¿Es posible en todos los casos la reinserción en la sociedad, después de haber estado años en la prisión? A esta y a otras cuestiones, se planteó responder el programa “En línea”, emitido el pasado martes, día 16 de marzo, en TVE 2, al que asistió nuestro compañero Manu Izquierdo, trabajador social y coordinador de proyectos de la Fundación Salud y Comunidad (FSC), representando a nuestra entidad como organización experta. El programa contó también con el testimonio de personas que han estado privadas de libertad y que, en la actualidad, se encuentran en proceso de desvinculación del ámbito penitenciario, así como con voluntariado de este ámbito.
De acuerdo con la Constitución española, las penas han de estar orientadas a la reeducación y reinserción social. No siempre es sencillo, como quedó patente a través de diferentes testimonios en este espacio de televisión, si bien es posible gracias a proyectos de reinserción, como los que gestiona FSC, tanto en el interior como en el exterior de los centros penitenciarios.
Nuestro compañero Manu Izquierdo, durante su intervención, señalaba que para las personas privadas de libertad “el tiempo en prisión es muy largo, hay muchas horas muertas. El deporte y la cultura entran dentro de los muros y es importante hacer una actividad”. El rol de los profesionales que intervienen en el ámbito de la ejecución penal es clave en la vinculación de una persona con una actividad, es importante ayudarla a conectar con una actividad que le genere motivación, ya sea en la dimensión social, terapéutica, deportiva o cultural.
Por otra parte, en el espacio también se abordó la importancia de preparar la salida, el momento de la desvinculación del centro penitenciario. En relación a ello, nuestro compañero explicaba que “es el momento más complicado a nivel profesional y, sobre todo, para las personas que lo atraviesan. Dentro de la prisión, hay momentos muy complicados, duros, pero hay una actividad y una rutina, y en cierta manera, también existe cierta protección. Pero en el momento en el que salen, deja de haber esa rutina. Y a veces se generan dependencias a los centros penitenciarios. Hay muchas personas que vuelven a los mismos, a modo de puerta rotatoria porque en la calle no pueden estar o no saben estar”.
En este sentido, también señalaba que “es importante haber hecho un trabajo previo, si se ha podido poner límite a cuestiones que no funcionaban en el pasado. Las renuncias, sobre todo en el caso de las personas que tomaban drogas. Ha de haber una serie de pilares que se hayan trabajado previamente con los profesionales en los centros penitenciarios” y destacaba la importancia del acompañamiento por parte de los mismos, en el momento de la salida de la prisión.
“Hay acompañamiento de profesionales que participan en este proceso, mientras la persona está en situación de tercer grado. Este acompañamiento se realiza por parte del Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña, e igualmente también es fundamental el papel de la familia y de la red social y familiar, en general”, señalaba Manu Izquierdo.
En este sentido, es clave poder potenciar el acompañamiento profesional en la fase de desvinculación, momento muy importante para la persona que ha estado institucionalizada, ya que permitirá el abordaje de los miedos e inseguridades propios de este momento.
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