El Ayuntamiento de Valencia prorroga el contrato del Centro para personas en situación de sin hogar “El Carme” gestionado por FSC

La Junta de Gobierno Local (JGL) del Ayuntamiento de Valencia ha prorrogado el contrato del servicio de atención del Centro para personas en situación de sin hogar “El Carme” de Valencia, de titularidad municipal, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC). El nuevo contrato mantendrá el servicio de atención un año más, hasta el 23 de abril de 2025. Tras tres años de funcionamiento, “El Carme” se ha consolidado como un servicio necesario que ofrece una respuesta ágil, a través del Centro de Atención a Personas sin Techo (CAST), a la población sin hogar con adicción, patología mental y/o con largos periodos de sinhogarismo, desde un enfoque de reducción de daños.

“El Carme” presta un servicio de alojamiento con acompañamiento, dirigido a personas sin hogar y en situación de exclusión social grave. Entre los objetivos del centro, está ofrecer un espacio donde descansar por las tardes, alojamiento nocturno, desayuno y cena, así como reducir el aislamiento y el desarraigo personal de las personas afectadas por situaciones derivadas de algún hecho imprevisto de carácter grave.

El servicio atiende a personas con situaciones vitales complejas que van más allá de la falta de vivienda, y que combinan problemas de salud en un alto porcentaje, precariedad económica, ausencia de una red sólida, desarraigo, desempleo, problemas judiciales, barreras administrativas, etc.

El centro cuenta con un total de 10 plazas, ampliable a 12 en situaciones especiales, y trabaja en coordinación con los equipos de atención municipales, el Servicio de Urgencias Sociales y el Centro de Atención a Personas sin techo del Ayuntamiento de Valencia.

Elena Matamala, directora del Centro para personas en situación de sin hogar “El Carme” de Valencia, ha expresado el agradecimiento por esta prórroga, por “la confianza en nuestra forma de trabajar; cercana, adaptada a la persona, basada en la reducción de daños… Subrayaría que se trata de un servicio destinado a situaciones de sinhogarismo complejas, en las que se combinan largas trayectorias, adicciones y patología mental”.

Por otra parte, cabe destacar que, según datos de la Memoria técnica del ejercicio anterior (2022-2023), el servicio alojó a 173 personas distintas (53 mujeres y 120 hombres). De ellas, 66 mantuvieron una plaza habitual de alojamiento, mientras que el resto (107) ocuparon plazas de emergencia para estancias puntuales.

Se repite en relación al año anterior que la mayoría de las personas no habían sido albergadas en el servicio previamente, si bien algunas de ellas fueron atendidas con anterioridad en otros servicios de FSC en la ciudad de Valencia (es el caso del Centro de Intervención de Baja Exigencia) o en otros centros de día de baja exigencia, e incluso en otros albergues.

En líneas generales, “El Carme” es un centro que recoge valoraciones positivas por parte de las personas que residen en él. A este respecto, según afirma la directora del servicio, “en cuanto al grado de satisfacción obtenido a través de los cuestionarios de satisfacción realizados, la media del total de los ítems valorados se sitúa en un 3,7 sobre 5. Los aspectos más valorados son la utilidad del recurso, el servicio de duchas, la organización, la limpieza, el servicio de orientación y escucha, y, como elemento mejor valorado, la relación con las y los profesionales (4,5 sobre 5)”.

Asimismo, señala que se pone en valor la tranquilidad, el ambiente armónico, así como el trato y la paciencia del equipo profesional del servicio, incluso para las mujeres (muchas de ellas, con historias vitales marcadas por la violencia de genero). Es de destacar también que no se hayan recogido quejas o incidencias desde que el servicio se encuentra en funcionamiento.

En este sentido, el equipo social, con el apoyo del servicio de atención psicológica y de enfermería del centro, sigue trabajando para la recuperación de los proyectos de vida personales, para lo cual, ha sido y es fundamental la coordinación con otros sistemas de protección social (sanitario, judicial, residencial, educativo, laboral, etc.).