Recientemente, se ha realizado una formación centrada en esta temática en el Área de Atención a la Dependencia y Menores de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), a la que han asistido 170 profesionales del ámbito de la infancia y juventud de la Comunidad Valenciana, desde directores/as de centros, coordinadores/as, psicólogos/as, así como educadores/as y técnicos de integración social, recibiendo este curso muy buena valoración por parte de las personas asistentes.

Dentro del acogimiento residencial, se producen numerosas situaciones de conflicto con niños/as y jóvenes. La convivencia en grupo y las adversas experiencias que han vivido casi todos ellos/as hace que las situaciones de enfado, ira, agresividad (activa o pasiva) o fuerte confrontación sean frecuentes (Del Valle, 2018).

Dotar de herramientas al personal educativo de centros residenciales, dirigidos y gestionados por FSC, para manejar situaciones con elevada carga emocional, es uno de los pilares fundamentales para alcanzar un buen clima educativo y laboral en los centros.

Por ello, este curso impartido por el psicólogo Sergio Castelló del Área de Atención a la Dependencia y Menores en Castellón, realizado en los servicios que gestiona FSC en Altea, Alfaz del Pí, Benissa, el Verger, Calpe, Polop, Relleu y Castellón, ha permitido abordar y profundizar sobre el proceso de aparición de la agresividad, sus teorías explicativas y los factores que lo modulan, permitiendo conocer herramientas y profundizar en los protocolos existentes para hacer frente a estas situaciones “explosivas”.

Un estudio actual realizado en los centros residenciales estatales de Fernández del Valle (2018), señala que el 40,7% de los menores de centros residenciales reciben tratamiento psicológico, y dentro de este porcentaje, el 28,3% es por un comportamiento disruptivo y el 25%, por conductas agresivas. En este sentido, desde FSC destacamos la importancia de las intervenciones psicoterapéuticas de estos menores desde un enfoque educativo, para con ello lograr un clima de no violencia en las relaciones interpersonales de la vida cotidiana.

En la formación, se puso de manifiesto la importancia de estar preparado desde el ámbito profesional para convertir los episodios de crisis de agresividad de los/as menores en oportunidades de cambio, superando los modelos más punitivos y apostando por modelos de intervención terapéutica. Por ello, resulta fundamental establecer relaciones honestas y de confianza con los/as menores basadas en el trabajo individual; lograr un ambiente estimulante y motivador; anticipar situaciones peligrosas o interacciones difíciles en el día a día, así como la supervisión educativa necesaria, a través de la labor profesional que permita objetivar el problema y diluir las emociones, derivadas de conductas problemáticas en los y las menores.

Además, dentro de esta formación, se destacó el papel del educador/a en las intervenciones “de cambio” de estos menores, ya que estas deben ir acompañadas de tiempo de calidad a pasar con el niño/a o joven (juego, salida, conversaciones, risas, que el menor se sienta protagonista), ya que la verdadera intervención ha de ser sistemática, dentro del marco relacional, creando un marco afectivo y de seguridad.

Otro aspecto que se trabajó en la presente formación fue el abordaje de la agresividad en relación con las diferencias culturales, prestándose especial atención en el enfoque que se dé en el trabajo de intervención educativa con estos menores, teniendo en cuenta que FSC gestiona diferentes centros de menores migrantes en la Comunidad Valenciana.

Por otra parte, de acuerdo con los resultados del cuestionario de evaluación diseñado para valorar el proceso y el contenido de esta formación que han cumplimentado al finalizar el curso los/las profesionales asistentes, destacar que el grado de satisfacción general del curso fue muy alto, de tal forma que el 99,3% de las personas asistentes a la formación “Contención emocional y manejo de crisis de agresividad de menores en centros residenciales” expresó, a través de muy buenas valoraciones cualitativas y cuantitativas, su satisfacción tras realizar un curso de estas características.

Por todo ello, no podemos más que felicitar al Área de Atención a la Dependencia y Menores por esta formación tan exitosa.