El Centro de Cumplimiento de Medidas Judiciales para Menores Infractores “LA SENDA”, gestionado por la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en Villatoro (Burgos), ha organizado un Taller de Ocio que incluía una excursión a la Cueva de los Franceses y al Mirador de Valcabado, en Palencia, y a otros lugares emblemáticos de la zona, cumpliéndose los objetivos planteados por esta actividad.
El servicio de intervención educativa “LA SENDA” presta protección y atención especializada de forma temporal a menores entre 14 y 18 años con medida judicial de internamiento, favoreciendo su desarrollo en un contexto social normalizado, y está financiado por los servicios competentes de la Junta de Castilla y León.
En este taller han participado los menores que se encontraban en el centro durante el fin de semana, cumpliéndose de forma satisfactoria los objetivos propuestos para todos y cada uno de los menores que han participado en esta experiencia.
Según nos trasladan desde el servicio, los recursos de ocio y tiempo libre permiten dotar de herramientas y habilidades a los/as menores para que puedan tomar las mejores decisiones con respecto a sus necesidades, inquietudes e intereses, identificando mejor los riesgos inherentes a la toma de las decisiones que empiezan a asumir, en una etapa en la que saber elegir es tan importante como conocer las consecuencias de sus elecciones.
Los objetivos generales que se han conseguido con esta actividad han sido, entre otros, facilitar la interacción de los/as menores con su entorno; estimular las relaciones interpersonales, a través de la ocupación del ocio y tiempo libre, y favorecer su autonomía personal.
Respecto a los objetivos específicos, con este taller se ha logrado evitar los hábitos de sedentarismo y de tedio en el que, según señalan desde el centro, suelen caer los/as menores. También, se ha conseguido fomentar el respeto por el patrimonio artístico y la naturaleza, y se ha favorecido que los menores pudieran disfrutar de un ocio de calidad en un entorno privilegiado.
Por otra parte, se ha tratado que la metodología aplicada en esta actividad, fuera participativa y dinámica, basada en la acción y la práctica, facilitando la integración activa de todos los participantes para lograr una eficaz consecución de los objetivos planteados.
En cuanto a lugar de la excursión, cabe señalar que la Cueva de los Franceses se ubica en la provincia de Palencia, en Revilla de Pomar (Pomar de Valdivia), próxima a Aguilar de Campoo. La cueva está acondicionada para su visita turística desde hace más de 20 años, contando con un recorrido visitable de unos 500 metros. La visita resultó muy amena, y los menores mostraron entusiasmo e interés en las explicaciones que se iban ofreciendo sobre historia, geología y curiosidades diversas durante el recorrido guiado.
Al finalizar la visita a la cueva, el grupo se trasladó al Mirador de Valcabado, a una distancia de 1 km.; desde él se puede divisar el Valle de Valderredible, perteneciente al municipio de Polientes (Cantabria). La altura a la que está situado es de 1.173 m., y los menores se mostraron impresionados por las vistas que pudieron disfrutar desde este lugar.
Posteriormente, se dirigieron al espacio Natural de Covalagua a escasos tres kilómetros de la Cueva de los Franceses, entre las provincias de Palencia y Burgos, disfrutando del campo y de la tranquilidad que ofrecía este espacio. Además, visitaron Aguilar de Campoo, lugar en el que los menores descansaron en el parque y jugaron al fútbol y con una tirolina, pudiendo conocer además el castillo de origen medieval de la localidad.
La visita finalizó en la presa de Aguilar de Campoo, que corta el cauce del río Pisuerga a poco más de un kilómetro de la población. Se trata del embalse de mayor capacidad de los existentes en Palencia y forma parte de una ruta, conocida como “la ruta de los pantanos”, que ya están organizando en el servicio y que se realizará próximamente con los menores.
Dada la tipología del servicio y el tipo de medidas a las que se someten los menores, nos parece fundamental que dispongan de momentos de esparcimiento fuera del centro, cambiando la rutina, visitando lugares que no conocen y haciendo actividades motivadoras. Ello les permite ampliar conocimientos y su visión sobre el mundo que les rodea, fomentando al tiempo un ocio saludable.