algo beneficioso para todas las personas. También tengo buenos recuerdos de los preparativos de Sant Jordi y de toda la labor que realizamos durante la jornada.

Fernando: Me siento bien acudiendo al taller a realizar voluntariado, no hay un momento especial.

- ¿Os gustaría destacar algo más de vuestra labor como voluntarios del Taller Sociolaboral de FSC?

Rafa: Me siento muy satisfecho con la labor que realizo y espero que los demás estén satisfechos con lo que yo aporto.

Fernando: Acudo al taller porque me relaja mucho venir y me gusta. También me parece bueno aportar, ahora que puedo, ya que me yo también recibí ayuda. No tengo horas ni días para devolver lo que se me ha dado. Si tengo que ir a ayudar todos los días, voy; sin duda…


El presidente de Aragón visita la Residencia “Las Fuentes” gestionada por FSC como ejemplo de aplicación de la Ley de la Promoción de la Autonomía Personal

Javier Lambán visitó el pasado 16 de enero la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes” de Zaragoza, servicio perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en consorcio con Valoriza Servicios a la Dependencia. Durante su visita al centro, ofreció, junto a la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, el balance de atención a la dependencia que esta legislatura ha alcanzado la cifra más alta de personas atendidas.

El presidente de Aragón estuvo acompañado por la directora del centro, Carmen Lorente; la subdirectora del Área de Atención a la Dependencia de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), Carme Trilla y por el director regional de Valoriza Facilities, Francisco Javier Lizaga.

Javier Lambán visitó diversos emplazamientos del centro como la sala de terapia y fisioterapia, los despachos del equipo profesional, así como el salón social, lugar en el que algunos usuarios/as se encontraban realizando una actividad de manualidades, junto al educador social y voluntariado del centro. Durante su visita al servicio, el presidente de Aragón también se acercó a dos de las habitaciones de nuestros usuarios/as, con los que compartió algunas palabras, así como con el equipo profesional del centro.

Según fuentes del Gobierno de Aragón, la Residencia y Centro de Día “Las Fuentes”, gestionada por FSC en la capital aragonesa, es un buen ejemplo de la aplicación de la Ley de la Promoción de la Autonomía Personal, de la que se sienten “orgullosos” y, por ello, se eligió para esta visita de los máximos representantes del gobierno aragonés.

El centro dispone de 103 plazas; 35 de centro de día y 68 de residencia (cuatro de estas últimas son de estancia temporal). El servicio, que cuenta con una ocupación del 100%, dispone además de transporte adaptado propio para los usuarios/as del Servicio de Estancias Diurnas.

El Gobierno de Aragón ofrece diversos servicios a las personas mayores, a través de distintos programas como el de envejecimiento activo, la mejora de los servicios de teleasistencia y un plan de residencias públicas para que todo el territorio cuente con este tipo de infraestructuras imprescindibles, según apuntan estas mismas fuentes.

Cabe señalar también que, durante su visita al centro, el presidente de Aragón ofreció a los medios de comunicación, junto a la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, el balance de atención a la dependencia, que esta legislatura ha alcanzado la cifra más alta de personas atendidas: 25.618. Según manifestó, se trata de 9.000 personas dependientes más de las que había al inicio de la misma.

Según explicó además, solo en 2017 se incorporaron al sistema 4.580 personas más. En 2017 se atendió una media de 13 dependientes más por día, frente a los 5,2 por día que se suprimían en la pasada legislatura.

En cuanto a la lista de espera, que afecta a personas con la dependencia reconocida pero que no reciben prestación o servicio, señaló que se encuentra en el 23,1%, frente al 48,23% que había al inicio de la legislatura. El objetivo ahora, según afirmó Lambán, es ir acabando con las listas de espera y para ello, se está preparando un plan especial de medidas a poner en marcha durante este año.

El presidente de Aragón desglosó estos datos durante su visita a la Residencia “Las Fuentes”, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad. Allí tuvo palabras de apoyo para un colectivo que, a su juicio, “ha sido maltratado durante la crisis y que sigue pagando sus consecuencias, reflejadas en las pensiones, cuyo incremento está muy por debajo del IPC” y lamentó que se haya perdido el espíritu con el que hace años se abordaban estas cuestiones. Lambán señaló además que esta situación es “denunciable” y expresó su solidaridad con las personas mayores.


El proyecto de FSC “En Plenas Facultades” cierra el 2017 con un balance positivo y afronta el 2018 con grandes retos

Este programa de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) que cuenta ya con casi 18 años, ha hecho balance de la labor realizada durante el pasado año 2017, recién iniciado el nuevo año, definiendo las líneas estratégicas que se van a desarrollar y a consolidar durante el 2018.

Con el nuevo año, “En Plenas Facultades” (EPF) ha vuelto con fuerza, dejando atrás un 2017 muy productivo y lleno de buenas experiencias. Así lo señala Silvia Gómez, coordinadora de este proyecto de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) dirigido a estudiantes universitarios/as, sobre asesoramiento e información en temas de drogas y sexualidades.

El proyecto se desarrolla en estrecha colaboración con diferentes universidades y para ello, cuenta con el apoyo financiero de varias administraciones públicas, concretamente del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, de la Diputación de Barcelona, así como de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana y de la Generalitat de Cataluña.

“En el EPF, trabajamos estrechamente con el alumnado de las universidades y lo hacemos a través de diversas actividades que organizamos en los campus, dirigidas a gestionar los placeres y a minimizar los riesgos de las conductas relacionadas con el consumo de drogas y las sexualidades. Durante el 2018 vamos a seguir con la formación, pero también incorporamos interesantes novedades”, afirma Silvia Gómez.

De cara a este nuevo año, se han programado un total de 8 cursos en 7 universidades con las que colabora el proyecto, dentro del curso lectivo 2017/2018: Universidad de Barcelona (Campus Mundet y Escuela de Enfermería), Universidad de Vic, Universidad de Lérida, Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Universidad Complutense de Madrid, Universidad Carlos III de Madrid y Universidad de Les Illes Balears. Y se está pendiente de confirmar la realización de otro curso en la Universidad Jaume I de Castellón.

Como novedad para este año, el proyecto va a contar con la publicación de dos nuevos materiales:

  • Un libreto a modo de cómic, relacionado con el uso de las sustancias, la fiesta y las relaciones eróticas para “viajar con placer”, siempre y cuando se decida hacerlo de manera libre. Con este documento se pretende hacer una “actualización” del anterior, denominado “Quédate con la historia, editado hace ya algunos años. El objetivo ahora es trabajar de forma más visual e informal estas temáticas, en colaboración con el alumnado de las universidades.
  • Una nueva imagen del proyecto que será utilizada para la edición de carpetas, que se repartirán en las universidades durante los próximos cursos, junto con los diferentes materiales formativos con los que cuenta el proyecto.

 Por otra parte, está previsto a finales de marzo o principios de abril que se emita una entrevista realizada a nuestra compañera Sara Arjona de la Comunidad Valenciana, en Radio 5 (RNE).

Por último, al igual que durante el pasado curso y el último cuatrimestre de este curso lectivo 2017/2018, el proyecto va a seguir manteniendo su colaboración con otros proyectos gestionados por nuestra entidad, como son el Proyecto Malva y el Observatorio Noctambul@s, a modo de enriquecimiento mutuo de experiencias y conocimientos.

“En Plenas Facultades” también va a continuar su colaboración con otras organizaciones que trabajan en espacios de ocio nocturno, ayuntamientos y otros programas universitarios. “Este hecho nos parece imprescindible para seguir trasmitiendo el mensaje preventivo y de cara a poderlo multiplicar. Estamos seguros/as de que trabajar directamente con futuros y futuras profesionales de la educación, sanidad, derecho, y otros ámbitos, hace que el enfoque y el mensaje preventivo que pretende transmitir el EPF, tenga una primera sensibilización en el alumnado que recibe las formaciones, y a la larga, revierta en las personas a las que como profesionales se dirijan”, mantiene Silvia Gómez, coordinadora de este proyecto de la Fundación Salud y Comunidad.


El Observatorio Noctámbul@s de FSC imparte formación a la Guardia Urbana de Lérida para prevenir la violencia sexual en espacios de ocio nocturno

El proyecto ha abierto una nueva línea de trabajo, realizando jornadas formativas dirigidas a la policía local y a los propietarios/as, encargados/as de sala y trabajadores/as de locales de ocio nocturno, con muy buenos resultados. Ello se debe al interés, cada vez mayor, por parte de todos los agentes implicados, en erradicar las violencias sexuales en los espacios de ocio nocturno. Tras la buena acogida de las formaciones dirigidas a la Policía Local de Tarragona durante el segundo trimestre de 2017, se ha realizado esta segunda formación en Lérida.

Los objetivos de esta formación han sido situar el marco teórico y proporcionar algunas herramientas de análisis de la realidad bajo la perspectiva de género, además de compartir experiencias y metodologías sobre la prevención de las violencias sexuales en el ocio nocturno y en los espacios festivos. La formación también ha permitido presentar nuevas propuestas para la intervención bajo este paradigma.

La combinación de dinámicas participativas con exposiciones teóricas ha permitido establecer un diálogo entre los agentes y personal que trabaja en el ocio nocturno y las profesionales de la Fundación Salud y Comunidad (FSC). Ello ha permitido romper mitos y apuntar diferentes estrategias de intervención, a partir de los propios conocimientos y realidad de los/las participantes en el análisis de diferentes casos y circunstancias durante la formación.

Según nos explican desde el proyecto, la necesidad de realizar esta intervención específica surgió desde los propios municipios por formar a diferentes agentes (educativos, sanitarios, de servicios sociales pero también policiales), sensibilizarlos en perspectiva de género y violencia sexual, así como consolidar un discurso y una práctica coherentes y coordinadas frente a este tipo de actuaciones.

“Es fundamental que estos procesos sean participativos y transversales en todo el municipio. También es importante que los procesos sean consolidados en el tiempo, que no se limiten a 2 horas de formación sino que se trate de procesos largos, con trabajo profundo que atraviese a toda la comunidad: personal municipal, movimientos sociales y también ciudadanía no organizada”, señala Ana Burgos, coordinadora del Observatorio Noctámbul@s de FSC.

La formación se realizó durante un día de trabajo. Por la mañana, se impartió el curso dirigido a los agentes de la Guardia Urbana de Lérida y por la tarde, a los propietarios/as, encargados/as de sala y trabajadores/as de los locales de ocio, así como al personal de seguridad de estos locales. Un total de 46 personas participaron en esta jornada formativa que prevé repetirse en nuevas ediciones durante el presente año.

Cabe señalar que el Ayuntamiento de Lérida, a través de la Concejalía de Políticas para los Derechos de las Personas, impulsa desde hace 5 años el programa Nits Q Lleida con el objetivo de crear un espacio de diálogo participativo entre los agentes implicados en el ocio nocturno de la ciudad y para mejorar el ocio nocturno en la ciudad. Uno de los ejes principales de este programa es sensibilizar a la población y prevenir y actuar frente a situaciones de violencia sexistas en los entornos de ocio y fiestas populares de la ciudad.

Durante el pasado año 2017, el Ayuntamiento de Lérida colaboró con entidades juveniles, feministas, sociales y vecinales, con cuerpos de seguridad y otras administraciones, en relación a la elaboración de un Plan de Actuación contra los comportamientos y actitudes sexistas en espacios de ocio y fiestas populares de la ciudad. Entre estas entidades colaboradoras se encuentra la Fundación Salud y Comunidad.

En el contexto de este plan se ha diseñado un “Protocolo de intervención frente a la detección de una agresión sexista” que está vigente desde las fiestas de mayo del pasado año. Además, el plan contemplaba realizar una formación, dirigida a los agentes encargados de implementar este protocolo de actuación para mejorar la detección de las conductas sexistas y poder actuar de manera rápida, eficiente y coordinada con todos los profesionales.

Según nos han adelantado desde el Observatorio Noctámbul@s, a lo largo del presente año se seguirá colaborando con la Subdirección General de Drogas de la Generalitat de Cataluña en un proceso que ya se inició en 2017 para realizar cursos sobre violencia sexual y ocio nocturno, dirigidos a diferentes colectivos.

En estos cursos está previsto que se analicen las desigualdades de género en nuestra sociedad y su relación con las violencias sexuales. También, que se aborden los riesgos específicos para las mujeres en espacios de ocio nocturno desde la perspectiva de género. Durante estas formaciones se darán a conocer los resultados del informe Noctámbul@s y la relación entre el consumo de drogas y los abusos sexuales en contexto de ocio nocturno.  Además, se incidirá en analizar las situaciones de riesgo con el objetivo de anticiparse correctamente a ellas, evitando que puedan convertirse en problemáticas.

El Observatorio Noctámbul@s de la Fundación Salud y Comunidad está financiado por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El proyecto se inició en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña y actualmente está abriendo su ámbito de trabajo a otras comunidades, como la Balear y la Comunidad Foral de Navarra. Asimismo, algunas técnicas de investigación utilizadas en este proyecto se implementan a lo largo de todo el Estado español.


El Consorcio Sanitario del Maresme dona 113 juguetes nuevos a hijos/as de mujeres víctimas de violencia de género atendidas por FSC en Barcelona

Un año más, por Navidad, los trabajadores/as del Consorcio han vuelto a mostrar su lado más solidario y altruista. Profesionales de todos los centros han recogido un centenar de juguetes para la décima edición de la campaña solidaria “Que no falte de nada. Un regalo, una sonrisa”, cuyo objetivo es repartir juguetes y regalos en centros de acogida y hospitales para niños/as y jóvenes en situación de riesgo de exclusión social.

“Que no falte de nada. Un regalo, una sonrisa” es una campaña internacional impulsada hace ahora 10 años para promover la donación de juguetes nuevos para menores de 17 años que se encuentran en centros de acogida u hospitalizados en 63 centros de España, Colombia, Méjico, Cuba, Costa Rica, Senegal, Marruecos y Uganda.

En España, en la presente edición, han participado 130 empresas y entidades y un total de 250 colaboradores, a través de los diferentes puntos de recogida. Es el caso de los trabajadores/as del Consorcio Sanitario del Maresme (Barcelona) que han regalado 113 juguetes a hijos/as de mujeres víctimas de violencia de género atendidas por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) de la comarca del Maresme, en Barcelona.

Una vez recibida esta donación por parte de este servicio de nuestra entidad, se procedió a la selección y distribución de los distintos juguetes, en función de la edad y preferencias de los niños/as que los recibieron con gran sorpresa, durante estos días que tanta ilusión despiertan entre los más pequeños.

Por ello, FSC quiere agradecer esta donación a la plantilla de trabajadores/as del Consorcio Sanitario del Maresme, ya que con su colaboración ha hecho posible que los hijos/as de mujeres víctimas de violencia machista, usuarias de nuestra entidad, puedan recibir también sus regalos por estas fechas.

Con esta iniciativa se ha logrado además que los hijos e hijas de las mujeres que han sufrido o sufren violencia machista puedan disfrutar del día más mágico del año. De la misma manera, l@s valientes menores pueden respirar un poco de paz y albergar esperanza, confianza e ilusión paliando el dolor de ser víctimas, al igual que sus madres, de la violencia machista.

Por último, cabe señalar que el total de 113 juguetes recogidos durante el pasado mes de diciembre por los trabajadores/as del Consorcio suponen un 48,6% más respecto al 2013, año en que se sumó a esta iniciativa, por lo que desde nuestra entidad no podemos más que felicitarles por estos resultados y por su gran labor solidaria.


FSC pone en marcha el proyecto “Metzineres. Entornos de Cobijo para Mujeres que Usan Drogas Sobreviviendo a Violencias”

Recientemente la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha iniciado en Cataluña el proyecto “Metzineres: Entornos de Cobijo para Mujeres que Usan Drogas Sobreviviendo a Violencia”. Esta iniciativa del Área de Adicciones, Género y Familias se propone ofrecer acompañamiento a mujeres que usan drogas sobreviviendo a violencias, situándolas en el centro de sus procesos de recuperación, fomentando su autonomía, así como la mejora de su salud física, emocional y mental.

El proyecto Metzineres se propone a partir de un planteamiento holístico e individualizado y cuenta con el apoyo de la Obra Social “la Caixa”, así como del Departamento de Trabajo, Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Cataluña y de otras entidades como el Institut Català de les Dones (ICD) y Barcelona Activa.

El programa da cabida a todas las mujeres que cumplan los criterios de inclusión, sea cual sea su momento en la trayectoria de consumo y su relación con contextos de violencia, adaptando las respuestas a sus respectivos intereses y expectativas.

El trabajo se desarrolla a partir de un modelo de intervención innovador, dirigido a evitar la cronificación de las situaciones de exclusión, ofreciendo a estas mujeres respuestas creativas y flexibles a los vacíos institucionales a los que tienen que hacer frente. En este sentido, el proyecto trata de incidir en las causas estructurales de exclusión de estas mujeres y minimizar las barreras de acceso a los servicios normalizados de atención sociosanitaria.

Cabe señalar que las mujeres que usan drogas sobreviviendo a violencias encuentran grandes obstáculos en el acceso y vinculación a la Red de Atención y Recuperación integral a las mujeres que sufren violencia machista, así como a la Red de Atención a las Drogodependencias.

Es por ello que entre los objetivos del proyecto se encuentra ampliar, a través de su propuesta específica, la oferta de recursos y servicios de calidad de las diferentes redes de atención. El programa se plantea la derivación de usuarias por parte de los servicios de atención sociosanitaria, atendiendo a las características específicas de las mujeres a las que va dirigido el programa.

Metzineres procura llegar a poblaciones particulares que pueden tener múltiples, simultáneas e interconectadas posiciones sociales. Sin pretender hacer un listado exhaustivo ni excluyente: mujeres jóvenes o mayores, recién llegadas, con poco o nulo apoyo familiar y social, situaciones de sinhogarismo que se identifican como LGTBIQ (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexual o Queer), que ejercen o han ejercido sexo por supervivencia, con experiencias de encarcelamiento y circunstancias delicadas de salud física o mental, diversidad funcional, entre otras.

Se reconoce a las mujeres que usan drogas sobreviviendo a violencias como interlocutoras válidas a la hora de diseñar políticas públicas, así como cualquier otra actuación derivada que, de manera directa o indirecta, pueda condicionar sus procesos de estabilización y recuperación. De manera coherente, el programa se diseña, implementa y evalúa con ellas, incorporando a algunas mujeres en los equipos de intervención.

Entre sus principales retos, se encuentra disminuir el prejuicio, así como el estigma y la discriminación que recae sobre estas mujeres, para influir en la toma de decisiones para el desarrollo, establecimiento o cambio de políticas, leyes y normativas.

Por ello, se plantea un abordaje desde la reducción de riesgos y daños, que integra la perspectiva de derechos humanos y transversalidad de género, libres de prejuicios, desarrollándose en 3 entornos.

De Moment, que contempla una amplia gama de opciones de autocuidado, creación de vínculos de confianza, intercambio de conocimientos, autodefensa, solidaridad y apoyo mutuo; L’OSADA, espacio relativo al entorno productivo, dirigido a dotar de oportunidades laborales y crecimiento profesional a mujeres que encuentran grandes dificultades para entrar en el mercado laboral, por carencia de experiencia y/o bajo nivel académico y LA COBERTA que contempla el entorno residencial y que pretende crear una alternativa de estabilidad que garantice intimidad, posibilidades de descanso y protección a estas mujeres, en situación de sinhogarismo o que han tenido que abandonar su propio domicilio.

Cabe señalar que entre los meses de junio a diciembre de 2017, 56 mujeres, de edades comprendidas entre los 18 y los 62 años, han acudido al servicio, participando en actividades educativas, formativas y de ocio; recibiendo atención médica y/o de trabajo social; y formando parte activa de diversas redes desde las que se articulan acciones comunitarias y reivindicativas, junto a otras asociaciones y colectivos de los diferentes ámbitos: barrial, nacional e internacional.

Desde el pasado mes de octubre, Metzineres cuenta con un local situado en el corazón del Raval, en Barcelona, abierto de lunes a viernes. Además, un domingo al mes cuenta con una parada en el mercado de segunda mano del barrio, que alterna con salidas culturales o la montaña. Actualmente, el piso situado en Trinitat Vella acoge a una mujer en proceso de desintoxicación y deshabituación al consumo de heroína y alcohol.

Por otra parte, una amplia red de colaboradoras aporta sus conocimientos y experiencias en diferentes ámbitos como el diseño, la alimentación, cosmética natural, arquitectura, peluquería, etc.

Algunos de los resultados esperados por parte del proyecto son ofrecer entornos seguros a mujeres que usan drogas sobreviviendo a violencias, que contribuyan a mejorar su calidad de vida y sus relaciones familiares, sociales y con la comunidad, de manera estable y sostenible. Además de impulsar la transversalidad de género en las políticas de drogas y planes de atención a las drogodependencias e introducir la reducción de daños en las redes de atención a las mujeres sobreviviendo a violencias.


La Generalitat de Cataluña y el Fondo Social Europeo renuevan por segundo año consecutivo su apoyo al Proyecto Picasso de FSC

El Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, ha concedido de nuevo una subvención al Proyecto Picasso de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en el marco del proyecto TLN Mobilicat, contando para ello con el apoyo del Fondo Social Europeo. Esta ayuda está dirigida a promover la inserción laboral de los y las jóvenes de Cataluña, a través de estancias de prácticas profesionales en Italia.

El Proyecto Picasso (www.tlnpicasso.com) es un programa de la Fundación Salud y Comunidad que lleva desarrollándose desde hace más de 5 años a través de diferentes iniciativas, con el objetivo de orientar profesionalmente a jóvenes de nuestro país que quieran iniciar una trayectoria laboral en el extranjero.

Gracias al apoyo de la Generalitat de Cataluña y el Fondo Social Europeo, en 2018, el programa TLN Mobilicat permitirá al Proyecto Picasso ofrecer una beca a 5 jóvenes catalanes de entre 18 y 30 años titulados/as en diversas disciplinas del mundo del arte (arquitectura, diseño y Bellas Artes). Esta beca se destinará a la realización, por parte de los participantes del programa, de 3 meses de prácticas profesionales en la ciudad italiana de Pádova. El objetivo del proyecto es mejorar las competencias profesionales de los y las participantes y facilitar su posterior incorporación al mundo laboral.

Entre los criterios de selección de los candidatos/as que han optado a esta beca, era requisito imprescindible no disponer de experiencia profesional demostrable en el ámbito de su titulación y estar inscritos/as en el Servicio Público de Empleo de Cataluña como demandantes de empleo, así como en el Programa de Garantía Juvenil.

La beca incluye una fase de preparación previa o capacitación, a realizar de enero a marzo de 2018 en Barcelona, y otra de prácticas a desarrollar en la ciudad de Pádova entre los meses de mayo a julio de 2018. Estas prácticas se realizarán en empresas del ámbito de la arquitectura, diseño o restauración de obras de arte.

La capacitación incluye una formación de 120 horas de aprendizaje del idioma italiano en la academia Ama l’Italiano, así como preparación intercultural, orientación laboral, y el diseño de un itinerario personalizado de inserción laboral.

Durante el período de prácticas, la beca comprende el desplazamiento hasta Pádova, la acogida, el seguimiento, visitas culturales y un curso de italiano de 40 horas a cargo de una entidad local, XENA, Centro Scambi e Dinamichi Interculturale. También, la oportunidad de trabajar en empresas del ámbito artístico bajo supervisión y apoyo de un tutor/a de empresa, así como manutención y alojamiento y orientación laboral para los y las participantes que deseen encontrar un empleo de su ámbito profesional en Italia. Por último, está previsto un seguimiento tras la realización de las prácticas durante dos meses, a cargo de un/a tutor del proyecto.

Cabe señalar que durante el año 2016, el Proyecto Picasso, en el marco del proyecto TLN Mobilicat, ofreció una beca a 8 jóvenes ingenieros desplazados a distintas ciudades de Alemania que obtuvo muy buenos resultados de cara a su inserción laboral. De los 8 participantes, 7 encontraron empleo como ingenieros en Alemania y en España en un período inferior a seis meses.

La Fundación Salud y Comunidad quiere agradecer a la Generalitat de Cataluña y al Fondo Social Europeo esta ayuda, en un momento en el que la tasa de paro entre la población joven (16-24 años) de Cataluña, sigue siendo una de las más elevadas de Europa con un 30,26% (IDESCAT, Tercer Trimestre de 2017). Para FSC este apoyo supone una gran oportunidad para seguir contribuyendo a ampliar las oportunidades y expectativas personales y profesionales de los jóvenes de nuestro país.