A esta pregunta trata de responder el Manual del proyecto “Acompañando para el día después”, presentado estos días en Barcelona, resultado de muchas horas de trabajo y de años de experiencia en el ámbito de la intervención en la atención a niños, niñas y adolescentes que son atendidos en el marco del Sistema de Protección. El Manual se propone como guía teórica y práctica, eminentemente práctica, que ha de ir adaptándose continuamente de una manera ágil y flexible a las nuevas necesidades de las personas usuarias, de los perfiles profesionales existentes en cada momento, así como a los requerimientos normativos y de las administraciones públicas.
La presentación contó con la presencia de Toni Gelida, director del Área de Atención a la Dependencia y Menores de la Fundación Salud y Comunidad (FSC); Sergio Castelló Pérez, responsable de la supervisión de equipos profesionales de menores de FSC y coordinador del proyecto “Acompañando para el día después”, así como de María González, coordinadora de la Dirección Técnica y Promoción de Proyectos de nuestra entidad, y Mariana Rey, técnica de este departamento.
Con este Manual se trata de dar respuesta a una de las mayores preocupaciones que tienen tanto los/as menores como los/as profesionales que comparten con ellos/as su día a día: “¿Qué me sucederá el día que cumpla 18 años y salga por la puerta del centro de menores?”, al que aludíamos en el título de esta noticia.
Esta pregunta es una constante y un denominador común en los centros residenciales de atención al menor. Se trata de una preocupación compartida, a la que -desafortunadamente y hasta la fecha- no se le ha dado respuesta por parte de las entidades que intervenimos con este colectivo, ni que tampoco ha sido abordada por las diferentes políticas asistenciales existentes en nuestro país.
Esta respuesta conlleva una metodología educativa y terapéutica común que permita que, a esta pregunta, que lleva emparejada consigo un alto nivel de ansiedad y temor ante el futuro inmediato y que puede ser crucial para la vida del / de la joven que acaba de cumplir la mayoría de edad, se le proporcionen respuestas que sean efectivas, sostenibles y generalizables a todos los equipos profesionales y centros residenciales.
Desde esta premisa, nace este Manual bajo el título de “Acompañando para el día después” y respondiendo al acrónimo de “EDD 3+” que pretende dotar a los equipos profesionales de herramientas que les permitan actuar con los niños, niñas y adolescentes en la intervención diaria con el objetivo, por una parte, de capacitar a los/as propios profesionales en sus actuaciones y, por otra, de preparar a estos/as adolescentes ante su salida del centro.
Por ello, la guía se ha estructurado en diferentes bloques de contenidos que habitualmente se desarrollan en formato de ficha para facilitar su lectura y aplicación, acompañados de dinámicas, ejemplos, casos prácticos y presentaciones didácticas que intenten fomentar desde una intervención integral -basada en el proyecto de centro- las competencias básicas y profesionales de la población diana, así como que posibiliten, en la medida de lo posible, estrategias y soluciones terapéuticas a las diferentes situaciones de crisis o síntomas psicopatológicos a los que se enfrentan cada día los/as profesionales psicoeducativos.
De esta forma, “EDD 3+ -El Día Después 3 Plus- “, no pretende ser “únicamente” una guía de actuación. Su objetivo más bien es ser un modelo de intervención extrapolable que actúe en todas las esferas de la persona y que se cuestione continuamente el “¿para qué intervenimos?”, con el objetivo principal de preparar a los/as adolescentes para el ya conocido y temido “El Día Después” que, en el caso del modelo propuesto, trasciende la intervención educativa tradicional basada en un modelo propiamente cognitivo- conductual.
En este sentido, el modelo de intervención se centra en una propuesta que pretende el alcance del bienestar a partir de terapias de “Tercera generación” y con un valor añadido, ya que para lograrlo se desarrollan tanto herramientas técnicas como tecnológicas –realidad virtual, biofeedback– que complementan este Manual, tanto para profesionales, como para los/as menores como para las propias familias, tanto las de origen como las extensas o acogedoras.
Igualmente, queremos agradecer a los/as profesionales asistenciales, técnicos y directivos tanto de la Fundación Salud y Comunidad como del Grupo Lagunduz que han hecho que este Manual haya podido ser publicado, pero en especial y por merecido reconocimiento, queremos referirnos a aquellos/as profesionales cuyo desempeño, saber y experiencia ha resultado imprescindible para que “EDD 3+” sea una realidad y que antes de esta edición, ya haya obtenido reconocimientos públicos por parte de entidades y convocatorias de prestigio.
Es el caso del reconocimiento obtenido en la Convocatoria para la Cooperación para la Innovación y el intercambio de buenas prácticas de la iniciativa europea Erasmus + o por parte de la Agencia Vasca de Innovación, “Innobasque”, al considerarlo un proyecto de innovación social.
Para conseguirlo, ha sido determinante el trabajo de nuestros compañeros/as de FSC Sergio Castelló, cuya labor ha sido clave, así como por parte de Daniel Urbina, Alfonso Nicholls, María González y Mariana Rey que han contribuido a hacer realidad algo muy importante, que los/as adolescentes de los centros de menores gestionados y dirigidos por FSC lleguen a la mayoría de edad mucho más preparados/as, frente a los retos que tendrán que superar, una vez cumplan los 18 años.
Gracias a todos/as.
3 Comments
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En diferentes foros he comentado que esta iniciativa será de gran utilidad a diferentes generaciones de menores que estamos atendiendo en la actualidad y que atenderemos en el futuro en los centros que gestionamos del sistema de protección. No soy conocedor de que exista un proyecto educativo tan completo actualmente en todo el Estado y mucho menos uno que contemple, como sucederá en el corto plazo, la integración de módulos terapéuticos y también de atención a las familias. Esta visión integradora, previa la formación de todos nuestros/as profesionales, garantizará que nuestro modelo de intervención se puede aplicar con las mismas garantías a todos los menores de los centros que gestionamos, sin diferencias, porque conseguiremos trabajar con los mismos materiales y una misma metodología de trabajo que se aplicará de manera continuada en los servicios acompañando a los/as menores hasta su marcha del recurso con el objeto de dotarles de las competencias básicas y profesionales que precisan para llevar una vida lo más autónoma posible una vez cumpla los 18 años. Y una vez más, pero por merecido, reconocer a todos aquellos profesionales que lo habéis hecho posible.
Una pregunta con respecto de esta «guía para menores»: ¿Habéis preguntado, involucrado y tenido en cuenta el criterio emocional de los chicos para la realización de esta investigación que pretende ser una guía de trabajo pedagógico a nivel nacional?. Lo digo porque si este trabajo solo lava la cara del sistema de educación y tutelaje que realiza el estado, lleno de carencias y falta de sensibilidad emocional. Yo, que estuve hace muchos años «tutelado» por el estado, el franquista, y padecí de lleno la herencia dejada por esa tutela, pude comprobar el abandono emocional y humano de las instituciones, y sobre todo el menosprecio intelectual al que fuimos sometidos los chicos, convertidos como fuimos en meros espectadores de nuestra propia vida y futuro.
Pienso que es muy importante que cualquier propuesta que se realice para ayudar a que los jóvenes, que están en centros tutelados, tengan una integración social en condiciones, pasa por incluirles dentro de la formación e información de los procesos educativos. Es hora de que se tenga en cuenta de que los jóvenes tutelados no son sujetos pasivos de su vida, y por tanto sus criterios has de entrar dentro de los procesos educativos y adaptación al medio social al que se van a integrar.
Sería sin duda un paso enorme dentro del mundo educativo integrar en los consejos educativos a los verdaderos actores de la película, a los chicos, y aprovechar de primera mano todo el potencial imaginativo, emocional e intelectual que se esconde en ellos y que tan poco caso se les está haciendo. Pensemos que en cuanto a vivir, todos somos maestros y alumnos al mismo tiempo.
Un saludo amigos desde Mallorca, y ánimos con esta guía.
José J. Méndez
Muchas gracias José por tu comentario. Me gustaría decirte que SÍ lo hemos tenido presente porque esta herramienta que, de momento, se dirige a los centros que gestionamos, pues las actividades que contempla surgen de la experiencia de nuestros equipos en el contacto directo con con los menores. Unos menores a los que intentamos escuchar -me gustaría creer que los escuchamos y entendemos- en el día a día en los diferentes espacios que tenemos establecidos, espacios formales e informales, y que hemos sabido incorporar sus miedos, sus deseos, sus dudas, sus emociones… en esta guía que, no olvidemos, en este primer Manual se centra en los aspectos más educativos y que el siguiente que verá la luz incluirá aspectos más terapéuticos. El Manual está «vivo» y será su examen diario con los verdaderos protagonistas -los menores- el que nos indicará los cambios y ajustes que debamos llevar a cabo para ajustarnos a las necesidades de todo tipo, también los aspectos más emocionales. que precisan tanto durante su estancia en los centros como para el «Día Después».