Como señalábamos en una noticia anterior, Sasha Gimeno Izquierdo, de 16 años, usuario del Centro de Acogida de Menores (CAM) Ateca, ubicado en Zaragoza, servicio concertado con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) y el Grupo Lagunduz, se encuentra entre los 50 alumnos/as seleccionados de centros de toda España que optan al IX Premio Promesas de Alta Cocina de Le Cordón Bleu, lo cual supone lograr una beca para estudiar en esta prestigiosa escuela.
Actualmente, nuestro joven promesa de la alta cocina, al que no le falta creatividad en sus platos, está cursando con muy buen rendimiento académico segundo de Formación Profesional Básica (FPB) en el IES Zaurín de Ateca, concretamente el Módulo de Hostelería y Restauración. De modo que, por su vocación en las artes culinarias, este premio supone una gran y merecida oportunidad.
Estos días, la escuela Le Cordón Bleu ha dado a conocer el vídeo receta con el que Sasha opta a este galardón, a través de su canal de YouTube, si bien el voto que se va a contabilizar, va a ser el que se sume a través de los “Me gusta” de su perfil en Facebook, de acuerdo con las condiciones de participación.
Según estas mismas bases, en la selección de los 10 finalistas, la decisión de los chefs docentes de Le Cordon Bleu Madrid supondrá un 85% de la valoración y los votos recibidos a través de Facebook el 15%, siempre y cuando las votaciones del jurado de chefs sitúen a dicho candidato/a en una de las 25 primeras posiciones en la lista de calificaciones.
De modo que os pedimos vuestro apoyo para que votéis el vídeo de Sasha en Facebook, ya que estos votos serán tenidos en cuenta a la hora de seleccionar a los 10 estudiantes que disputarán la gran final y competirán presencialmente en la sede de la escuela en Madrid en abril de 2021.
Como veréis, su vídeo receta lleva por título “Balottine al estragón con quiche de tomate concasse, alcachofas, gelatina de guisantes y puré de zanahoria al jengibre”, y en él nos acerca a sus motivaciones para presentarse a este concurso. “El motor que mueve mi mundo, y siempre ha movido mi mundo, es la ilusión cuando cocino”, asevera.
Si bien este joven promesa de la alta cocina encuentra su inspiración en otros muchos aspectos que detalla en su vídeo: “el recuerdo de la sonrisa de mi hermano pequeño Lenon cuando le llevaba un bizcocho recién horneado con la cara de Darth Vader; la mirada de mi madre cuando le sorprendía con un asado, una tortilla de patata o unos macarrones improvisados con todo lo que había en la nevera o escuchar a mi abuelo, viendo cómo se enorgullecía frente a familiares y amigos…”.
En el vídeo receta, en el que se puede seguir todo el proceso de elaboración, nos acerca además a otros muchos recuerdos y a algunos de los momentos más importantes de su vida, tiempo atrás, relacionados con el mundo de la cocina: “en casa, solo me dejaban cocinar si luego fregaba todo, así que casi todos los días, me tocaba recoger la cocina”, “lo que más recuerdo son los cambios que se iban produciendo en mis comidas, primero me mentían, me decían que estaba bueno, pero ni siquiera me había acordado de echarle sal. El pequeño ponía caras raras y eso me hacía entender el camino que me quedaba por recorrer, después ya no me mentían tanto, incluso cuando venían invitados pedían de mi colaboración”.
También, nos explica lo que significa la cocina para él: “es mi refugio, siempre lo ha sido, así evitaba escuchar problemas ajenos a lo que no fueran mis fogones”, y nos habla de la ilusión por cumplir sus sueños: “convertido en casi ya un adulto, sigo luchando por mis sueños, con la ilusión intacta por darle a la gente algo único, diferentes y especial. He llegado hasta aquí comprendiendo que soy dos personas en una: el Sasha con sus limitaciones en el mundo y el Sasha entre los fogones que no las tiene”.
El joven concluye el vídeo con un recuerdo entrañable sobre su madre: “quiero que la gente vea en mis platos el mismo brillo que veía en los ojos de mi madre cuando su niño, que aún no había cumplido las dos cifras, ya manejaba los mandos de la vitro con destreza” y concluye con una pequeña reflexión, directa y honesta, que, sumado a todo lo demás, esperamos que le haga lograr muchos votos, porque desde luego, lo merece.
“¿Y saben qué?, espero estar ahí. Espero poder demostrarles que la voluntad mueve el mundo, porque nací junto a Kiev, crecí en Zaragoza y vivo en Ateca, pero cada plato que pienso y diseño, con más o menos éxito, son mi única bandera. Espero demostrarles mis palabras, muchas gracias”.
En la Fundación Salud y Comunidad, estamos muy ilusionados/as con su participación en este premio, esperando que lo logre y que este galardón le permita alcanzar sus sueños. El más importante: abrir un restaurante de alta cocina en Nueva York, aunque Sasha siempre nos recuerda algo no menos importante: «para mí, haber sido seleccionado en este premio, ya es cumplir un logro y parte de ese sueño», reconoce.